Mi sobrina Raquel, su despertar sexual a mi lado – Parte I
Raquelita está en séptimo grado, es una niña cálida, muy afectuosa y muy compañera. También tiene un par de atributos que a la postre desataron el vendaval que os contaré..
Como inicié, mi sobrina tiene un hermoso cuerpecito para su edad, están despuntando sus senos. Lo sobresaliente son sus moldeadas piernas que terminan en un par de nalgas sobresalientes, ni grandes ni pequeñas, justas, redonditas y muy firmes.
Es hija de mi hermana, colorada igual que Ella. Ambas tienen el cabello de un rojo furioso y los ojos verdes. En otro relato les contaré la historia de cómo nos desvirgamos mutuamente con mi hermana.
Yo estoy en la universidad en cuarto año de ingeniería. Practico bastante deporte por lo que mi cuerpo está bastante bien desarrollado, al igual que mi hermana soy de cabello colorado, aunque no tan rabioso, y mis ojos son grises. La verdad es que mi estampa ha hecho que varias féminas me presten bastante atención. Convengamos que sexo no me falta.
Volvamos al relato, estaba yo en casa, solo, mis padres ambos son médicos y trabajan todo el día por lo que normalmente cuando no estoy en la universidad estoy en casa, estudiando o haciendo algunas tareas encomendadas. Esa tarde estaba prácticamente aburrido viendo televisión cuando suena el portero, me fijo en el viso y era mi sobrina Raquel.
Le abro y entra sonriendo, mostrando su hermosa dentadura. Me echa los brazos al cuello y me da un beso directamente en los labios, cosa que me sorprendió. Hasta ahora nunca había sucedido algo de mayor tenor que abrazos y algún toqueteo de juegos en la piscina, pero nada más. Luego que me soltó se fue derecho al living donde se sentó desparramada en el sillón. Allí me di cuenta como venía vestida. Calza de lycra muy ajustada que le marcaba sobre manera sus labios vaginales. Arriba traía una remerita corta de algodón y era obvio que no traía sostén, por lo que sus pezones se marcaban muy bien en la blanda tela.
Yo como estaba solo en casa estaba con el pantalón del piyama, tipo jogging suelto, sin slip, a pesar de no tener un miembro exuberante de actor porno, tengo mis buenos 18×6,5cms de carne en barra. Por lo que simplemente ya al caminar hace bulto en mi pantalón. Mi sobrina lo observa bambolearse mientras camino hacia Ella. No puede quitar la vista de mi entrepierna. Y de repente se sonroja. Y se hace la tonta mirando para otro lado. Pero ya le saqué la ficha de que le gustó o quiere ver más.
Me senté a su lado observando disimuladamente su cuerpo, y está muy linda la niña, lo que me predispuso para la batalla. Simplemente sin quererlo, mi miembro comenzó a ponerse duro. Y levantó carpa en el pantalón, fue imposible evitar que mi sobrina lo viera. Se mordió el labio y se volvió a sonrojar. Yo aprovechando ese momento, simplemente le pregunté si alguna vez había visto un pene en vivo y en directo. Revoleó los ojos, y me contesta que solo en revistas o en un par de películas porno que su amiga Viviana le sacó a su padre y la miraron a escondidas. Entonces sin más simplemente me paré, bajé mi jogging y liberé mi pene ya erecto. Raquel contuvo la respiración y se aproximó a verlo más de cerca. Le pedí que lo tomara para que viera la textura y suavidad de la piel del miembro. Lo tomó por el tronco, lo observó de cerca, lo olfateó. Y de repente saca su lengua y lame la cabeza, luego le pega un chupón como cuando come un chupetín, pero no terminó ahí, simplemente comenzó a darme una inexperta mamada, pero mamada al fin, se metió la cabeza y una parte de la verga, de repente me rozaba con los dientes, a lo que yo le explicaba que tuviera cuidado, que me hacía doler. Y mi sobrina seguía chupa que te chupa. Cada vez lo hacía mejor, y quedó claro que yo no