Mi tia Mary
Mi tia Mary es una golosa sin pudor y me hace suyo!.
Desde que era pequeño, siempre fui un niño lindo, al cual la mayor parte de la familia apreciaba y quería, en especial mi tía Mary, ella tenía un par de hijos, Lucrecia y Salvador, a quienes visitaba regularmente, puedo decir que su casa era mi casa todos los fines de semana, ellos vivían en un complejo de apartamentos en el cual había canchas de varios deportes, casa club y alberca, así que era verdaderamente divertido asistir con ellos.
Mis tíos eran una pareja aparentemente feliz, ella una mujer de casa muy encantadora, con unos cuantos kilos de más, blanca, de estatura un tanto bajita, ojos verdes y cabello negro, con unas caderas muy anchas y un par de seños muy carnosos, mi tío era conductor de autobuses foráneos, buen tipo, pero pasaba su vida en el autobús y acudía muy poco a casa, así que mi tía era casi padre y madre, por lo que en ocasiones podía ser muy dulce, y en otras un demonio andante.
En casa de mis tíos el andar en calzones, o pijamas era muy normal, como en cada familia y como yo era parte de esa familia, pues no había mucha vergüenza cuando yo me encontraba ahí, además de que mi tía era muy mal hablada y picarona, poco a poco fui dándome cuenta de que a veces me enseñaba de más y a mí me encantaba ver esas nalgas enormes con tan solo una pequeña tanga o bien su hermoso par de tetas, blancas, carnudas con un pezón pequeño y rosita andar libres cuando ella salía de su cuarto por las noches y veía que la habitación donde yo me encontraba durmiendo con mi primo, al principio fue mera coincidencia que yo la viera, pero después ella esperaba 20 min después de que apagábamos la televisión para salir casi desnuda y pasearse por su casa, así que desde que me di cuenta reubique mi posición estratégicamente para verla salir y por supuesto masturbarme con aquel bello espectáculo.
En una ocasión, ella salió completamente desnuda, y fue directo al baño, yo trate de masturbarme en la cama acostado, pero me resultaba más placentero hacerlo sentado, así que me puse en el pie de la cama, sentado dándome gusto con tan rico espectáculo que acababa de presenciar, los lindos bellos púbicos de mi tía, con esas nalgas sabrosísimas y ese lindo par de tetas, me concentre a tal grado visualizando la imagen de mi tía, que no me di cuenta cuando ella salió, y la verdad no sé cuánto tiempo paso, pero se quedó en su puerta viéndome, cuando abrí los ojos, ella estaba con una mano sobándose un seno, y con la otra acariciándose su vagina, casi de inmediato pare de masturbarme y me subí la pijama, ella hizo como si se estuviera tapando tanto los pechos como su lindo triangulo y me dijo: “¿Todo está bien corazón?, ¿no puedes dormir?, ¿Quieres venirte a mi cuarto donde hace menos calor?” yo solo respondí: “No tía, gracias, solo que tuve calor y quería ir a la cocina por agua y creo que me quede dormido sentado…” no supe más que decir, sabía que me había pilado y yo a ella, así que me levante, fui a la cocina, tome un vaso de agua y al voltear para regresar a la habitación, ahí estaba ella, desnuda nuevamente, parada al lado mío, me abrazo y me dijo “Hay corazón, sí que tienes calor”, me dio un beso en la mejilla y una palmadita en la nalga, sentí su piel desnuda cuando la abrace y casi de inmediato mi erección fue notoria, así que con lo picara que era ella solo la sintió, volteo a verla y una delicada palmadita le dio y menciono: “mira… hasta tu amiguito anda despierto a estas horas, ha de estar buscando que lo refresquen… jajajaja” yo por supuesto con esa pequeña palmadita estaba que me chorreaba, y me dirigí a la habitación, me bebí el vaso de agua y fue que la vi llegar a la habitación y me volvió a decir: “De verdad no quieres hacerme compañía, en mi cuarto está más fresco que aquí…” y al observar la insistencia decidí irme con ella.
