Mi sobrina pagó los platos rotos
Mi sobrina, hija de mi hermano, a sus 12 años es todo un portento y está más buena que comer dulce con la mano..
Grisel es toda una mujercita, con un cuerpo muy desarrollado para su edad, con 12 años ya tiene un buen par de tetas, su culo es prominente, redondo y macizo. Y por sobre todo es extremadamente cariñosa, y siempre que viene a casa, es un suplicio ya que vive abrazándome, apoyándome sus tetas en la espalda, me da besos en la nuca. Ella lo hace de cariñosa que es pero no se da cuenta lo que genera con esas acciones. De hecho la última semana, en la cual yo me había peleado con mi esposa, y hacía ya quince días que no tenía sexo, llegó Grisel a casa. Yo estaba solo ya que mi esposa estaba en su consultorio, es médica. Y Grisel al salir del colegio, llegó a su casa, que está a dos cuadras de la nuestra y no había nadie. Entonces se vino a merendar a casa sabiendo que yo estoy siempre, trabajo en mi oficina que está en el piso superior de casa. Sonó el portero, miro por la video cámara y veo a mi sobrina, y me llamó la atención como venía vestida, traía su ropa del colegio, una pollera tableada a media pierna y una camisa con corbatín. No se había sacado la ropa del colegio. Y eso me generó cierto morbo, como para pensar que bueno sería cogerse una pendeja del colegio. Bajé y le abrí. Ella como siempre entró y me abrazó, apoyándome sus hermosas y turgentes tetas, lo que sumado a mis pensamientos sucios hicieron que rápidamente mi miembro comenzara aponerse duro. Y para mi sorpresa Grisel lo sintió en su pelvis, primero se inmovilizó, luego mirándome directamente a los ojos, apoyó su conchita sobre mi verga. Y sonriendo pícaramente me dice, tío, se te puso dura la pija. Me sorprendió los términos usados y la forma en que lo dijo. Yo simplemente le contesté que era imposible dominarse ante una lindura como ella y que me gustaba mucho. Ella suavemente se frotaba contra mi palo que ahora ya sí estaba totalmente erecto. Y no es para publicarlo en el diario, pero mi palo tiene 20 x 7cms. Y esta piba estaba jugando con fuego. Yo no pude contenerme y manotee su culito con ambas manos y la puse medio a caballito de mi palo para que sintiera la dureza del mismo. Y ahí mismo le comí la boca con un beso de lengua tremendo, el que mi sobrina devolvió sin pudor, y estaba totalmente sonrojada, sus pezones se pusieron muy duros, se notaba en mi pecho lo puntiagudo de los mismos, y eso ya me desinhibió totalmente. Y ya lanzado dije, esta es mi oportunidad, y con mis dedos busqué por debajo de su pollerita el agujero de su culito, al que encontré más que receptivo, entró medio dedo al primer intento. Grisel empujó más todavía su pelvis en busca de mi verga. Yo no aguanté más y le propongo que me deje hacerle el amor. Ella medio se detiene como pensándolo, y luego no solo no contesta, si no que con su mano agarra mi pedazo por arriba del pantalón y me masajea la verga. Eso fue el permiso para seguir adelante, la llevé al futón del living, la recosté y simplemente me acomodé entre sus piernas abiertas, las que levanté hacia mis hombros y eso me permitió sacar su bombacha y me encontré con una vagina lubricada, brillosa y que apenas tenía un poquito de bellos, arremetí con la lengua ese chochito y mi sobrina empezó a gemir y a retorcerse toda, mientras con mis dedos de mano izquierda masajeaba su esfínter, con la derecha manoteaba sus tetas, y le metía la lengua lo más adentro de su vagina posible, y así pronto llegó a su primer orgasmo. Quedó como obnubilada, sin voluntad, totalmente entregada. Ese fue el momento en que aproveché, me bajé el pantalón y el slip, le presenté mi cipote a su boca, ella abrió sus labios y tomó la cabezota de mi verga y lentamente lamía y chupaba, totalmente sin experiencia pero era una sensación única, saber que me estaba cogiendo una pendeja de 12 años, luego de un ratito de mamada, decidí que ya era hora de metérsela, y nuevamente tomando sus tobillos e izándolos a mis hombros dejé su vagina enfrentada a mi verga, se la apoyé entre sus labios y lentamente me fui introduciendo en ese apretado y lubricado canal, al principio costó un poquito, luego me enfrenté a su himen, pero no lo respeté en los más mínimo y de un solo pechón lo perforé y me hundí en las profundidades de la virginal vagina de mi sobrina, qué la sentir la intrusión de mi pedazo de carne, gritó un poquito, luego comenzó a llorar. Le pedí que aguantara un poquito que se le iba a pasar y lo iba a disfrutar, y así fue, prontamente su conchita se adaptó al grosor de mi verga, sus paredes vaginales apretaban mi palo como nunca otra vagina, realmente era estrecha, pero se la aguantó toda, hasta que mis testículos tocaron su pelvis. Estaba totalmente empalada. Pasado unos minutos, lentamente se relajó y comenzó a disfrutar del roce de mi verga contra su clítoris, de ir y venir de la cabezota dentro de su vagina, luego ya su excitación fue incrementándose y finalmente era ella la que salía al encuentro de la tripa, se desesperó cuando estaba por acabar y apretándole las tetas alcanzó su primer orgasmo producto de una buena verga. Y no solo fue el primero, siguió empernándose sola y logró un segundo orgasmo, se babeaba, los ojos estaban cerrados y una sonrisa se dibujaba en su cara, yo no quería llenarle la concha de leche por miedo a embarazarla, así es que se la saqué, y aprovechando la hermosa posición que tenía, y que sus jugos lubricaban el canal de su culito, tomé mi pija por el tronco y se la presenté a su ano. Es cierto que costaría pero con paciencia y sabiduría todo se logra, primero la puertee despacito para ver como lo tomaba, ni siquiera se asustó, ante eso insistí con más fuerza y mi rabo se incrustó en su esfínter, de a poquito iba entrando, ella gemía suavemente, y decía, tío, es muy gruesa, me duele. Yo sabía que era ahora o nunca, y sin hacerle caso seguí empujando, ya la cabeza pasó su arito y medio pene entró suavemente, me quedé quietecito para que se acostumbrara y su ano se dilatara, lo que rápidamente sucedió, es que Grisel estaba totalmente entregada al sexo y al placer, insistí en la presión y finalmente toda mi verga estaba dentro del culo de mi sobrina, guauuuu como apretaba, realmente muy estrecho, pero que delicia sentir la suavidad de ese aterciopelado túnel, y me desboqué y comencé con un fuerte vaivén, se la metía toda y se la sacaba completamente, cada vez que le metía nuevamente la cabeza ella gemía, eso me ponía loco y finalmente me vine en una tremenda acabada llenándole su culo de semen con varios chorros potentes. Ella solo gemía. Cuando intenté sacársela ella solo pidió que lo hiciera despacio, que le dolía mucho. Esperé que mi verga se ablandara para poder salir de ella. Quedamos exhaustos, Grisel solo me miraba con una sonrisa tímida, de repente mirándome a los ojos me dice, gracias tío. Hacía mucho tiempo que esperaba te animaras a cogerme, yo quería que vos fueras el primero. Y abrazándome me da un beso largo y húmedo en la boca. Y cuando quieras lo volvemos a hacer. Ahora está por llegar Grisel, llevamos ya quince días de amorío y sexo desenfrenado. Cada día coge mejor mi sobrina. Que delicia.
Muy excitante, deberias continuarlo.
Que lindo trio