Mi tía y mi mamá mis dos grandes amores
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola cómo están, es la primera vez que escribo y es para contarles sobre mi , sobre mi vida, cómo descubrí la bisexualidad ya desde muy pequeño.
Mi vida comienza en el barrio de la Boca, Buenos Aires, allí vivía con mi mamá, Carmen en aquel entonces tendría unos treintaitantos alta, tez muy blanca, pechos redondos y grandes, algo caídos también, muy nalgona cosa que los hombres giraban para mirar y aún lo hacen ja, ojos grandes y cabello ondulado a media espalda castaño oscuro, acostumbraba a bailar en la murga del barrio, trabajaba en limpieza de casas y cuando no salía trabajo lo hacía con su cuerpo; también estaba su hermana, Daniela algo más petiza muy delgada y siempre muy bien arreglada y maquillada, a diferencia de mi mamá no le gustaba andar en la calle, a pesar de tener 17 años parecía más joven, muy bonita con su piel más morenita que la de Carmen y cabello negro, el rimel y la pintura de labios jamás faltaban en su rostro; y yo era el más pequeño con 9 años, cabello oscuro tez blanca como mama, aunque petizo para mi edad y algo rellenito, nalgonsito diría mi tía.
Viviamos detrás de la casa de un viejo al que le alquilamos una gran habitación que dividimos en dos por medio de un ropero, de un lado la cocina y la cama de dos plazas de mi mamá, y del otro las dos camas chicas una mía y otra de Daniela.
El clima en casa siempre era festivo mi mamá tiene gran humor y sobre todo reinaba la deshinivicion, en casa no había tabúes, en verano a mí me dejaban andar desnudo por la casa y mi madre cuando hacía mucho calor también andaba solo con una bombacha puesta, aún recuerdo como sus pechos se movían pendularmente, eran muy lindos.
En cambio mi tía era más recervada, jamás la había visto desnuda hasta ese momento.
Otra de las particularidades de mi familia era que la encargada de mi higiene era mamá, ya que decía que yo no me bañaba bien, recuerdo que me enjabonaba todo el cuerpo con su ropa interior, la cual cada vez que se sacaba me dejaba ver una gran mata de pelos ondulados, y yo siempre le preguntaba, cuando me iban a crecer a mí y ella se reía diciendo que era más lindo sin pelitos.
Cuando salíamos del baño, ya que este se encontraba afuera de la casa, me alzaba y hacia que nos envolvamos los dos juntos con la misma toalla para evitar el frío y las miradas del molesto casero.
Mi tía había noches que no compartía la habitación conmigo y se quedaba a dormir con mamá, esas noches ponían música y a mí me costaba dormirme con tanto ruido además que se persivia un aroma diferente, cómo dije mi mamá a veces tenía que rebuscarse la con algún amigo para conseguir plata y en las noches que venía alguno de ellos también se persivia ese aroma, con mi tía teníamos que hacer como que no estábamos en la casa, ni ruido hacíamos.
Una vez mi tía trajo para compartir un amigo era un hombre grande y me mandaron a dormir temprano, pusieron música pero en un momento mamá dijo waw tenías razón es enorme y hermoso, puedo? A mí me dio curiosidad saber que era lo enorme y me asome por debajo de la cortina q oficiaba de puerta y separaba las habitaciones, Vi que mamá estaba en cuncliyas como una ranita a los pies de tipo, estaba totalmente desnuda por lo que pude ver el agujero anal y lo que ella me había enseñado, su vagina, la cual se veia super mojada, la cabeza de mama se movía sostenida por las manos del tipo y el ano de mama se habría y cerraba como una florista arrugada, una gota del jugo de la vagina de mamá cayó al piso y mi tía les dijo que se suban a la cama, subieron el volumen de la radio y apagaron la luz, yo meti la mano y recogí esa gota y la oli, reconosi ese aroma y el pito se me puso duro y no sabía por que, me dormí oliendo ese flujo.
Desde ahí experimentaba los olores de mama sus pies olían rico, sus axilas transpiradas tambien, pero nada como su ropa interior usada, eso me encantaba.
Asi es que una vez estaba por bañarme, era verano y hacía mucho calor y cuando mi madre se bajó la bombacha negra que tenía, persibi ese maravilloso perfume, ella se sentó en el hinodoro a orinar y me dio su ropa interior yo me sentí atraído y la oli, ella río y me preguntó que hacía, y le dije que me gustaba su olor, ella se reía y se paró y acercándome su vulva a la cara me preguntó si era ese el olor que me gustaba, UF era riquísimo, así que undì mi cara en su concha, ella me saco, pero yo quería más de ese olor y peleaba por sentirlo, ella entre carcajadas no tenía fuerza para detenerme, hasta que noto lo erecto que tenía el pene, solo ahí reaccionó y me reto, esa fue la última vez que me bañé desnudo junto a mi madre, desde ahí o solo me bañaba yo y mi madre aún vestida o lo hacía mi tía de igual forma.
