Mi tia, hembra caliente,madura y peluda.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La esposa de mi tío hembra caliente y peluda.
Este relato es totalmente verídico, yo tenia como 16 años mi tìa 42.
Ella es una de estas mujeres que no es una muñequita de porcelana que si las tocas se rompen. Es una hembra con tremendo cuerpazo , piernas,muslos,caderas,tetas grandes, tiene los pies mas hermosos que una mujer puede tener y para terminar es muy caliente y bien peludita. A pesar de que se rasura sus piernas, no rasura sus axilas , ni su pubis, pues tiene piel ultra sensitiva y al rasurarse se irrita su delicada y peluda piel. Es justo el tipo de mujer que me prende , pues desde niño soy fetichista de pies de mujer y me encantan las grandes pendejeras, me excitan muchísimo los olores naturales del cuerpo femenino. Cuantas pajas me hice oliendo los pantys usados de la tìa , oliendo y jugando con sus zapatos acabados de quitárselos , olian a sicote rico, su almizcle delicioso, en fin en un viaje familiar pasò lo que siempre soñé.

En esta reunión familiar, todos saliron a un show nocturno en un hotel, mi tìa se había doblado un tobillo y me ofresi a darle un masage especial en sus ricos pies, de pensarlo se me pone como piedra. Cuando todos se habían largado mi tìa salía del baño, calzaba unos taquitos cerrados,unos pantys que a penas cubrían menos de la mitad de su negra e inmensa pendejera, sin nada mas cubriéndola quedaron ante mì esas tetonas con pezones oscuros grandes y largos,, con la aureola llena de pelitos finitos alrededor de ella y para colmo cuando me pego a chupar uno de esos pezones , comienza a botar leche, ella me dice que siempre ha botado leche de esa teta desde que parìo. Eso me exitò aun mas.

La dezcalse y comencé a mamarle dedito por dedito , la planta de los pies hasta hacerla venir solo mamando sus ricos pies. De ahí fui subiendo por sus piernotas hasta llegar a esa maravillosa selva ,tupida y abundante, negro azabache , le quitè el panty y ahì quedó ante mis ojos la mas rica,grande,tupida y negra pendejera que he visto. Comenzaba en su ombligo y terminaba en su coxis. Lo único que sobresalía era su gigantesco clítoris, media como una pulgada , flaquito y rojo. Metì mi cara en esa rica pendejera, su olor a jabòn y a chocha, me hicieron enloquecer. Después de haberle hecho venir con la mamada, subcionè toda su venida y con ella en mi boca fuì a sus axilas y regué un poco de su néctar en ella y comencé a mamarle los sobacos como si de dos chochas mas se tratara.

Tambien logro otro orgasmo solo mamandole las axilas.
Volvì a recoger su segunda venida y se la untè por las tetas y el cuello.
Ahora a la penetración .. Mis nada despreciables 9” de pinga entraron poco a poco en ella , mientras entraba y salía le mamaba sus pies mojados con sus jugos, ella se quejaba de dolor y gritaba de placer. Esta fuè la primera de muchas que por los próximos 5 años disfrutamos del sexo mas rico de mi vida.