Mi tio me como es el cuerpo de un adulto (Gay)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo comenzó cuando yo tenía 8 años, era un niño medio rellenito y muy tímido. Recuerdo que en las vacaciones mi papá me mando a la casa de mi abuela que vivía en otra ciudad, me iba a mandar en camión pero resulta que mi tío iba a visitarla, el tiene 30 años, es soltero pero siempre trae novias muy guapas. Físicamente es del tipo delgado pero marcado, de mediana estatura, barbón y un tanto machista.
Al ver la oportunidad mi papá con gusto me mando con él, y partimos un sábado muy temprano en su troca, recuerdo que todo el camino nos fuimos platicando, el traía short holgado y playera, me llamaban la atención sus piernas llenas de pelos, mi papá no tenia tantos como el aún que eran hermanos. De vez en cuando se rascaba en medio de las piernas y cada que lo hacía veía que se le marcaba un bultote, pero no le daba importancia, supongo que a esa edad no era morboso. Al llegar la noche, mi tío no quiso manejar más por seguridad y decidió que nos quedaríamos en un hotel de paso que estaba en la carretera. Pidió una habitación sencilla. Al llegar al cuarto vi que tenía una cama matrimonial, televisión y un baño sencillo. Yo me monte en la cama y prendí la televisión buscando caricaturas.
Mi tío me dijo que entraría al baño a refrescarse un poco, me pregunto que si me bañaría, yo le conteste que no, que mejor en la mañana. El me respondió que tampoco que tenía mucha weba.
Al salir del baño vi que traía puesto sólo un bóxer blanco de los apretados, me le quede viendo, a lo que él me dijo:
-Qué pasa enano, nunca has visto a nadie en calzones?
-A mi papá a veces. Le respondí. Pero no esta tan peludo como tú.
-Jajaja ah que mi sobrino, ándale ponte la pijama para echarnos a dormí, yo duermo en calzón porque me da calor. Dijo mi tío
-No sé donde la hecho mi mamá, tío. Puedo dormir como tú?. Le respondí, la verdad casi nunca usaba pijama y no fue extraño para mí.
Una vez que los dos estábamos en calzones, yo jugamos con mis súper héroes en la cama, mientras que mi tío veía una película. De reojo voltea y me dice.
-Así que yo estoy más peludo que tu papá, Jorgito?
-Si tío. Le dije mientras recorría su cuerpo con la mirada. Tú tienes pelos por todos lados.
-Jajajaja y eso que no me has visto los huevos. Dijo él.
Yo voltee a verle el paquete y le dije: tienes pelos ahí?
-Claro, a todos los hombres nos salen, que nunca has visto a tu papá encuerado?
-No tío, nunca lo he visto desnudo.
-Ah que mi hermano tan pudoroso, la ha de tener chiquita el cabrón, jajajajaja. Yo no entendía a que se refería, pero me dio curiosidad lo que me dijo, y le pregunte:
-Qué tío?
-La verga! Jorgito. Le ha de dar vergüenza que se la veas.
-Qué es la verga tío?. Yo nunca había escuchado esa palabra, mi tío se saco un poco de onda, se quedó pensando y me dijo:
-Es por donde los adultos hacemos pipí, tu ahorita estas chiquito y tienes pitito como le dice tu papá, pero ya cuando creces y se te hace grande y peluda se llama verga.
– Y tu ya la tienes grande tío? Puedo verla?
– Pues… supongo que sí, pero no le digas a nadie, capas y ya no te dejan salir conmigo.
-Ok tío, no le diré a nadie.
Dicho esto, mi tío que estaba recargado en la cabecera de la cama, se incorporó poquito y deslizó su calzón blanco. Yo pude ver entre sus piernas una verga grande y gorda llena de pelos que descansaba sobre dos huevos que se apoyaban sobre la cama.
– Mira Jorgito, así es la verga de un hombre. Me dijo mientras se la levantaba con la mano.
-Qué grandota tío. Yo no podía dejar de verla.
