Mi tío 1
la rica experiencia con uno de mis tíos..
Había llegado sorpresivamente, mi tío era un hombre de 42 años, bien vividos y bien cuidado, yo había cumplido 14 años hace unos días, él traía un regalo para mí y yo, que me pasaba mucho rato pensando en sexo, me alegré de su llegada, pues siempre lo encontré bastante guapo.
Mi madre no llegaría hasta la noche y mi tía con su pareja habían viajado hasta Antofagasta, nos encontrábamos solos, eran las 15 horas, la casa estaba fría, pero yo ardía de ganas de recibir una buena dosis de pene, ya había pasado un tiempo desde la última vez con mi primo y aunque me masturbaba bastante seguido, nada es parecido a recibir una descarga de semen desde un duro trozo de carne.
Conversamos un rato, me encontró más alta, toda una señorita dijo, además linda, yo agradecí con un beso en la mejilla, muchas veces doy el primer paso y esa tarde también lo di, primero me senté sobre sus piernas, él se asombró un poco, pero para nada le molestó, entonces me decidí a hacer una especie de danza para él, primero lo miraba fijamente, mis manos pasaban por sobre mi ropa, tomaba entre mis manos mis pequeñas tetas, luego tocaba mi entrepierna, él miraba con gusto, entonces le di la espalda, danzando armónicamente, comencé a bajarme el pantalón, lentamente, luego el calzón, mostrándole el trasero, así despacio, coquetamente, caliente.
Él me acaricia el culo, sus manos grandes pasan por mis nalgas, las toca de manera suave, sin apretar, luego me dice que me saqué el pantalón y el calzón , así lo hago, me toma de la cintura y me sienta sobre su miembro erecto, siento rico, él me besa en el cuello, pasa su lengua y ya mojada, me hace suplicar por su palo.
Se acuesta en el sillón, me monto sobre él, estirada, acomodo mi vagina sobre su paquete, su ropa no podía disimular sus ganas, mete mano en el culo, me toca la vagina desde esa posición, pasa sus dedos sobre mi ano, nos besamos, su lengua parece tomar la mía, siento su aroma a macho, me entrego toda, te daré mucho me dice, pero tienes que darme todo, le digo que sí, lo que quiera, ya estaba entregada a sus caprichos, a sus deseos, me saca la polera, me acaricia la espalda, baja y sube sobre mi piel, me aprieta las nalgas, fuerte, su lengua recorre mi cuello, entra en mis oídos, mientras yo, le digo no hagas eso, me sonrío, él entiende, quizás su trato de señorita me hace actuar así, no lo sé, no quiero parecer fácil, pero ya es tarde para simular, mis manos buscan desesperadamente tocar su paquete, tienes experiencia me dice, alguna le respondo, vamos a tu cama, nos vamos así, yo adelante y al atrás de mí, antes de entrar al dormitorio, él me abraza desde atrás, acaricia mi zorrita, se apega a mi trasero, con dificultad, él es mucho más alto que yo, pero se las arregla.
Me acuesto, él se desnuda mirándome, su pene es hermoso, grueso más que largo, su cabeza le da una apariencia de arpón y yo dispuesta para él, nos acariciamos mutuamente, nos besamos, se acomoda y me ordena chupar aquella verga rica que tanto deseo, bajo lamiendo su cuerpo, beso su cabecita, beso el tronco, beso sus testículos, subo lamiendo, una y otra vez repito, hasta que su palo entra en mi boca, me ahoga un poco, pero estoy disponible, lo masturbo con mis labios, tengo cuidado de no dañarlo con mis dientes, a ratos los saco para poder respirar, babeo sobre él, pero parece disfrutarlo, una y otra vez chupo, me encanta, me vuelve loca, toma mi pelo, firme, resuelto, se mueve un rato hasta que me saca.
Me acomoda en la cama, se mete entre mis piernas, su lengua se sumerge en mi vagina, la mueve con delicada actitud, es un maestro en esto, lame suavemente, busca mi clítoris, lo encuentra y me hace gozar, no sé cuanto rato, tomo una almohada y la meto en mi boca, me da miedo que alguien pueda oír, un vecino o una vecina, no sé, quizás solo es miedo a ser sorprendida con ese macho rico que me come toda y que además es mi tío, me hace acabar, mis piernas tiemblan, algo recorre mi cuerpo, me desespero, solo quiero ser penetrada, él no espera mucho, se arrodilla entre mis piernas abiertas y mete todo de una vez, quiero gritar pero no puedo, gimo, él se mueve tan rico, yo mojada muy mojada, me aferro a su espalda, él no tiene piedad, saca casi todo y de golpe lo entierra hasta mis entrañas, gozo como nunca he gozado, me pone en 4, me hace montarlo, subo y bajo, él me tiene de la cintura, no puedo creerlo, luego me vuelve a montar, su cuerpo se pone tenso, hay un gemido y saca su pene rápidamente para eyacular sobre mi vientre.
Que rico leer tu relato. Me dejó muy caliente.
Que exquisito relato
rico