Mi Sobrina Dariela de 9 años. Lista y puta.
Mi sobrina es tímida e inocente, pero su cuerpo me vuelve loco y tendrá que satisfacerme si quiere seguir sus estudios y vivir en mi casa..
Hace tiempo una prima no muy cercana se me acercó a pedirme un enorme favor. Su hija, Dariela, de solo 9 años, había conseguido una beca completa en una escuela muy cara y prestigiosa en la CDMX. Ellas viven solas, a las afueras de la ciudad, en una zona algo marginada y pobre, mientras que la escuela estaba del otro lado de la ciudad a más de dos horas de su casa, en una zona muy rica y privilegiada. Yo, afortunadamente, vivo a escasos 15 minutos caminando de esa escuela. Fue por eso que mi prima me pidió que, al menos durante las inscripciones y la bienvenida, las dejara quedarse en mi casa, mientras hallaban alguna solución
Al principio no estaba seguro, me joderían un poco la privacidad que tengo, a que soltero adinerado de 35 años le gustaría eso. Trabajo desde casa como programador y en ocasiones traigo a mi hembra, Victoria, de 23 años, una hermosura de cabello negro, tetas redonditas y culo más que perfecto, grande y apetecible. Con mi prima y sobrina eso no se podría.
Al final accedí, porque algo de buena persona tengo. Llegaron un lunes muy temprano y se fueron a la escuela tan pronto llegaron. Volvieron temprano y mi prima nos hizo de comer, luego les mostré sus cuartos. Mi prima dormiría en una habitación grande que tengo extra y Dariela en un cuarto algo más pequeño pero junto al mío.
Les dije que se bañaran si querían, mi prima accedió y se metió primero. Tengo dos baños, el comunal para toda la casa y el exclusivo de mi cuarto. Al ver que mi prima tardaba y que la nena estaba ya lista para el baño, desvestida, con una toalla cubriéndola y titiritando de frio, le ofrecí bañarse en mi baño para que no esperar a su mamá. Dariela es tímida, recatada e insegura. Nunca te mira a los ojos y siempre habla como temiendo que algo le pase. Levanté su barbilla, la vi a la cara y la jalé de la mano hasta mi cuarto. Con el jaloneo imprevisto a ella se le calló la toalla y pude ver su cuerpecito hermoso. Jamás me habían interesado las menores, pero esa niña era perfecta. Tetas en desarrollo, pequeñas y firmes, un culito blanco y respingón, una cinturita que podía rodear con ambas manos y sin un solo vello en su cuquita. La vi atónito, la pequeña tomó rápido su toalla, se sonrojó y se metió al baño corriendo. A partir de ese momento empecé a ver a Dariela con otros ojos y decidí que la haría mía.
Al día siguiente mi prima fue de nuevo con mi sobrina a la escuela pero al regreso la noté acongojada. Le pregunté si todo estaba bien. Fue cuando me comentó con mucha pena y viendo al piso, tal cual su hija, que en su trabajo le prohibieron más días libres, por lo que tenía que ir a partir del siguiente día y no podía llevar a Dariela al recorrido. Le dije que no se preocupara, que yo la llevaría, al final no tengo horario fijo de trabajo y puedo hacer lo que quiera. Ella me agradeció casi con lágrimas en los ojos, incluso pensé que se arrodillaría. Yo sonreí para mis adentros, tendría a Dariela más tiempo a solas y podría hacer con ella lo que quisiera.
Al día siguiente acompañe a mi sobrina a su recorrido. Ella se veía más contenta que de costumbre. No duró mucho y para las 11 AM ya estábamos camino a casa.
Al llegar le dije a Dari que se pusiera cómoda y puse una película. La abrace y pegue a mí. Al principio estaba incomoda pero tuvo que acatarse. Al final yo era su tío y estaba a cargo en ese momento. Empecé a acariciarle las piernas de forma discreta. Ella intento moverlas pero no podía ir a ningún lado. No fui mucho más de eso ese día. Pero ya no había vuelta atrás. Para las 9: 30 pm su mamá aún no llegaba así que la arropé, le pegué mi paquete a sus piernitas sin que se viera obvio y le di un beso en la frente. Apagué la luz y me fue a mi estudio. Una hora más tarde llegó su mamá, muy cansada y preocupada. Le dije que no había razón para la angustia. Que todo había salido bien, que no era molestia y que descansara. Ella respiró aliviada, fue a ver su hija y luego se metió a su cuarto a descansar.
A la 1 de la madrugada salí de mi cuarto, me metí al de Dariela y la vi semi-descubierta acostada boca abajo, con la boquita abierta. Tenía puesta una pijama de shortcito. Con esa vista me saque la verga. Nada mal, creo yo, 25 cm de largo y al menos 5 de ancho, con este pito hacia gritar hasta el llanto a Victoria, mi puta de cabecera. Me la empecé a jalar como loco aunque intentando no hacer mucho ruido, no quera despertar a Dari, mucho menos a su madre. Le acaricié las piernas y metí despacio mi mano entre su short para tocarle las nalgas. Luego metí mi dedo de en medio en su boquita semiabierta y fue ahí cuando no aguanté más y me vine en sus delicadas, delgadas y blancas piernas de niña. Al ver mi semen en ella pensé en limpiarla, pero me dio más morbo regárselo como crema. Al final puse un poco en su boca con mi dedo y me acabé por limpiar. Me fui a mi cuarto en silencio, no sin antes revisar que mi prima estuviera bien dormida.
