Mi sobrina Avril y sus tres amigas vienen a la piscina de casa. Es el comienzo de esta historia de sexo juvenil-Parte II
Luego de que Juanita realizara la comprobación de las medidas de mi miembro, y habiendo estado a un paso de ser penetrada por El, la tarde continuó, y también creció el interés por mi tripa en las chicas. .
Bajó el sol y las chicas seguían en la piscina, a mí ya se me había pasado la calentura, y verlas a las cuatro con sus tetas al aire, la verdad que por el momento estaba controlado. Lo que nunca pude llegar a sospechar que las cuatro niñas tenían algunos planes macabros, donde yo era uno de los personajes principales.
Y nunca sospeché que el jugar a las cartas decidiera la perdedora de la apuesta principal. Obvio que yo no participaba, era entre las chicas. Pero mi parte en este juego era ser el semental. En definitiva la apuesta era que la que perdía, tenía que tener sexo conmigo. Ellas decidirían hasta donde avanzaba la sesión y cual la intensidad.
Al rato veo que viene Susana, de 17 años, una morocha muy linda, ancha de caderas, sus pechos son pesados, sus nalgas son poderosas y tiene unos gruesos labios muy sensuales. Me comunica que perdió una apuesta y que yo debía ayudarla a pagarla. Obviamente que dije que sí. Uno no se niega a ayudar a una jovencita, le pregunto cual es la apuesta, y ella me dice que debo tener sexo con ella. Sonreí para mis adentros, ya había picado el primer pez. Le dije que bueno, que ella decidía qué quería hacer y como. Tenía verguenza, pero apuestas son apuestas. Me bajé el short quedando desnudo, ya mi verga anticipando lo que vendría se estaba engrosando, le pido que se desnude por completo. Se saca el calzón de la micro bikini y puedo observar que tiene totalmente depilado su monte de venus. En el se puede observar su raja, de labios finos, me acerco a ella y la abrazo, mi tripa pega en su panza, nos besamos y ella comienza a responder, la aupo y la subo a la mesada, llo que la deja a la altura justa para acometer su conchita con mi lengua y mis dedos. Le doy una rica mamada de concha, le pregunto si es virgen y me dice que no. Pero que quien la desvirgó no tenía ni la mitad de pija que la mía. Que por favor se la meta despacio, que no le duela mucho. Sigo lamiendo y chupando, le meto un par de dedos en su concha y noto que esta lubricando, es buena señal. Para esto mi tripa ya está dura, le pido que me espere, voy hasta el botiquín y traigo dos cosas, el gel lubricante y un paquete de condones. Me pongo un forro, la tomo por la cadera, la aproximo a mí pene, ella cierra los ojos, posiciono la tripa en la entrada de su cuevita y se empiezo a ensartar, cuesta un poco, ella se queja un poco, se la saco y le pongo algo de gel lubricante a lo largo de la pija, se la posiciono de vuelta y al segundo intento se la meto toda, se le escapa un gran suspiro, y me araña la espalda. Le comienzo a dar matraca, fuerte, suave, profundo y la puntita, pronto está enloquecida de tanta excitación y la verdad es que no duró mucho, se vino en un gran orgasmo que la desmadejó. Aprovecho y le saco la tripa, se la posiciono en la puerta de su ano y empujo un poquito, apenas entra la puntita y Susana grita que por el culito no, que es muy gruesa. Insisto y con tanto gel lubricante, la cabeza le abre e esfínter y entra, pero no intento meterle más que esos, es para que sepa que con paciencia la verga le va a entrar. Se la saco y queda sentadita en la mesada, sus tetitas colgando, su concha resumiendo sus jugos, yo no logré acabar. Tampoco quería. Sospechaba que la noche no terminaría ahí. Me saqué el forro y le digo a Susana que vayamos a lavarnos. Y que puede decirle a sus amigas que pagó muy bien la apuesta. Me sonríe y me dice que seguramente otro día vendrá a acompañarme a tomar mate y a terminar lo iniciado. Y sale moviendo el culo dentro de su micro bikini.
