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Incestos en Familia, Masturbacion Femenina

MI SOBRINA JESSY DE 12

JESSY LLEGA DE IMPROVISO A VISITA. QUERIA VER PELICULAS CON SU TIO, PERO TERMINÓ SIENDO PROTAGONISTA DE UNA HISTORIA DIGNA DE PELICULA.
Era una noche de primavera, de clima muy templado, casi veraniego en estas latitudes. Me tomaba unas cervezas para el calor que ya avisaba su inminente llegada, al tiempo que navegaba por internet, viendo esto y aquello. Me encontraba en un rincón del living, que tenía arreglado como estudio, con cierta privacidad por un medio muro con plantas de ornato que lo separaba de la sala. Sonó el timbre de la puerta de mi casa y me dirigí a abrir; no esperaba a nadie, y mi suegra que estaba ahí en casa cuidando a mi nena menor no me dijo que esperara a alguna visita tampoco. Mi esposa había salido de la ciudad a una visita médica. Abrí la puerta al tiempo que al fondo, frente al portón de entrada un carro se alejaba en la oscuridad de la noche. Frente a mí, radiante, con su mochila al hombro y una gran sonrisa estaba Jessy, sobrina de mi esposa.

Hola, tío, saludó jovialmente. Jessy, era una chiquilla de 12 años, casi 13, de estatura regular, rellenita, no gorda, bien formada, piel blanca regular, cabello lacio negro y unos expresivos ojos negros. Tenía ya un cuerpo de adolescente; nalgas paraditas y unas bubis no muy grandes, pero ya bien formadas, evidentemente puffies, tiene un estómago plano pero no es muy acinturada. Tiene un bonito cuerpo en general. Me trajo mi mamá, tío; continuó diciendo, para hacerle compañía a mi abuelita, para que no esté aburrida. Pásale; le dije, ahí está en el cuarto, mientras cerraba la puerta detrás de ella.

Le ví encaminarse a la habitación, donde estaba mi suegra con mi pequeña hija. Venía muy veraniega; un corto short de lycra que se le metía entre las nalgas, un top amplio que le dejaba el vientre al descubierto y su espalda en casi el nacimiento de sus nalgas, que al verle con detenimiento al pasar junto a mi pude apreciar ese hilillo de delgados vellos negros que se perdían bajo su prenda. Yo me fui a la pc nuevamente y ella pasó al cuarto. No había pasado nada oscuro por mi mente aún. Pero, como a los 20 minutos salió del cuarto y me habló: Tío, me quiero echar un baño, pero no quiero agua fría. Puede prender el calentador? Ok; le dije, pero deja yo lo enciendo, no vas a alcanzar tu. Fui al centro de carga y subí el brake del calentador. Ahora si, le dije, dale click al interruptor, y me acerqué a ella. Ahí está junto a la repisa esa. Vestía sólo un sport bra blanco y sus lycras negras. Sus pezones se adivinaban claramente bajo su top, majestuosos, y no puede evitar ponerle cuidado. Espera unos 5 minutos; le dije y ya estará el agua lista. Ok. Muchas gracias tío, me dijo; eres un amor. Me fui de nuevo a la pc y ella regresó al cuarto por su mochila.

