Mi tía Laura 1ª Parte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
?
Lo que voy a relatar ocurrió hace muchos años, cuando yo tenía dieciocho. Yo estudiaba en la Universidad el segundo curso de la carrera de Medicina en una ciudad del interior del país a tres horas y media en coche del mar. Mis tíos se habían comprado un apartamento en la playa y lo habían puesto a nombre de mi tía L.. Un día me llamó mi tío para preguntarme si le podía hacer un favor. Mi tía debía firmar unos documentos en el notario de la localidad donde habían comprado el apartamento, pero él tenía mucho trabajo y no podía llevar a mi tía. Me preguntó si la podría llevar yo.
Cuándo hay que ir, le pregunté. El próximo Martes el notario ha citado a tu tía a las seis de la tarde. Sin problema, yo terminó las clases a las doce. Recojo a la tía cuando salga y nos vamos a la costa. Muy bien se lo diré a tu tía, podéis comer por el camino. Tu tía del notario saldrá hacia las siete, así que antes de las once de la noche estaréis de vuelta. El problema es que yo tenía un 600, un coche poco apropiado para una señora como mi tía, y por ello mi tío me prestó uno de sus coches para que el viaje fuese más cómodo para su mujer. Ese viaje con mi tía me hacía una gran ilusión, pues yo tenía fantasías sexuales con ella y me hacía muchas pajas imaginando que la poseía por todos los orificios de su precioso cuerpo . Era la hermana menor de mi padre y se llevaba bastantes años con él.
Tenía ella entonces treinta y cinco años, una edad ideal en la mujer. No era muy alta, su pelo era negro, sus ojos también negros, sus senos no eran muy grandes pero eran bellos y proporcionados, su culito era lo mejor, era respingón y los tacones que solía llevar se lo realzaban al contrastarlo con su cinturita de avispa. En fin una preciosidad muy manejable. Tenía dos hijas ,de once y ocho años. Los día anteriores al viaje fantaseaba yo imaginado las más extrañas circunstancias como que nos bañábamos desnudos en la playa y la poseía yo dentro del mar, y cosas por el estilo. También fantaseaba con que mi madre nos acompañaba en el viaje, hacíamos un trío y las dos se peleaban por ser la primera en ser poseída por mí. Por fin llegó el día del viaje. Naturalmente durante el trayecto no pasó nada de todo aquello que yo había fantaseado. A las seis le acompañé al notario, y cuál fue nuestra sorpresa cuando nos dijeron que no estaba. Mi tía alegó que teníamos cita con él, pero el oficial de la notaria nos dijo que había habido un malentendido pues la cita no era para el Martes, sino para el Miércoles. Mi tía pidió por favor que le dejasen un teléfono para llamar a mi tío, pero las comunicaciones entonces no eran como ahora y la conferencia se demoró casi una hora. Mi tía le explicó a su marido lo que pasaba. Él le dijo que me preguntara si tenía inconveniente en dormir allí esa noche, si era un trastorno para mí perderme las clases del día siguiente. Yo le dije que no. Así que nos quedaríamos a dormir allí y mañana volveríamos al notario. Mi tío le había dicho a mi tía que fuésemos a un hotel, pero ella que era muy ahorradora dijo que dormiríamos en el apartamento.
Cuando salimos de la oficina del notario eran ya casi la ocho y fuimos a cenar . De vuelta al apartamento anduvimos un rato por el paseo marítimo. Era invierno y empezó a hacer frio. Ya en el apartamento mi tía se dio cuenta de que en las camas solo había sabanas pero no mantas. Me enseño mi cuarto y me dijo que iba a darse un baño. Pero se dio cuenta de que no había agua caliente y me dijo no voy a ducharme entera pues no hay agua caliente, usaré sólo el bidé. O sea, que el chochín sí que se lo iba a lavar. Salió enseguida y me dijo ahora Carlos puedes lavarte tú, advirtiéndome que el agua estaba bastante fría. Entre y en el mismo bidé en que ella acababa de lavarse su chochín, me lavé yo mis genitales. Que ella se hubiese lavado allí mismo, me excitó, pero lo que más me excitó es ver su braga tendida, sin duda la había lavado para ponérsela limpia al día siguiente y ahora debajo de la falda que llevaba no llevaría nada puesto.
