Mi suegra Nina

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos, esto que voy a contar es real, absolutamente real. Soy argentino, me llamo Esteban, tengo 28 años, vivo en España hace 5 años, actualmente estoy viviendo en pareja con Noelia, una chica española, hija de padres portugueses, tiene 35 años y su madre Nina de 58 vive con nosotros.

La señora es viuda, muy menudita, pequeña, mide 1 metro 50, pesa 48 kilos, muy rubia, y muy ingenua, una mujer que tuvo muchos problemas en su vida, el marido la sobre protegía, no la dejaba salir a ningún lado sola, hasta que murió, después de mas de 30 años de matrimonio, y ahora ella se ve indefensa, ella vive con nosotros, pero es como que depende de lo que digamos su hija o yo, muchas veces hasta molesta su ingenuidad, con Noelia le decimos que se busque un novio, que salga, pero a ella la horroriza salir con alguien que no fuera su marido, y ahora a donde vamos, la llevamos siempre a cuestas, yo trabajo de seguridad en el turno de la noche y mi mujer es enfermera, la mayoría del tiempo en la semana estamos solos mi suegra y yo, ella me atiende con devoción, como atendía a su marido, la sumisión es total. Una mañana en que llegue de trabajar, ella me esperaba con el desayuno y nos pusimos a hablar, yo le saque el tema del sexo, ella sentía vergüenza de hablar de eso, y entre risas nerviosas y esquivar mi mirada, me contó que solo había tenido sexo con su difunto esposo, pero que solo la había cogido por la concha, cuando le pregunté si nunca le había chupado la pija al marido o se había dejado coger por el culo, ella me miraba como si le estuviera diciendo las cosas mas tremendas del mundo, o si el marido le había chupado la concha a ella, se reía con una risa estúpida, nerviosa, restregaba sus manos, bajaba la mirada, que eso no se podía hacer, que ninguna mujer haría eso.

A Noelia le encanta grabarnos cuando cogemos, con ella hacemos de todo en la cama, es una mina que todo le sirve, hasta estamos pensando en hacer un trío con una amiga suya, me dice que le encantaría que otra mujer le chupe el coño y ella chuparle el coño, ver como la amiga coge conmigo, es una chica de mente abierta. Yo le comenté a mi suegra que estaba equivocada, que la mayoría de las mujeres les gustaba hacer de todo en la cama, pero ella insistía que no, hasta que decidí mostrarle un vídeo de como cogíamos con su hija, ella estaba al borde de un ataque de nervios por lo que le dije, pero después de tanto insistir accedió, puse el vídeo, y ahí estábamos, Noelia y yo en bolas, matándonos en la cama, mi suegra no podía creer ver a su hija chuparme la pija, como le chupaba la concha, como se ponía en cuatro patas y me dejaba cogerle el culo, como disfrutaba, escuchar los gritos de placer de su hija siendo cogida por el culo, a mi a todo esto se me había puesto dura la pija y Nina, mi suegra veía eso con los ojos muy abiertos, "ves Nina, como eso se hace en la cama", le dije, poniéndome de pie y saque mi pija, acercándola a su cara, "que haces?", me dijo, viendo mi pija dura a centímetros de su boca, "abrí la boca y proba lo que es chupar una pija, ahora no soy tu yerno, soy un hombre que te va a coger", le dije, acercando mas mi pija a su boca, "pero no se como se chupa", me dijo, sintiendo mi pija pasar por sus labios, "abrí la boca y te enseño", le dije, apretando su cabeza contra mi pija, notando como abría su boca y dejaba que le meta la pija, se la metía hasta la mitad y le dije que le pase la lengua por dentro de su boca, que la acaricie con su lengua, mientras la hacía entrar y salir de su boca, que succione como si fuera un helado,

