Mi sobrinita
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Bueno, antes de contar mi historia me presento: soy un hombre de 35 años y soltero empedernido. Tengo una hermana unos años menor con la que tuve algunas sabrosas experiencias que narraré en otra ocasión. Yendo al relato, pues resulta que justo me llama mi hermana para pedirme que por favor cuide a mi sobrina por un fin de semana, por que ella y su esposo debían ir de viaje. No me hacía mucha gracia renunciar a uno mis locos fines de semana pero acepté.
Ese viernes cerca del medio dia fui a recoger a mi sobrinita. No lo podía creer! Estaba divina, y solo tenia 12 años! Unas piernas muy bien formadas, traserito firme y pechos pequeñitos que le daban un aire super inocente. Ademas una carita angelical, ojos claros y rizos castaños. Los frenillos le daban una sonrisa de pequeña viciosa. Las nenitas en uniforme colegial siempre me habían encendido pero jamás una tan joven como mi sobrina. Hacía solo unos cuantos meses que no la veía y vaya que se desarrolló bastante.
Cuando se subió a mi auto no pude evitar comenzar a acariciarle los hermosos muslos mientras le hablaba, ella ni se dio por enterada. Le pregunté si tenía ya novio y me sorprendió a mi mismo descubrir que si me decía que sí sentiría celos por una niña de 12. por suerte me dijo que no y se puso roja…. era una de esas niñitas tímidas.
Mientras hablábamos de cualquier cosa yo le iba subiendo la faldita poco a poco mientras la seguía acariciando ella no parecía darse cuenta, pero yo me estaba empezando a poner a mil…. sus piernitas eran tan suaves y hermosas y su panochita virgen estaba tan cerca…. si fuera un enfermo, le habría hecho de todo ahí mismo.
Legamos frente a mi casa y antes de bajar le dije que si ella no se cambiaba el uniforme en todo el día yo la llevaba de compras. Se extrañó un poco pero aceptó.
Esa tarde la llevé a los malls del centro. Lo que yo quería era comprarle toda clase de ropita interior y trajes de baño para poder apreciar mejor su bello cuerpo. Ibamos a ser padre e hija esa tarde para evitar sospechas.
En occasiones dejaba que ella suba las escaleras por delante de mí así aprovechaba para echar un vistazo bajo su faldita y mantenerme caliente.
Esa tarde le compré varios trajes de baño y algunos juegos de ropa interior con esos brassieres de entrenamiento, y aunque me gustó verla con menos ropa, la prefería con su uniforme..
Llegamos a casa. Yo no podia pensar en otra cosa que no fuera mi sobrina. Me la jugué a todo y le pregunté que sabía de sexo. Me dijo que no mucho, que lo hacían el hombre y la mujer para tener hijos y que los niños no lo hacían. Le pregunté si confiaba en mi y le dije que le iba a enseñar un par de cosas ricas y la iba a preparar para su adolescencia si ella prometía guardar el secreto.
Me dijo que sí y le dije que se fuera a mi cuarto mientras preparaba unas cosas le dije que se echara en mi cama, mientras yo conectaba mi videocam a la tv. Le dije que eso serviría para que ella pudiera ver con mas detalle lo que le iba a enseñar aunque la verdad era otra 😉
Lista? Le pregunté. Sí
Estaba hermosa ahí tendida en mi cama. Continuaba con su uniforme. Una camisa blanca sin nada debajo, corbata, falda tableada celeste, azul y blanco a cuadros, medias blancas y zapatos planos. La faldita era corta, le cubría sólo la mitad de los hermosos muslos y las medias le llegaban justo hasta debajo de las rodillas, sus piernitas se veían largas y hermosas.
Le dije dentro de poco tiempo tu cuerpo va a cambiar y eso puede ser muy dificil o confuso para algunas chicas pero si estás informada no tienes que preocuparte.
Puse la tv cerca de donde estaba y le dije que estuviera tranquila. Mientras le hablaba le abrí la camisa y dejé sus pequeños pechitos a la vista.
– tus pechos van a desarrollarse y también crecerá vello en algunos lugares, le dije. Eso es normal y no te asustes. De todas maneras si tus senitos no crecen mucho está bien. A mí me gustan más así, como los tienes tú.
Ella sonrió. La corbata le caía justo en medio de los senos, y yo se los acariciaba suavemente y jugaba con sus pezones. Me estaba comenzando a encender. Ella aunque se incomodó un poco al principio estaba muy tranquila ahora. Voltiee un poco la tv y le dije que se pusiera boca abajo y que mirara la pantalla. Le subí la faldita.¡estaba increíble! Su calzoncito blanco le cubría casi todas las nalgas. Comencé a acariciarla así, por encima del panty. Su colita se sentía muy tersa y suave y mi verga ya estaba a mil. Mientras jugaba con su colita le dije.
– tus caderas también van a crecer. No significa que te estés deformando. Eso pasa para que puedas tener bebés si es que así lo desearas alguna vez. Tu colita va a desarrollarse y se pondrá más firme, pero por ahora es la más linda que he visto en mi vida.
