Mi sobrinita y la vecinita II -ft mi hermana

Continúa con el relato anterior, un cambio en la rutina con las niñas, hace que mi hermana entre al juego involuntariamente .
Hola de nuevo, continuo con el relato anterior
Ese viernes por la noche, después de haber tocado a mis niñas y haber eyaculado en sus culitos carnosos quería más. Sin embargo sabía que debía ser tranquilo y calculador, pues un paso en falso y las niñas dirían cualquier cosa que me pusiera en peligro. Empecé a investigar de cómo seguir disfrutando de sus placeres sin correr riesgos, encontré poco material que realmente fuera de ayuda pero sirvió como no lo imaginan.

El fin de semana las niñas estuvieron con sus respectivas madres, al día lunes fui a dejarlas al colegio, iban hablando y jugando en el asiento de atrás, todo tranquilo. A medio día recibí una llamada de mi hermana diciendo que ella iría por las niñas, había sido despedida de su trabajo por recorte de personal. Me entristecí por mi hermana y porque ya no iba a poder divertirme con mis hermosas niñas y no sabía cuánto tiempo iba a durar así.

Durante toda la semana nada relevante ocurrió, excepto el viernes. Yo salí a trabajar ese día, al regresar un poco tarde, encontré a las niñas jugando en el jardín, las niñas corrieron a saludarme y abrazarme, cuando lo hacían, yo aprovechaba para agarrar sus nalguitas. Entré a la casa y vi a mi hermana tomando vino, la botella estaba a punto de acabarse.

Haré un espacio para describir a mi hermana, así como Roxy mi hermana es delgada, culo paradito y carnoso, morena clara y pelo muy chino, su gran atractivo además de su cara, son sus tremendas tetas, 36D. Me sorprendió verla tomando, obviamente seguía triste, en ese momento vestía con pants completo y la sudadera la tenía cerrada. Solo me dijo que había hecho ejercicio

La dejé que tomara y le puse otra botella de vino en la mesa de centro de la sala, solo me sonrió. Comí rápido y salí a ver a las niñas que seguían jugando, ese día las dos vestían de jeans y playera. Estaban jugando en una casita a escala donde podían entrar y sentarse. Ocasionalmente les seguía tocando la cola pero no hacía más, pues temía que saliera mi hermana o algún vecino chismoso nos viera. No tardó mucho en sonar el timbre, era Vania (mamá de Vanesa) que había llegado por ella.

Entregué a la niña y nos metimos, mi hermana ya estaba bastante ebria, mandé a la niña a su cuarto y me quedé con Gabriela (mi hermana).

Yo: Gaby, ya no tomes
Gaby: estoy muy triste, perdí mi empleo, no he podido irme a vivir sola con mi hija
Yo: nunca te he corrido y soy feliz de que tu y mi sobrina estén aquí y trabajos hay muchos.

Seguimos hablando, le puse una tercer botella de vino, pues la segunda ya se la había acabado. Después de un buen rato hablando, me paré del sillón y me puse detrás de ella para hacerle masaje en los hombros (esto tampoco es nuevo, frecuentemente le hacía masaje en hombros y espalda). Ella mas ebria a cada momento solo atinó a decir «si» y se bajó el cierre de la sudadera.

Yo al estar parado detrás de ella, vi que llevaba un top y sus tremendas tetas resaltaban. Esa imagen me hipnotizó. Al verla en ese estado, aprovechaba para extender mis dedos tratando de alcanzar el nacimiento de sus bubis, era hermoso tocar ese monumental busto. A esta altura era tanto su nivel de alcohol en las venas, que se tomó la tercer botella en menos de 20 minutos. Le dije que ya se fuera a acostar, le ayudé a levantarse y aproveché para tocarle sus bubis y su hermoso culo respingón. Le hablé a Roxy para darle de cenar, se sentó con su bata de dormir ya puesta, era blanca de princesas que le transparentaba su panty azul celeste. La niña me dijo que se quería dormir con su mamá, le dije que me dejara ver porque su mami no estaba bien, me dijo que si.

Entré al cuarto y ella ya estaba profundamente dormida, de antemano sabía que eso era una oportunidad. Salí y le dije a mi sobrina que podía meterse pero con cuidado, que mami se sentía mal y que tenía que dormirse rápido, solo me dijo que si, se lavó sus dientes y se fue a dormir, yo subí a mi recámara, esperé 30 minutos que se me hicieron 10 horas.

Entré de nuevo a su cuarto, a Roxy no le gustaba dormir a oscuras y dejó las lámparas prendidas, les hablé y las moví pero ninguna se despertó, mi hermana estaba completamente perdida y mi sobrina, pues bueno, a esa edad es muy fácil meterles dedo sin que se despierten.

Le quité la sudadera y el pants a mi hermana, no reparé en ser delicado, estaba por completo a mi disposición. Al bajarle su pants pude verla en calzoncito pequeño negro, se le había metido en su culo y no pude evitar acordarme que justo así se le había visto a su hija. Le bajé su panty y le saqué las tetas por debajo del top, tenía el pezón algo largo y las areolas eran enormes y morenitas, todo un manjar. Inmediatamente me abalancé ante tal monumento, las chupé, las acaricié, lamía su pezón y el otro jugueteaba con mis dedos. Ella solo se quejaba mientras sus pezones endurecían. Le levanté la pierna, me puse en medio y empecé a penetrarla. Ella solo gemía en su sueño, en eso recordé que también estaba mi sobrina, así que con mis manos alcancé sus piernas, le alcé su bata, sentí su culito y le bajé su calzón para poder acariciar su conchita morenita como la de su mami.

Y ahí estaba yo, cogiendo a mi hermana borracha, mientras le agarraba las nalguitas a mi sobrina y le metía el dedo en su anito. Estaba a punto de venirme, la saqué de mi hermana y le aventé todo mi semen en la vaginita a mi sobrina. Estaba súper excitado por toda la situación que se la volví a meter a mi hermana y seguí jugando con su hija, que en esta ocasión le pude meter mas el dedo, pues mi semen había lubricado muy bien su pequeño ano. Veía como le brincaban sus hermosas tetas, fue un maravilloso momento. No tardé mucho en eyacular y se lo dejé todo adentro a mi hermana. Me salí de ella, las limpié y les acomodé la ropa, a mi hermana solo le subí su calzón y acomodé su top, a mi sobrina también le subí su calzón y bajé su bata. Por supuesto que a ambas les dejé el calzón un poco metido.

Al día siguiente me levanté e hice el desayuno, mi sobrina salió primero a ver la tele y al poco tiempo salió mi hermana con ligera resaca

Gaby: buen día hermano
Yo: hola, cómo amaneciste
Gaby: un poco cruda pero me pasó algo extraño
Yo: qué te pasó? – pregunté extrañado y nervioso
Gaby: tu me dejaste en ropa interior?
Yo: no hermana, te dejé tal cual con tu pants, solo te llevé de la sala a tu recámara
Roxy: si mami, cuando me fui a acostar tenías el pants puesto
Yo: amaneciste en ropa interior o cómo?
Gaby: sii, estaba tan mal que no recuerdo haberme quitado la ropa

Mi preciosa Roxy fue mi coartada, no se dio cuenta que me la cogí muy rico mientras dedeaba a su hija.

Aquí termina este relato, disculpen la demora, los siguientes serán más pronto
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