Mi tia araceli
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por tila_ra9.
Que tal amigos les contare otra aventura que tuve en esta ocasión le toco a mi tía Araceli, les cuento que ella tiene 35 años por esa época yo tenia 20 y se acababa de de separar de mi tío Andrés el cual la dejo por su secretaria que créanme que si las comparamos no le pide nada a mi tía pero bueno cuando la calentura es grande ni que discutir.
Mi tía tiene 2 hijas mi prima Mayra de 18 años la cual decidió irse con su papa por que para ella la culpable fue su mama y maggie con 5 años de edad pero bueno entremos a la historia.
Después del divorcio de mi tía me fui a vivir una temporada a su casa cuando le tocaba hacer el aseo siempre me quedaba observándola tanto que fantaseaba con ella a tal grado como si estuviera soñando me desperté de aquel sueño tan raro, mi tía estaba fregando el piso de la cocina mientras me miraba con deseo. Yo estaba sentado frente a la mesa desayunando, mientras ella me provocaba con esa posición y su vestido mojado a la altura de las tetas, pero ella me despertó:
Javier, date prisa que llegarás tarde al colegio – Me dijo mi tia gritando.
No se, mi tía se enfada muy rápido desde que mi tio la dejo, creo que se siente un poco sola. Nunca la he visto salir con nadie desde entonces.
Mientras pensaba todas estas cosas sentado frente a la pizarra en clase, la profesora de economía me llamó la atención.
javier, despierta, ¿en que estás pensando? Aquí se viene para atender, no para dormir.
Uhmmm, hoy no es mi día pensé mientras acababan las clases de hoy.
Llegue preocupadísimo a casa, era raro… Estaba pensando en el sueño que tuve con mi tia durante todo el día. Llegue a casa rendido y me tire en el sofá para echar una siesta.
Al cavo de un rato, me despertó el móvil, era mayra, mi prima. Me dijo que su papa estaba saliendo con una chica muy guapa y lista y que últimamente esta muy feliz.
Desde que mi tio y Mayra se fueron de casa, yo he cambiado mucho, ya no soy el gamberro que era antes, intento cuidar de mi prima pequeña Maggie y de mi tia.
Me fui arriba, al segundo piso, fui al cuarto de Maggie, para verla estudiar, se parecía mucho a su hermana y luego a mi cuarto a dejar la mochila y a jugar un rato al ordenador. Pero algo interrumpió el plan, un sonido repetitivo como si fuese una ventosa empapada de aceite llegó desde el cuarto de baño hasta mis oídos. Gracias a la puerta, por estar un poco abierta, pude escuchar aquello, me acerque para ver que ocurría y ….
¡Dios, pero que estoy viendo!
Mi tía Araceli, estaba acostada en el suelo sobre una toalla, con una pierna apoyada en el bidé y la otra pierna en el suelo de puntillas. Un dildo de poco tamaño, creaba ese sonido que a mi tanto me extrañaba. Ese sonido aumentaba la velocidad, me ardían las orejas y los mofletes del calentón. Yo me quería ir, pero la otra parte morbosa de mi cabeza me obligó a quedarme allí contemplando aquel monumento.
Al rato, se magreaba con la otra mano los pezones, y le empezó a temblar las piernas gimiendo más fuerte de lo normal, luego dejó de mover el consolador y estuvo durante un minuto con él dentro, sin moverse.
Yo me largué rápido a mi cuarto, cuando ella empezó a recoger las cosas y a vestirse.
Aquello fue el motivo de mis toqueteos y corridas que fui teniendo a lo largo de dos semanas.
Poco a poco, intenté asimilarlo, mi tia me ponía a mil, estaba buena y me la quería tirar. Pero claro, debía de planear un método para que a mi tia le ardiese tanto la conchita por mí, como a mí el nabo por ella.
Pensé en mi nabo, a mis 20 años, la tenía bastante desarrollada. Mi ex siempre me lo decía, y hace 1 año de eso. Así que puse el plan en marcha.
Placa, placa, placa, placa… Dejé el cerrojo abierto y me empecé a masturbar en el baño, en 5 min. mi tia vendría a coger la ropa sucia como siempre hace a las 6 de la tarde.
