Mi tía favorita 4

Unas vacaciones familiares terminando siendo la mejor experiencia sexual de mi vida.
Anonimo

Karla había llegado a darme una gran noticia, había pasado la «prueba». El solo hecho de imaginarme lo que podría pasar esa noche hizo que me empalmara inmediatamente y para karla esto no pasó desapercibido.

Karla: Parece que a nuestro amigo le gustó la noticia.

-Mientras decía esto, su lengua jugaba con sus labios, a la vez que su mano izquierda se abalanzó sobre mi polla a punto de reventar.

Karla: Creo que me voy a cobrar los favores que te estoy haciendo.

Yo: Te pago lo que quieras.

La tomé por el culo y la acerque a mi para besarla apasionadamente e introducir mi lengua en su boca, entrelazados en ese beso apasionado nos dirigimos a la habitación, ella tomó el control de la situación y me lanzó sobre la cama. Me bajo la cremallera y libero a mi falo de su prisión, esta salió disparada por el orificio de la bragueta hasta quedar completamente expuesta ante la mirada impaciente de Karla, que en cuanto la vio salir, la hundió dentro de su boca, haciéndome una mamada monumental, que me hacia sentir en la gloria tras cada succión.

Karla: Cogeme, imagina que soy tu tiíta, dime: «que puta eres tia»

Estaba extremadamente excitado, y dispuesto a complacer a Karla en el juego de roles que ella quería que tuviésemos en ese momento.

Yo: Que puta eres tía

Karla: Vamos sobrino, coge a tu tía favorita, dame tu lechita.

Me levanté de la cama, tomé el control de la situación, levanté a karla del piso y la lance sobre la cama, su vestido facilitaba las cosas, me bajé el pantalón y solo tuve que abrirle las piernas y quitarle las bragas, su  rajita brillaba por los fluidos que escurrian de su sexo. La jale a la orilla de la cama, puse sus piernas en mis hombros y hundí mi cabeza en medio de sus piernas, colocando mis labios a la altura de su vulva y propinandole un beso francés a su vagina, en segundos sus fluidos empezaron a robar sobre mis labios, el néctar de Karla me bañaba la boca e inundaba mi lengua con su sabor.

Karla: Aaaaaaa, aaaaa metemela sobrino, metemela.

No obedecí, seguí succionando cada gota de fluido que emanaba de los labios de Karla, sentí como su cuerpo se estremecía en cada lenguetazo, como sus piernas temblaban tras cada succión, se moría por que la penetrara, hacia esfuerzos extenuantes para cambiar mi posición, quería que la fallara y eso me volvía loco, la tomé con firmeza de las manos y coloqué mi cuerpo de tal forma que ni pudiese moverse mucho, y segui con aquel oral, quería cada gota de aquel néctar de dioses, quería que me bañara con sus fluidos. Cuando estuve satisfecho y ella exhausta de luchar por cambiarme de posición, abrí sus piernas dejando su sexo a mi merced, mi mástil se preparó y atravesó la resistencia de su vagina propia de los espasmos provocados por sendos orgasmos que recién había tenido. Un grito ahogado de placer emano de sus labios, la tomé con fuerza, la penetre con furia.

Karla: Aaaahahgg no pares, por favor

Karla tomó una almohada y la colocó en su rostro para apagar los gritos que proferian sus labios, en la habitación solo se escuchaban mis alaridos y el ruido que provocaba mi pelvis al chocar con el culo gordo y delicioso de mi amante de esa noche. Después de una extensa faena, karla no pudo contenerse más y un último, pero gran orgasmo hizo que ella soltase un gemido propio de una bestia herida de muerte, un chorro transparente y caliente salió de su vagina empapando mi torso. Termine exhausto y ella también. No había tiempo para más.

Karla: Ni se te ocurra quedarte dormido, que no te vas a levantar.

Tenia razón, no era momento para tomar un descanso, estaba a punto de coronar mi mayor fantasía sexual hasta entonces. Me incorporé rápidamente y me dirigí al baño a tomar una ducha, a los pocos minutos Karla aprecio  en el umbral de la puerta, completamente desnuda, con sus pechos bamboleando de un lado para otro, se metió a bañar conmigo y una erección se hizo presente.

Karla: Ni se te ocurra, ya tuve bastante, además tienes que estar con energía para más tarde.

