Mi sobrina de 12
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por CasadoMorbo.
Mi sobrina está bastante desarrollada para tener 12 años. Durante el verano en la playa jugábamos con una barca hinchable, cuando su padre se retiraba yo seguía como jugando y la manoseaba como sin darme cuenta. Me ponía tieso pero procuraba que no lo notara. Me hacía una paja dentro del agua antes de salir.
Empecé a notar que se arrimaba cada vez más a mí, pero acabó el verano. Un buen día de Octubre vino a quedarse en casa nuestra. Mi mujer salió con mis hijos y ella por estar resfriada quedó en casa sola conmigo. Yo me hice el dormido en el sofá y abrí la pierna para que se viera la polla a través del pijama corto. Noté como movía mi pijama para mirar mejor, pero seguí haciéndome el dormido. Al rato "me desperté" y con la excusa de hacerle cosquillas le tocaba sus tetitas y el culo. Ella también comenzó a rozarse con mi pene.
Todo esto ocurrió durante un tiempo hasta que ayer, día de Año Nuevo, tuve que ir desde su casa a la mía a buscar bebida que se había olvidado. Ella me dijo que me acompañaba. Yo solo de pensarlo me puse a 100. Durante el trayecto en coche le empecé a preguntar si tenía novio, que si había besado a algún chico y otras cosas así. Me dijo que no, yo entre risas le dije que si quería yo le enseñaba a besar, para mi sorpresa dijo que sí. Entonces llegamos a mi casa y la besé, le metí la lengua entera en la boca, y ella torpemente la chupaba. Le dije:
– ¿Qué quieres a cambio de enseñarme el chochito?
– Te quitas los calzoncillos.Me dijo.
Así que nos desnudamos uno frente al otro. Se quedó muy sorprendida. Creo que nunca había visto una polla empalmada y dura.
Ya sin decir nada me acerqué, la cogí en brazos, la tumbé y le lamí su chochito, que tenía poquitos pelos. Ya estaba toda mojada. Le llevé su mano a mi polla y me hice una paja con su mano, hasta que estallé. Hacía tiempo que no tenía una corrida tan grande. Me dijo que si no íbamos a hacer más. pero pensando que teníamos que volver, no nos podíamos entretener. Así que le dije que otro día será.
Y ahora estoy esperando que llegue ese otro día.
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