Mi sobrina Janet
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por avispon6315.
Tengo una sobrinita que se llama Janet, llegó a la casa hace unos años entre los meses de julio y agosto para ayudar a mi mujer con los niños, la primera vez que estuvo con nosotros tenía escasamente 13 años, era una niña menudita, de aproximadamente 1.53, su cuerpecito ya bien formado a su edad , pues tetitas un poco abultadas pero tiernitas, es morena clara con un cabello largo que le llega debajo de sus pompis, les contare que mi esposa y yo trabajamos en una oficina ella de las 8 de la mañana a las 3 de la tarde, y yo de las 9 a las 4, mi sobrina Jane como le decimos muy callada pero cariñosa conmigo,
cuando mi esposa se iba a trabajar como a eso de las siete y media de la mañana, me quedaba todavía en la cama, y era Janet quien precisamente iba a despertarme, en una ocasión bien lo recuerdo por la noche la noche cogí a mi esposa y después me quedé desnudo dormido, por la mañana como de costumbre linda Janet entro a la habitación y me dijo ya levántate Tío y me movía el hombro como queriendo jugar, yo entre dormido pude darme cuenta como me miraba pues estaba totalmente descubierto, sin nada puesto, fingí que todavía tenía sueño, pero Janet dejó de moverme sin salirse de la habitación,
seguía ahí mirando, entonces hizo que despertaba y ella hizo como que quería salirse, le tome la mano y le dije siéntate aquí a mi lado ella sin decir nada me obedeció así que le tome su manita y se la puse sobre mi verga, que para ese rato estaba bien ya erecta, le dije acaríciala, y ella contestó como lo hago, entonces le enseñé como debía hacerlo, ya sentada en el borde de la cama, le quite su blusa y su brassier mostrándome sus pechos aún todavía virginales y le comencé a acariciar su pechos a chupárselos, después la acosté en la cama y le quité su falda y su pantaletas dejando al descubierto esa rica cosita que apenas le empezaban a brotarle bellos,
se la comencé a chupar pasándole la lengua entre sus piernas y su rajita, y le dije si le gustaba, y ella me dijo no se tío, pero no sé si este bien, le dije que no se preocupara que nadamas ella y yo lo sabríamos, que ese sería nuestro secreto, luego de eso le comencé a restregar mi verga sobre ese chochito hasta que me vine en el pero sin introducírselo, y la verdad es que me dio temor introducírsela, aunque me gustaba como se lubricaba, y así la seguí gozando y disfrutando casi todos los días durante casi un mes y medio, pues diariamente mi querida sobrina Janet llegaba a la cama y sin que se lo pidiera me comenzaba a acariciar la verga, y seguíamos la misma operación, hasta que me hacia venir sobre ese chochito al que apenas le empezaban a salir vellos y pues lo que sucedió meses después se los contaré en otra ocasión.
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