Mi tía favorita 3
Un viaje familiar terminó siento la mejor experiencia sexual de mi vida.
Llegue a mi habitación profundamente excitado, podía ni siquiera cerrar los ojos sin pensar en lo que había vivido esa noche, me parecía una locura, había tocado a mi tía, había sentido su piel tersa y la fragancia de su piel, no dormí el resto de la noche, me pajee un par de veces antes de intentar cerrar los ojos, cuando por fin el sueño empezaba a apoderarse de mi, el teléfono sonó.
Yo: Bueno …
Se hizo el silencio del otro lado de la bocina, pasaron unos segundos y por fin respondieron.
Laura: Hijo, pensé que seguirías dormido, nos vamos a desayunar, vienes?
Yo: ….
Laura: Hijo, estas bien?
Yo: Si, si tía. Ya bajo, solo me doy un baño rápido y los alcanzo en su habitación.
Era mi tía, a la que horas antes había visto casi desnuda y acariciado como nunca antes, hablándome de lo más normal. El solo hecho de que me hablara tan normal me hizo dudar, pero decidí seguir con lo planeado con karla, así que me levanté como un resorte de la cama y me metí a bañar.
Al cabo de unos minutos bajé hasta la habitación de mis tíos, toque la puerta pero no respondieron, así que supuse que se habían adelantado, así que me dirigí al elevador, y para mi sorpresa ahí estaba mi tía, la vi de espaldas, una blusa tipo polo color azul de lo más normal, pero unos jeans blancos ajustados que le levantaban el culo y marcaban sus bragas, me perdí viendo aquel espectáculo, no me di cuenta cuando ella entró al elevador y se dio cuenta que estaba parado afuera.
Laura: Vienes o te quedarás parado ahí afuera a esperar el próximo?
Yo: jajaja perdón, no se en que estaba pensando tía.
Le di un beso en la mejilla y ella le abrazó. No éramos los únicos en el elevador, así que se quedó justo detrás de mi y conversamos un poco.
Yo: Y los demás?
Laura: Tu tío y Karlita bajaron hace rato, ya tenían hambre, yo me quedé esperándote, pero como tardaste mucho pues me adelanté, pero que bueno que me alcanzaste.
Un remordimiento se apoderó de mi, debí de haber bajado antes? Por qué se habría quedado sola esperándome si pudieron decirme a dónde irían? Guardamos silencio, salimos del elevador y nos dirigimos al lugar donde desayunariamos, cruzamos la calle y ella me tomó la mano y así caminamos hasta llegar al establecimiento.
Karla y mi tío parecían estarlo pasando muy bien, en cuanto entramos pudimos ver como se reían a las carcajadas, en cuanto nos vieron entrar solte la mano de mi tía, y ella me dirigió una mirada como de reclamo. Desayunamos y después nos fuimos a visitar lugares turísticos, hicimos un recorrido por la ciudad y todo transcurrió de manera normal. Regresamos a eso de las 7 de la noche, en el algún punto del recorrido Karla nos dejó y se fue a su casa, me dijo que volvería para la cena.
Entramos al hotel, mis tíos se dirigieron a su habitación y yo a la mía. Entre, me quité la ropa y me di un baño, justo cuando estaba saliendo del baño, escuchó que tocan la puerta, solo me puse la toalla en la cintura y me asomé a la puerta, era mi tía.
Laura: Hola, estas ocupado?
Yo: No tía, recién estoy saliendo de bañarme, necesitabas algo?
Laura: Si, pero no seas grosero, invitame a pasar al menos.
Yo: jajaja (rei un poco nervisoo) claro que si, pasa, disculpa, es que como aún no estoy cambiado, pensé que te podría incomodar verme casi sin ropa.
Laura: Para nada, ni que fuera la primera vez que te veo desnudo.
Yo: jajaja siii, pero bueno fue hace mucho cuando me bañabas, las cosas cambian.
Me sentía avergonzado, no sabía que decir, sentía que estaba quedando como un tremendo estupido ante los ojos de mi tía.
Laura: Tienes razón, bueno, necesito bañarme, y tu entro antes que yo, y siempre se tarda una eternidad, así que me pareció muy buena opción venir a bañarme a tu habitación. No te molesta?
Yo: Claro que no, adelante
No había terminado de hablar con mi tía, cuando mi celular empezó a sonar, en el identificador de llamadas vi el nombre, era Karla. Me puse una playera y aún con la toalla en la cintura salí a contestar al pasillo.
Yo: Tu llamada no pudo entrar en mejor momento. Mi tía acaba de subir a bañarse a mi habitación, es mi oportunidad.
Karla: Ni lo intentes, justamente para eso te llamaba, es la última prueba de todas, si la pasas podrás disfrutar de lo que tanto quieres.
Yo: Prueba? De que estas hablando?
Karla: Me acaba de llamar tu tío y por eso te hablo, me dijo todo lo que planearon con tu tía, ella quiere ver si vales la pena o no.
Yo: Bueno, dime que tengo que hacer?
Karla: Mira, ella dejará la puerta del baño abierta, te pedirá que le lleves la toalla y sus bragas, saldrá del baño y fingirá que la toalla se le cae.
Yo: Y que con eso? Son claras señales de que quiere follar conmigo, no? Cual es la prueba?