Seguí viendo videos de música y otras cosas, pero la imagen de mi sobrina ya de señorita meritoria no me dejaba la mente tranquila; terminé poniendo unos videos de porno mientras me restregaba mi pene discretamente. Traía un short delgado, cómodo y una camiseta sport, sin interiores, como acostumbro en casa. Ahí estaba, cuando unos 20 minutos después salió Jessy del baño, pasó al cuarto a dejar sus cosas y regresó hacia donde yo estaba. Se había vestido ya para dormir; traía un pijama de algodón compuesto de un short o bóxer holgado, pero que se le ceñía en la cintura y sus nalgas y un top holgado igual de tirantes de hilo. Se acercó a mi para decirme: Tío, habrá algo para comer? Traigo hambre. Algo nomás como para picar. Osea, pensé yo, que no se trate de cocinar. Si, le dije, por ahí en el refri hay algo de fruta picada. Excelenteee!! Contestó, y un minuto más tarde llegó donde yo con un platito de fruta con yogurt. Se acercó a mi, y sin agua va me dijo: Tío, ando algo aburrida, mi nana está viendo la novela en la tele. A mi no me gustan esos programas. Tendrás alguna película de acción en la compu que me invites a ver? Casi sin pensarlo se me vino a la mente lo que veía hacía unos minutos, y se me salió decirle: No, no tengo películas de las que dices, solo tengo guardadas películas de adultos. Y esto era cierto; entre los amigos menos cibernéticos que uno había muchos que pagaban buen dinero por grabarles DVD´s pornos, y eso hacía, habiendo tanto material en la red. Tenía carpetas hasta categorizadas de contenido XXX. De momento me quedé mudo, analizando lo que había dicho, esperando alguna respuesta reprobatoria de mi sobrina, o que simplemente se fuera y/o le contara a su nana. Sin embargo, nada de eso pasó; simplemente me dio un manotazo en el hombro, simulando enojo y me dijo: Malo!! Con una sonrisa apenada, pero pícara al mismo tiempo, y sus ojos se fueron a la pantalla de 20” de la pc. Pude ver como si escudriñara en ella el contenido que le había mencionado, fue muy evidente en su expresión. De verdad tienes videos de esos? Me dijo con su mano acariciando mi hombro y sin dejar de ver la pantalla. Si; le dije con naturalidad. Quieres verlos? Andale pues, pero poquito, no nos vaya a ver mi nana; dijo con avidez. Y me hizo la seña de quita tu pierna para pasar. Esto hacía unos dos o tres años antes cuando le ponía algún juego en la pc para su diversión. Esta vez era diferente. Sin embargo, abrí mis piernas y ella pasó a sentarse en mi muslo. No lo podía creer; dejó caer sus nalguitas duritas y gorditas en mi pierna rozando mi pene que de inmediato dijo; aquí estoy. A ver, pues! Dijo con impaciencia. Yo estaba aturdido y embriagado por el olor de su cabello y su cuerpo tibio junto a mi. Pesaba ya más de 50 kg, pero eso no me importó; su peso era una caricia para mi en ese momento.

No sin antes echar un furtivo vistazo hacia el cuarto donde estaba mi suegra, agarré el mouse con la mano derecha y abrí mi carpeta llamada películas, que tenía en el escritorio. Ella miraba con atención. Dentro aparecieron las más de diez carpetas; jovencitas, jovencitas latinas, jovencitas rusas, jovencitas con maduros, colegialas, maduras, morenas, rubias, anal, tetonas, asiáticas, blowjobs, voyerismo, etc. Pero me dirgí directo a una que me inspiró en ese momento; jovencitas encuentros casuales. Estos videos retrataban encuentros de adolescentes o jóvenes, con cierto tema corto; no eran simplemente ábrelo y ya están cogiendo en tres segundos. Resaltaban las vistas previas en tamaño grande, por lo que pude escoger cual pondría, al tiempo que ella abría los ojos enormes al ver estas imágenes. Se podía ver que nunca había tenido contacto con el porno. Me acordé de uno de una chica colombiana, blanca de pelo negro, con un cierto aire a ella, que se llamaba: Haciendo la tarea con mi primo. Le di doble click y el video comenzó a correr.