Tuve una erección y empecé a hacerme una paja .Mientras con la mano derecha jugaba yo con mi polla, con la izquierda tenía su braga y la olía y besaba por la parte que más íntimamente habría estado en contacto con el chochín. Entonces mi tía desde el otro lado de la puertea me dijo Carlos¿ cómo tardas tanto, te ocurre algo? Ahora salgo tía, le contesté. Deje de hacerme la paja y me lavé rápidamente y el agua estaba tan fría que la erección desapareció en un momento, quedando reducida la polla a su mínima expresión. Mi tía Laura a veces era algo descarada y picantona y me dijo ¿Cómo has tardado tanto?, si el agua estaba tan fría ,¿era muy largo lo que tenías que lavar?. Sí, eso ha sido dije yo. Entonces ella dijo ¡Vaya ! No tengo camisón y dormir con el vestido que llevó sería incomodo y además quedaría arrugado.
Puedo dejarte mi camiseta interior. Gracias , pero tú sin camiseta vas a pasar mucho frío. Estoy acostumbrado, yo duermo siempre completamente desnudo. Bueno , pues déjame tu camiseta y vamos a dormir. Allí mismo me desnude de cintura para arriba y le di la camiseta, diciéndole tranquila, que no huele. Era verdad , no olía y es que yo aunque no me duche no huelo mal nunca. Es grande , le dije , te cubrirá bien hasta medio muslo. Ahora vete a tu cuarto que me voy aponer la camiseta a modo de camisón. Yo entonces me llené de valor y me atreví a decirle: cuando te la hayas puesto me gustaría ver cómo te queda. Ya te llamaré me dijo. Pasaron cinco, pasaron diez minutos y no me llamó, así que me desnudé y me metí en la cama. Allí estaba yo como un tonto, pensando que tanto fantasear con mi tía Laura y ahora que estaba allí con ella, tan cercana y no pasaría nada de nada. Así que me dispuse a hacerme una paja, pero como estaba enfadado con Laura, lo haría fantaseando con otra hembra, lo haría fantaseando con mi tía Raquel que era hermana de mi madre y se parecía mucho a ella, en realidad mi madre era más guapa pero el pudor me impedía hacerme una paja fantaseando con mi madre, y eso que a veces lo había intentado, pero al tiempo de correrme no tenía valor de hacerlo pensando en mi madre y lo hacía pensando en su hermana cual si fuese un sucedáneo de mi madre. Estaba yo haciéndome aquella paja cuando oí que mi tía Laura me llamaba. Fui a su cuarto, como dormía yo desnudo cubrí mis genitales con la almohada y le dije que ya creía que no me iba a llamar para ver cómo le sentaba mi camiseta.
Eso ya lo verás mañana, ahora te he llamado porque tengo mucho frío y he pensado que durmiendo contigo tendré algo más de calor. Pero tía, no te parece que ya soy un poco mayor para dormir contigo, no creo que al tío le gustase. Me dijo tengo frío, yo no se lo diré y no creo que tú se lo vayas a contar, así que metete en la cama. Tiré al suelo la almohada con la que me cubría y me metí en la cama con Laura. Yo aún tenía la verga erecta y dura, así que me sitúe al borde de la cama para no tocar a mi tía con mi verga. Pero entonces ella me dijo te he llamado para que me des calor y si te quedas ahí es como si no estuvieses, así que acércate y dame calor con tu cuerpo. No me quedó más remedio que obedecer con la alegría con que se obedecen las ordenes cuando esas órdenes coinciden con tus deseos. Ella estaba en una posición en que me daba la espalda , así que yo la cubrí por detrás con mi cuerpo cómo si este fuese una manta , adoptando yo una posición en que procuraba con mi cuerpo cubrir la mayor parte posible del suyo. Naturalmente donde yo iba también iba mi verga, así que esta , aún erecta, quedo encajada en la rajita de su respingón culito, cosa que no parecía importarle , es más creo yo que lo había planeado pues tenía subida la camiseta dejando su culito sin cubrir por ella, y además se movía de una forma tal que parecía querer adoptar una posición que facilitará la introducción de mi pene hacia su chochín. Así, la punta del glande quedó a las mismísimas puertas de su sexo. Yo estaba encantado y entonces me dijo ella: Tu tío está enfermo del corazón y hace casi tres años que no me puede montar y yo me muero de ganas de volver a follar, así que si quieres follarte a tu tía Laura nadie se enterará. Mientras esto me decía notaba yo en la punta del glande la humedad que rezumba de su chochín. Pensé que pregunta tan absurda ¿qué hombre diría que no a una proposición así? viniendo de una hembra como mi tía Laura.