A la mañana siguiente su mamá le dio el desayuno a Dariela y se fue antes de que yo si quiera me levantara. Me mandó un mensaje avisando la hora a la que debíamos llegar a la escuela. Llevé a Dariela sin contratiempos y volvimos a casa a la 1 de la tarde. Le di de comer pizza, y luego le dije que debía bañarse. No me interesaba si estaba sucia o no, pero quería ver ese cuerpecito de nuevo. Ella aceptó sin más. se metió a mi ducha, y cuando oí la regadera, abrí lentamente la puerta y la alcancé a ver. Pude ver su cinturita delicada e infantil, sus pezones rozados y su vagina blanca e inmaculada. No podía esperar más, me saqué la verga y me la empecé a jalar, estaba a punto de abrirla por completo, correr el cancel del baño y cogérmela ahí mismo sin miedos. Pero entonces sonó el teléfono, era mi prima. Sali del baño sin que se diera cuenta la niña. Contesté y mi prima me dijo que como había ido todo:
-Bien, prima, no te angusties, en serio. Yo no tengo problema.
-Gracias Esteban… tengo que abusar… de verdad perdona
-No entiendo, ¿qué pasó?
-hoy salgo hasta las 11:30 del trabajo. Mi jefe… me dijo que tenía que pagarle los días que no fui por acompañar a Dariela. Voy a trabajar dos días seguidos hasta 12 horas corridas, quizá más. No podré llegar a tu casa, queda muy lejos, tendré que quedarme en la mía…
– No, no prima, no te preocupes. En serio, tranquilízate. Yo entiendo. ¿No quieres que te mande un UBER?
-Eres muy amable pero no podría, de todos modos tendría que volver muy temprano y… ¿podrías quedarte con Dariela? ¿Explicarle todo?
-Por supuesto que sí, tranquila. Yo la cuido. Quieres que te la pase?
-Sí por favor
Llame a la niña que seguía en el baño pero ya secándose, salió, tomó el teléfono y la escuché aceptar la situación con resignación y colgar el teléfono.
-Dice mi mamá que mañana de todos modos no hay cita en la escuela. Pero que si me das de cenar por favor
-Oh nena, sin duda te voy a dar mucha leche hoy…
………
Dari se puso su pijama que me resultaba tan sexy. Vimos una película de nuevo y luego la senté a la mesa y le serví un poco de cereal y un sándwich que hice. la veía con lujuria, esa misma noche la haría mía sin nadie que se interpusiera. Mi corazón latía de la emoción y no hacía más que mirarla con completa lascivia. Cuando acabó, le dije que fuera a mi cuarto, que tenía algo especial para ella.
Así, ella se metió a mi cuarto y yo la seguí, le dije que se acostara en la cama. Por mi trabajo, tengo muchos celulares. Es como si los coleccionara. Tomé uno que tenía, de poco uso pero que recién había salido, y se lo di. Como Dariela nunca había tenido un celular antes se emocionó y me vio con cierta incredulidad y sorpresa
– ¿En serio es mío?
-Tuyo nena. Por haber sido tan linda estos días
-Ay gracias tío
-Hay mejores formas de agradecer ¿sabías? Sobre todo para nenas tan… lindas como tú.
– ¿Cómo?
Empecé a acercarme más, me acosté junto a ella y le hice el tirante del pijama a un lado
-Nenas tan lindas como tu pueden conseguir lo que quieran, pero deben de encontrar a un hombre que se los de. A cambio, ellas tienen que satisfacerlos.
-No entiendo, tio. ¿Crees que soy linda?
-Muy linda. Y hoy, en agradecimiento a este celular, tendrás que satisfacerme.
Acaricié su barbilla con una mano y apreté sus piernas con la otra. Iba subiendo de a poco queriendo llegar a su cuquita limpia y virgen.
-Y, ¿cómo se hace eso de… satisfacerte?
Preguntó con tartamudez.
-Sencillo, muy sencillo nena.
La besé del cuello y ella se puso tensa. Intentó hacerse de lado, bajarse de la cama, pero la tenía bien contra mí y no podía hacer mucho.
– ¿Tío? ¿Cómo se hace eso?
– Solo sé dócil perrita. Yo te enseñaré como satisfacer a un hombre.
Tomé a Dariela y empecé a besarla con pasión. Ella intentaba moverse, se quejaba.
-Ya tio, espera, qué haces.
La besé en la boca, a lo que ella reaccionó más. Le empecé a quitar la blusa del pijama y no traía nada abajo.