– Así es sobrino, con esta las mujeres se vuelven locas.
-Porque tío? Yo no sabía a lo que se refería.
-Lo que pasa Jorgito, es que cuando ya eres grande, a las mujeres les gusta jugar con la verga de nosotros.
-De verdad tío? Y como juegan? Le dije yo intrigado por su plática.
-Pues mira primero les gusta tocarla y les gusta como huele…
-Cómo huele??? Lo interrumpí
-Si, les gusta el olor de la verga. Quieres olérmela Jorgito, para que sepa cómo huelen?
Yo estaba tan intrigado que le dije que sí. Me coloque entre sus dos piernas, el las abrió y dobló las rodillas dejando al descubierto toda su verga y sus huevos peludos. Me acerqué y la empecé a oler poco a poco. Era un olor fuerte que no me desagrado, recordé que a veces cuando mi papá llegaba del gimnasio olía igual. Mi tío observaba con cara de satisfacción mientras se la levantaba y me decía:
-Mira estos son los huevos de los hombres, a las viejas les gustan así grandotes y peludos como los míos.
-Y porque les gustan tío?
-les gustan para agarrarlos y ver si se ponen calientes. Mira tócamelos, ahorita ya se me están calentando.
Yo acerque mis manos llenas de curiosidad y toque por primera vez unos huevos de hombre, recuerdo que tenían muchos pelos y me cabía uno en cada mano.
– Si están calientes tío, los tienes muy grandotes.
-Así es sobrino, acarícialos sin miedo para que valla aprendiendo lo que te harán las viejas. El aún sujetaba su verga con una mano y vi que poco a poco comenzaba a crecer. Mi tío quitó su mano y poco a poco vi como iba haciéndose mas grande mientras el no dejaba de ver mi cara.
– que te paso tío? Le pregunte. Se te puso dura.
– Así es chaparro, así pasa cuando me agarran los huevos.
– Y te duele tío? Le pregunte asustado viendo esa verga dura que le llegaba más arriba del ombligo.
-No, no duele. Mira tócala, ya se me puso caliente también.
Yo la agarre lentamente con las dos malos y la empecé a recorrer de arriba a abajo. Mi tío aceleró la respiración y me dijo:
-Te gusta Jorgito? Quieres que te enseñe algo?
Si tío. El tomó mis manos y empezó a bajar su pellejito, mientras que poco a poco asomaba su gran cabeza casi roja y palpitante.
-Mira, esta es la cabecita de la verga, me dice. Parece una fresa verdad? A las viejas les gusta meterse la a la boca y chuparla. Dicen que sabe rica. Quieres probarla bebé.
Yo no podía creer todo lo que veía, estaba fascinado y excitado. Poco a poco fui acercando mi boca mientras que el olor de la verga de mi tío era más fuerte. Sin dudar metí su cabeza en mi boca y pude saborear aquella verga poco a poco. Su sabor era amargo y no me cabía muy bien pero la saboreaba como paleta.
Mi tío se movía como loco y me decía:
-Así sobrinito, juega con ella, disfrutalaaa. Ahorita me va a salir lechita de ahí. Te la tienes que tomar toda, te va a gustar.
Yo seguí chupando, esperando con ansias la leche que saldría de mi tío. Después de un rato empecé a notar que mi tío se aceleraba más y más.
-Ya viene Jorgito, abre bien la boca bebe, ahhhh, ahhhh, así! Que ricoooo.
De pronto vi que de su verga empezó a brotar un liquido blanco, yo me lo empecé a tragar, sabia saladito.
-Así Jorgito, tómatelo todo, tienes que dejarle la verga limpia a tu tío.
Yo seguí limpiándole la verga a mi tío hasta que ya no quedo nada, después de eso nos quedamos los dos desnudos en la cama, yo recostado a un lado de su verga jugando con ella y moviéndola de arriba abajo, ya no estaba dura ni nada pero me gustaba verla, había descubierto mi nuevo juguete favorito.
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