MI SOBRINITO DE 5 AÑOS BRASILEÑO
Un pequeño sorprende a su tio con lo que su papa le enseño.
Regrese de mi oficina y encontré un recado en la nevera, era de mi esposa que me avisaban que irían a recoger a su hermana al aeropuerto, venia de vacaciones a nuestra casa, mi cuñada estaba casada con un extranjero y radicaban en el sur de Brasil, el no vendría, solo la hermana de mi esposa y su pequeño hijo que desde el bautizo yo no había visto, ahora el nene tenía 6 añitos, en cuanto llegaron nos dimos un fuerte abrazo, ya que no la habíamos visto más que en fotos y en videos que nos mandaban en eventos o festividades, en cuanto vi a al pequeño Altanei me sorprendió lo lindo que se había puesto, parecía una delicado soldadito, el cabello rizado y rubio y unos enormes ojos azules de herencia paterna, una delicada nariz apenas despuntaba traviesa en su infantil rostro, su piel blanca, pero lo que más llamó mi atención era que a pesar de ser tan delgadito y pequeño en el pantaloncito se notaban dos nalguitas bien paradas y redondas, lo cargue en un gesto amoroso, el bebito rodeo mi cuello con sus bracitos y me dio un beso justo en la comisura de los labios. una extraña sensación recorrió mi cuerpo, al estirarse me permitió poner mis manos sobre sus nalguitas, comprobando lo que había visto antes.
– Están cansados?
– Yo si cuñado pero tu sobrino durmió todo el vuelo.
-Yo quiero helado, dijo el nene mirándome a los ojos y sonriendo.
-Querido en lo que instalo a mi hermana te dejo con este pequeño príncipe
Ambas mujeres se fueron a la planta superior de la casa y al tratar de bajar de brazos al sobrinito, sentí que el se aferro de mi cuello y lo escuche decirme, no tío así como mi papi me da mi heladito y volvió a darme un beso justo en los labios, eso me pareció tierno y de inmediato sentí como mi verga comenzó a reaccionar, tengo 32 años, siempre he sido afecto al deporte en especial al Basketball, soy delgado, mido 1:86 y mi altura siempre me facilito participar en los juegos de la escuela, aunque siempre he querido tener barba la genética no lo permitió y soy un apiñonado lampiño, eso si de verga nunca me queje incluso en los vestidores siempre era motivo de asombro, mis casi 23 cm y en especial el tamaño de mis huevos y como me colgaban desde muy joven, «tío, eres muy alto y guapo» comento muy divertido el chiquillo y aunque me turbo no le di mayor importancia y lo deposite en el suelo dándole un breve beso.
Acomode con cuidado sus nalguitas en uno de los bancos de la cocina y le serví una gran bola de helado y se la puse enfrente, el solo me miraba pero no se lo comía.
-Que pasa Altaneicito no te gusta ese sabor de helado?
-No tío es que quiero que me la des como mi papi.
– Y cómo es eso príncipe?
-Asi mira.
Agarro mi mano y metió mi dedo índice al helado embarrándolo por completo, subió mi grueso y largo dedo, lo puso en su boquita y abrió sus labios, comenzó a chupar mis dedos hasta dejarlos completamente limpios, repitió la acción yo sentía tanto morbo que no podía dejar de observarlo como chupaba esa boquita se notaba que era un experto y lo disfrutaba.
Los días transcurrieron normales, mi sobrino aprovechaba cada momento para sentarse en mis piernas mientras veíamos la TV. El recargaba su pequeña espalda en mi pecho y abría sus piernitas rodeando las mías, sus nalguitas quedaban en contacto directo con mi verga, que de inmediato empezaba a endurecerse formando un bulto en mis pantalones, disimuladamente me levantaba a buscar cualquier cosa y mejor me retiraba a otra habitación, pero el pequeñito de 6 años me llamaba a gritos a que me sentara con él,
Un día llegue a casa con trabajo pendiente por terminar, así que después de cenar no me fui con el nene a ver la tele como los días anteriores, me enfile al estudio para trabajar, mi esposa me pidió que si podía cuidar a mi sobrinito que ella y su hermana querían ir a una reunión a casa de una excompañera de la escuela, me pareció de lo más sencillo así que accedí.