Llegó donde sus amigas y les contó todo, hasta que le había metido la cabeza de la verga en el culo. Y que a pesar de que le dolió mucho, también le gustó mucho. Y que había usado profiláctico y gel lubricante. Yo escuchaba sus conversaciones a través de los micrófonos de las cámaras de seguridad. Se hizo más tarde, les llevé las empanadas que les había cocinado, nos juntamos a cenar en el quincho. Las chicas no dejaban de mirarme. Yo estaba seguro que todas querían probar la tripa del Tío de Avril. Se hizo la noche y las chicas se prepararon para irse, todas se vistieron, la única que seguía en bikini era Avril. Supuse que se iría luego. María Victoria, Juanita y Beba se fueron juntas. Avril se quedó conmigo.
Juntamos y lavamos los platos, luego preparamos café y nos fuimos al living a ver Tv. Mi sobrina prácticamente se sentó sobre mis piernas, yo ya sabía de que venía la cosa. Luego de mirar una película de acción, me pregunta si tengo algún video porno. Busqué el canal de Venus en la tele, justo había una chiquilla que no sería mayor a Avril prodigándole una tremenda mamada a un muchacho que tenía una verga bastante similar a la mía. Y la niña la manejaba muy bien. Luego el muchacho se la sentó encima, la pequeña se ensartó la verga hasta los huevos y le pegó tremenda cogida al flaco que enseguida le sacó la leche. Para esto Avril se notaba algo excitada, no le dije nada, simplemente me baje el short, le desaté su micro bikini y la dejé desnudita. La verdad es que tiene un cuerpo hermoso, flaco pero muy lindo. La hice arrodillar entre mis piernas y ella entendió enseguida lo que debía hacer, tomó mi tranca y se la metió a la boca, claro el pedazo que pudo, me comenzó a mamar la tripa y lo hace muy bien, lame y chupa con ganas, mientras yo acaricio sus pechos, y sus nalgas. Tan bien me la mamó que pronto estaba por acabar, se lo hice saber, no se retiró y cuando comencé a acabar se tragó toda la lechita. La recosté en el sillón y me tocó a mí darle un buen oral. Su concha está depilada, es de labios gorditos, a los dos minutos estaba ardiendo, le metí los dedos en la concha y en el culo, ella se dejaba hacer, pronto estuvo muy excitada, tanto que no resistió y me acabó en la boca. Me bebí sus jugos con deleite. Me puse entre sus piernas, tomé mi falo y se lo presenté a su cuevita, le pregunté si era virgen y me dice que sí. Entonces con suavidad la voy penetrando, centímetro a centímetro se la voy metiendo hasta que llego a su hímen, le hago saber que romperé su virgo, me afirma que sí. Presiono y me hundo en la cavidad caliente de esa vagina ya no más virgen. Le entierro la pija hasta tocar su útero con la cabeza de la chota. Se queda dura, gime suavemente, yo la cojo con ganas, ella comienza a participar, luego ya está lanzada y se quiere tragar toda la verga, pronto me tiene a punto de acabar, se la saco para no generar problemas de embarazo, unto gel en su culito, también en mi tripa y en mis dedos y con ellos acometo su ano, se lo dilato de a uno hasta que tiene tres dedos bien calzados hasta adentro, luego reemplazo los dedos con la cabeza de mi pija, que entra apretada pero suave, la voy penetrando y ella no emite ningún sonido, solo acepta que la ensarte, cuando ya mis testículos llegan al contacto con sus nalgas, ya está toda adentro, la cojo, se mueve suave pero se la banca, de pronto me dice, Tío yo te gusto mucho, a lo que no le respondo, solamente la cojo con más fuerza, y vuelve a hablar, y me confiesa que me ama y que quiere que yo la coja siempre, eso fue lo máximo y logré llenarle el culo de semen. Al ablandarse mi verga, nos separamos y vamos al baño, nos lavamos uno al otro, y ella me besa, me abraza y me dice que me ama. Y vuelve a masajearme la tripa. Obviamente la misma no se pone dura. No tan rápido. Pero ya tenía asegurada la carne para mucho tiempo. Y todavía tenía que finalizar el trato con las amigas de Avril. Pero eso sería caso de otro día. – Sigan parte III
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