Ñiic… ¡javier, dioos, cierra la puerta cuando hagas eso! Acaba y ven a la sala para hablar.
Uuah, le hice caso, pensando en como me había mirado la polla, me hice una tremenda paja que dejé llover semen por todo el baño. Luego me tocó limpiarlo todo.
Me senté en el sofá y llego ella.
Javier, entiendo que con tu edad te masturbes a menudo, pero tienes que saber que hay una niña de 5 años en casa y que puede entrar en el baño y ver tu… bueno, aparte he podido ver que no te sobra carne, así que ten cuidado, puede pensar muchas cosas sobre eso, y aún es muy pequeña – Me dijo sin parar a respirar y muy nerviosa.
Así que te pido de favor que no vuelvas a masturbarte con Maggie en casa.
tia, pero… Pero nada javier, pero nada, no puedes masturbarte sin poner el cerrojo.
Me había enfadado un poco y le conteste:
Pero tia, si hace 2 semanas y algo, cuando llegué de clase la puerta del baño estaba abierta y pude ver como tu te…
Callate – Me interrumpió ella. – solo trata de no masturbarte tanto.
Quedo todo arreglado, un acuerdo justo, los dos habíamos hecho lo mismo.
tia, yo también quería comentarte algo. – Era mi oportunidad de cambiar un poco a mi tia. – Mira desde que mi tio se ha ido, nunca te ríes, siempre te enfadas y gritas por poca cosa y nunca quedas con nadie.
javier, significa mucho para mi que te preocupes, pero no tengo ganas de salir, me da vergüenza, encima aún quiero a tu tu tio. – Me dijo tristemente.
mira, esta noche llevaremos a Maggie a casa de las tias y te llevaré a un restaurante-pub que yo me sé apartado de la ciudad, donde nadie te conozca y así nos lo podamos pasar bien.
Se lo pensó, se tomó su tiempo y me dijo:
Tienes razón, aún soy joven para quedarme aburrida en casa, encima iré con mi propio sobrino, no será una cita de hombre-mujer, y no tendré vergüenza.
A la noche, se puso un vestidito negro y corto, era precioso. Me lloraban los ojos al verla. Yo me vestí con unos vaqueros modernos y una camiseta apretadita y fuimos hacía allí.
Durante la cena, me porte como un verdadero caballero. La hice reír durante toda la cena, hice un brindis jurando que de a partir de ese momento nunca más estará triste, y al acabar la cena la invité a un baile en la parte pub del restaurante.
Bailé con ella durante media hora, canción tras canción, algunas pegados, otras más aireados asta la ultima canción. Le dije al Dj que pusiese su canción preferida, y se sonrojó mucho al oírla. Me pegué a ella, abrazados la bailábamos, nos mirabamos a la cara como una pareja antes de besarse y nos reíamos, luego pusimos la cabeza en el hombro del otro y empecé a calentarme por la situación, noté que se pegaba más a mi y hacía fuerza contra mí.
Acabó la canción y nos fuimos a casa. Dejamos las chaquetas en el sofá y subimos arriba los dos. Sin darle importancia me fui con ella a su cuarto, me senté en su cama.
tia, ¿que te ha parecido? – le dije.
Hijo, tu tio solo hizo algo parecido a esto una vez, pero estaba tan borracho que cagó el momento. – Me dijo riéndose a carcajadas.
tia, te quiero mucho. Las únicas mujeres en mi vida, sois tu y Maggie – Le dije muy entusiasmado.
yo también te quiero mucho. – Me abrazó y luego empezó a quitarse la ropa.
¿Te importa que me cambie? – Me pregunto de espaldas a mi.
Para nada, no hay problema.
Se quito el vestido, el sujetador. Ver su cuerpo de espaldas, con ese culo redondo y duro, su precioso pelo que le rozaba los hombros y su piel de gallina bronceada mi bulto se hacía cada vez más grande, parecía querer salir a ver la luz.
Luego se puso el camisón y se dio la vuelta.