-Ah! Así me gusta perrita.
Le empecé a besar los pezones y ella solo se retorcía e intentaba empujarme.
-Cuando acabe contigo, me vas a pedir más. Te harás adicta a la verga.
La seguí besando y acariciando con rudeza de todo el cuerpo. Yo gemía con pasión y deseo. No podía resistirla. Su rico y juvenil cuerpo me volvía loco. Me quité los pantalones y empecé a frotar mi grande verga en su diminuta cuquita.
Ella pataleaba y cada vez hacia más fuerza. Pero no era un problema. Bajé el short del pijama y le arranqué el calzón de un tirón, acto que le hizo gritar con fuerza. Eso hizo que yo me pusiera más caliente. Su vagina estaba ya húmeda y mi verga completamente erecta. Era el momento.
La tomé de los hombros. La besé en los labios y me empecé a meter en esa pequeña niña de 9 años. Estaba muy apretada. Gritaba con fuerza y desesperación
-Duele, ¡duele mucho! No ¡¡Tío no!! ¡¡AAAAAH!! ¡¡Tío!! Para, ¡¡por favor!!
Esa última suplica la hizo con algo de lágrimas en los ojos. Bajé a su oído y le dije
-Todo saldrá bien Dari, a partir de hoy serás mi perrita y nada te va a pasar.
Clave más mi verga, enterrándola a la mitad, pero supe en ese momento que esa niña no aguantaría más. Así que le empecé a dar con mi verga metida en su vagina solo a la mitad. Lo estaba disfrutando como nunca. Una vagina de esa edad y en una hembra tan perfecta como Dariela, no es un gusto de todos los días. Como un buen vino o un poco de caviar, había que disfrutarla.
Iba cada vez más rápido y duro, pero sin meterla por completo.
Los gritos de mi niña no me importaban, solo disfrutaba ese momento. Levanté sus piernas, sus tobillos apenas alcanzaban a mi pecho. Apretaba sus piernitas delgadas sin dejar de darle. Le besaba los muslos y las tetitas. Disfrutaba al máximo de este pequeño pero suculento manjar. Se la saqué, golpee la punta de mi verga contra su vagina enrojecida, y le voltee. Admiré por un instante esas ricas nalgas perfectas. Le di un beso a cada una, las abrí, y volví a meter mi verga en su estrecha vagina. Noté como había una mancha de sangre pero no me importó y seguí.
La tenía como a una perra con las nalgas bien paradas. Tomaba su cintura y se la metía con fuerza. Ella sudaba y yo sudaba. Sus gritos fueron cesando, y para el momento en que las embestidas aumentaron de velocidad en esa posición, empezó a gemir. Era una puta, solo hacía falta que lo mostrara. Sin dejar de perforarla me acerqué a su oído y le dije
-Eres una puta. Ahora dilo
-Soy una puta
-Más fuerte pendeja
-¡¡Soy una puta!!
– ¡Así me gusta pinche zorra!
Le empecé a dar como si fuera una mujer de 20 años. Ella gimió con más fuerza y le grité
– ¿A quién le perteneces?
– ¡A ti tío!
– Así, así pinche guarra. ¿Quieres que te siga cogiendo?
-¡¡Sí tío si por favor!!
-¡¡AAAAAAH!! ¡¡Puta!!
En ese momento me vine con al menos 6 chorros de semen dentro de ella. Le di un último empujón para meterle bien mis mecos y la solté. Caí en la cama, ella igual.
-A partir de hoy eres una mujer, eres mi mujer ¿Entendiste?
-Sí tío. ¿Qué significa eso?
-Puedes pedirme cosas, regalos, y te los daré, pero no te pases. Y me perteneces, nada de novios, enamorados, y nadie te puede tocar como yo ¿está claro?
-Vale tío.
Dormimos juntos, ella había entendido bien su rol. Pero yo quería más. Ahora quería compartir a ese manjar con mi hembra, mi Victoria.
La historia se torna buena hasta que saltan con que tienen 25 cm de gaver 🤦🏾♂️
Medio metro hubieras dicho que te mide.
Me estaba enganchando en la historia, hasta que dijiste el tamaño de tu verga.
Hay dos fantasías que son incompatibles; tener una verga monstruosa y tener sexo con niñas, eso es imposible.
Ya ni para que seguir leyendo.
jajajajaja….pura envidia de los que tienen el pico chico, los que oponian primero jajajaja.Lo que es yo me recalente con el relato, me imagine esa puta vagina virginal dilatada al maximo con ese gigante pico entrando solo hasta la mitad y la putita gritando y despues gozando…..¡¡¡¡Buen relato!!!! 5 estrellas de evaluacion
Soy mujer, y realmente es ridiculo que le mida eso. No seamos idiotas con lo de «envidia», es anatomia exagerada para intentar un burdo «impacto» que no ocurre, sino mas bien una baja de calidad por sonar inverosimil.
Es algo irreal nomás. Mira si valdrá más como hombre por tener más cm.
No seas básico, bro.
Qué rico.