Yo le decía como hacerlo y ella como sino tuviera voluntad propia lo hacía, se la metía hasta la garganta, mientras mis manos le habían sacado sus pequeñas, blancas y duras tetas, apretándolas, jugando con sus pezones rosados, que estaban duros, ella seguía chupando, "te gusta chupar la pija Nina?", le dije sin dejar de manosear sus pequeñas pero hermosas tetas, "si", me dijo sin sacar mi pija de su boca, "vamos a la cama que te voy a coger", le dije, sacando mi pija de su boca y sin dejar que se cubra las tetas nos fuimos a la cama, la desnude toda, ella se moría de vergüenza, la acosté boca arriba, le abrí las piernas y le empecé a chupar su concha, que de rubia que es, apenas tenía pelos, ella, arqueó su cuerpo para arriba, gritando de placer, era la primera vez que le chupaban la concha, no se que me decía, se que algo decía, pero no entendía lo que era, yo le estaba chupando esa concha mal cogida que tiene y le metía los dedos, estaba empapada, me fui acomodando entre sus piernas y le empecé a meter la pija, ella gemía, gritaba a cada centímetro de pija que le entraba en la concha, hasta que se la metí toda y la empecé a coger, nos mirábamos, le chupaba sus tetas mientras mi pija entraba y salía de su mojada concha, le bese la boca y le metí la lengua, casi me la muerde de nerviosa y caliente que estaba, "te gusta Nina, te gusta como te estoy cogiendo?", le dije, sin dejar de meter y sacar mi pija, "si, pero que vergüenza", me dijo, roja como un tomate, "ahora date la vuelta que te voy a romper el culo", le dije,

Sacando mi pija, la hice poner en cuatro patas, le abría sus nalgas y le empecé a chupar el ojete, rosado, bien cerrado, notaba como le caía jugo de su concha, yo le pasaba mi lengua, sintiendo ese sabor entre saldo e indefinido que tiene la concha de la mujer cuando acabo, y esta excitada, Nina gemía, movía su cabeza de un lado a otro, dejando que yo haga lo que quisiera con su cuerpo, "nunca en mi vida he tenido relaciones tanto tiempo", me decía dejando que le siga chupando el ojete y la concha, me acuerdo que temblaba de calentura mi suegra, me decía que había sentido como que sus ovarios le estallaron muchas veces, le dije que eso habían sido orgasmos, lo que me dijo que no se acordaba de haber tenido nada parecido en su vida,

Yo tenía la cara toda mojada con los jugos de mi suegra, ella estaba en cuatro patas, abriendo sus nalgas, ya que le dije que haga eso, exponiendo su ojete a mi lengua y a mis caricias, me puse de pie detrás de ella y le acomodé la cabeza de mi pija contra el ojete, Nina temblaba de caliente que estaba y haciendo una fuerza seca pero firme, le metí la cabeza, ella gritó de dolor, se quiso zafar, pero la agarre fuerte de su cintura y le seguí metiendo la pija rompiendo el ojete de mi suegra, ella gritaba que le dolía, había soltado sus nalgas, pero su culo es tan pequeño, que así como estaba en cuatro patas se le abrían solas, le pase una mano por debajo de ella y le empecé a acariciar el clítoris, el gemido que dio cuando le pase mis dedos por su concha, le acariciaba el clítoris y le metía un dedo en la concha, se relajo de tal forma que le metí toda la pija en el culo, me quedé quieto pero seguía acariciando su concha, hasta que ella sola empezó a moverse, gritaba de placer, yo le empecé a meter y sacar mi pija de su ojete, despacio, muy despacio, hasta que empecé mas fuerte, ella solo gritaba de placer, que placer haberle roto el culo a mi suegra y estar cogiéndolo así, notar como mi pija entraba y salía de su culo y escuchar como gozaba, como disfrutaba de ser cogida, como le caía jugo de su concha, solo escuchaba sus "haaaaaaaaa", de placer sintiendo mi pija entrar y salir de su ojete,

"Nina, te voy a dar mi leche, te voy a llenar tu culo de leche", le dije a punto de acabar, "si Esteban, si, ya no doy mas, me duele todo", me dijo, dejando que le meta la pija lo mas adentro que pude y me empecé a acabar dentro del su culo, parecía que me estaba meando, ni con mi mujer había disfrutado así nunca, por favor que polvo le estaba echando en el culo a mi suegra, así me quedé un rato con mi pija toda dentro de su culo, jadeando de placer, hasta que se la saqué, ella cayo rendida sobre la cama y yo quedé parado temblando de goce, "me duele el culo", me dijo, "ya te vas a acostumbrar", le dije, acostándome a su lado, "te gustó como te cogí", le dije besando sus labios, "si, me gustó mucho, espero que sigas follándome", me dijo, apoyando su cabeza contra mi pecho, así nos quedamos casi hasta que vino mi mujer, los dos en la cama, abrazados.