Yo le dije me encantaría, pero nunca he follado con una mujer , aún soy virgen. Entonces dijo Laura. Pero ¿quieres o no perder tu virginidad con tu tía Laura? A lo mejor prefieres hacerlo con una puta o con alguna chica de tu edad ,con alguna chica que te guste. Tía Laura, le dije no sé de una mujer mejor que tú para convertirme en hombre. Cualquier hombre soñaría con poder regalar su virginidad a una hembra como tú . De hecho yo he tenido ese sueño muchas veces. Si supieses cuántas veces yo ya te he penetrado con el pensamiento. Entonces se giró en la cama y quedamos uno en frente del otro, diciéndome supongo que eso significa que sí. Mientras follemos llámame Laura y si me quieres llamar puta, no me importará, es más es algo que me excita y me pone a cien. Me besó apasionadamente como ninguna chica de las que yo había besado lo había hecho. Su lengua jugaba con la mía. Enseguida comprendí que quien me iba introducir en el sexo era una auténtica diosa del amor.
A mí me daba vergüenza mi inexperiencia y el hecho de no tener el pene muy grande, en erección alcanzaba no más de doce cm. El hecho de que ella quisiese que le llamase puta también me excitaba, pero por otro lado me daba también vergüenza hacerlo. Me llené de valor y dije: Oye puta, me muero de ganas por follar contigo pero me da miedo no estar a tu altura y además mi pene no es muy largo. Me dijo: llevo tras años sin follar y ahora no vengas con lo típico de los hombres quejándose del pene que les ha tocado, en suerte, por lo que he sentido estaba duro y gordo y eso es todo lo que necesito y si no tienes experiencia para eso estoy yo para enseñarte. Te voy a dar la primera lección . No te quejes nunca del tamaño de tu pene, porque lo malo de un pene no es su tamaño sino que no se ponga duro. Ya puedes tener un pene muy grande que si no se te pone tieso y duro para que lo quieres. Así que mientras se te ponga no te quejes del tamaño. Ahora que ya soy muy mayor recuerdo esa primera lección de mi tía Laura y cuánta razón tenía. Carlos, me dijo no te preocupes de tamaños ni chorradas de experiencia, y disfruta, déjate llevar por el placer y confía en esta puta que es tu tía y tu madrina, y te quiere. Y dime, en esas fantasías que tú tenías conmigo que me hacías, cómo me follabas. Me encanta hacerme una paja pensando que te estoy follando al estilo perrito. Inmediatamente se puso en esa posición, ofreciéndome la vulva por la parte de atrás y me dijo pues ahora mismo vas a hacer realidad esa fantasía y yo la monté y penetré su vagina con gran facilidad pues estaba tan húmeda y jugosa que no ofrecía ninguna resistencia ¿Qué se siente cacho puta al sentir otra vez después de tanto tiempo una polla en el chocho? Placer ,mucho placer y si es la polla de mi sobrino favorito mucho mejor. Sabes Carlos, cacho cabrón, yo también me hago pajas jugando con mi clítoris y fantaseo con hombres y he fantaseado con este momento muchas veces. Y a la vez que decía eso me tomo una mano y me la llevo hasta su chocho.
