Mi sobrina de 5 Parte 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por JSV0410.
Saludos, soy “Arnau” y he tardado un poco más en escribir esta tercera parte ya que no veía ningún momento para volver a quedar con mi sobrinita; al final la conseguí para un día entero para mí, aunque también se llevó otra vez a su amiguita.
Volveré a presentarme para los nuevos lectores; mi nombre es Arnau, soy alto, tengo un poco de tripa que queda camuflada por la altura, ojos marrones al igual que mi pelo y un rabo de 17 cm (miren mi foto de perfil y mándenme algún correo si quieren alguna foto más) que lo encuentro normal.
Eli, mi sobrinita, tiene 5 añitos, pelo castaño, buenas nalguitas, delgadita y muy traviesa.
Isabel (Isa) es su mejor amiguita, que tiene sus mismas ‘proporciones’ aunque es un pelín más nalgona y pelirroja (cosa que me gusta mucho ya que tiene una buena melena).
A ambas les he enseñado a mamar, a ser buenas perritas y a follar gracias a una experiencia que tuvimos hace poco.
Este relato se sitúa hace dos días, llevaba ya una semana y media de abstinencia dado que quería repetir los últimos acontecimientos con mi querida sobrinita.
Tenía los huevos más grandes y cargados de semen que de costumbre, ya que me la machaco cada dos días.
Estuve hablando con mis padres que querían irse un fin de semana a París para que no me llevaran; tras varias horas hablando, los conseguí convencer.
Luego, hablé con mi hermano para que me ‘prestara’ a la pequeña uno de esos dos días para que viniese a casa a ‘jugar’; no tardó ni dos minutos en aceptar ya que necesitaba descansar del trabajo y de la pequeña (trabaja 9 horas al día y su mujer es una mantenida).
Acordamos el día y la hora para que la fuera a recoger.
Llegado el día, me la casqué 5 veces sin correrme (un método que me ayuda a ‘crear’ más leche para la siguiente corrida) antes de ir a por la pequeña; me puse un pantalón corto sin calzoncillos dispuesto a provocar a Eli por el camino para encenderla un poco.
Llegué a su casa, subí al ascensor y me llevé una sorpresa cuando al abrirme la puerta, estaba Eli con su amiguita Isa, ambas con una mochila y mirándome sonrientes.
“Hola tito Arnau” – dijeron ambas mientras me saltaban encima para que las levantara en brazos.
Mi hermano me explicó que los padres de Isa la habían llevado con mi sobrinita porque les había salido una urgencia y me dijo que me las llevara a las dos si no había problema.
Le dije que no pasaba nada, pero que me debía otro favor (aunque por dentro estaba eufórico por poder tener a las dos otra vez).
Me despedí de mi hermano y subimos al ascensor para irnos; en el trayecto aproveché para decirles a las nenas que hoy jugaríamos mucho juntos.
Tras un tiempo andando, llegamos a mi portal y subimos al ascensor para llegar a mi piso (un décimo); mientras estábamos subiendo, me bajé la bragueta para enseñarles mi aún flácido rabo a las pequeñas.
“Hoy tenemos todo el día para jugar con mi cosita chicas, pero debéis prometerme que seréis buenas.
” – dije mientras acercaba las niñas a mí con mis brazos.
“Síiiiiiii, ¿pero haremos algo nuevo o volveremos a ser perritas, tito? – preguntó Eli agarrándome la polla con su manita, despertándola y agrandándola por momentos.
Les dije que hoy haríamos cosas nuevas a la vez que me tapaba para no tener ningún encontronazo con un vecino; abrí la puerta y entramos todos.
Nada más entrar nos quitamos todos la ropa porque les dije que así estaríamos más frescos.
Ellas enseguida se pusieron a jugar con sus muñecas y me dijeron que ya jugaríamos los tres más tarde.
Pasó el rato y ellas jugaban a muñecas en el suelo; como estaban a cuatro patas, me dejaban una visual preciosa de sus coñitos sin pelo alguno; mi erección era descomunal, de las más fuertes que había tenido.
Ellas me miraron a mí y a mi rabo y se pusieron a reír bajito.
Entonces me fijé que era la hora de comer y decidí jugar con eso.
Las llamé para que me ayudaran a preparar unas ensaladas y salchichas (de las de verdad, no mi pene); se levantaron las dos y se acercaron a ayudar.
Estuvimos 10 minutos cocinando y nos dirigimos a comer.
Comimos tranquilamente pero mi erección no bajaba; tocaba comer los postres y preparé mi juego, agarré el bote de nata y les dije que ahora tocaba pasárselo bien.
Lo abrí y me tiré un poco de nata por encima de mi polla, ellas sonrieron pícaramente y acercaron sus caritas a mi miembro.
Isa cogió la iniciativa y le dio un lametón a mi pene, quitando una parte de la nata.
Ella tragó y dijo que estaba bueno, que la nata fresquita y el calor de mi cosita daban mucho gustito.
En ese momento ambas empezaron a dar lametones por todo mi pene hasta que lo dejaron limpio; acto seguido me senté en el sofá para continuar poniendo nata en mi glande.
