Mi tio, el borracho.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Crazzy.
Como es tradicional aquí en mi país, México, es frecuente que haya fiestas de Quince años, es decir que cuando una niña cumple sus quince años se hace una gran fiesta tradicional donde en teoría pasa de niña a mujer, en estas fiestas suele venir una gran parte de familia.
Por mi parte es de lo mas tedioso estar en esas fiestas, es familia que te cae mal pero con la que tienes que fingir que te llevas bien, pase todo ese día escondido detrás de un libro, sentado en la sala en un rincón mientras mis primos jugaban por todos lados y mis tíos platicaban. Era un chiquillo de 16 años, pelo largo, de cuerpo delgado pero no flaco, labios gruesos, tímido y no muy platicador, con un rostro angelical según dicen que tenia, aficionado a los libros cuando no andaba en la calle de vago.
Después de todo el ritual que conllevaba la dichosa fiesta, misa y esas cosas, la fiesta y el vals se hizo en casa de mis tíos, padres de la susodicha, posen una gran propiedad con piscina, grandes jardines y una casa enorme donde perfectamente cabían en el jardín los 200 invitados entre familia y amigos, yo me eche en un rincón y abrí mi libro cuando escuche la voz de mi madre:
-¿Qué te dije de que estuvieras con esa cara?-regaño, intentando no levantar la voz- deja ese libro y ven a saludar a Mario.
¿Quién demonios es Mario y aun mas importante por que lo tengo que ir a saludar? Me pregunte pero no dije nada, solo me levante con cara de puchero. Atravesé el salón siguiendo a mi madre que casi me llevaba a rastras, cuando vi aun tipo de espalda ancha, cintura marcada, un culo redondo y levantado enfundado en unos jeans tipo vaquero, una camisa de vestir oscura, cuando se dio la vuelta casi se me sale el corazón.
-El es Mario, él es mi hijo hermano. –dijo mi mama
-¡Nombre si ya esta bien grande, era una cosita cuando nació!-grito alegre mientras me abrazaba-Yo soy su tío Mario, hermano de su mama.
Dijo mientras me un día en ese ancho pecho cubierto por un tapete de oscuros vellos. Mario era un hermano que mi mama tenia años que no veía, pero nunca quería hablar de él. En el momento que lo conocí mi cerebro empezó a desearlo, 1 80 de altura, pecho ancho y cubierto por vello, unos brazos fuertes y unas manos rudas, tenia una ligera panza que hacia notar que en un tiempo tuvo un cuerpo de gym y ahora había engordado, pero aun mantenía su cuerpo firme por el trabajo, barba de tres días que rodeaban unos hermosos labios bien definidos y delgados, con una mirada llena de morbo que me mato.
Durante toda la noche no le quite los ojos de encima, en cuanto notaba que lo miraba solo se dignaba a lanzarme una mirada que me mataba, estuvo toda la noche tomando y cuando se termino la fiesta, mi abuela quiso que se quedara, pero el insistía en ir al hotel en el que se había hospedado, mi abuela no quiso que se fuera en taxi, note que ahí seria mi oportunidad al menos para sentir su abrazo una vez mas, y me ofrecí a llevarlo, que a pesar de mi edad ya manejaba. Después de que discutieran un rato, mi abuelo acepto a prestarme su carro y que fuera a dejar a mi tío, lo acomodamos en el copiloto y en cuanto se subió se quedo dormido, cuando llegamos al hotel yo no encontraba la manera de despertarlo, cuando reacciono apenas si podía caminar, pedí en la recepción del hotel la llave de su habitación, como pude lo subí yo junto con un empleado.
El empleado se retiro y cerro la puerta, al mirar a mi tío, tirado con la cara al techo, y la mitad del cuerpo en el suelo, me fije en su bulto envuelto por la mezclilla, un bulto grande y grueso, inmediatamente mi bulto se puso firme, pero nada que ver con aquel monumento que asomaba de entre las piernas, intente subirlo a la cama pero era para mi casi imposible, le hable un par de veces pero no respondió, justamente en ese momento se me ocurrió que si no respondía podía tocarlo, intente de nuevo, le hable fuerte, lo agite un poco y no obtuve respuesta.
Me anime entonces a tocarle un poco el pecho, ligeramente fui desabrochando los botones hasta dejar al descubierto todo ese pecho poblado de unos vellos, recorrí con mi mano su pecho y su abdomen, juguete con mi índice en sus pezón en forma circular, estaban duros, eso me éxito, yo no quitaba la vista de su cara, pero no reaccionaba, en un arranque de valor mi mano bajo por su abdomen y pase ligeramente mis manos por su bulto, era grande, caliente, suave, palpitaba como un corazón, y se veía aprisionado en aquella bragueta.