Al tocarlo comprobé que era muy peludo, y cogiéndome un dedo lo llevó hasta el clítoris, diciéndome tócamelo suave, suave, así, así, cabrón, que bien que lo haces, sigue suave, sigue…. Estaba yo disfrutando mucho del gustito que mi polla recibía al ir metiendo y sacándola, pero también estaba yo preso de una gran excitación al ver que Laura estaba disfrutando como una loca del juego que yo me traía con su pepitilla y con ese suave pero a la vez intenso masaje sobre su clítoris la lleve yo hasta su primer orgasmo de la noche. Me di yo cuenta de que el orgasmo que había tenido Laura había tenido su origen en el clítoris y como alumno que quiere saber le pregunté, pero esto también te lo puede hacer el tío con sus dedos. Pues claro que me lo hace, pero aunque a mí lo que más me excita es que me toquen el clítoris la sensación es muy distinta según tenga a la vez o no una polla dentro de la vagina. Tener mi vagina rellenada por una polla es el complemento indispensable para un orgasmo total. Por eso el orgasmo que acabó de tener ha sido maravilloso. Ahora haremos una postura que a tu tío le volvía loco. Me dijo que me pusiera todo largo en la cama mirando hacia arriba, quedando mi pene erecto en vertical , y ella se puso en cuclillas metiéndose mi pene por el chocho y pivotando sobre él con su movimiento de rodillas iba subiendo y bajando su cuerpo haciendo que el pene se introdujera cuando ella bajaba, prácticamente hasta el fondo de su vagina y cuando ella subía quedaba el pene dentro pero sólo lo justo para que no se saliese. Luego estando el pene a penas introducido, volvía ella a bajar y el pene se introducía de nuevo hasta el fondo. Era como el cilindro que sube y baja en el pistón de un automóvil. Me enseño que si yo con las manos la agarraba por su cintura podía yo dirigir el sube y baja de su cuerpo y obtener así un mayor placer, al ser yo quien dirigiese el ritmo de tan placentero sube y baja Ese deslizamiento era maravilloso y mientras me lo hacía me preguntó si también fantaseaba con otras mujeres además de con ella. Yo le dije sólo fantaseo contigo.
Ella me contestó muy halagador por tu parte, pero no me lo creo, así que si no me dices la verdad se acabo el sube y baja. A veces con mi tía Raquel, la hermana de mi madre. Y ella me preguntó y¿ con tu madre?, ya sabes que muchos chicos a tu edad están enamorados de sus madres. Me gustaría pero siempre reprimo esos deseos, es más a veces tengo la fantasía de estar contigo y con mi madre, y que las dos queréis follarme y peleáis por ello, pero al final ella sólo está presente pues por pudor no me atrevo, aunque tengo muchas ganas, a tocarla ni mucho menos a penetrarla y sólo te follo a ti en su presencia. Carlos no te reprimas , sólo es una fantasía y no haces mal a nadie. Yo te voy a ayudar. Aquel sube y baja que yo ahora dirigía estaba a punto de llevarme al orgasmo y si aún no había llegado a él es porque cuando parecía que me llegaba yo paraba el ritmo para retrasarlo. Ahora Carlos cerrarás los ojos y pensarás que el chocho que estas follando no es el de tu tía sino el de tu madre y para hacerlo más real yo te llamaré hijo y tú me llamarás mamá o Carmen. Y ella me dijo soy tu madre, fóllame, hijo fóllame, como te follas a tu tía Laurita. Yo, oír aquello y correrme fue todo uno, mientras entre jadeos susurraba mamá, mamá, mamá. Ves Carlos, dijo mi tía, has tenido el primer orgasmo de tu vida con una mujer y aunque el chochín lo he puesto yo, a quien tu de verdad te estabas follado ha sido a tu madre. ¡Ojala hubiese tenido yo un hijo y me amase y desease tanto a mí, como tú deseas a la tuya! Después de unos pocos minutos de tregua mi polla otra pedía guerra. Laura se percató y empezó a besarla y a chupar el glande. Era agradable pero no tenía comparación con el chocho, por eso yo cambie de posición y me dispuse a metérsela otra vez. Laura que no era tonta se dio cuenta de mis preferencias diciéndome te gusta más el chocho ¡eh! Si, Laura tu chocho es pura vida y esta vez me puse yo encima de ella y la follé hasta llegar los dos al orgasmo. Luego nos abrazamos para darnos calor y nos dormimos con nuestros cuerpos entrelazados el uno con el otro.