Llegamos a su cuarto, ella se acostó primero, así desnuda completamente, solo tenía una sábana color negro con la que tapaba, y me dijo: “Ven corazón, aquí a mi lado, solo tenemos esta sabana disponible, así que si quieres taparte vamos a tener que compartirla” me recosté en la cama, me tapo ella con la sabana y se acurruco de lado hacia mí, “Que descanses hermoso” fue lo último que creí escucharía esa noche, pero no fue así, después de unos 30 o 40 min. No podía dormir sabiendo que tenía al lado tocándome con su trasero desnudo a mi tía, mi plan era esperar a que se durmiera y tocarle ese voluptuoso par de nalgas y si podía poder tocar su rica vagina, de esta manera fui poniendo mi mano derecha sobre una nalga y sobaba cuidadosamente, para esto hice un movimiento de voltearme y quedar de cucharita con ella y que se sintiera lo más natural posible, aun no comprendía bien lo que pasaba y tenía miedo de que ella despertara y me sintiera tocarla, pero fue tan rica la experiencia de tener ese enorme y regordete culo en mi mano que comencé a sobar más candentemente, una y otra nalga y al mismo tiempo sentía como se acomodaba mi tía y suspiraba, ahora pienso que solo se hacia la dormida, porque da repente hasta pujaba cuando por fin tuve el valor de abrí sus nalgas y tocar su ya húmeda vagina, solo estuve hurgando por un par de minutos, pues mi corazón estaba latiendo a mil por hora, mi miedo era inmenso y mi verga estaba lo suficientemente dura como para partirla en dos, así que deje de tocarla y me dispuse a masturbarme a su lado, no tarde mucho, un par de minutos de una paja intensa bastaron para que mi esperma terminara sobre sus nalgas y fue cuando la escuche decir muy despacio: “Si mi rey, así dámela toda…” al escuchar esto mi instinto fue voltearme y hacerme el dormido, pensé en tratar de limpiar su culo de toda la leche que le había aventado, pero no s eme ocurrió como, así que termine por quedarme dormido y sin haberla limpiado.
Por la mañana escuche que se levantó de la cama y escuche que decía: “Santo dios, pues que paso anoche que estoy toda pegajosa del culo…” se puso sus tangas, su sujetador y levanto la sabana y la vio también embarrada de blanco, recordemos que era una sábana negra, y volvió a mencionar: “Que demonios paso, mira nada más, hasta mi sabana esta toda embarrada de algo…” yo se hice el dormido, hasta que escuche a mis primos salir y uno de ellos fue por mí para ir a desayunar.
“Hola hermoso, dormiste bien corazón, ¿quieres un vaso de lechita con tu desayuno?” a lo que respondí: “No tía gracias, no me gusta la leche, prefiero un vaso de agua…” y ella pícaramente menciono: “A caray, juraría que anoche te llevaste uno a la cama y en algún momento se derramo, porque mis sabanas están completamente embarradas de un líquido blancuzco…” y me aventó una sonrisa picarona, “Pero no pasa nada, hoy las lavo y quedaran limpias nuevamente, por si en la noche vuelve a ocurrir un accidente igual” esto me hizo pensar que por la noche volvería a haber un espectáculo igual al que acababa de ocurrir la noche anterior y pase el resto del día fantaseando en su enorme culo, sus carnudas tetas y lo rico que sería tocarla nuevamente.
