Mi sobrino 14 y yo 18 (parte 2°)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Bueno, debido a que todos piden más, seguiré la historia.
Esto pasó un par de semanas después del primer encuentro:
Pasaron un par de semanas desde lo que pasó. Denim estaba muy pesado conmigo desde entonces. Cada vez que iba a su casa, se sentaba junto a mi. Aveces me tocaba la verga debajo de la mesa, o me decía cosas "sucias" al odio.
No voy a negar que me gustaba todo eso, pero trataba e mantenerlo al margen.
Un día no aguante más y nos metimos al baño, donde me hizo una mamada ¡ESPECTACULAR!, y se trago todo. Pero no paso nada más después. En ese momento conocí a Tomás, un chico de 16 (todo un gritón a la hora del sexo) Estaba tratando de entablar una relación con el, pero para ser sinceros, no pensé en nada más que en Denim estas semanas. Todos mis pensamientos se dirigían hacia el, de echo, lo llamé varias noches para saber como estaba.
Las cosas con Tomás no pasaron de sexo un par de noches, después nos dejamos de ver. Y en ese momento, me decidí a ir por Denim. Iba a su casa casi todos los días, parece que a el le gustaba, pero nunca estábamos solos. Hasta que un día, un bendito día, cuando estaba saliendo para mi casa, Giovanna: mi hermana, me detuvo para informarme que debía salir en la noche, y quería saber si podría quedarme con Denim. Fue como un canto caído del cielo, acepte de inmediato y fui a mi casa a bañarme.
A las 10 me encontraba caminando hacia la casa de mi hermana. Estaba preparado; limpio, con protección y muy decidido a darle con toda mi furia de nuevo. Esta vez no tendría piedad, Denim ya no era virgen, y estaba dispuesto a hacerlo gritar como nunca. Con Tomás, me había acostumbrado a escuchar gritar, y eso quería.
–Ya sabes, cualquier cosa, me llamas y regreso– comento mi hermana tomando sus llaves y dirigiéndose a la puerta. –¡Chao hijo!– grito desde la puerta y sin más que hacer, desapareció entre los otros autos.
–¿Dylan?– pregunto una voz hermosa desde la escalera. Era el rubio de mis sueños.
–¿Si?– pregunte con tono de broma
–¿Vas a subir?– pregunto con el mismo tono. ¡CIELOS!, solo eso necesite para que mi verga tome forma y quede dura. Subí rápido, mi verga estaba tan dura que dolía, pero pensaba en lo rico que seria meterla en el culo de Denim.
Al llegar me encontré con un niño rubio de ojos celestes sentado en la cama.
–Pensé que no ibas a subir– dijo muy coqueto. No conteste, solo me acomode exageradamente el bulto, atrayendo su atención. El me observo de reojo, y soltó una sonrisa picara. No lo pensé dos veces y me abalance sobre el. Comenzamos a besarnos apasionadamente, mientras lo tocaba debajo de la remera. El solo se limitaba a tocar mi bulto, metió su mano debajo del pantalón y al agarrar mi verga comenzó a masturbarme. Yo estaba a mil, tenia ganas de tocarlo, de tenerlo, de besarlo. Desde aquella mamada tenia ganas de más, tenia ganas de todo.
–Sos hermoso, me encantas– le dije mientras lo besaba. El solo gemía mientras le daba besos en e cuello.
Tome su pantalón, que tenia una pequeña erección, lo desabroche y se lo saque de un tirón. Denim se dio vuelta solo, baje su boxer hasta un poco más abajo de sus nalgas y comencé a lamer ese ano delicioso. Juraría que cada vez que hago eso me gusta más. Mi lengua se encargo de entrar hasta el fondo, mientras apretaba sus hermosas nalgas. Denim abrió su culo con sus manos, y yo le metía mi lengua más y más adentro.
–AHHH– gritaba Denim de placer. Eso me ponía mucho más excitado, y más ganas de probarlo me daban.
Creo haber estado unos 10 minutos lamiéndole el ano, aunque tal vez fue un poco más. Me baje el pantalón y rozé mi verga por su ano, fue una sensación asombrosa, Denim al sentir mi verga se dio vuelta, y se la mando a la boca. Estaba estirado en la cama, y yo estaba arrodillado mientras me la chupaba. Me levante un poco la remera al mejor estilo porno para ver su boca masturbarme. Fue fenomenal, había aprendido a chuparla excelente. Empecé a mover mi pubis y mi verga fue entrando más y más en su garganta. Denim solo se la sacaba para respirar y se la volvía a meter entera. Le encantaba mi verga peluda, decía que los pelos le fascinaban, y por eso disfrutaba tanto las mamadas.