Bajé el volumen del video a casi lo mínimo, y nuevamente chequé hacia el cuarto, que estaba distante y la pc daba la espalda a ese lugar, además el medio muro daba privacidad. Inició el video y estaba la parejita de jóvenes en la pc; ella escribía y el chico como que le dictaba o explicaba el trabajo. El vestía sport, y ella en pijama similar a la de Jessy color verde turquesa. Platicaban cosas triviales, pero ella actuaba coquetamente. Jessy no perdía detalle, y su mirada decía claramente: Eyh! Donde está la parte de adultos? En una de esas él se levantó para explicarle algo en el monitor y se pegó a ella. Ella movio su brazo al sentir un evidente contacto de su pene; le sobaba discretamente y el respondió a la caricia. Eyh, que haces? Somos primos, eso no está bien. Eyh, moor; dijo ella, no pasa nada, tu me gustas mucho, estamos en confianza además, que no? El no hizo caso, pero ella insistió y le acarició con la mano su pene por encima de la ropa. Andale, le dijo déjame ver esta cosa tan grande que tienes aquí. Jessy no pedía detalle con los ojos bien abiertos. Andale moor! dame un beso para relajarme y poder terminar el trabajo; le dijo ella coquetamente. El se agachó y comenzó a besarle apasionadamente; metió su lengua en su boca y le acariciaba las bubis. Ella gemía y jadeaba con calentura muy actuada. Le levantó la pequeña blusa que llevaba y comenzó a devorar sus bubis blancas de pezón muy negro, ella se echaba hacia atrás y sus ojos se ponían en blanco mientras decía: Asi, papi, así mooorr!! Ahh, que rico. Jessy miraba extasiada y tragaba saliva. Ella abrió sus piernas y el metió su mano hasta su panty y le acarició con avidez mientras seguía besándole. Yo estaba muy caliente viendo la cara de Jessy escurriendo lívido. No decía nada, solo veía sin parpadear. Fue hasta que el se paró y ella se dispuso a bajarle su pants. Su pene enorme saltó fuera de su ropa y quedo palpitante apuntando hacia la cara de ella. La cara de Jessy fue un poema a la lujuria; una lujuria nueva, inexplorada que recién ella estaba descubriendo su sentir. La chica tomó su miembro con las manos y lo miraba curiosa y mórbidamente. Lo pajeó unos segundos, para después comenzar a besarlo, en el tronco, en el glande, en el frenillo, y finalmente para introducirlo en su boca e iniciar una suculenta mamada. Lo devoraba todo haciendo sonoros ruidos de placer y el solo cerraba los ojos y disfrutaba. Jessy no aguantó más y me preguntó: Tío, por qué lo está chupando? No es algo sucio eso? Yo solo aproveché el momento para guiarla en su nueva curiosidad: Mira, pudiera verse así como algo sucio, pero es la cosa más rica que te puedas imaginar. Rápidamente, busqué entre los otros videos en la carpeta de sexo oral. Recordaba que había un video de una chica colombiana muy curiosita, hermosa, muy juvenil, perfectamente depilada. Lo abrí y adelante más o menos hasta donde estaba lo bueno, y le dije a Jessy: Checa, esto es lo mismo pero en la mujer. Abrió desmesuradamente los ojos al ver donde un chico joven también le hacía una mamada excelsa en su pequeña vagina virginal; abría sus labios con los dedos pulgares abrazando sus piernas para acomodarse, y dejaba su pequeño clítoris expuesto directamente para la acometida de su lengua. Le chupaba y le lamía. Ella gemía bien rico y jadeaba como si no le alcanzara el aire. Asiiiiii!! Exclamaba, Que ricooooo!!! Moooor! Aaaaah! Asi, asi, asi, ahí, ahí, durooooo!!!! Aaaahhh! Moooor, que ricooooo… Jessy no perdía detalle. Ves que rico está sintiendo? Ya entiendo; dijo, y prosiguió: esto es lo que escucho en casa a veces por las noches. Mi mamá así se oye a veces, y yo pensaba que mi papá le hacía algún daño. Yo no me di cuenta y le sobaba su muslo, como cuando era niña. Eso me excitó más y ahora si dándome cuenta subí la caricia hasta cerca de su ingle; ahí le jugaba con la yema de mis dedos, sintiendo el comienzo de su monte de venus. Pude darme cuenta que no se sentía calzoncito abajo del pijama. Le rasqué poco más fuerte y poco más al centro, ya tocando su monte. Ella no dijo nada, solo tomó discretamente mi mano y la movió solo un poco hacia su muslo. Yo seguí ahí con la caricia como un momento antes. Cómo ves? Le dije, para desviar un poco la atención. Se movió repentinamente pegando un brinquito; cayó directamente sobre mi pene, y peor aún se movió lateralmente, restregando sus nalgas sobre mi miembro que lo sentía ya explotar. 