Mi suegro se da cuenta que mi esposo ya no me atiende
Resulta que, por esa época, mi esposo ya no me estaba atendiendo de la manera como yo necesitaba. Al principio sí que me traía como muñeca de trapo, pero ya hacia algún tiempo que ya no me daba todo lo que una putita caliente necesita. y mi suegro lo sabe..
Resulta que, por esa época, mi esposo ya no me estaba atendiendo de la manera como yo necesitaba. Al principio sí que me traía como muñeca de trapo, pero ya hacia algún tiempo que ya no me daba todo lo que una putita caliente necesita.
Y para colmo, por razones que no tiene caso comentar, se le ocurrió la pendejada de traerse a mi suegro a vivir en casa con nosotros, así que, pues si de por si la intimidad estaba ya lejos de darse, pues ahora menos con la presencia de mi suegro.
Así que de vez en vez me daba mis escapaditas por ahí, a ver que pescaba, con tal de bajarme un poco las ganitas.
Pero la verdad es que no es lo mismo, a veces me atacaba la culpa, pero cuando me llegaba la calentura otra vez, pues se me quitaba y a darle nuevamente.
Así que me anduve cogiendo con uno que otro durante algún tiempo, yo, pues ya como que medio me calmaba uwu.
Y es que a los 18, una está que tira fuego a lo bestia, y pues es urgente calmarlo, como sea y con quien sea.
Estoy segura de que mi suegro, aunque apenas me estaba conociendo, como que ya se empezaba a dar cuenta de la clase de puta caliente que tenia mi esposo en casa, y claro esta que el notaba que mi marido no me atendia correctamente.
Así que, algunos pocos meses después de haber llegado a la casa, como que ya se empezaba a animar a coquetearme y discretamente me echaba los perros.
Yo, pendeja, al principio no me daba cuenta, pero con el tiempo, el viejo ya había agarrado confianza conmigo y como que empezaba a volverse un poco más descarado, aunque discretamente.
Una tarde, al estar preparando la comida, entro a la cocina y me llego por detrás, pretextando ya ni se que cosa, el caso es que me dio un arrimón de verga mero enmedio de las nalgas, tan rico que me hizo recordar cuando yo tenia que viajar en camión hacia la escuela y los pelados me hacían que me mojara todita con tanto arrimón y manoseo, nomas de acordarme me pongo chinita. Como extraño esos días ufff.
Y así me puse al sentir el tremendo pedazo de carne de mi suegro mero entre las nalgas. Sin querer yo me estremecí todita y me quedé quietecita sin saber que hacer ni cómo reaccionar.
Pero mi cuerpo si que supo que hacer, mis pendejas nalgas se movieron tantito como para frotarse un poco contra mi suegro y enseguida sentí como se le ponía mas dura y se le paraba, mis pezones se pusieron en alerta y mi sexo empezó a lubricarse como si esperara el momento de entrar a la batalla.
Sin decir palabra, mi suegro, ya mas animado, me tomo por la cintura y me puso los labios en el cuello, haciéndome estremecer todita y poniéndome bien caliente.
~Estas bien buena mamacita~
~Y estas que ardes~
~Necesitas mantenimiento urgente~
~Por dios don Agapito, que soy la mujer de su hijo~
El mendigo viejo me frotaba más y más jalándome por la cintura y apretándome contra él.
Yo ya empezaba a jadear y a suspirar pidiendo en silencio que ya se decidiera de una buena vez.
~Se que eres la esposa de mi hijo, por eso me pones tan caliente, una nuera tan buena y tan puta como tú no es para dejarla pasar~
~Pero que cosas dice don Agapito, tenga más respeto~
~Si mamacita, te tengo respeto, pero tengo mas ganas de cogerte ahorita mismo que hasta se me olvida mi hijo~
Ahora ya me besaba el cuello con más pasión y me agarraba las tetas casi con desesperación, jugueteando con mis pezones que ya estaban por salirse del bra.