A la mañana siguiente, al despertarnos le pedí que me enseñase como le quedaba mi camiseta. Se levantó de la cama y a mí me pareció que le quedaba preciosa . Le cubría su sexo, y ella poco a poco fue subiéndose la camiseta, dejándolo por fin a mi visión. Tal como lo había tocado la noche anterior , era muy peludo, y es que en aquellos años las mujeres no se depilaban su sexo, como hoy lo suelen hacer muchas de ellas. Una gran mata de pelo cubría su sexo, un pelo negro como sus ojos. Inmediatamente tuve otra erección y volvimos a jugar al sube y baja, pero esta vez había luz y podía ver el vaivén de sus pechos al subir y bajar su cuerpo y le pedí que se quitase la camiseta para poder ver el bamboleo de sus tetas. También me di cuenta de que su cara se veía más guapa que nunca y es que la cara de la mujeres adopta una belleza especial cuando están disfrutando de hacer el amor. Eso lo he comprobado siempre que he hecho el amor con otra mujeres. Esta vez jugamos al sube y baja imprimiendo yo un ritmo según el cual el descenso de mi verga dentro de su vagina era lento, y cuando llegaba a su punto mínimo y la verga apenas tenía solo la punta del glande dentro de su vagina, permanecía así unos segundos antes de comenzar la subida, la cual luego realizaba con una gran fuerza y velocidad rellenándole la vagina en un instante, para luego permanecer allí completamente metida unos segundos y luego empezar a bajar otra vez mi verga lentamente iniciando un nuevo ciclo de placer.
Ella mientras con sus dedos se estimulaba el clítoris y cuando llevaríamos unos treinta ciclos de sube y baja, ella se corrió y yo imprime un ritmo más rápido al sube y baja y con ello logré correrme de inmediato. Al sacar yo la polla de su chochín ella con su boca lamio los restos de semen que en él había. Yo acerque mi boca a su chochín e intenté lamérselo pero mi lengua chocaba con una maraña de pelos y sólo con gran dificultad llegue a notar su vulva que estaba muy húmeda y tenía un sabor saladito. Debido a la gran cantidad de pelos la experiencia ni fue tan agradable como yo imaginaba y es que cuando se cuenta la verdad como yo estoy haciendo no todo lo que se cuenta es agradable, si lo que quieres contar es la verdad. Creo que aquella experiencia fue determinante para mi idea de que cada cosa tiene su función; la verga no es para que te la chupen sino para meterla en un buen chocho, y la boca no es para chupar chochos sino para besar a otra boca, si bien también se pueden hacer esas cosas de chupar vergas y besar chochos como actividades placenteras complementarias.
Mientras Laura de lavaba en el bidé, vi mi camiseta en la cama observando como en su parte baja tenía manchas de semen seco, sin duda semen que durante la noche había refluido del chochín de Laura mientras ella dormía. Además de semen, también contendría sus propios fluidos vaginales. Me propuse conservar esa camiseta sin lavar y después de muchos años aún la conservó. Al volver del baño dijo necesitar una ducha de agua caliente, así que propuso ir a un hotel, donde podríamos darnos un baño juntos y volver a gozar los dos. Pero en aquellos tiempos un hombre y una mujer solo podían tomar una habitación de hotel si eran marido y mujer, así que deberíamos tomar dos habitaciones, y luego juntarnos los dos en una de ellas. Pero había además otro problema, pues la braga que Laura había dejado secando en el baño aún estaba húmeda y no se la podía poner, así que ahora yo tuve que dejarle mis calzoncillos para que ella no fuese por la calle sin nada debajo de la falda de su vestido. Ni que decir tiene que esos calzoncillos nunca los lavé y los conservó junto a la camiseta. Antes de ir al hotel fuimos a desayunar a una cafetería y luego Laura fue a hacer unas compras a una tienda de ropa intima. Allí compró unas braguitas y un picardías, todo muy sexy y de color negro. Luego nos dirigimos al mejor hotel de la ciudad. (CONTINUARA)
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!