MI TIO ARMANDO (Parte 2)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ingeciro.
Después de probar la rica verga de mi tío Armando y saborear y tragarme su lechecita esa mañana, no podía sacármelo de la cabeza.
Es más, luego de que todo mundo se fuera a la ceremonia del casamiento civil en el municipio, yo solo en casa y con la calentura encima termine haciéndome una rica paja, pero debo agregar que en el baño, en un cesto, encontré la ropa sucia de mi tío (un short deportivo, una camiseta y un calzoncillo de rayas crema y rojo); verme a mí mismo en el espejo masturbándome y oliendo la ropa sucia de mi tío fue el inicio de un nuevo vicio, mi fetichismo por la ropa interior, pero de eso les contare más adelante.
Cuando la familia regreso para el agasajo de rigor, todo era felicidad, todos reían, brindaban, bailaban, y yo me sumaba a esa algarabía familiar pero en el fondo, desperté un sentimiento de envidia, pues imaginaba todo lo que mi tío y esa mujer hacían a solas.
Luego, en plena mesa, almorzando, imaginaba a su nueva esposa desnudándolo y comiéndolo a besos.
Empezaba a sentir rabia, y no entendía por qué; por ratos, cruzaba la mirada con él, y yo lo esquivaba, me ponía triste, o le torcía una mueca para mostrarte mi desagrado, Ni yo mismo entendía porque tomaba esa actitud.
Aunque no fue el primero, él era mi nuevo hombre, un macho de verdad, no como los 2 chiquillos de mi colegio con los que tuve mis primeras experiencias sexuales, y más aún, era mi propio tío, el hermano de mi mamá; todo eso me confundía, era algo prohibido, pero me calentaba, y al mismo tiempo me sacudía de rabia porque ahora mi nuevo macho, tenía dueña.
Me levanté raudamente, sin terminar de comer, mi abuela me preguntó si todo estaba bien, le dije que sí, que había desayunado tarde y que ya estaba satisfecho.
-Guardaré un poco para más tarde-, fui a la cocina y entonces, a los pocos segundos, ¿QUE TIENES? Mi tío me preguntó; me había seguido casi inmediatamente.
Giré sorprendido.
-Ah tío, no nada, por cierto, me había olvidado felicitarte: felicitaciones por la boda-.
Le esbocé una sonrisa.
¿QUÉ, ASI NOMAS? ¿NO ME VAS A ABRAZAR COMO LOS DEMAS? Me dijo en un tono más autoritario.
Pues me acerque y lo abracé fuerte, y me susurró al oído, como en mi dormitorio: TE DIJE QUE SERÍA NUESTRO SECRETO BEBE, MAS TARDE CUANDO EMPIECE EL CHONGO ME ESPERAS EN TU CUARTO, ¿YA? -Pero tío-, intenté contestarle, y él me interrumpió: ¡ME ESPERAS Y PUNTO! Y me dio un beso sencillo en los labios, tan dulce, que hasta debilitaron mis piernas.
El regresó al comedor, y yo a mi cuarto, a echarme en la cama, y soñar con pajaritos de colores, y arco iris, jaja -¿me estoy enamorado de mi tío Armando?- Me pregunté.
No sé qué horas serian exactamente, solo sé que después de haber dormido un buen rato en mi cama, tal vez unas horas, me despertaron con unos besos llenos de amor, lujuria, tabaco y alcohol, ¡abrí bien los ojos y era mi tío! que ahora estaba echado a mi lado.
Lo abracé con tanta pasión, y él me correspondió.
¿ME EXTRAÑASTE BEBE? Mmm -si tío-, y seguían los besos, entonces él se incorporó, se puso de pie al lado de la cama, se desabrochó el cinturón, el botón del pantalón, el cierre lo bajó muy rápido, y con un movimiento calmado pero sexy, meneando un poco las caderas incluso, se bajó el pantalón con todo el calzoncillo hasta las rodillas liberando su verga exquisita, la misma que había saboreado en la mañana; ahí estaba toda vigorosa y ya botando hartísimo liquido pre seminal; no aguanté mucho y me la engullí como todo un hambrientito.
¡MMMM ASI BEBE QUE RICO, COMETELA TODA! Noté que él estaba un poquito más agresivo, pero se lo atribuí al alcohol.
Mientras se la chupaba el subía su camisa, mostrando su barriguita sexy que tanto me encantaba, y yo lo acariciaba allí, a veces en los muslos, incluso en sus portentosas nalgas, pero sin dejar de comer su delicioso pedazo de carne.
-Mmm tío que rico-.
SII, ¿E GUSTA BEBE? -Si tío, me encanta-.
ASI COMETELA TODITA, TODITA.
¡A VER QUE TENEMOS POR ACA!, dijo mientras me acariciaba las nalgas, me jaloneaba el short, me causaba gracia, hasta que me dio un furibundo palmazo, -auuu tio, despacio-, y luego otra nalgada, UFFF QUE RICO CULITO BEBE.
No me dio tiempo a reaccionar cuando de repente, se zafó de mí , y fue directamente a quitarme mi short y calzoncillo, me los quitó completamente y giró mi cuerpo de tal modo que mi culito quedo al borde de la cama, y entonces sentí un estímulo que nunca había sentido.