Ella seguía riéndose. Le puse la falda en su sitio y le dije que se volteara de nuevo. Le dije que venía lo más importante y lo más divertido. Le pregunté si se tocaba. Me dijo que no entendía.
– ya sabes, para sentirte bien
– no te entiendo.
No lo podía creer! Iba a ser el primero en jugar con su panochita virgen! De nuevo le subí la falda. Su calzoncito apenas insinuaba las delicias que escondia. Era uno de esos pantys de algodón blanco, inoncente, sin diseños y de tamaño regular. Lo más erótico que haya visto jamás. Le dije de nuevo que confiara en mí, que lo que haríamos le iba a gustar, y comencé a acariciar suavemente por encima del panty. Ella puso sus ojos en blanco al principio y luego se fue acostumbrando. A fin de cuentas aun no empezabamos. Le dije:
– esta tu rajita se llama vagina, aunque generlamente la llamamos panocha o cuquita. Te sirve para ir al baño, para tener bebés y para pasar un buen rato.
Le puse a un lado el panty y por primera vez vi su panochita virgen. ¡Deliciosa!!! Ni rastros de vellos, un suave olor a virgen y toda la inocencia del mundo. Sólo quería metérsela por todas partes pero tenía que contenerme. Le abrí un poco los labios y comencé a jugar muy suavemente con su clítoris. Ella cerraba los ojos, se mordía el labio y se movía muy suavemente. Era un privilegio ser el primero en tocarla de manera sexual. Estuvimos así un buen rato. Apenas le salieron unos pocos jugos pero no importaba. Yo estaba encendidísimo. Por fin llegó al primer orgasmo de su vida. Estaba un poco roja, jadeaba y estaba cansada como si hubiera acabado de correr un maratón.
– te gustó?
– Mucho. Nunca me había sentido asi. Es tan…. rico.
– Se llama masturbación. Eso lo hacemos para sentir rico como dijiste, pero es importante que lo hagas solo en privado y es mejor que no lo comentes con nadie.
– Por que?
– No es que sea malo, pero a veces algunas personas anticuadas piensan que lo que nos hace sentir placer es malo. Por eso es mejor que disfrutes en solitario y sin decirle a nadie.
– Puedo hacerlo yo? Me preguntó.
– Claro, esa es la idea. Sólo dejame verte.
Ni siquiera me escuchó metió su mano debajo de la falda y dentro del panty. El calzoncito sólo dibujaba la forma de sus dedos mientras mi sobrinita se daba placer. Luego lo puso a un lado y jugueteó con su clítoris. Me preguntó si podia bajarse el calzón para hacer más comodamente y le dije que hiciera lo que quisiera. La ayudé bajándole el panty hasta por debajo de las rodillas. Afortunadamente mi cámara seguía grabando. Ella abría y cerraba las piernas, las subía y las bajaba, respiraba con fuerza pero sin jadear. Al final comenzó a convulsionarse más rápido y terminó. Como dije antes los frenillos le daban a su sonrisa un aire de viciosa. Le pregunté si quería ver como lo hacía yo y me dijo que sí. Eso me vino bien porque es que yo ya tenia ganas desde que la vi al medio dia.
Me baje los pantalones y saqué mi verga por el boxer. Comencé a masajearme pero desafortunadamente no duré mucho. Mi sobrina veía pero estaba en otro sitio. No me prestó mucha atención ni sintió curiosidad ni nada. Yo creo que pensaba en volver a masturbarse cuanto antes, o tal vez en lo bien que se sentia.
Para no alargar la historia contaré lo principal. Sólo diré que le dije que el resto del día podría hacer lo que quisiera. Me dijo que quería estrenar los trajes de baño que le había comprado. Mejor para mí pensé. Pero se puso un traje de baño de esos enteros, no un bikini. No se quitó las medias. Sólo le pedí que se las subiera por encima de la rodilla y aceptó. Toda la tarde y la noche tuve una lolita de verdad dando vueltas por mi casa. Ella estuvo entretenida todo el tiempo explorando su nuevo descubrimiento: su vagina. Halaba el traje de baño hacia arriba para que se le metiera en su rajita, lo movía de adelante a atrás, se montó en el brazo del sillón y más tarde viendo la tv comenzó a acariciarse suavemente por encima. La condenada me estaba provocando.
Al final no pude más y le dije:
– quieres intentar algo más?
– Sí. Si es así de rico.