Esa tarde nos dispusimos a ver películas en la habitación se mi tía, pues era la única que tenía televisión de paga y era la televisión más grande de la casa, mis primos se dispusieron a tomar el lado derecho de la cama, con un cuento de palomitas y refrescos cada uno, mi tía me hizo un lugar a su lado y compartimos palomitas, durante toda la tarde me abrazo constantemente, me acariciaba el brazo y la pierna, y yo solo me dejaba querer, pasadas ya 2 películas mi prime fue la primera en retirarse y mi primo no tardó mucho en quedar dormido, mi tía lo llevo a su habitación y aunque ya no era un niño, estaba demasiado consentido y tenía casi que cargarlo para llevarlo a dormir y cerro su puerta, yo creí que era tiempo para retirarme también, y que todo lo que había fantaseado solo quedaría en eso, pero no fue así, entro mi tía a la habitación y le mencione: “Tía, me voy para que usted también pueda ponerse cómoda y duerma…” ella respondió, “No corazón, quédate, quiero terminar de ver esta película y no te noto con sueño, sirve que me acompañas a verla, porque es de terror y me da miedo…” yo quede sentado a media cama, y ella se recostó a un costado mío, abrazo su almohada y de pronto abrazaba mi pierna y comenzaba a sobarme desde la rodilla y casi hasta mi miembro y así durante largos periodos, yo me concentraba en que no se me parara y endureciera la verga, pero era casi imposible, a media película mi tía dijo: “Vaya, está haciendo nuevamente mucho calor, me voy a quitar la ropa y meter debajo de la sabana, si quieres también quítate esa ropa para que estés cómodo…” yo por supuesto que le dije “No tía, estoy bien aún, usted póngase cómoda y si me da calor después me pongo la pijama y listo” Ella se levantó, quito su falda, su blusa y pensé que entraría a la sabana así, con sujetador y su tanga, pero no, se sentó en la orilla de la cama, se quitó la tanga y se quitó el sujetador, tomo la sabana y se la echo encima, y volvió a tomar su posición recostada al lado mío y esa mano juguetona volvió a sobar mi pierna, solo que ya subía un poco más, cuando llegaba hasta mis testículos, se quedaba ahí y hacia una especie de movimientos circulares, lo cual ponía a mi verga más dura que nunca, después de 3 o 4 veces que hizo esos movimientos, sentí como subió su mano y comenzó a sobar mi verga, de un lado a otro, y comenzaba a menearse ella también, tanto, que la sabana se recorrió de lugar y lograba ver la mitad de sus nalgas, y volvió a decirme: “anda, quítate esta ropa, que te está dando demasiado calor” así que me quite la playera, desamarre el pants que llevaba y lo baje por completo, quedando en boxers únicamente, ella me dijo: “Ves, así estas más fresco y no nos dará mucho calor al rato…” no comprendí eso, pero era el preámbulo de lo que pasaría..
Una vez habiéndome quitado la ropa, ella me tapo con un pedazo de sabana y volvió a lo suyo, sobarme la pierna, los testículos y de vez en vez mi endurecida verga, así como si no pasara nada, por arriba del bóxer, hasta que quito su almohada y se recostó directamente en mi abdomen, yo le puse un brazo sobre su espalda y al igual que ella sobaba yo también la sabana, su espalda, su cuello, sus hombros y por debajo del brazo, tratando de llegar hasta su pecho derecho, pero no quería ser tan obvio, de pronto, tomo mi bóxer, trato de bajarlo, pero no pudo, así que le ayude levantándome un poco y así logro zafarlo ella, tomo mi dura verga y comenzó a masajearla, rimero la cabeza, después bajaba y subía con su mano, mi verga estaba ya llena de lubricante, así que resbalaba con facilidad, poco a poco fue acercando su cabeza en dirección de la paja que me estaba haciendo y comenzó a lengüetear la cabeza de mi verga, delicioso, daba rondines por toda ella, se chupaba y tragaba el lubricante que salía de él y comenzó a introducírsela a la boca, yo en realidad no era un experto, pero había visto en películas una mamada y sabía que debía tomar su cabeza y hacerla llevar el ritmo que yo quisiera y así lo hice, la tome con la mano izquierda de su cabeza y comencé a subirla y bajarla a mi placer, con la mano derecha seguía sobando su espalda y alcanzaba a sobar media nalga, que para mí era suficiente para seguir en extremo caliente, cuando de pronto ella se pone de rodillas y me toma de la cara, me comienza a besar apasionadamente, como si fuera el último beso que daría en su vida, lengua, mordiscos, chupadas de labios, todo en un solo beso, mis manos se fueron a sus carnosas tetas, las sobaba, estrujaba y jalaba a mi entero antojo, mientras ella comenzaba a jadear y pujar de lo más rico, comenzaba también a decirme “métemela corazón, quiero sentirte dentro, desde ayer esperaba que me cogieras y hoy estoy muy caliente, necesito que me la dejes ir toda papito por favor…”
