Mi tía favorita
Un viaje familiar terminó siendo la mejor experiencia sexual de mi vida. .
Mi nombre es Jesús y esto que les voy s contar ocurrió durante las vacaciones de verano del 2016, en aquel entonces tenía 22 años y una relación muy buena con mis tíos y sus hijos.
En aquel verano mis tíos me invitaron a sus vacaciones familiares, cosa que no era extraña, siempre había salido con ellos y mis papás accedían a que viajara solo con ellos, ya habían pasado 4 años desde la última vez que viajé con ellos, pero esta vez era un poco distinto, solo viajamos los 3 (mi tío, mi tía y yo). Cosa que en lo personal se me hizo extraño, porque nunca habíamos salido sin mis primos.
Somos del interior de México, y en esa ocasión viajamos a la capital, antes llamada Distrito Federal, hoy Ciudad de México. Llegamos a la ciudad y nos encontramos con una amiga de mis tíos de unos 30 o 35 años, la recogimos, fuimos al hotel y bajamos al bar, tomamos unos tragos y mis tíos fueron los primeros en irse, eran como las 11 de la noche, mientras yo me quedé con karla, la amiga de mis tíos, una morena carnosa, un poco llenita, pero con una cara hermosa, ojos verdes, labios carnosos, un par de tetazas prominentes y un culo mediano, pero bastante apetecible. Nos quedamos platicando hasta la 1 o 2 de la mañana, ella estaba a mi parecer ya un poco ebria, pero todavía consciente de lo que ocurría, subimos y la dejé en la habitación de mis tíos, ella se quedaría con ellos, antes de irme a mi habitación que estaba en otro piso intercambiamos números de teléfono.
Subí a mi habitación, me di un baño, me puse una pijama y disponía a dormir, cuando karla empezó a escribirme, así que nos dedicamos a charlar un rato antes de dormir, a medida que la platica avanzaba la temperatura iba subiendo, y ella dio el primer paso y me invitó a bajar a la habitación de mis tíos.
Karla: Baja, te quiero enseñar algo.
Yo: Nooo!, como crees? Mis tíos están ahí.
Karla: Ya están bien dormidos, no se van a despertar, además no vamos a hacer nada, no seas miedoso.
Yo: No, mejor ven tu, tengo la habitación solo para mi.
Karla: No, olvídalo. Al final tu te lo pierdes, por miedoso. Buenas noches.
-En ese momento mi corazón latía muy rápido y la adrenalina invadía mi cuerpo, la excitación me había hecho empalmarme y quería tener sexo esa noche. No sabía realmente que esperar, pero dada la naturaleza de la platica antes de que karla me invitara a bajar, supuse que sería algo sexual. Me la pensé un poco, me levanté y con la pijama puesta baje a su habitación.-
Yo: Mira lo que me haces hacer, estoy afuera, abre.
….
-Pasaron 2 o 3 minutos y no obtuve respuesta.-
Yo: No te pudiste dormir tan rápido, anda, abre.
…
-Se escucharon ruidos al interior de la habitación y karla salió después de unos minutos.-
Karla: Pasale, pero no hagas ruido.
-Sentia que el corazón se me iba a salir, karla salió con un camisón de seda transparente que me permitía ver que no llevaba sostén, y solo una tanga.-
Me quedé mudo de la impresión de aquella imagen y solo atine a mover ma cabeza en signo de aprobación. Entre a la habitación y la luz del baño estaba prendida y la puerta abierta, lo que me permitió ver la silueta de mis tíos acostados en la cama del fondo.
Karla: Pasa al baño. Tienes preservativos?
Seguía estupefacto, no podía creer lo que estaba pasando, me iba a tirar a una madura que acababa de conocer ese día.
Karla: Tienes o no?
Yo solo tragué saliva y moví la cabeza para negar.
Karla: Entra al baño, ahorita voy.
Era un manojo de nervios, un cúmulo de emociones se apoderaron de mi. El morbo de follar a una madura desconocida, hacerlo a unos metros de mis tíos, todo parecía tan irreal, solo entre al baño, me lavé la cara para comprobar que no estaba soñando, ni era producto del alcohol. Di un par de vueltas, baje la tapa del retrete y me senté, Karla apareció en la puerta del baño.
