Mi sobrina Raquel, su despertar sexual a mi lado – Parte II
Con mi sobrina Raquel, la colorada de séptimo grado, ya habíamos tenido varias sesiones de sexo, Ella aceptaba todo lo que yo le propusiera. Para mi estaba genial, tenía una niña dispuesta a coger cualquier día a cualquier hora. .
Raquel la «Colorada», mi sobrina que va a séptimo grado, es mi pequeña amante. Luego de esa primera vez en que me adueñé de su virginidad y Ella ni siquiera chilló, se hizo repetitivo el hecho de que aparecía por las tardes cuando sabía que estaba solo y venía directo a coger. Está en esa edad donde las hormonas están a full, por lo que tener sexo era para la niña un motivo de visita diaria a mi casa. Luego me enteraría que permanentemente conversaba con su amiga más intima de lo que hacíamos.
Gracias a Dios, no lo habla con nadie más, al parecer su amiga Lily también es fanática del sexo, y hay un primo que la está atendiendo. Con el que experimentan seguido. Todo resultaba lindo, hasta esta tarde. Llegó Raquel y yo sabiendo que venía, me preparé tomándome una pastillita potenciadora (Viagra), por lo que cuando la niña llegó yo ya tenía la pija dura como un riel. Y decidí sorprenderla, siempre es la niña quien toma la iniciativa, comienza con caricias, se sube a caballito y se calienta de a poco. Hoy fué distinto. Apenas llegó la tomé en mis brazos y la arrinconé contra la mesada de la cocina, haciéndole sentir mi verga dura. Por supuesto que sin pensarlo Raquel me la agarró por arriba del pantalón mientras yo me adueñaba de sus nalgas y la sobaba. Lo bueno que apareció directamente del colegio, por lo que traía su uniforme. Pollera tableada a media pierna, medias 3/4 y una remera de algodón bien ajustada. Estoy seguro que desde que empezamos a coger, las tetas le han ido creciendo. Comenzamos a morrearnos y a tocarnos, cuando la noté ya bien excitada la puse de panza a la mesada, me bajé el pantalón liberando mi pija, le levanté la falda, bajé su calzón y simplemente se la enterré hasta los testículos sacándle un gemido y un largo suspiro, realmente mi pija estaba bien gorda y dura. La cogí por unos cinco minutos, pero la tenía tan dura que no podía acabar, en eso veo la manteca sobre la mesada, y dije, bueno, parece que tenemos suerte. Tomé manteca en mis dedos y se la fui metiendo de a poquito en el culo, primero un dedo, luego fueron dos, para mientras seguía cogiéndola con fuerza, pronto llegó a su primer orgasmo, yo la seguía penetrando, cuando el tercer dedo entró en su ano, mi sobrina ya estaba desaforada, entonces aprovechando el momento, sin decirle agua va, agua viene, saqué mi tripa de su panocha, se la apoyé en su esfínter y le metí la cabeza, pegó un gritito y quiso escapar, yo aproveché el movimiento y la fui penetrando sin detenerme hasta que se la metí toda en su culito, Raquel gemía, se babeaba toda, realmente su culo muy estrecho, y mi verga bien gorda hacían una conjunción perfecta, la cogí por varios minutos, ya al último su culo recibía mi tripa con ganas. De pronto me dice, tío me vengo y acabó retorciéndose toda, y yo comencé a acabar, me dolía la verga de lo apretada que estaba, pero le llené el culo de leche. Se le doblaron un poco las piernas pero al estar empalada, aguantó a pie firme. Al sacarle la pija de su ano, mi semen corría por entre medio de sus nalgas. Se da vuelta, mira mi pija que seguía dura, se agachó y me dió tremenda mamada que prontamente me volvió a hacerme acabar. Y sonriendo adolorida, me dice, sos malo, me rompiste mi culito. Pero me gustó aunque ahora me duele mucho. Cuando se entere mi amiga me va a envidiar. Cuando dijo eso, se me ocurrió que tambien a su amiga yo podía hacerle el favor, y así se lo hice saber a Raquelita. Me dijo que lo va a pensar, pero que Ella me quiere para ella solita. Pero se que está en tratativas para que hagamos un trío. Lo que está medio complicado es que le pidió a la madre que la lleve al ginecólogo para que le receten las pastillas anticonceptivas. Si mi hermana se entera que soy yo el que la está cogiendo se me va a armar una buena. En la parte tres les contaré como sigue.
Qué ganas de leer la tercera parte
Hijoooo, pues que le diga que es con un niño o alguien más grande y listo, nada más qué decir.
Que rica historia, buscaré la siguiente parte