18 cm, grueso en la base, adelgazando hacia la punta. Ella se agachó un poco apoyando sus codos sobre el escritorio y a su vez su mentón en sus manos, con mucho interés en la película. Quité el video del oral, y puse nuevamente el de los jóvenes de la tarea. La chica dejó el pene del chico y se levantó. La cama estaba a un lado del pc. Se tiró ella sobre la cama y abrió sus piernas; ahí estaba su vagina hermosa perfectamente depilada también. El se quitó su pants y se acercó a ella; acarició largamente su vagina con el pene, echando saliva sobre este. Le golpeaba con el glande, le frotaba de arriba abajo sus labios. Jessy como que no se esperaba esto y se incorporó nuevamente. Esta vez se colocó más al centro de mis piernas, dejando su culito perfectamente encima de mi pene. No te molesta? Me preguntó. Ya no soy la chiquilla de hace unos años. Estoy más grande y las de harina son bien rocas tío. No pasa nada; le respondí no pesas tanto. Ok; respondió. A ver si es cierto; dijo y brincó sobre mi pene dos o tres veces. Sentí algo de dolor sobre mi pene duro, pero al mismo tiempo probé la gloria. Después del tercer salto, Jessy se frotó arriba abajo con sus nalguitas. Si, estas fuerte; dijo, y ya tranquilizó sus movimientos. Llamó su atención que el chico comenzó a penetrar a la chica, despacito, hasta meter todo su miembro, actuadamente su cara se desfiguraba por el placer. Jessy se quedó inmóvil viendo aquello con los ojos muy abiertos. Mis dedos siguieron en lo suyo; encontraba placentero acariciar las piernas de mi sobrina. Jessy comenzó a moverse ligeramente de arriba abajo y abría ligeramente sus muslos. Mis dedos nuevamente intentaron rozar su monte de venus, y lo logré; fueron dos o tres segundos, pero sentí lo acolchonado de su intimidad, aunque fuera de ladito. Ella nuevamente tomó mi mano y la movió un poco, esta vez diciendo: Tío, me estas tocando? Ah, perdón; dije. No me cuenta, lo hacía seguramente en la pierna como cuando eras niñas y te sentabas aquí conmigo. Aaah; sólo dijo. Siguió viendo el misionero que el chico le hacía a la chica y ella comenzaba a gemir sensualmente, y pedir más. Se volvía loca de espaldas en la cama y el chico le daba poco a poco más duro. Jessy no perdía detalle. Tíoo…; dijo lentamente. Qué pasa? le dije con preocupación. Nada…es que sentí bonito cuando me hiciste cosquillitas ahí abajo; respondió igual con mucha seriedad. Si; le dije, se siente muy rico cuando uno se toca ahí, o cuando alguien te acaricia con cariño. Quiers que lo haga otra vez? Pregunté con duda. Hubo un largo silencio, pero ella seguía viendo muy interesada el video. Al ratito sólo dijo: No, no está bien eso. Tampoco está bien estar viendo videos de estos; le dije valiente. Nadie lo va a saber además, terminé diciendo. Prueba cosas nuevas; le insistí, disfruta tu cuerpo. Lo hago poquito y si no te sientes bien, dejo de hacerlo, va? Le inquirí. Va! dijo con más seguridad ahora. Yo no podía creerlo, pero aproveché antes de que se arrepintiera. La tomé por la cintura y la moví sobre mi pene discretamente, hasta lograr una posición donde no me lastimara. Dirigí mis manos, las dos hacia sus muslos y comencé a acariciarle de arriba abajo, poco a poco mis pulgares se acercaron a su entrepierna, hasta rápidamente rozar su monte de venus. Tu sigue viendo el video; le dije. Si algo no te gusta me dices. Giraba mis pulgares hacia la parte interna de sus muslos rodeando su pubis y presionándole de los dos lados haca adentro. Ella no decía nada, se dejaba hacer. Dejé solo mi mano derecha y la acerqué en posición de cuchara sobre su vagina, presionando más con mi dedo medio sobre su sexo. Lo llevé hasta abajo y lo subía lentamente, hasta coronar sus labios, para hacer una nueva presión donde su clítoris. Cuando lo toqué por primera vez, la sentí estremecerse. Seguí tocándole, y en unos instantes más pude sentir lo anegado de su sexo en fluidos vaginales. Le acariciaba con mayor fuerza y poco más rápido. Le frotaba con avidez su clítoris, cuando sentí que se recostó sobre mi pecho, sentada prácticamente con su peso en mi pene. Puso su cabeza en mi hombro izquierdo y pude ver como se dejaba ir en el placer, cerrando los ojos. Fue ahí donde le pregunté: Jessy, dejo de hacerlo? Silencio total. Jessy; insistí, dejo de hacerlo…Noooo! Dijo con voz ahogada. Sigue porfa…Entonces, aparté con cuidado su cabello de mi cara. Ok, seguiré pues: le dije al oído. Aparté mi mano de su sexo para meterla poco a poco dentro de su bóxer. Pensé se negaría, pero no dijo ni hizo nada. Indescriptible sentir su monte de venus poblado de finos y delicados bellito. En un instante estaba en sus labios. El sexo de Jessy era un manantial de fluidos. Al sentir mi mano en su sexo al natural no pudo reprimir un largo suspiro. Comencé a dedearle suavemente; mi pulgar sobre su clítoris tallando en círculos y mis otros dedos en sus labios; mi dedo medio en medio de su vagina tocando y presionando suavemente su himen. Ella se retorcía sobre mi; mi pene a punto de explotar. Deseaba metérselo ahí mismo donde estábamos, pero tenía que conformarme con la prisión de sus nalgas sobre el. Le acariciaba con firmeza, pero con mucha suavidad, con amor. Cuando se contorsionaba con más fuerza acerqué mi boca a su orejita y le dije llenándole de aliento caliente y casi metiendo mi lengua en su oído: Ya no quieres que lo haga? Me detengo?