Escuche como se retiraban en el auto y solo de pensar que mi sobrinito estaba a uno pasos, mi verga estaba dura, como ustedes comprenden, me puse a hacer mi trabajo en el escritorio y mi sobrino muy travieso se metió por debajo sin que yo lo sintiera , senti sus manitas tibias tocándome la parte interior de las piernas y me sorprendí pero no dije nada, comenzó a subir la manita hasta mi bulto que ya era mas que notorio estallaba.
¡Me estaba calentando! Y ¡era mi sobrinito!
El remordimiento me estaba castigando, que cerdo me sentí, solo era una pequeño y separe su manita de la cremallera de mi pantalón y seguí trabajando, no tardo en volver a subir sus manitas y con las dos sobaba mi bulto duro, me recargue un poco y sentí como bajaba mi cremallera y metía su manita dentro de mi bóxer, su calorcito me prendió más el jalo un poco y mi palo de 23 cm salió de un golpe duro y ya comenzando a segregar precum, esto ante sus infantiles ojos azules
– Tio tu “pau” esta muy duro y grandote como la de mi papi
Me quede sorprendido por su comentario- ¿Cómo que tengo el pau grande como el de su padre?
– Mi papi siempre que no está mi mama, me deja jugar con el y se le levanta como el tuyo, y él me digo que es normal que a los hombres se les ponga duro cuando les gusta cómo, juegan y crece mucho.
– ¿Tu juegas con el de tu papi?
– A veces, me deja que le haga el juego del osito, y otras jugamos a la esconderlo despacito.
Me imagino que mi cuñado como buen brasileño también tenía una buena verga como la mía, pero a mí me turbo demasiado esa situación tan morbosa.
-¿Me dejas jugar con el tuyo tío?
-Claro sobrinito antes que regresen las mujeres.
De inmediato me agarro la verga con las dos manitas y comenzó a subirlas y bajarlas, mientras lo hacía arrimo su boquita a la punta de la cabeza que ahora escurría abundante precum y sacando su lengüita comenzó a lamerlo y comerlo, abrió un poco más su boquita y sentí como introdujo la cabeza de mi palo dentro de su boquita y comenzaba a chupar haciendo presión pero sin lastimar, realmente mi cuñado lo tenía muy bien entrenado.
No paraba de chupar y de subir y bajar sus manitas, su carita era de un angelito y verlo tragar hasta lo más que podía me hacía querer reventar, tome su cabecita y comencé a acariciarlo una de mis manos lo cubría por completo y la otra la metí debajo de su pantaloncito de pijama sentí sus nalguitas y las abrí para comenzar a acariciar su pequeño hoyito, el reacciono moviendo su caderita más cerca mío, en señal de aprobación, saque mi dedo y lo llene de saliva, ahora fue mejor se lo pude clavar hasta la mitad, el seguía comiendo y con sus manitas sobaba mi tronco.
Dejo de chupármela y se levantó su pantaloncito cayó al piso y el giro dejando sus nalguitas justo a mi disposición, lo recosté en el escritorio y metí mi cara entre sus nalgas, saque lo más que podía mi lengua y el calor de su culito me impregno, era un culito rosa, y ya había comenzado a dilatarse, llenándolo de abundante saliva, arrime la cabeza de mi verga, pero de verdad tenía miedo de lastimarlo y meterme en un lio mayor, asi que solo se la pase por afuera y se la sobe en las nalguitas, lo vi que se molestaba y escuche.
-Tio esconde el osito a la casita, para que se ponga blandito.
-Nene de verdad quieres que haga eso, no quiero que te duela.
-Si solo así ese osito se va a querer dormir.
Después de escucharlo puse más saliva en mi verga y empuje….