Yo: Vamos, solo la puntita.

Karla: No!!

Tomo una de las llaves de la regadera y cambio la temperatura del agua, un chorro de agua helada cayó sobre mi cuerpo y me hizo maldecirla.

Yo: No seas culera, pinche Karla, te pasaste de…

Karla: Hey! Más respeto para su tía. Ya salté, que ya es tarde.

Sin más reparos salí, el agua fría había apagado la calentura de ese momento.

Terminamos de cambiarnos y nos dirigimos a la habitación de mis tíos.

Manuel: Ay carbones, pues que estaban haciendo que se tardaron tanto?

Yo: Yo todavía no estaba listo tío, y luego se me manchó la camisa que me iba a poner.

Manuel: De que se te habrá manchado hijo?

Mientras decía esto dirigio una mirada complaciente a Karla.

Karla: JAJAJA ni empieces. Ya vámonos que ya es tarde.

Todos salimos, mi tío condujo hasta un bar a unos 20 minutos del hotel, cuando decendimos del coche me entregó las llaves.

Manuel: Ni se te ocurra tomar, hoy el que se emborracha soy yo, te tocara cuidar a las damas.

Entramos al bar, había música en vivo, pero sin el calor de unas copas, las cosas no me sabían igual, así transcurrió la noche, entre botellas y copas, mientras yo solo tomé 2 cervezas. Mi tío no tardo en emborracharse, karla le hizo segunda, pero veía que mi tía no estaba tomando más que una piña colada que le habían servido desde que llegamos, pasaron un unas horas y mi tío y karla ya no se podían sostener de pie, mi tía, me había invitado a bailar unas cuantas piezas con ella, las cuales aproveché para restregar mi pene en su enorme culo.

Laura: Hijo, yo creo que ya nos vamos, ya casi son las 3 y ve como están estos dos.

Mi tía había tomado muy poco, así que estaba completamente consciente.

Yo: Si, tía lo que tu me digas.

Mi tío estaba totalmente borracho, era imposible de mover, así que me acerqué a uno de los meseros y le solicité ayuda, mientras yo llevaba a mi tío al coche mi tía espero para cuidar a Karla. Regrese, tome a Karla en mis brazos y la deje en el coche, mi tía se sentó del lado del copiloto y nos fuimos al hotel. Llegando al hotel de la misma forma, dos personas me ayudaron a subir a karla y a mi tío a su habitación. Acompañe a mi tía hasta la puerta.

Yo: buenas noches tía, que descanses.

Laura: Hijo, te molestaría si subo a dormir a tu habitación? Así como están estos dos no me quisiera quedar con ellos.

Yo: Por mi no hay problema, tía, pero y si algo les pasa?

Laura: No te preocupes, solo ayúdame a acomodarlos.

Así lo hicimos y subimos a mi habitación, durante el trayecto mi tía se quejó de un dolor en los pies. Llegamos a la habitación y mi tía se sentó sobre la cama y se empezó a quitar las zapatillas, así que corrí y me ofrecí a ayudarle, tomé sus pies con delicadeza y empecé a sobarlos.

Laura: No es necesario hijo, no me queje del dolor de pies para que me hicieras un masaje.

Yo: No me molesta hacerlo, además es un buen pretexto para poder tocarte.

Laura: Jajaja me vas a sonrojar, pero andale pues, deja me pongo cómoda.

Empece el masaje por encima de las medias, sobre la planta de sus pies poco a poco fui subiendo, primero por las pantorrillas, sentía como la respiración de mi tía se agitaba, llegué a los muslos y sin pedir permiso le quite las medias, pude tocar sus piernas, sin ninguna barrera que me impidiera sentir lo terza que era su piel, de reojo podía ver como mi tía echaba la cabeza hacia atrás y sus ojos se tornaban blancos. Así segui un par de minutos, sin atreverme a dar el siguiente paso.

Laura: Estuvo delicioso, pero estoy muerta, me voy a cambiar.

Me volví a recriminar no haber avanzado más, había dejado ir mi oportunidad? Se habría acabado?

Mi tía se levanto de la cama y se dispuso a buscar su ropa.

Laura: Ay no puede ser!!!

Yo: Que paso tía? Todo bien?

Laura: No, no traje la bolsa con mi ropa para dormir.