…Silencio total, solo sus suaves jadeos. Mordí el lóbulo de su oreja, chupándole suavemente y le pregunté de nuevo: Ya no quieres que lo haga? Con los ojos cerrados y tragando saliva solo esbozó: Sigue…..por fa….. Dilo otra vez! Inquirí con firmeza y suavidad. Jadeó un poco y dijo obediente: Sigue porfa……sigueeee… por faaaaaaa; alargó el porfa en un gran jadeo cuando metí mi lengua profunda en su oído y le frote duramente la membrana de piel sobre su clítoris. Ella cerca de tocar el cielo. Yo ya no aguantaba. La tome de la cintura y le levanté un poco, ella se dejó hacer. Rápidamente me saqué el pene y lo coloqué delante de su vagina; es decir, sentaba poco más arriba de este, sobre la parte baja de mi vientre. Seguí tocándole su clítoris mientras con mi otra mano masajeaba sus perfectas naranjitas y apretaba sus pezones. En cada caricia ella se retorcía más. Jadeaba sin aire muriendo de placer cuando tomé su mano y la dirigí a mi pene; no dijo nada, solo aceptó que le indicara manualmente como acariciarlo, aunque casi solo se centraba en apretarlo fuertemente en cada caricia mía. Igual yo sentía riquísimo que mi sobrina me tocara el miembro en una caricia sexual. Unos pocos minutos después, sus jadeos se hicieron más constantes, y dejó mi pensé para aferrarse a mis muslos, casi clavando sus uñas; comenzó a gemir despacito pero seguidamente. No hagas ruido; le dije, no vaya a escuchar tu nana. No dijo nada solo silenció sus gemidos y jadeaba fuertemente, estremeciéndose. Me prendí de su orejita, saboreando el aroma de su cuello juvenil y su cabello recién bañado. Mi pulgar recorría ávido su clítoris. Yo no quería placer; que mejor experiencia que brindarle a Jessy el cielo. Sus jadeos se fueron descontrolando poco a poco más y más. Mi mano izquierdo prendida de sus chichitas y sus pezones, mi boca devorando su oreja y su cuello. Su respiración agitada, su cuerpo en trance físico. Yo abrí mi mano para tomar toda su vagina; mi pulgar en su clítoris frotando con firmeza y mi dedo medio llegó a hasta debajo de sus labios, cerca de su esfínter al tiempo que gemía un ahogado y largo: Ti-ooooooooooo!!!! y repetidas contracciones de su interior se podían percibir cerca de su culito. Fueron diez segundos, en que aquello se descontroló; por un momento perdí noción de todo, del tiempo, del lugar, de que había gente alrededor nuestro, de lo que hacía. Ella comenzó a relajar su cuerpo sobre mí. Que rico, tío….dijo quedito, y se puso de pie. Se quedó viendo mi pene de fuera y lo tomó suavemente entre sus manos. Yo estaba muy caliente, y como dicen, con todo el veneno aún dentro. La acerqué a mi tomándola de la cintura. Levanté la blusita de su pijama, y ella entró en pudor nuevamente causado por el reseteo ejercido en su ser debido al orgasmo. No, tio, malo, malo; me dijo. Sin embargo miraba muy detenidamente mi miembro cuando me lo pajeaba aún con sus fluidos en mi mano. Solo un besito; le dije. Mmmmm, ok; respondió resignada. Le levanté la blusa y me dejó ver la perfección de sus tetitas blancas y de grandes y puffy pezones. Los devoré un rato con avidez y lujuria contenida. Me dejó hacerlo sin decir nada. Le agarraba fuertemente las nalgas, y en un minuto ella cerraba los ojos nuevamente y echaba su cabeza para atrás…

Jessyyyy…..se escuchó la vos de mi suegra la distancia. Guardé rápidamente mi pene y ella se acomodó la ropa también. Eyh! Ven; le dije. Te gustó? Me encantó; respondió. Gracias tío….Ahorita vengo. Apagué la pc bloqueada ya por la inactividad. Jessy estuvo día y medio más en casa
CONTINUA.

252 Lecturas/31 mayo, 2025/1 Comentario/por loverbks
Etiquetas: amigos, anal, hija, maduros, mayor, primos, sexo, tio
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1 comentario
  1. AkumaInOz Dice:
    31 mayo, 2025 en 6:18 pm

    Ya es necesario la continuación

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