Ohhh, javier, pero que es eso que tienes ahí – Señalando mi bulto que me sorprendió hasta a mi. – va a ser mejor que vayas a tu cuarto a dormir, porque estoy un poco bebida y hace como dos años que no tengo cerca un hombre, con esa tremenda erección vas a hacer que tu tia, no sea tu tia.
Vale, jaja, me voy. Buenas noches – Le di un beso cerca de la boca, sensual, dejándole como ganas de otro y me fui a la cama.
Ya ahí en la cama, esperé un poco, para saber que estaba dormida y empecé a pajearme pensando en ese culo y esa hamburguesita que había entre sus nalgas.
Pensé en que hacia 2 años, como ella dijo que nadie entraba ahí dentro y lo calentito que debe estar eso cuando de repente su puerta se abrió. Yo me hice el dormido.
Mierda – Pensé. – Si entra me la verá dura, porque solo llevo el bóxer.
Pero no creí que entraría, pero así lo hizo. Me hice el dormido para ver a donde llegaba la cosa. Con la puerta de mi cuarto un poco abierta y la luz del pasillo, podía ver su silueta como se acercaba a mi cama. Con los ojos semiabiertos la miraba.
Ella se paró enfrente mía y se quedó mirando mi poya durante 20 segundos sin saber que hacer. Luego se acerco un poco y me toco el brazo, yo no reaccioné aposta.
Ella me toco la poya por encima del bóxer muy despacio, la acariciaba muy lentamente y con mucho amor, lo hacía tan bien.
Al cabo de un rato, usando las dos manos, intentando no despertarme, me apartó el bóxer y me cogió el nabo con la otra mano.
Dioss – dijó muy despacio – Necesito esta gran poya dentro de mi. javier, estas venas me vuelven loca. Me estas convirtiendo en una guarra.
Se quitó el tanga, se subió encima mía y aparto un poco el camisón. Se la colocó a la entrada y bajó poco a poco su cuerpo asta que no entraba más. Creó paso subiendo y bajando, con una mano se tapaba la boca para intentar no despertarme. Entonces fue lo mejor.
tia, no te preocupes, yo también te quiero follar desde hace mucho tiempo – Le dije abriendo los ojos poco a poco – No tengas miedo, quiero que me cabalgues como nunca has cabalgado a mi tio andres.
Sus preciosas piernas brillaban, su preciosa panocha rosa me volvía loco, sus tetas se balanceaban enfrete mía. La sujetaba de la cintura y ella me pedia que la rompiese por dentro.
Despacio nene, espera un poco. Se salía y me daba unas chupadas en la cabeza de la verga. Se volvía a sentar y empezaba a moverse otra vez. Yo le dije:
-tia, por favor, ya no aguanto, me voy a venir.
Ella se empezó a acariciar su clítoris y llevó mi mano junto con la de ella. Muévela así, me dijo, dale placer a tu tia. Yo empecé a mover las manos sobre su vulva al ritmo que sacudía mis caderas y ella se movía, cabalgándome como loca. Los dos estábamos a punto, gemíamos, gritábamos. El semen me empezó a salir a chorros, llené la vagina de mi tia de mis líquidos y ella lo gozó impresionantemente.
Que ricooooooo !!!assiiiiii papito asiiiiiii mas !!! me vengoooooooo !!!
Esa noche fue la mejor de mi vida, nunca la olvidaré.
Al día siguiente, nos despertamos muy tranquilos, porque Maggie no estaba en casa, y estaríamos solos hasta la hora de comer.
Follamos unas cuantas veces más, en la cocina y en el comedor.
Fuimos por Maggie, volvimos, comimos y quedamos en que mientras ella no estuviese en casa, nunca haríamos nada. Solo cuando no estuviese en casa.
Pero después de eso, muchas veces, follamos con ella en casa a escondidas en el desván mientras ella estudia, o nos toqueteamos en la cocina cuando esta ella arriba.
Bueno, que decir, aquel día que yo planeé, cambió la felicidad de mi tia y la mía. Y creo que cuando Maggie crezca y pueda entenderlo se lo contaremos y será siempre un secreto.
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