me resistía para nada. Estuvo así como cinco minutos, yo tocaba sus pechitos, donde sus pezones estaban duritos. La niña estaba excitada. Le saqué la tripa de la boca, la tomé de la cintura y la hice pararse, sin preguntarle nada simplemente le bajé la calza junto a su bombachita, y se me apareció su monte de venus, de pelusa colorada y labios gruesitos pero ya brillosos por la excitación, levantó primero un pie y luego el otro para que pudiera retirarle la ropa, quedando totalmente desnuda de la cintura para abajo. Luego le saqué su remera, para esto Raquelita seguía sin hablar. Totalmente dispuesta a lo que viniera. Me arrodillé frente a Ella y comencé a mamarle su conchita, mi sobrina se abrió un poquito de piernas para darle lugar a mi cabeza en su entrepierna. Tiene unos fluidos de sabor suave, eso me excitó más todavía. Raquelita estaba totalmente en actitud sumisa, lo que le pedía lo hacía. Me senté en el sofá, con mi verga totalmente en ristre, apuntando al cielo. La tomé de la mano, luego de la cadera y la atraje hacia mis piernas, obligándola a tomar la posición de cabalgar, mi pija quedó apoyada en su pubis, la atraje más hacia mí logrando que prácticamente se acueste sobre mi pecho y sobre el lomo de mi pija. No le disgustó, es más, se movió un poquito a cada lado ubicando bien en el medio de sus labios vaginales mi tolete. Y allí comenzó un lento vaivén masturbándose lentamente. Cabe decir que a esta altura yo estaba totalmente excitado y dispuesto a cogerme a la piba. Luego de un período de masturbarse, la hice pararse a piernas abiertas a cada lado de las mías, apunté mi verga hacia su conchita y le pedí que lentamente se sentara sobre la verga. Lo comenzó a hacer, cuando la cabeza abrió sus labios vaginales cerró los ojos y se detuvo un momento para prontamente seguir bajando sobre mi palo, entró una parte de la pija pero al llegar a su himen, se atascó, la tomé firmemente de la cadera, le avisé que le dolería un poco pero que pronto pasaría, aceptó con un movimiento de cabeza y la clavé hasta el fondo de su matriz, grito y se largó a llorar suavemente, diciendo que le dolía pero ya estaba clavada, de a poquito se tranquilizó, cuando su vagina aceptó el grosor de intruso fue Ella misma la que empezó a moverse, se cogía de a poquito, pero pronto tomó ritmo y al ratito ya cabalgaba como buena amazona, se la sacaba casi toda y se la enterraba con ganas, su conchita estaba tan caliente y apretada que cuando quise reaccionar ya tenía el semen en la punta de la cabeza y le acabe llenando su conchita de leche. Al sentir el calor de la acabada hizo que su libido se disparara y pronto alcanzó un orgasmo intenso que inundó mi verga de flujo. Quedó planchada sobre mi pecho con la tripa adentro no atinaba a moverse. Cuando mi rabo finalmente se achicó se salió solo. Estábamos enchastrados de flujos y semen. Nos fuimos de la mano al baño a ducharnos juntos. Ahora es una relación que se mantiene gracias a que tres o cuatro veces a la semana cogemos tranquilitos. En la parte dos les contaré cuando me pidió que le haga la cola. Luego me contó que todo fue motivado por su amiga, para no ser menos que ella Raquelita coge conmigo cuando tiene ganas.
Buen relato, de qué edades sería cada uno?
Experiencia superexcitante.
a pesar de no tener un miembro exuberante de actor porno, tengo mis buenos 18×6,5cms de carne en barra.
jajajajajaja, ni los actores porno tienen ese tamaño, salvo alguno que otro. Usan el agrandador, que no les da largo, pero sí algo de grosor, lo demás es el ,angulo de la toma y el tipo de lente óptica. Igual gracias.
Hermoso relato.. así jugaba con mi hijita.. jamás la penetre pero desde chiquita le encantaba frotarse en mi pija . Y muchas cosas más..
Wooowww, deeeliiiiciiioooosooooo!