De un movimiento ella estaba arriba de mí, comencé a chupar sus ricas tetas, las mamaba, chupaba, mordía a placer y ella se ponía más intensa, se meneaba sobre mí, su vagina ya chorreaba lubricante y mi verga rozaba sus labios vaginales, fue cosa de un minuto cuando mi verga quedo exactamente en la entrada de su vagina, ella y yo lo sentimos al mismo tiempo, pues le vi la cara picarona cuando esto sucedió y de un solo golpe se dejó caer y mi verga entro hasta lo más profundo de su húmeda vagina, de inmediato el nemeo fue más intenso, subía y bajaba frenéticamente y yo no dejaba ese hermoso par de carnudas tetas, éramos uno en ese momento, le tome las enormes nalgas y se las abrí por completo, ella solo exclamo: “si, así ábreme el culo corazón, para que me entre toda, quiero tragármela por completo” yo sentía su apretada vagina, pues había mucha carne de por medio y sentía como se la tragaba completita, sentía como su ano reposaba sobre mis testículos y como un hilo de lubricante se desprendía de entre ellos cada vez que subía y bajaba, su manera de coger era muy extraña, pues era muy frenética al principio, pero cuando estaba a punto de venirse paraba por completo, como si quisiera juntar todas las venidas en una mega venida, yo hacía rato que estaba por venirme, pero al parar ella, también era un alivio para mi verga, pues se recuperaba y volvía a aguantar otra envestida, hasta que no aguante y me vine con 6 o 7 grandes chorros, no los vi, pero vaya que los sentí y ella siguió dándose a placer, mi esperma comenzaba a salir de dentro de ella y escurría por toda mi verga y mis testículos, al seguir ella dándose, y yo estando dentro de ella comencé a experimentar un intenso calambre en mi verga, estaba a punto de estallar, ya el de los jadeos y pujidos era yo, y entre más lo hacía, ella más caliente se ponía, seguía dándose duro contra mi verga, se tomaba de las nalgas y se acariciaba su culito, se tocaba su vagina y mi verga, tomaba los fluidos que escurrían y se los llevaba a su culo, se comenzaba a dedear el chiquito y más prendida se ponía, ya los pujidos, jadeos eran por igual, mi verga se endureció de nuevo pero no por más de 1 minuto, pues volví a arrojar una nueva racha de leche dentro de ella y fue cuando grite: “¡Yaaaa… Yaaa por favor, ya no la aguanto!” ella se detuvo, pero no saco mi verga de su vagina, comenzó a masturbarse frenéticamente la vagina y dedeandose el culo, no sé con cuantos dedos, pero pienso que eran varios, pues de pronto se llevaba la mano entera que tenía en el culo a la boca, chupaba y dejaba llena de saliva y volvía a envestir su culito, y así estuvo durante unos 3 o 4 minutos, hasta que una serie de calambres la invadieron en todo el cuerpo y comenzó a apretar enormemente mi verga, la cual salió casi disparada de su vagina y un chorro de algo que parecía orina salió de ella, se tumbó en la cama y los chorros seguían saliendo, en menor cantidad, pero eran constantes, los cuales caían por toda la cama y por todo mi cuerpo.
Cuando dejo de temblar me recosté al lado de ella, quise chupar sus pechos, pero no pude, pues cuando la tocaba ella nuevamente volvía a convulsionarse de placer, estaba en extremo excitada, cada terminación nerviosa estaba al máximo, así que deje que ella sola se recuperara y cuando al fin sucedió, se arrodillo en la cama, me abrazo y me beso infinidad de beses, por todo mi rostro y cuerpo, lamio hasta la última gota de semen y eyaculación que había en mí y nos recostamos en la cama, así desnudos, sexuales, libres y sin pudor.
Desde ese día mis fines de semana fueron una clase sexual constante, diversión con mis primos durante el día, y clases sexuales por la noche, aprendí a besar, mamar tetas, saborear vaginas, chupar clítoris, lengüetear culos, masajes sexuales, dildos 1, 2 y 3, sexo rudo, sexo frenético, sexo amoroso, mamadas 1, 2 y 3, y la más divertida: “Amarrar a tu tía y hacerle lo que a ti te plazca”.
Necesito urgente una tía así