–Que bien lo haces— logré decir entre tanto placer. Denim saco mi verga de su boca y comenzó a lamer el glande, algo que casi me hace venirme. Lo succionaba y lamia. Incluso chupo mis huevos, algo que me encanta, y más viniendo de su parte.
Lo bese un poco más y lo lleve al borde de la cama, donde lo pare y el se acomodo en el colchón. formando una especia de "¬" sobre la cama: su espalda en el colón y su culo pidiendo a gritos mi pene. En ese momento vi lo lejos que había tirado mi pantalón, y no quería ir a buscar el condón. Y sin pensarlo se la metí así nomas. Y de un tirón.
–Ahhh– grito, lo tome de la remera y comencé a penetrarlo bien, bien duro y fuerte. El sonido de la envestida y el rechinido de la cama era algo muy bajo comparado con sus gritos.
Yo ya estaba sudado, pero no me quise sacar la remera. Lo tomé de la cadera y le di lo más fuerte y rápido que pude. Lo tome de la espalda y lo enderece, para poder besarlo. El gritaba como loco, gritaba demasiado fuerte, incluso Tomás, en nuestras noches de sexo agresivo, no gritaba tanto como Denim lo estaba haciendo ahora. Temí por un momento que un vecino escuche, pero Denim comenzó a moverse solo, para que lo penetre más.
Lo subí a la cama y lo puse contra la pared, abrí sus nalgas y le metí mi verga de nuevo. Se la saqué y la volví a meter. –ahhhh, ¡me duele!– gritaba ya casi sin voz el rubio, pero yo estaba poseído. Tenia mi vista en un punto fijo, en ver mi verga salir y entrar de su culo hermoso. Lo tome de los pelos, y si antes gritaba ahora estaba gritando peor.
Me senté y Denim se puso sobre mi, dándome la espalda, y se metió mi verga, Lo tome de la cintura y lo hacia bajar muy fuerte. Yo gemía como loco, casi muerto de placer mientras el rubio cabalgaba sobre mi. Me sentía como un actor porno, había pasado más de media hora y yo seguía dándole. Mi remera estaba, prácticamente empapada. Denim solo tenia un poco de sudor en las axilas, pero su espalda estaba algo mojada.
Lo empuje y quedo estirado boca abajo. Tome mi pene y lo metí, empecé a subir y bajar, para embestirlo. Denim se aferraba de las sabanas mientras gritaba, yo le besaba el cuello, mientras lo tomaba del pelo y le metía mi verga hasta el fondo de sus intestinos. Mis muslos me dolían, pero quería venirme en su culo. A los pocos minutos sentí el semen salir de mi verga. Denim dejo salir un suspiro y saque mi verga despacio, el semen que había quedado afuera, lo metí con mi verga, asta que entro todo. Lo tome de la espalda y nos acostamos en cucharita, mientras le besaba su espalda y le decía lo lindo que era. Yo estaba completamente empapado, me saque la remera y la puse a secar. Denim se cambio y comenzamos a charlar. Yo no me había vestido, y mi verga se comenzó a enderezar de nuevo.
Denim, al parecer no puedo resistirse, y me hizo otra mamada maravillosa. Esta vez, sin tocarlo, deje que el haga el trabajo. Me masturbo, la chupo, beso y succiono mis huevos.
Después de eso, me vestí y nos dormimos juntos. En la noche le tocaba sus nalgas preciosas y lo acercaba a mi pene. Dormimos muy calentitos y apretados. A la mañana como su madre no llego, me hizo otra mamada. (de verdad que le gustan las mamadas) Desayunamos juntos y cunado su madre llego, le di un beso de despedida mientras ella no miraba.
Eso es lo último que ha pasado…. Si vuelve a pasar, cosa que espero con muchas ansias. se los contare.
Tal vez, solo tal vez, cuente lo que paso con el chico que les conté: Tomás. (Eso era muy intenso y sera muy largo de escribir) pero repito. Tal vez lo haga.
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