Yo: Quietes que vaya por ella?

Laura: No, no te preocupes, prestame una playera, espero que no te moleste si duermo solo con eso.

Yo: No, para nada.

Busque dentro de mi maleta la playera más pequeña que encontré, se la di, me vio con ojos de reclamo

Laura: Ni tenías otra más pequeña? (En tono de sarcasmo)

Yo: jajajs perdón tía, fue la primera que encontré, si quieres busco otra.

Laura: No, está bien, solo apaga la luz para que no veas.

Yo: Esta bien.

Apague la luz, conté hasta 10 y la volví a encender, y ahí estaba ella, mi tía laura, una mujer de 1.60, de tez blanca y cabello castaño hasta la cintura de espaldas, con una tanga negra que me dejaba ver a plenitud su culo.

Laura: Pepe!! Que abusivo! Fue un plan con maña.

Apague inmediatamente la luz.

Yo: Perdón tía, estaba buscando mi cargador y por error presione el botón de la luz.

Se hizo el silencio y en completa oscuridad no podía distinguir nada, después de unos segundos sentí el cuerpo de mi tía recargarse sobre la cama.

Laura: Buenas noches.

Yo: Perdón tía, no quería que te enojaras.

Laura: Enojarme? Para nada, menos después del masaje que me diste, ya duermete.

Yo: Jajaja pensé que si te habías enojado, descansa tía.

Mi cabeza daba vueltas, a pesar de tener el aire acondicionado encendido, mis manos sudaban y mi corazón palpitaba aceleradamente, después de unos minutos tomé mi celular, me metí bajo las sábanas y active la lámpara, mi tía estaba dándome la espalda, esa visión hizo que me empalmara rápidamente, espere unos minutos, tome un respiro profundo y justo cuando me disponía a tocar aquellas nalgas tan deliciosas mi tía se levanto. Intente ocultar la luz de la lámpara bajo mi almohada, mi corazón parecía estar apunto de salir, volví a sentir el peso del cuerpo de mi tía apoyado sobre la cama, sentí el jalón de las sábanas y sabia que había vuelto a la cama.

Con mucha cautela tome el celular de nuevo, lo saqué de debajo de la almohada y apunte hacia mi tía, me quede estupefacto, se había levantado a quitarse la blusa. Espere unos 20 minutos hasta que volví a armarme de valor, pero esta vez empecé a acariciar su espalda suavemente.

Laura: La playera me quedaba muy chica y me sentía incómoda, mejor así, no?

Su voz me petrifico, pensé que ya estaría dormida.

Laura: Sigue con lo que estabas, por favor.

No dije una sola palabra y seguí acariciando su espalda, no lo pensé mucho y baje mis manos hasta sus nalgas, sentí como su piel se erizaba, tomó mi mano y la puso en su pecho y la apretó, acercó su cull a mi polla y empezó a moverse, sin dudarlo y con tanta rapidez como me lo podía permitir, con la mano que tenía libre pude quitarme la pijama y el bóxer, mi polla por primera vez tocaba la piel desnuda de mi tía, empecé a escuchar leves gemidos, liberé la mano que tenía sobre su pecho, la tomé de los hombros y la giré de tal forma que quedase boca arriba viendo al techo.

Tembloroso, no por miedo, si no por la adrenalina, acerque mis labios a los suyos y la bese, ella sin pensarlo me correspondió, mientras la besaba, baje mi mano derecha hasta sus bragas, las cuales estaban ya mojadisimas, las movi y empecé a follarla con mis dedos, a medida que mis dedos la penetraban el beso se hizo más apasionado, sentía como sus jugos escurrian entre sus piernas. Nuestras lenguas se fundieron en el beso y mis dedos seguían follandola. Termine de besarla y sin decir una palabra, baje por su cuello, su cuerpo se estremecía, sus gemidos se hicieron más fuertes, baje por su cuello hasta conquistar la cumbre de sus pechos, me quedé unos segundos disfrutando aquella delicia, ella tomo mi pene y empezó a hacerme una paja maravillosa.

Nuestros cuerpos temblaban de placer, ninguno de los dos había dicho una sola palabra, pero parecía que ambos nos comunicabamos  través de los gemidos, de la piel erizada, de los besos. Segui bajando por sus pechos, hasta llegar a su abdomen, luego la me quedé entre sus piernas, limpié todos los fluidos que había expulsando durante el proceso.