Recorrí su contorno e intente adivinar como estaba acomodado, el tamaño de sus bolas, cuando se estremeció y de repente se sentó en la cama y dijo:
-Mari, quítame los zapatos y el pantalón- dijo entre dientes antes de volver a desvanecerse, caí de sentón en el piso,
estaba paralizado del miedo, le hable para ver si estaba consiente, luego note que me había llamado “mari” supongo que su novia o esposa, le quite los zapatos y calcetines, no reacciono.
Me acerque a su cinturón y se lo quite ligeramente, lento, estaba nervioso por si reaccionaba de nuevo, pero no paso, abrí el botón de su pantalón y baje el zíper lento y sintiendo su bulto, que en cuanto lo libre salto, una gruesa forma, le quite los pantalones con algo de dificultad, tría unos calzones de eso de abuelito, blancos, tipo trusa, pero ajustados. Por el jaloneo del pantalón quedo un poco bajo su ropa interior y asomaba ligeramente la maleza de su entrepierna.
Es mi única oportunidad, me dije y en un arrebato de valor le baje de un jalón todo el calzón, salió aquel animal, oscuro, lleno de venas tan grueso como mi mano, tímido lo toque con el dedo, me acerque para olerlo, mis pensamientos se nublaron y lo lambí solo con la punta de la lengua.
Era la primera vez que hacia algo así, su verga palpito mas fuerte y fe creciendo, si ya había llegado hasta ese punto no me echaría hacía atrás, y siguió creciendo hasta ponerse dura como una roca, mire sus huevos grades y peludos, los toque ya no me importaba si se despertaba o no, los lambí y chupe y me trague todo ese olor fuerte a hombre, lambí desde el tronco hasta el glande una y otra vez, su cabeza morada dejo salir precum, era la primera vez que lo probaba, le daba unos lengüetazos a la punta, introduje su cabeza abrazándola solo con los labios y con mi mano que apenas si podía rodearla la masajeaba de arriba hacia abajo, dejo escapar unos gemidos pero no se movió, la chupaba como si fuera un helado de verano, suave pero sin morder, estaba caliente y me la quería meter en el culo.
Me quite mi ropa y me abrí de piernas sobre ella, intente meterla pero era grande y mi ano virgen me conforme con sentirla, me senté sobre ella, cerré mi culo e intente masturbarlo con mis nalgas, solo sentir su calor, sus venas, su vellos hizo que me corriera primero.
Seguí chupando un rato mas tocando, sintiendo su sudor y disfrutando de sus jadeos, y no es que yo fuera un buen mamador, solo imitaba lo que había visto en cientos de videos pornos, seguí chupando, intente mentármela toda en la boca pero no cabía, sacaba y metía lo que me cabía en la boca y con mis dos manos agitaba bruscamente, una gran movimiento que casi me ambienta dio paso aun rio de leche que salía de su verga morada y palpitante intente tragar pero era mucho, me aparte y deje que callera sobre mi pecho.
Limpie todo el semen con su ropa interior y me vestí, iba asustado cuando me subí al carro para regresar a mi casa, un llevaba su ropa interior en mi mano apretada fuertemente, después de un rato, me tranquilice, pensando en que nadie le creería si decía algo, me invente toda una excusa, el olor de su semen me llego de nuevo, solo me hice a un lado y me la jale pensando en lo que había echo, en como me hubiera gustado tenerlo en mi interior. Guarde celosamente su ropa interior y cada vez que quería recordarlo la olía y era como revivir el momento .
Mi tío nunca dijo nada, no se realmente si se dio cuenta o no, llego a despedirse de nosotros de lo mas natural, se fue y con él mis deseos de que me poseyera. Por ese día las cosas habían dado mas, pero no fue nuestra única historia.
Gracias por leer. Criticas, comentarios, recomendaciones se agradecen, es mi primer relato, intente hacerlo un poco a mi gusto, espero escribirles mas, gracias. Buenas pajas a todos!
Seguí chupando un rato mas tocando, sintiendo su sudor y disfrutando de sus jadeos, y no es que yo fuera un buen mamador, solo imitaba lo que había visto en cientos de videos pornos, seguí chupando, intente mentármela toda en la boca pero no cabía, sacaba y metía lo que me cabía en la boca y con mis dos manos agitaba bruscamente
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