Mi tío Abel el tendero.

Mi tío Abel, me da verga en su tienda..
Tenía ya dos años de ser follada por mi padre, cuando nos cambiamos a vivir a otro lugar. Mi padre había rentado una casa y con el tiempo le fue difícil pagar la renta debido a nuestra condición económica. El tenía un hermano que quería poner una tienda así que le ofreció una pieza de la casa para que la usará como local y le ayudara con la renta.

Abel, así se llamaba mi tío, era un hombre maduro, cómo de unos 50 años, con el cabello canoso, de complexión regular. Siempre que iba a su tienda me regalaba dulces. Yo, que ya había probado verga, siempre le miraba el bulto que se hacía en su pantalón. Su verga se marcaba hacia la derecha y se notaba gruesa, usaba pantalones de vestir por lo que siempre se le marcaba. Cuando estaba sentado podía ver el bulto que hacian sus testículos y eso me excitaba. Con el paso de los días, lo visitaba seguido en su tienda, a veces estaban mis primos o mi tia, pero yo iba y allí me estába con ellos. Mi papa a veces me follaba a mi y a veces a mi mamá y en ese tiempo andaba queriendo desvirgar a mi hermana menor, así que no me tenía bien atendida. Yo estaba muy entusiasmada con mi tío Abel y se me ocurrió llegar una tarde antes que cerrara la tienda. Eran casi las ocho de la noche, recuerdo que yo estaba sentada sobre unos sacos de maíz mientras Abel bajaba la cortina de metal y ponía los seguros, se sentó a sacar cuentas y yo sentada enfrente de el con las piernas abiertas dejando ver mis braguitas, ya que tenía una falda. Sinceramente Abel no le daba mucha importancia, así que tuve que tomar la iniciativa y puse seguro a la puerta por la que iba a salir, me acerque a él, me senté en sus piernas y le di un beso en los labios. El se sorprendió y solo sonrió, así que lo seguí besando, me tomo por la cintura y me acomodó sobre su bulto, yo empecé a moverme de adelante hacia atrás. Empezó a besar mi cuello y metio su mano dentro de mi blusa buscando mis pequeños pezones que ya estaban duros. Bajo lentamente su mano hasta llegar a mis piernas, levanto mi falda y empezó a acariciar mi coñito sobre el calzón. Yo sentía su verga dura entre la raja de mi culo. Hizo a un lado mi braguita y acariciaba mis labios vaginales por todo su contorno, encontró mi clítoris y empezó a masturbarme. Me pidió que me recostara sobre los costales de maíz. Me desnudé por completo y me acosté con las piernas abiertas. Abel se hinco delante mío y empezó a chupar mi coño. Yo estaba que escurría de lo caliente. Metía su lengua en mi pequeña vagina y abría mis labios con sus dedos. Mientras que con la otra mano me masturbaba. Se puso de pie y acerco su verga a mi boca, era una verga como de 15 cms, muy gruesa y con una enorme cabeza. Tenía unos testículos enormes. Estaba completamente rasurado. Abrí mi boca para engullir su verga, pasaba su verga por mis labios y luego la metía en mi boca, mientras seguía jugando con mi coñito mojado. Yo le lamia los testículos y chupaba como loca esa verga cabezona. Se desnudó por completo y se acomodo sobre mi en forma de 69. Metía su verga lo más que podía en mi boca mientras me chupaba el coñito. Mis labios vaginales estaban muy hinchados y rojos. Recuerdo que en esa posición pase mi lengua por todo su perineo hasta casi lamer su culo pero el me regreso a mamarle la verga. Me tenía muy caliente, mientras me chupaba el coño, tuve mi primer orgasmo seguido de dos más. Su verga estaba lubricando mucho y yo me comía todo ese líquido salado. Se paro y se acomodo entre mis piernas, apunto su enorme cabeza entre mis labios y de un empujón la metió casi toda. Senti mi vagina ensanchada al máximo recibiendo esa verga tan gruesa y cabezona y me dolió. Pero el siguió embistiendo hasta que sus enormes bolas pegaban con mis nalguitas. Yo del dolor que sentía contraía las paredes de mi vagina que estaba estirada al máximo. Había puesto mis piernas sobre sus hombros y dejo caer todo su peso, me tenía totalmente penetrada. Metia y sacaba su verga despacio, se movía lentamente, yo estaba teniendo múltiples orgasmos. Saco su gruesa verga manchada de sangre, me coloco en cuatro y de un solo golpe metió toda su verga, levantó una de mis piernas y pude ver cómo sus bolas se movían al compás de usa embestidas, yo estiré mi mano para comprobar que mi coño estába completamente lleno de su verga, mis labios hinchados y abiertos al máximo. Estuvo cogiendome en esa posición como por 10 minutos. Cuando se iba a correr me saco la verga y me la metió en la boca, haciendo que me comiera toda la leche que le salía mezclada con algo de sangre.

Rápidamente se limpio la verga y se puso su ropa, yo seguía desnuda, con las piernas abiertas, el se acercó y limpió mi coño. Me puse el vestido y con las braguitas en la mano me agache y comenze a morder su verga sobre su pantalón, seguía muy excitada, me levanto del brazo y me cargo, me dió un beso en la boca, me chupaba la lengua y yo la de él. Me dijo que ya tenía que irse pero que lo volveríamos hacer. Entre a mi casa, aun me dolía la vagina y mis labios seguían hinchados. Eran casi las 10 de la noche, me metí a la cama y me abrace a mi papá que ya estaba durmiendo, quería que me follarla el también, pero no respondió y me quedé dormida. Eran casi las cinco de la mañana cuando sentí a mi papá lamiendome el coño, que aún seguía hinchado por la cogida que me dió Abel, me acomodó en la orilla de la cama y me clavo su verga de un solo golpe, mientras con una mano acariciaba el coñito desnudo de mi hermanita de 7 años, que dormía con las piernas abiertas y sin calzones.