~Ahhhhh don Agapito, que me hace? ahhhh~
~Pues veo que ya te hace falta un macho que te llene, estas pidiéndolo a gritos puta~
~Ahhh d_o_n Agapito, ahhh que rico Aga…hhh~
~Ya déjeme por favor, que no respondo~
~Eso, veo, ya estas respondiendo~
Diciendo y metiéndome mano entre las piernas, notando como me tenia ya de mojada por lo tan caliente que me había puesto el condenado.
Me empezó a mamar las tetas, terminando con la poca resistencia que estaba poniendo ante sus deliciosos manoseos y arrimones de verga ufff.
El condenado viejo me trepo a la mesa colocándome de espaldas, me quito los calzones de un tirón, me separo las piernas (con un poco de ayuda mía) y me empezó a mamar la panocha de lo mas rico que hasta me hizo convulsionarme de pasión. (Las chicas saben de qué hablo.)
Al poco ya me tenia de rodillas mamándole la enorme verga, haciéndome que me escurriera de excitación. Mi esposo ni de lejos tenia algo así como mi suegro. Así que la estaba disfrutando a lo máximo, creo que hasta los huevos le lamia haciéndolo gemir de excitación.
~Que bárbara mamacita, donde aprendiste a hacer eso, porque estoy seguro que con mi hijo no~
Me decía completamente excitado y me tomaba de la cabeza para podérmela meter más y más adentro, haciéndome toser, se me ocurrió pasarle la lengua por el hoyito, me imagino que sintió mi lengua super rico que hasta pego un brinco de placer.
~Que puta pervertida eres, pero sigue, sigue~ decía jadeando.
Así que decidí sacar mi lengua y le empecé a meter los dedos haciéndolo suspirar de calentura al viejo pervertido. Así estuve algunos momentos hasta que me separo de el de un empujón.
~Para ya puta, que me vengo, ya es hora de darte lo que necesitas~
~Ponte en cuatro zorra y para bien el culo, que ahora vas a saber lo que es un macho de verdad~
~ ¿De verdad don Agapito, me lo promete? ~
~Si mamita, separa las piernas y ábrete las nalgas, ya verás~
Como pude le obedecí y el muy perro me empezó a lamer el culo y a veces el sexo, poniéndome mas caliente que una puta con ganas.
~Ahhhh don Agapito, que hace? ~
~Recuerde que soy la mujer de su hijo, ahhhh~
~Eras, a partir de ahora serás mía solo mía, te hare mi puta de planta~
~De verdad don Agapito ahhhhhh me lo promete? ~
En eso, se acomoda detrás de mi y me la empieza a meter casi con desesperación, haciéndome venirme tremendo de las enormes ganas que tenía, ya que la tenía bastante atrasada.
~Eres increíble, mamita, no he conocido puta más caliente que tú, mi hijo no sabe lo que tiene en casa~
En eso me la saca del sexo y me la empieza a meter por el culo, haciéndome chillar de dolor.
~Ayyyy don Agapito, no haga eso, ayyyy~
~Te duele? ~
~Si ayyyyyy~
~Duele mucho? ~ preguntaba dando tremenda cogida mas y mas rápido
~Ayyyyy si, mucho~
~ ¿te la saco? ~
~Noooooo, ayyy, ayyy, no, sigue, sigue, dale papi, ayyyy~
Así me tuvo cogiendo durante bastante tiempo haciéndome venir abundante varias veces y el condenado viejo como si nada, hasta que finalmente me lleno todita de su leche caliente, dejándome botada como trapo sobre el sofá, totalmente desmadejada, jadeando de la dura batalla que acabábamos de realizar.
Al rato, me fui a bañar y apenas me acababa de arreglar cuando llega mi esposo del trabajo. Yo no tenia lista la cena, así que apresure a prepararla rápidamente.
En la noche, ya para dormir, me sorprendió mucho que mi esposo me pidiera coger, ya que hacia tiempo que no lo hacía, esa noche me dio tremenda verguiza que la verdad se me hizo bastante extraño, así que como que empecé a sospechar que algo ahí no andaba bien, las cosas no me cuadraban, así que…
Continuara….
No te pierdas el siguiente Relato, no te imaginas ufff.
Venta de Contenido
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!