Karla: A tu tía le gustan los caballeros, le gustan las atenciones, le gusta la delicadeza y los detalles. Dejara abierta la puerta del baño, ve pero no toques, ni te atrevas a entrar, te pedirá que le entregues la toalla y sus bragas, llevaselas, pero no te quedes, cierra la puerta del baño cuando salgas y por último, cuando se le caiga la toalla, levantala y se la vuelves a poner y te sales del cuarto hasta que ella termine.
Yo: Ok. Haré todo lo que me dices, muchas gracias.
Karla: No tienes nada que agradecer, vas a cumplir una fantasía mía, lo estoy haciendo por mi
Yo: Fantasia tuya? Jajaja me intrigas, quieres contarme?
Karla: Ahora no hay tiempo, tienes que entrar y hacer lo que te dije.
Me colgó e inmediatamente después yo entre a ma habitación. Tal como lo dijo karla, la puerta del baño estaba abierta y sus bragas y la toalla estaban sobre la cama. Me asomé al baño para espiar y pude ver a través del cristal que dividía la zona de la ducha de la del wc, la silueta de mi tía, aunque los cristales estaban empañados por el vapor del agua caliente, podía ver sus enormes pechos bamboleando mientras el agua de la regadera los bañaba. Permanecí inmóvil un par de minutos observado la escena, digna de cualquier película porno que hubiese visto, no podía evitarlo, estaba a punto de sacar mi polla y hacerme una paja, pero justo en ese momento me hablo.
Laura: Pepe, me pasas la toalla y las cosas que deje en la cama, por favor!
Espere unos segundos para contestar, abri y azote la puerta para que creyera que estaba entrando a la habitación, fingí mo haber escuchado.
Yo: Me hablaste tía?
Laura: Si, que si me pasas las cosas que deje en tu cama, por favor!
Yo: Voy
Tome las cosas, entre al baño y ella ya esperaba en la puerta de la ducha, se cubría con una mano sus pechos, pero dejaba su sexo al descubierto, permitiéndome ver su rajita bien depilada, fue muy rápido, traté de seguir al pie de la letra las indicaciones de Karla, así que entregue las cosas, salí del baño y cerré la puerta.
Al cabo de unos minutos mi tía salió del baño, con una toalla en el cabello y otra que le cubría de los hombros hasta arriba de las rodillas. Justo cuando pasaba en frente de mi, la toalla cayó, yo voltee a verla y ahí estaba, frente a mi, con sus pechos descubiertos, una aureola rosada, apenas perceptible, un par de melones firmes y redondos, de un tamaño mayor al que se le veía cuando llevaba ropa, y una tanga que apenas cubría la entrada de su vagina, fue inevitable perderme un par de segundos, como pude me recompuso y me agache a recoger la toalla, me pare justo en frente de ella, con mis manos rodee su cuerpo me acerque un poco a ella y sin decir una palabra, asegure la toalla por detrás, y de manera espontánea y sin pensarlo mucho, besé su frente y salí de la habitación y esperé en el pasillo.
Unos 10 o 15 minutos después, salió ella, con un vestido rojo que no dejaba nada a la imaginación, un escote provocativo, unas piernas desnudas y unas zapatillas que hacían juego con el color del vestido, la vi y solo atine a decir:
Yo: wooow!
Laura: jajaja que? Me sonrojas
Yo: Te ves increíble, tía.
Laura: No es para tanto, acompáñame a mi habitación porque con estos tacones seguro me caigo.
Yo: claro que es para tanto, eres hermosa. Vamos.
Caminamos en silencio y subimos al elevador, no aguantaba más, tenía que romper el hielo y decir algo.
Yo: Sobre lo que paso en mi habitación, perdón, no lo pensé, solo me dejé llevar.
Laura: De que hablas? Te portaste como todo un caballero, el beso en la frente fue algo muy lindo de tu parte, pero que tu tío no se enteré.
Yo: Soy una tumba, tu mandas, tía.
Vi como una sonrisa llena se satisfacción se dibujó en su cara y seguimos nuestro camino en silencio, la deje en la entrada de su habitación y volví a la mía, lo primero que hice cuando entré, fue dirigirme al baño para saciar todas las ganas de follarme a mi tía que contuve momentos antes, y cual fue mi sorpresa que al entrar al baño encontré las bragas que mi tía se había quitado, las tomé y las llevé a mi nariz y boca, imaginandome que la gloria se había posado en aquel pedazo de tela, los olores que emanaban de esas bragas, eran de mujer, de los fluidos de la mujer que tanto deseaba.
Termine de darme placer, impregne de chorros de lefa aquella prenda y salí s cambiarme, para volver a ver aquel forro de mujer que era mi tía Laura. Me dirigí al elevador y justo cuando se abrió, apareció Karla, lucía despampanante, vestido blanco, ajustado, con un escote en la espalda y una abertura en las piernas que a cualquier hombre le habría provocado una reacción.
Karla: Como te fue?
Yo: Hice todo lo que me dijiste, espero que bien.
Karla: jajaja yo creo que muy bien, vengo de la habitación de tus tíos, según se te dejaron un regalo. Te gusto?
Yo: Las bragas? Justo cuando subí después de dejarla, es lo que llegue a usar, las llene de semen, termine como nunca.
Karla: Pasaste la prueba, ya veremos que sigue después de esto.
Yo: Estoy a tu merced, tu eres la portadora de buenas noticias.
Karla: Vamos, está noche será inolvidable.
Esta historia me está intrigado mucho, espero con ansias la siguiente parte.