Insisto, yo ya había hecho travesuras con 2 chicos de la escuela pero mi tío era mi verdadero primer macho.
Sentir su lengua húmeda fue tremendamente fascinante, una sensación exquisita que me hizo temblar; mi cuerpo yo lo meneaba de arriba, hacia abajo, de abajo hacia arriba, es que la lengua de mi tío en mi anito me causaba un placer sabroso.
Y luego una nalgada y otra nalgada más.
UHMMMMMM BEBE ESTAS CERRADITO UFFF… yo ya no tenía más que hacer, estaba totalmente entregado a su proceder, a sus caricias, a sus lengüetazos, a sus nalgadas, a sus manos fuertes.
Entonces él me cogió de la cintura y me elevó, haciendo que me apoyara en mis propias rodillas, y entonces sentí un dedo ensalivado tratando de entrar en mi culito.
–Ayyy- USHHHH NO HAGAS BULLA BEBE, y mmmmfffff mas adentro, giré mi rostro, y pude ver que me estaba metiendo su dedo índice, y nuevamente pude apreciar ese rostro encantador lleno de lujuria y goce.
Volví a girar mi rostro para acomodarlo encima de la almohada y chupándome el dedo como un bebe indefenso, y entonces él se retiró de golpe.
Extrañado yo, giré una vez más, y vi que él se terminaba de bajar todo el pantalón y calzoncillo hasta los tobillos, y acomodaba la punta de su verga entre mis nalgas.
Pensé, este es el momento, si, y finalmente está pasando, algo que ya había visto en revistas o en la computadora por fin me está pasando a mí, voy a hacer el amor, y nada menos que con mi tío, mi nuevo y único macho, mi hombre, mi adoración.
Sentí que él dejó caer hartísima saliva en mi agujero, y sentí su glande hacerse paso entre mis nalgas.
–mmmffff- UFFFFF CHIQUITITO, QUE RICO… AFLOJA UN POQUITO ANDALE.
Yo no entendía a que se refería pero cuando me relajé para que él hiciera lo suyo, sentí un fuerte empujón.
-Ayyyyyy auuuuuuu ay tío sáquela porfa, me duele-.
Él se quedó quieto, sin quitar su verga de mi culo, la había empujado hasta la mitad, calculo.
YA TE ENTRO BEBE, ESPERATE UN POQUITO UFFFF, giré un poco mas mi rostro, lo miré con cara de súplica, que vea que me estaba lastimando, pero él solo atinó a lamerse los labios, y esta vez, sujetándome fuerte de mi cintura, empezó a moverse lentamente, un mete y saca que a mí me tenía adolorido, pero poco a poco me iba acostumbrando, y entonces de un tremendo empujón AGGGGGRRRRRFFFFFFFFF MMMMMMMM -ayyyyyyyy yaaaaa ya sacala tiíto sacalaaaa auu-, UUUSSSHH NO HAGAS BULLA BEBE, MMM YA TE ENTRO TODITA! En efecto me había metido toda su verga, sus 17 o 18 cms estaban bien clavados en mi culito ya no más virginal, yo lloraba, le suplicaba que se detuviera pero él hacía caso omiso a mis súplicas, de verdad me estaba partiendo el culo con su gorda verga.
Yo colocaba mi mano en su panza para separarme pero él me la retiraba y me penetraba con más fuerza.
No podía más, sus embestidas eran fuertes y poco a poco empecé a acostumbrarme nuevamente, mi culito se había amoldado a su verga, el sonido del chapoteo que hacia su vientre con mis nalgas ahora me excitaban, FFLAP, FFLAP, FFLAP, FFLAP, FFLAP… Ahora yo colaboraba, pues, tal y como lo había visto en alguna película, yo coloqué mis manos en mis nalgas para abrirlas más y darle paso libre a mi macho.
El entendió rápidamente este movimiento: UMMMMM ¡YA VES QUE TE GUSTA! MMMMM ¿NO QUERIAS QUE LA SAQUE?? -No tío, no me la saques nunca tío Armando, ay que rico- MMM SI QUE RICOOO, ME VENGO EN TU CULITO BEBE, SIIII, SIIII, -si tío, lléneme mi culo de leche ayyyy-, SIIIIIIII PUTITO, UFFFFFFFFF AHHHHHHHHHH –ahhhhhh- AHHHHHHH UFFFFFFF.
Fueron chorros de leche que sentí entrar en mi anito, y los recibí con mucho gusto.
Él se quedó prendido a mí un ratito más para luego caer encima de mí y luego caer a un costado, saliéndose de mí.
Giré a verlo, él estaba con un rostro feliz, como de misión cumplida.
Había follado el culito virginal de su sobrino.
Luego, él se limpió como pudo, se acomodó y sin despedirse volvió a la sala donde seguía la fiesta, mientras que yo seguí en la cama, tratando de recuperar fuerzas de la tremenda cogida que me había dado.
En el siguiente capitulo les contaré como fue que mi catequista formador para mi confirmación se enteró, meses después, de mi pequeño romance con mi tío Armando, y lo usó para chantajearnos sexualmente a los dos.
Atte DON PATO
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