“¿Quién quiere un buen postre, chicas?, hay para las dos, y recordad mis bolitas, que también quieren jugar” – dije mientras echaba un poco de nata sobre mis pelotas.
Ellas lamían y chupaban toda la superficie de mi rabo tragando toda la nata que había, cuando la acababan yo volvía a echar para repetir el proceso.
Seguimos así un largo rato hasta que acabamos el bote; ellas me pedían más postre y yo aún no me corría; así que decidí seguir con los postres y agarré el bote de nocilla (chocolate para untar por si alguien no lo sabe) y en lugar de untar mi pene, agarré a Eli y le cubrí la vaginita de crema de chocolate.
Isa me miró con curiosidad y le dije que yo también tenia derecho a comer un buen postra; tras eso también unté el coñito de Isa y las junté; acerqué mi cara y empecé a lamer hasta el último rincón de esas sabrosas vaginitas.
Repetí el proceso varias veces mientras veía las caras de las niñas con una expresión de gozo y jadeos; hasta que le dije a Eli si quería probar a Isa, ella me dijo que si quería hacerlo.
Unté otra vez a Isa y le dije a Eli que probase, ella se agachó y lamió a su amiguita hasta limpiarla por completo.
De repente Isa me cogió el bote y decidió ella solita untar a mi sobrina y comérsela.
Estuvieron un buen rato ellas solas divirtiéndose hasta que entre las dos untaron toda mi polla y los huevos con una buena capa de chocolate y volvieron a ‘atacarme’ con sus boquitas.
En la habitación solo se oían los sonidos de succión de las pequeñas junto a mis jadeos por el intenso placer que me provocaban.
Decidí que era momento de pasar a lo principal y les pregunté si querían montar un rato a caballo, a lo que me dijeron que sí completamente emocionadas.
Agarré a Isa primero y la senté cerca de mi rabo cuando le dije que debería cabalgar poco a poco para no hacerse daño al principio.
“Isa, primero debes poner mi palo en tu cosita, que hará de sillita para cabalgarme a mí, que haré de caballito.
¿Estás lista, cielo?” – decía mientras vi a la pequeña acercarse lentamente a mi polla con su coñito hasta que puso la punta en su entrada.
Entoces agarré a Eli y la senté en mi cara para no dejar a ninguna de mis dos jinetes sin atender.
Isa se ensartó poco a poco en mi rabo hasta quedar un poco más de la mitad en su interior.
La oía jadear mientras poco a poco se levantaba para sacar un poco de mi miembro de su interior para, acto seguido, volver a ensartarse todo lo posible.
Eli le cogió las manos a su amiguita para ayudarla mientras yo me comía ese dulce y apretado coñito con un regusto de la crema de chocolate aún por encima.
Como ya llevábamos un largo rato en plena acción, me entraron unas ganas inmensas de correrme para aliviar un poco mi sobrecalentada polla; aparté a mi sobrinita de mi cara y le dije a Isa:
“Isa, ¿recuerdas la leche que tanto te gusta tomar?, pues ahora te la daré, pero esta vez la pondré dentro de ti para que veas que te quiero mucho.
Además, Eli después la tomará directa de tu cosita a ver si le gusta.
” – dije mientras ponía mis manos en su caderita y la ensartaba cada vez un poco más.
“V-v-vale, ¿pero más tarde podré tomar lechita directamente de Eli?, como lo de ahora, pero al revés, ¿podré Arnau?” – contestó ella con su carita roja y su melena que le tapaba y le destapaba sus pezoncitos a cada salto que daba.
Le contesté que sí, que no había problema.
Entonces agarré a Isa por la cintura y le detuve los saltos mientras notaba como mis hinchados y colgantes huevos tenían espasmos que me permitieron la mayor corrida de mi vida.
Noté muchos más manguerazos que de costumbre y sujeté a la pequeña durante todo el tiempo que duró; en un preciso instante vi un par de pequeños ríos de leche que se escurrían del coñito de Isa, señal de que no había suficiente espacio para todo el semen que estaba expulsando.
Me detuve y solté a la niña, que solita se levantó y se sentó encima de mi barriga, abriendo las piernas para que mi sobrinita la pudiera ‘probar’, y dando una visual preciosa de un coñito de 5 añitos completamente desbordado de caliente y espesa leche guardada durante una semana.
Eli estuvo varios minutos lamiendo la vaginita de Isa hasta que se tiró encima mío y sin avisar ni nada se ensartó solita hasta dónde pudo.
Empezó a dar saltos más ‘salvajes’ que los de Isa, mientras decía en voz alta:
“Siiiiiií, estoy montando un caballito muy chulo.
Gracias tito por prestarme este caballito tan grande y fuerte, me gusta muchooo.
”- gritó la pequeña al compás de los saltos.
Como me esperaba, mi polla no se aflojó ni un momento dada la larga ‘inactividad’ a la que la había sometido.
De repente y sin aviso, Isa se puso detrás de mi sobrinita y agarró mis huevos, dándoles lametones por toda su superficie, agrandando el placer que estaba recibiendo.