La mandé a ponerse otra vez su uniforme. Estaba decidido. La iba a penetrar por detrás. Cuando volvió primero le quité su calzoncito y le puse otro igual de inocente sólo que cubría menos piel. Le dije que tener relaciones era algo muy serio y que lo mejor era hacerlo con alguien de confianza. Le dije que se pusiera como de cuatro patas pero apoyándose en la cama. Comencé con los juegos preliminares, le subí la faldita y comencé acariciándola por encima del panty y metiendo mi mano en su blusa me preguntó por que yo estaba desnudo y ella con su uniforme y le dije que no era necesario que se quite todo. Le dije que se masturbara un rato pero sin llegar hasta el final mientras yo me ponía el condón. No le dí mucho tiempo, esta vez sí le bajé por completo el panty y comencé a juguetear con su ano. Aparté su mano de su cuquita virgen y comencé a frotar su rajita de arriba abajo. Le metí un dedo por el ano. Ella se estremeció pero no dijo nada. Le metí un dedo más y preparaba el camino. Le dije ¿lista? Vamos a comenzar. Cogí mi verga con una mano y la guié hasta donde quería ella se tensó un poco mientras la ensartaba por detrás. No pensé que sería así pero entró muy fácil. Mi sobrinita estaba muy cálida por dentro y la presión de su colita virgen se sentía de lo más sabroso. Comencé el vaiven mientras jugaba con su cosita con una mano. Me estaba culeando a una colegiala de 12. ella no dijo nada durante todo el acto. Deje de acaricialla y la sujete de la cintura. Ella comenzó a frotarse de nuevo. De vez en cuando le acariciaba los senitos. Su colita era tan suave y amortiguaba mis envestidas. Al fin terminé y ella se derrumbó sobre la cama. Yo había tenido el mejor sexo de mi vida y era con una niña.
– te gustó?
– La verdad no tanto como lo otro.
– Es que eso lo disfrutan más los hombres. Hay una forma que les gusta más a las chicas
– Por que no intentaste esa?
– Es que no sé si lo aguantarás. Hay que soportar un poco de dolor al principio pero después vale la pena.
– Dolor?
– Si, también hay un poco de sangre. No es un dolor muy fuerte pero prefiero no mentirte y que sepas lo que haces si decides que sí.
– Pero se siente tan rico como cuando me toco yo?
– Tanto y mas le dije
No podía creer lo que estaba haciendo. Iba a desvirgar a una niña de 12 que además era hija de mi hermana, pero todo al demonio. Estaba muy linda y además estaba deseosa. Una oportunidad que no podía perder. A manera de darme un poco de tiempo decidí que en vez de penetrarla de entrada iba a abrir su himen con mis dedos. Le dije que se tendiera en la cama y abriera las piernas. Le acomodé la falda para que no se manchara y cogi el calzoncito que dejó tirado para recoger la sangre. Le pregunté si estaba lista, me dijo que sí y le dije que sea valiente. Le meti suavemente los dedos índice y anual. Lo que quería era comprobar que tanto cubria su himen y si era muy duro. Ella empezó a moverse. Le dije que todavía no empezabamos, que estuviera quieta y que respirara hondo que le iba a doler un poco. Saqué un poco los dedos, conté hasta 3 y se los meti de nuevo de un tirón. Hubo un sonido delicioso. Ella cerró los ojos y se sujetó con fuerza a la cama. Le dolió mas de lo que pensé. Cerró las piernas despues de que saque los dedos. Le dije que abra un poco para que pueda recoger la sangre que por suerte no fue mucha. El dolor fue diminuyendo y cesó de sangrar en unos minutos. Metí un dedo para comprobar si estaba todo bien y lo moví un poco ahí dentro. Su expresión de dolor cambió por otra de deseo. Ya era hora. Me puse otro condón. Y le dije que se sentara al borde del la cama. Después le pedí que se tendiera mientras yo seguia de pie. Con la mano puse mi verga en la entrada de su vagina pero esta vez me costó un poco más penetrarla envestía poco a poco entrando cada vez más. Mi sobrina sólo se sujetaba de la cama y se dejaba hacer. Al fin cuando ya estuve adentro le pregunté como se sentia.. un poco incómoda me dijo. Su joven vagina estaba siendo penetrada por primera vez. Sus paredes me presionaban de una manera que nunca antes había sentido, le abrí la blusa para ver sus pechos mientras lo hacíamos. comencé el vaiven y esta vez sí gimió mi sobrinita. Aunque mi meta era solo satisfacer mis propios deseos me gustó ver que también le estaba gustando. Comenzó a gemir más y mas fuerte y terminó. Yo quería terminar también y me di prisa. Ella se excitó de nuevo y tuvo otro orgasmo. Era la primera vez que una chica tenía dos orgasmos antes de que yo acabe el primero. Al final acabé yo también. Saqué mi verga y la vi. Estaba cansada y contenta. Puso su mano sobre su sexo pero no hizo nada más. Me dijo gracias. Pobre inocente, no sabía que el más beneficiado había sido yo. Me pregunté cuantas niñas aprendía a masturbarse y tenían relaciones el mismo día. Más tarde le pregunté si esa noche quería dormir conmigo y me dijo que sí. Ambos estábamos completamente desnudos. Quería hacerlo una vez mas en la cama y pasé mi mano por su entrepierna lisa y sin vellos, pero ella ya estaba dormida. Así que lo deje.
No cambio esta experiencia con mi sobrina por nada del mundo fue lo mejor que me pasó con una mujer
Esa es mi historia. Hasta ahora no lo hice otra vez con mi sobrina ni con una menor.
Hay te la hubieras cojido dormida igual