Recuerdo que Daniela era tan estructurada que mamá, tenía un shorts de algodón de un pijama viejo y una remera que usaba especialmente para bañarme un día hacía como tres días que venía esquivando el baño y mi tía se dispuso a bañarme, ella estaba arrodillada a mi lado labandome el pene con mucho jabón y otra vez mi pito se me puso duro, ella no hizo comentario y siguió labandome el trasero, me estaba enjabonando el orificio anal y en un momento uno de sus finos dedos se me deslizo hacia adentro y yo me queje porque me dolió, ella me reto me dijo que me quede quieto me tenía mucho olor a culo y que me tenía que lavar bien, su dedo siguió tanteando el orificio y mi pene se ponía cada vez más duro, al tiempo que daba como saltitos que se sentían muy bien, entonces ella sin sacar su mano de mi cola, me enjabono otra ves el pito, manoseandome todo hasta que sentí algo muy rico y el pito se me achico nuevamente.
Esa forma de lavarme se repitió en cada baño que me daba, ella pasaba su mano derecha enjavonada por entre mis piernas y me lababa la cola al tiempo que con la mano izquierda me lababa el pene, durante el tiempo que sea necesario para que yo lo disfrute, tanto era así que me bañaba todos los dias, cierta tarde yo regrese del colegio y le pedía a mi tía que me bañé, entonces cuando me saco toda la ropa, mamá dijo que salía, que se iba a ver un amigo y entonces Daniela me dijo que no estaba tan sucio me dijo que cierre los ojos que ella me iba a lavar de otra forma para no tener que mojar todo el baño y tener que secar luego todo, yo cerré los ojos pero igual espiaba un poquito y vi como mi tía se metía mi pitito en la boca, fue una sensación hermosa, en solo 5 segundos ya estaba por terminar pero ella me giro y me hizo agachar para luego lamerme el agujerito un buen rato, luego me giro y una vez más mi pene estaba en su boca solo que esta vez su dedo hacia fuerza por entrar en mi cola, recuerdo estar a punto de quejarme pero no lo hice para que no deje de chuparme, cuando termine ella también estaba agitada, me ayudó a vestir y casi empujándome me saco del baño donde estubo un buen rato.
Al siguiente día yo quería más y al parecer ella también, apenas mamá salió ella me metió en el baño y otra vez me lamió todo, solo que su dedo se metió más adentro de mi cola tambien, cuando termino una vez más me saco del baño para quedarse sola, al tercer día mamá no se fue a ningún lado y estuvimos jugando a la pelota en el patio toda la tarde, llegó la noche y mamá se fue con uno de sus amigos y mi tía me dijo, hay estamos todos transpirados de jugar en el sol, vamos a bañarnos.
Entre al baño y me desnude esperando que llegue ella, se estaba poniendo su ropa para bañarme, pero en lugar de traer el short de siempre, ella traía puesto una de las largas polleras de mama y su clásica remera, yo estaba allí con el pito a punto de estallar, ella se arrodilló frente a mí y me puso de espalda me lamió bien el agujerito y me dejo todo resbaloso, luego me puso de frente y esta vez no me prohibió mirar, se metió mi pito en la boca, me miraba a los ojos y me dijo entre lamida y lamida, que ella también estaba sucia y que yo la tenía que limpiar, a todo esto su dedo que ya entraba con facilidad me hacía doler un poco sin llegar a lastimarme.
Antes de que yo acabé ella se paró y arremangando la pollera me pidió que le limpie la cola, yo me arrodille y sentí que efectivamente estaba sucia y me gustó, lamí directamente el agujero y le metía la lengua lo más adentro que podía, ella gemía muy suave, entonces me pidió que le haga con el dedo como ella me hacía a mi, cuando retire mi cara me incline para verle la vagina pero allí no estaba, los dedos entraban fácilmente, pero yo estaba más ocupado en descubrir donde estaba el otro agujero que mamá me había mostrado una vez, contándome que las chicas eran asi, entonces ella me pidió q le meta el pito en la cola así la limpiaba mejor ella se agachó un poco y yo de puntita de pie intentaba atinarle al agujero, pero nose que pasaba no llegaba o no lo encontraba, y más ella que se sostenía de entre las piernas para q yo no pueda ver que había por delante, la penetración no se pudo dar.