Morir ligeramente sus muslos, pase mi lengua por la longitud de sus piernas, me incorporé, las abrí y cuando estaba a punto de penetrarla me detuvo.

Laura: Te la quiero chupar.

No dije nada, tomé su cabello largo, hice una cola de caballo con mis manos y la dirigí a mi polla. Ella se puso en cuatro patas mientras yo arrodillado sobre la cama esperaba sentir la humedad de su boca. Tomo mi pene y pasaron algunos segundos, pensé que se habia arrepentido, cuando estuve a punto de preguntarle, sentí como la punta de su lengua conectaba con mi glande, sentí en ese momento que explotaría de placer, me hizo la mejor mamada de mi vida, su lengua recorría cada parte de mi polla, en cada arcada era una sensación indescriptible, el placer acompañado del morbo de saber que me estaba fallando la boca de mi tía.

Aunque el placer era inmenso, me moría por penetrarla, la detuve, y así en cuatro patas como estaba, me posicione tras de ella y como un toro en el ruedo, embesti a mi tía, mi falo entró con facilidad, fueron 3 o 4 embestidas.

Lura: aaaaa aaaaa aaaaa, siiii, que rico!

 

Cuando el placer se multiplicó, clara señal de que estaba a punto de terminar, ella también lo sintió, estaba a punto de salir para terminar sobre su culo, pero uso una de sus manos para evitar que saliera.

Laura: Quiero la leche de mi sobrino dentro de mi.

Estas últimas palabras llevaron mi placer al máximo y solo sentí como la descarga de lefa se prolongó por unos segundos. A pesar de haber terminado segui en un frenético mete y saca hasta que mi polla volvió a recobrar su dureza, entonces mi tía tomó el control, se volteó, me lanzo sobre la cama y se montó sobre mi.

Laura: Qué rápido te recuperaste.

Yo: Quiero aprovechar, no todos los días…

Me beso, y mientras me besaba seguía penetrandola, senti como el beso se hacia mucho más apasionado, sentí un calor emanando de su sexo, tomo mis manos y las puso sobre su culo, mientras con mi boca besaba sus enorme par de tetas, al cabo de unos minutos sus movimientos se hicieron más intensos, el calor que emanaba de su vagina cada vez era mayor, hasta que un grito sumado al temblor de su cuerpo le indicaron que había alcanzado el clímax.

Laura: aaaaaaaaahhg!! Siiiiiiii, que ricooo.

Después de esto, se desplomó sobre mi pecho y ahí permaneció unos minutos. Mientras yo seguía penetrandola.

Yo: Ya voy a terminar.

Laura: Espera la quiero en mi boca.

Rápidamente se incorporó y bajo hasta mi polla, la cual se llevó a la boca y en ella descargué chorros de leche caliente, mi tía no dejó escapar ni una sola gota y limpio con su lengua cada mililitro de leche que quedaba en mi.

Se recostó en mi pecho, y yo ya estaba listo para el siguiente round.

Laura: Vaya que tienes energía, pero la verdad es que estoy muerta, ha sido increíble, pero necesito dormir y tu también.

Yo:  Pero yo todavía quiero…

Laura: yo también, hijo, pero hay mucho que hacer por la mañana.

No había más que decir, decidí respetar su decisión, tampoco es que tuviese mucho que hacer al respecto, dormimos abrazados de cucharita.

Por la mañana, lo primero que senti, fue unos labios húmedos sobre mi polla, abrí los ojos y ahí estaba mi tía Laura. Me vio a los ojos y saco mi polla de su boca.

Laura: Perdón si te desperté, pero el se levanto antes que yo y se me antojó tanto.

Solo atine a sonreír, tome su cabeza y la volví a dirigir a mi pene.

Después de un rato el teléfono nos interrumpió, descolgar la bocina… era mi tío, teníamos que salir, a hacer unas compras, para poder volver a casa.

Volvimos a nuestra ciudad, y las aventuras con mi tía continuaron, karla se casó y se alejó de ese ambiente, mi tío se animó a decirme que el sabía todo y que no tenía ningún problema, algunas veces cojo solo con mi tía, otras mi tío nos ve y otras hemos hecho tríos.