Karla: Tienes suerte, tenía unos en mi bolsa.
Yo: No creí que fuéramos a hacerlo.
Karla: Por qué no? Ya no eres un niño y yo tampoco, no estamos para juegos, yo le dije a tus tíos que te trajeran, ya te había visto en las fotos de tu familia.
-bueno, me describo. Soy alto según dicen, 1.81 mts, de complexión delgada, un tanto atlética, pero sin parecer de gimnasio, tengo ojos cafés claros, cabello ondulado, y de tez muy blanca. Siendo realistas mi pene debe medir unos 17 c.m. erecto y es un tanto grueso, nada descomunal ni del otro mundo.-
Karla se agacho y empezó a bajarme los pants de la pijama y después el bóxer, mi falo salio disparado como por un resorte, ella lo veía como hipnotizada, se quitó el camisón y dejo verme sus pechos enormes, con una aureola negra y unos pezones duros y grandes que apuntaban hacia mi, quise abalanzarme sobre ellos, pero karla me detuvo, me dijo que ella iba primero, solo moví la cabeza y enseguida incrustó mi polla en sus labios, haciendo movimientos circulares con la boca y masturbándome con una mano, mientras con la otra ella se tocaba, era delicioso poder sentir una boca tan cálida succionando mi mástil.
Después de unos minutos, ella se puso de pie, me levanto y me dio un beso apasionado, incrustó su lengua en mi boca y su saliva combinada con mis fluidos entraron en mi boca, mientras me besaba tomé sus nalgas, y las apreté, bajé por su cuello, mientras ella se retorcía de placer, y lanzaba pequeños gemidos a mi oído, baje un poco más y me topé con dos enormes montañas, pose mis manos sobre ellas y estruje la cumbre de sus pechos con mis dedos mientras seguía besando su cuello, ella guió mi cabeza de tal modo que mi boca quedara a la altura de sus pechos y obedecí, me comí ese par de tetas como nunca antes me había comido alguna, mordi sus pezones, y ella gritó de placer.
Karla: Aaaaghhhh! No pares por favor.
Yo estaba en un éxtasis total, y seguí tal como ella lo pidió.
Yo: Te gusta como te como las tetas?
Karla: aaaghh! Sii-iiii, sigue y no hables.
Yo: Espera a que te coma el coño, vas a gritar como la zorra que eres.
Justo en ese momento tomé la iniciativa y la tomé por los hombros, hice que giramos para que ella quedara de espaldas al retrete y la sente, me puse en cuclillas y le arranqué las bragas de un tirón
Karla: Vamos a ver si eres tan bueno como dices.
Yo: No vas a querer que deje de hacerlo.
Karla: Callate y empieza.
-En ese momento abrió las piernas tanto como pudo y yo hundí mi cabeza entre sus muslos, desde el primer contacto de mi lengua con su clitoris sentí sus jugos escurrir por mis labios, gemía como una cerda, gritaba y se retorcía de placer, hacía vanos intentos por tomar aire, ella me tenía tomado de la cabeza y la hundía tanto como podía. Me di gusto comiéndose el coño, y la hice terminar con la lengua, ella quería más y me pidió que la penetrara. Así que la levante de la taza y la puse en cuatro patas, me puse el condón y la embesti una y otra vez, ella no dejaba de gritar, de gemir y de pedirme más, cuando estaba a punto de correrme, dejé de penetrarla y ella se giró, me quitó el condón y se metió mi polla a la boca hasta hacerme terminar.
Terminamos exhaustos, y fue entonces que recordé donde estábamos. Todo aquello lo habíamos hecho en el baño de la habitación de mis tíos, con ellos ahí, me puse pálido.
Karla: Que tienes? Estas bien?
Yo: Gritaste como loca, mis tíos escucharon todo.
Karla: Y que tiene? Ellos me dijeron que bajarás.
Continuará…
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