Comencé a ver como el anito se abría y dejaba que mi gorda cabeza comenzara a entrar en el, al sentir su calor entre un poco mas desapareciendo la punta por completo en el chiquillo que gemía despacio, seguí empujando despacio y cuando volví a mirar ya le había metido la mitad de mi verga, su intestinito la presionaba de una forma deliciosa, jamás había sentido eso, me detuve y vi la cara de mi pequeño sobrinito, estaba con los ojitos entre cerrados y mordía su labio inferior en señal de que lo estaba gozando.
Ejercí más presión y su interior me recibió completo, mis huevos estaban chocando con sus nalguitas, el pequeño tenia mis 23cm dentro y no se había ninguna queja, al contrario este chamaquillo disfrutaba estando bien clavado, al iniciar a bombearlo sentí lo apretado que estaba y hacia todo lo que podía por no correrme, la mitad de mi verga salió y se la regrese a fondo, solo se escucharon mis huevos chocar y así en repetidas ocasiones, mis bolas subían y ya no pude más, comencé a eyacular en el intestino de mi sobrino, lo estaba llenando de semen y quería que lo sintiera, fueron cinco chorros los que le arroje, el se había puesto colorado y con los ojitos cerrados recibía su premio por ser tan buen nene.
Al dia siguiente llegue a mi casa, mi esposa y su hermana estaba en la cocina preparando la cena, me fui a mi habitación y me quite el pantalón para ponerme un pants mas cómodo, fue un error mió no cerrar la puerta, cuando menos lo pensaba apareció de repente mi pequeño sobrino, mirando fijamente mi bulto, no la traía erecta, pero el bulto se veía respetable,
– ¿Qué sucede principe?
– ¡Tu pau sabe más dulce que el de mi papi!
– ¿Y te gusto?
– Si mucho, siempre quiero jugar con el
¿Lo quieres tocar?
Apenas creí lo que había dicho, esas palabras no eran mías, eran de mis huevos, mi verga dominaba mi razón, pero el temblor en mi voz, me señalaba que estaba excitado, que el dulce tío había desaparecido, ante la inocencia de la nena estaba el ser mas retorcido del mundo, que no había marcha atrás….apenas pronuncie esas palabras y ya le tenia frente a mi manoseando mi paquete, con sus tibias manitas infantiles, tocándome los gordos huevos y mi pene que empezaba a responder a sus manitas de niño, trague saliva excitado ante lo que mis ojos veían, una hermoso niño quien con su natural curiosidad infantil acariciaba el sexo de su tío.
-¡el osito ya se despertó!
Así es príncipe, a ese osito le gusta que lo acaricies, sigue así nene, no te detengas.
-¡Y ya sale su mielecita, me gusta comerla!
Cerré los ojos y me abandone al lujurioso momento que me proporcionaba mi inocente sobrino, la tome de sus dos cachetitos y la dirigí a mi bulto acercando su nariz a mi verga dura, para que la oliera, el saco la lengua y comenzó a tragar mi precum, se senti como en la gloria lo hacia como si fuera un gatito lamiendo despacio y tragando lo que salía.
Pero la voz de su madre llamándonos a cenar, evito que siguiera, me puse de rodillas y tomándolo de su carita le dije que no se lo contara a nadie, que era nuestro secreto, me contesto emocionado que no se lo diría ni a su amigo Fernao.
Bajamos a cenar, como si nada, mi esposa pregunto que estábamos haciendo y le respondí que viendo unas páginas infantiles en Internet, le guiñe un ojo a mi sobrino para que apoyara mi versión «así es tía mi tío me estaba enseñando una cosa bien bonita», cenamos sin mayor novedad, nos pusimos a ver tele más tarde, mi sobrino cayo dormido a las 10:00 de la noche, lo lleve cargado a su cama, que compartía con su madre la cual ya estaba más que dormida y a su lado estaba mi esposa en la misma situación al parecer las dos pusieron a platicar y les gano el sueño.
Lo vi tan hermoso que no pude evitar darle un beso en sus labios, pasándole la lengua en su tierna boquita, ahí ya no cabía un niño, así que lo lleve a mi habitación y lo recosté en la cama que era mucho más grande que la otra, lo cobije y fui al baño, al regresar apague todas las luces, cerré la puerta de la habitación de visitas y me metí a la cama.