Todo iba muy bien hasta que oí:
“Señor Arnau, quiero meter sus bolitas dentro de mi cosita, ¿me da permiso, porfaaaa?” – me soltó con una suave voz que no podía rechazar.
Le dije que podía intentarlo, pero si veía que le dolía, que parase; ella se acercó y me dio un beso de agradecimiento para, acto seguido, volver a su anterior posición y abrir completamente sus piernitas para acercar y frotar mis pelotas en su coñito.
Me di cuenta por las experiencias que estaba teniendo, que aunque mi sobrinita era una zorrita muy buena para su edad (curiosa y morbosa), su amiga Isa la superaba al mostrar una ‘timidez’ que encantaba a cualquiera y daba mucho más morbo a esas situaciones; como también descubrí que a la pequeña le encantaba jugar con mis huevos, eran su ‘juguete’ favorito.
Entonces desperté de mis pensamientos al darme cuenta que notaba una sensación de calor en uno de mis huevos a la vez que lo notaba muy apretado; la pequeña Isa había logrado introducir una de mis pelotas en su coñito ella sola.
En ese momento le dije a Eli que me salía la leche, que era toda para ella.
Volví a notar los espasmos en mis bajos, a la vez que oí a Isa decir que mi pelotita hacía movimientos raros y daba gustito.
El semen salía de mi rabo como si no ubiera un mañana hasta que Eli, de un rápido salto, se la sacó y se la puso en la boca para succionar toda la leche que podía; a la vez que Isa vio el coñito de mi sobrinita lleno de mi preciado semen y se lanzó a lamer y chupar todo el que pudo.
Reaccioné al rato, vi a Eli mirándome con una carita que pedía un poco más a la vez que Isa (aun con un huevo mío en su interior) le daba besitos a la vagina de mi sobrina.
Decidí hacer un gran final antes de irnos a duchar y a dormir.
Me levanté, sacando mi huevo del coñito de Isa con un sonido de descorche y estirando a Eli panza arriba en el sofá.
Isa me comía a besitos hasta que la detuve y la puse encima de mi sobrina, pero boca abajo.
Delante de mí tenia a dos niñas de 5 años, completamente excitadas una encima de otra, formando una imagen parecida a un bocata y que pedía un buen relleno de carne para hacerlo perfecto.
Agarré suavemente a Isa de su melena pelirroja y acariciaba su aun mojado coñito mientras le di a Eli una ración rápida de duro rabo para ella.
Cambié los papeles un par de veces más, acariciando la vaginita de una mientras le daba polla a la otra hasta que decidí acabar por todo lo alto y metí mi duro y grueso rabo en medio de sus dos coñitos, frotando sus pequeños clítoris provocando fuertes jadeos por parte de las niñas.
Estuvimos un largo rato así, dándole placer a las dos a la vez, chocando mis pelotas en la entrada de Eli y agarrando la pelirroja melena de Isa (des de siempre había querido follar a una pelirroja al estilo perrito cogiendo su pelo, y lo había logrado de una forma nueva y muy excitante).
Llegó el gran momento del día, mis hinchados huevos se comprimieron otra vez para regalar una nueva carga de leche fresca y espesa; salían fuertes manguerazos que quedaron atrapados entre las barriguitas de las niñas que no pararon de frotar sus coñitos para que no cesara el gusto y el placer.
Entonces, igual que la última vez, mis pelotas querían dar una última gran ración de semen antes de ponerse a descansar; por lo que me levanté del sofá y me dirigí a las caritas de las pequeñas dando fuertes sacudidas a mi polla.
Me miraron directamente al rabo justo en el momento que salió el primer chorro, que cayó sobre la boca de Eli, seguido de un chorro aún más potente que Isa recibió en su abierta boquita; los siguientes manguerazos los iba alternando entre las caritas de las pequeñas que los recibieron con la boca abierta.
Cuando acabó la ración extra de leche me senté al lado de ellas viendo como aun les quedaban energias ara empezar una sesión especial de lamidas, besos y chupetones entre ellas para quitarse todos los restos de semen del cuerpo.
Acabado el ‘acto principal’ nos dirigimos a la ducha, dónde limpié a Eli y la hice salir antes para dar un polvo rápido a su amiguita, la cual me gustó muchísimo.
Volví a correrme (en menor cantidad) para Isa, pero esta vez sobre sus manitas, para que ella pudiera tomarse la libertad de untar toda la superficie de mis huevos para acto seguido limpiarlos a base de lengua.
Tras todo esto, nos fuimos directos a la cama a dormir, ya que al día siguiente las debía llevar pronto a casa de mi hermano para que pasaran a buscar a Isa.
Espero que esta nueva parte les haya gustado mucho.
En estos días intento quedar nuevamente con las pequeñas, pero debo confesar que me inclino más hacia Isabel, ya que su carácter ‘inocente’ y su rojo pelo me encantan; así que probaré de quedar un día sólo con ella o con ambas para darle más atención.
Cuando vuelva a repetir con alguna de las dos pequeñas, escribiré un nuevo relato, pero puede tardar un poco dado que estoy en mis exámenes finales.
Saludos
alguien sabe come se llaman las dos primeras partes o como pillarlas
En eso ando