Entonces yo le pregunté si no era mejor que ella termine de limpiarme a mi entonces, ella giro y me dijo que tenía un secreto que no le podía contar a nadie y menos a mamá, yo le jure que no le iba a decir a nadie, entonces ella dejó caer su pollera y Vi que no tenía vagina, un pito duro se asomó, era por poco más grande que el mío, yo sé lo toque como no creyendo que era de verdad , era increíble que nunca me di cuenta que no era una chica y entonces ella me pidió que lo limpie, me arrodille y ella me enseñó como limpiarlo para no hacerle daño con los dientes, recuerdo que cuando lo tube en la boca me supo a goma o el corazón de pollo, jajaj no sé porqué pero pensé en eso, me tubo un rato comiendole el pito y después me dijo que me iba a limpiar la cola con su pito.
Yo tansolo tenía 9 años pero sospechaba que algo raro iba a hacer, me puso de espalda y me chupo bien el agujerito, después me abrazó desde atrás y con una de sus manos me masturbaba y con la otra intentaba atinarle a mi cola, de igual manera que yo lo intente con ella, solo que ella tubo mejor suerte y me penetró solo con la puntita, se escupió la mano y me empezó a masturbar con más fuerza, se sentía muy rico a pesar de lo que me dolia la cola, el movimiento que ella hacía sobre mi pene me hacia mover todo mi cuerpo empujándome hacia ella, haciendo que su pene entre en mi cada vez más, pronto alcance el clímax y ella lo noto en mi pito blando, lo soltó y me tomo de la cadera y me movía con más fuerza, yo le dije ya está ya me duele, pero ella me pidió que la deje hacer que le faltaba poco y siguió dándome duro, yo sentía que me iba a hacer caca y se lo dije, ella me dijo que haga que no había problema y me siguio dando hasta que terminó en un lindo gemido su rostro tenia expresión de placer, enseguida se salió de adentro mío y me reviso la cola con los dedos me dijo que no tenía caca pero que estaba chorreando, se agachó y me lamió nuevamente, después nos acostamos en la cama de mama como hacíamos siempre que ella no estaba, solo que esta vez estábamos en silencio.
Le pedí permiso para verla y ella me dejó tocarle sus casi inexistente pechos y su pene dormidito así como también su cola, la confianza volvio entre nosotros y con eso el toqueteo hasta que en un momento terminamos besándonos de lengua, el clima se calentó y ella se puso a lamerme todo, me acomodo boca arriba en la cama levantó mis piernas sobre mi pecho y me chupaba todo desde la cola hasta el pito, eso era realmente placentero, luego fue mi turno, e hice exactamente lo mismo que ella, pero por menos tiempo ya que me pidió que yo sé la meta, recuerdo que pasó sus piernas por detrás de sus brazos y ella me guío el pene para que se meta en su culo, estaba rico todo lo que hacíamos y sólo esa noche lo hisimos dos veces mas, una en la que yo me habría cómo ella aunque no llegaba arquearme tanto como ella y Daniela me la metió, aún me dolía y sentía ganas de hacer caca pero ver su rostro de placer al acabar valía la pena el dolor, otra vez fui yo quien se la metió mientras ella estaba en cuatro sobre la cama.
Y así seguimos durante unos meses, cogiendo sin parar, cada segundo que nos encontrábamos a espaldas de Carmen, lo hacíamos y más exitante era si corríamos el riesgo que nos vea, ya con diez años había llegado el invierno y como siempre con mi tía juntábamos las camas para aprovechar las pocas cobijas que teníamos y obviamente aprovechamos para hacerlo, estábamos en posición de cucharita mi tía atrás mío garchando hermoso y mi mama se intento meter en nuestra cama, en invierno siempre lo hacía cuando hacía mucho frío pero al vernos unidos solo pidió disculpas y se fue a su cama, nosotros quedamos helados, Daniela tomo valor y se fue a hablar con Carmen y bueno la verdad que hablaron un rato yo escuchaba algunas palabras y otras no hasta que me llamo Daniela, al tiempo que mamá le decia que todavía no que no estaba preparada, yo me puse un shorts y me crucé de cama y me dijeron que mamá no tenía problema con lo que hacíamos con Daniela, estabamos uno a cada lado y mamá le dio un piquito a Daniela y otro a mi, cosa normal entre nosotros, pero luego Daniela la beso con lengua a Carmen y cuando mamá giro para mí lado yo la bese con lengua también… mi vida continúa si no no estaría aquí contando ja si quieren saber más espero sus comentarios por bien o por mal.
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