Pasaron un par de horas y me despertó una caricia en mis huevos, era tierna giraba y los sobaba, después los apretaba un poco y seguía acariciando, cuando abrí los ojos estaba mi sobrino a un lado y con su manita acariciaba muy divertido mis bolas y observaba como mi verga se ponía dura, mi pantalón estaba abajo como había hecho este nene para lograrlo¡¡¡.
-¡Tu osito me despertó tio!
-Y tu los estas calmado para que se vaya a dormir?
-No tio quiero que juegue conmigo
-«Si príncipe, juega con el osito de tu tío »
Levante la sabana mostrando mi cuerpo completamente desnudo.
No es necesario que les cuente que yo estaba con mi verga apuntando al cielo.
¡Te esta esperando pequeño!
Sabia que a esa hora todos estaban dormidos, así que no había peligro, me acomode lo mejor que pude, esperando lo que viniera, mi hermoso sobrino se abalanzo hacia mi verga acariciándolo suavemente, cerré los ojos disfrutando la caricia, lo tocaba de arriba abajo, sentía el corazón en la boca de lo excitado que estaba.
¡Dale un besito en la punta, bebe!
¿Puedo comerme la mielecita?
¡Claro principe es tuyo!
Se acerco cariñoso al gran pedazo de carne que tenía entre sus pequeñas manos y le paso la lengua como si lamiera una paleta, el solo contacto de su tibia y húmeda lengua, provoco que me retorciera de placer
¿Te gusta?
«Si, sabe saladito y esta calientito»
Solito abrió su boquita, hacia un verdadero esfuerzo oral por abarcar la enorme cabeza de mi verga, era demasiado pequeña su boquita, pero por lo bien entrenado que estaba alcanzaba a meterse un poco menos de la mitad de mi verga.
Ahora abrí el cajón y saque un lubricante especial, lo puse en su culito y de inmediato entraron dos de mis dedos, lo levante y le dije que se sentara en el osito para esconderlo, el muy obediente abrió su culito, se acomodó justo en la cabeza de mi verga y se inclinó un poco, esto permitió que la cabeza entrara completa y el siguió bajando, al respirar parecía que se estaba acomodando mi pedazo de carne en su interior, lo hacía pausadamente y cada vez bajaba, llego al fondo y en ese momento creí ver como en su pequeño estómago, se notaba la punta de mi palo que había llegado a fondo.
El nene comenzó a subir y bajar así lo hizo por un momento hasta que se cansó, ahí yo lo sostuve con mis manos y lo subía para dejarlo caer hasta el fondo, ahora si gemía al sentirla clavársele de un golpe, eso me tenía a mil, así que lo acomode de lado y fuertemente lo clave, tratando de no hacer ruido para no despertar a nadie, lo incline un poco como un pequeño nudo y al verlo de esa forma, comencé a llenarlo de mi leche, le soltaba los chorros calientes en su interior, jale la sabana y con la verga dentro el pequeño se quedó dormido.
Durante las dos semanas que estuvieron en casa, puntualmente todos los días me las ingenie para dejar que mi sobrino escondiera el osito de su tio. Cuando se fueron, no se imaginan como extrañe su culito infantil.
Ahora tenemos un viaje planeado a Brasil y espero que al pequeño Altanei su padre le este enseñando nuevos juegos.
Que rico me puso la verga al 100
Que relato mas rico y excitanteeee, sabia que en todas partes del mundo entero, hay esto del incesto, y viene siendo de padre a hijos y de tíos a sobrinos y de madre a hijos, padres he hijas ,abuelos con nietos o nietas y así viceversa, ja ja ja, oye esto hizo que me corriera como caballo ja ja ja rico tu relato…
Yo también me corrí bastante si quieres podemos pajearnos hablando de este tema contacta conmigo al privado
Que sabroso relato sigue contando que pasó cogieron los dos juntos al niño o que otras cosas pasaron en brasil
ufffffffffff me hizo largar mucha leche este relato
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Que morbo da este relato, gracias por la corrida.
Yo también me corrí bastante me excitan estas historias si algún hombre quiere pajearse conmigo contacta por privado gracias