Mi sobrina Avril y sus tres amigas vienen a la piscina de casa. Es el comienzo de esta historia de sexo juvenil-Parte I
Avril tiene 18 años, es una flaca alta, hermosa. Sin tener el cuerpazo tiene unas piernas largas y torneadas, aunque sus nalgas son pequeñas. Pero convengamos que para un jovato como yo, tener sexo con una jovencita es lo más. .
Avril está de novio, ya ha venido a casa con El, pero con el correr de los días, descubro que no me había equivocado en mi primer apreciación. Ella es mucha mujer para El. Ya un par de veces pude darme cuenta que mi sobrina es bastante particular, y que en lo referente al sexo el pibe no tiene ninguna o casi ninguna experiencia. Es muy tiernito. Y la verdad es que yo cada vez que veo a mi sobrina, tengo erecciones poderosas. Mis 23×5.0cms de carne en barra siempre me han ayudado a cumplir y a dejar satisfecha a cuanta mujer he poseído. Convengamos que hace tres años que soy viudo, tengo 51 años, vivo solo y tengo una bonita casa con piscina, la que es aprovechada por los familiares en verano.
Llegó el fin de semana y me suena el celu, es Avril preguntándome si puede venir con un par de amigas a la pileta de casa. Obviamente que no me negué, es más, le dije que si querían podíamos hacer algo a la parrilla a la tardecita cuando baja el sol. Estuvo de acuerdo y me confirmó que a la tarde vendría con dos amigas más.
Suena el timbre de calle, yo ando en short por la casa, al abrir veo que es mi sobrina con tres amigas, todas más o menos de su edad, y pera mi gusto todas están más que buenas. Especialmente una de ellas María Victoria, que tiene 17 años, posee un par de tetas impresionantes, con solo verla ya la pija comenzó a ponerse dura, me imaginaba mi tripa entre esas tetas haciéndome una rusa.
Pasaron todas las chicas para el quincho que está al lado de la pileta, está bien equipado, inclusive tiene un baño completo con ducha y todo. Solíamos pasar mucho tiempo en el con mi finada esposa.
Yo seguí haciendo lo mío, que es hacer el relleno para las empanadas de jamón y queso, empanadas de pollo y empanadas de carne. Tenía intenciones de cocinarlas para la noche, también tenía en mente la posibilidad de que alguna de las chicas se pase con la bebida y así tener un poco de carne joven en mi cama.
Pasado un rato siento a las chicas cantando y paveando en la pileta. Como tengo cámaras de seguridad por todos lados, simplemente me arrimé al monitos y qué descubro. Las cuatro chicas están sin sujetador con las tetas al aire. Inmediatamente la verga se me puso como riel de ferrocarril. Haciéndome el tonto, paso como para ir al quincho, y como si no hubiera visto nada me acerco a la pileta para preguntarle a Avril si quieren algo de beber. Las sorprendo a las cuatro recostadas en el borde de la pileta, tetas al aire, y todas con unas micro bikinis que apenas si les cubre los labios vaginales. En realidad se nota el contorno de los labios vaginales de las cuatro. También se nota el bulto en mi entre pierna, es voluminoso y no pasa desapercibido para las cuatro niñas. Pero la que más prestó atención fue mi sobrina, no perdió momento de observar mi tripa. Yo haciéndome el desentendido y sin querer pasar por mirón, me zambullo en la pileta, ya que sé perfectamente que la tela mojada del short de baño marcará intensamente el contorno y tamaño de mi tripa.
Y así fue, cuando salgo del agua, las cuatro pibas se quedaron mirando mi tripa que contenida en el short era como verla en vivo y en directo. Me sonrío y me voy para el quincho. Estoy en las tarreas de cocina y siento unos pies que vienen chancleteando, al levantar la vista observo a Juanita, otra de las amigas de Avril de 18 años dirigirse hacia mi con una sonrisa algo picaresca y con sus tetas al aire, que aunque no son tan grandes, están muy lindas también. Me dice Beto, hicimos una apuesta con las chicas, no se ofenda o moleste, pero tenemos una intriga, digamos que una gran intriga. Yo ya algo me imaginaba, por algo uno tiene ya varios años de vida. Y Juanita se despachó con la pregunta indiscreta que las carcomía: Todas hemos podido apreciar al salir Ud. del agua que su pene tenía un buen bulto. Vio como somos las chicas de curiosas, y nos preguntamos cuánto mediría su pija. Y yo perdí una apuesta y me enviaron a preguntarle y a confirmar cual es la real medida de su pija.
La miré fijo a los ojos, estaba algo turbada y con verguenza, le pregunto como piensa corroborar la medida, voy hasta un cajón y tomo un metro de costurera que era de mi esposa, se lo pongo en la mano y sin más preámbulos me bajo el short. Mi verga no está totalmente erecta, pero la niña se queda mirándola, entonces le digo que para tener la medida exacta deberá masturbarla hasta que tome su máximo tamaño. Juanita no sabe qué hacer, por la verguenza, no por que no le entusiasme la tarea. Me le acerco y pongo al alcance de su mano mi tripa, le pido que la tome y la acaricia, finalmente pone manos a la obra, su mano pequeña no alcanza a cubrir el grosor de la tripa y menos el largo, comienza a pajearme, yo le acaricio los pechos y ella comienza a excitarse, amaso sus pechos y pellizco sus pezones, ella gime suavecito mientras se esfuerza más en amasar mi tripa, cuando la noto ya bastante excitada le digo que es hora de medir la verga, el largo y el ancho del lomo. Toma la cinta y realiza las medidas, con la puntita de la lengua sobre sus labios está muy concentrada, mientras mide, le tomo los cachetes del culo, son gorditos y algo blandos, pero me excitan. Habiendo medido la tripa arrojó el siguiente resultado: Largo- 23,4cms / Ancho del lomo – 5.5cms. Juanita está más que sorprendida. Me aprovecho de esa situación y le pregunto si le gustaría tener una verga así entre las piernas, se pone nerviosa, pero está excitada, la tomo en mis brazos y le doy un beso de lengua, mi tripa pega en la base de sus tetas, bajo mi mano y la meto entre sus piernas, su monte de venus tiene una pelambre muy bien recortada, y descubro que sus labios vaginales están humedecidos, corro a un costado el calzón de su micro bikini, tomo mi verga por el tronco y se la presento entre los mismos, empujo un poquito y la verga comienza a entrar, de pronto la niña me dice No!!!! Beto, No!!!! y dando media vuelta sale corriendo. Yo me quedé súper caliente, pero sabía que pronto Juanita vendría por su premio, si no era hoy sería otro día.
Se volvió donde sus amigas y les trasmite las medidas de mi badajo. Todas se largaron a reír. Pero Juanita quedó algo acongojada por lo pasado. Y se lo contó a las otras chicas. Todas se quedaron algo perplejas. No sé que esperaban, soy de carne y hueso. Y con todas esas niñas desnudas allí era obvio que el Tío se calentaría. Sin más demora me volví a la cocina ignorándolas y dejándolas solas en la pileta. Ya sería tiempo de cosechar. La semilla estaba plantada – Sigue parte II
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