Mi Tío me Desvirgo a los 10 años II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Respondiendo a quien me pregunto si me dolió la primera penetrada, le digo que el miedo que en ese momento sentía fue mucho más fuerte que el dolor que me producía la entrada de ese tremendo palo en mi cuerpo. Los fines de semana se convirtieron en una rutina sexual se puede decir que me convertí en la amante de mi tío, la que le bajaba las calenturas y las parasones de guevo que le producía la borrachera. Cada viernes y cada sábado mi espera terminaba en una gran y satisfactoria cojida que por 6 meses le dieron placer a mi cuerpo y vida a mis sueños de ser penetrado, vasta con relatarles una experiencia para que imaginen las demás.
Ese sábado siguiente, pase el día sintiendo espasmos en mi cuerpo y contando las horas para volver a sentir las fuertes envestidas que mi tío me brindo, ese día mi papa, paso toda la tarde bebiendo cerveza y jugando domino con mi tío y unos compañeros de trabajo, a eso de las 8 de la noche el alcohol se había apoderado del control de aquellos hombres quienes lo expresaban con sus gritos y expresiones groseras, mi tío comenzaba a mirarme con lujuria y de vez en cuando buscaba el momento que nadie le mirara para mostrarme lo erecto de su guevo, cerca de las 11 todos se fueron y mi papa se acostó bien borracho, mi mama ya tenia rato durmiendo, lo que le daba a mi tío la tranquilidad para realizar libremente sus aberradas acciones contra mi. Nos fuimos al cuarto, el se dio un baño con la intención de darle tiempo a que mi papa se durmiera, mientras yo consiente de lo que me esperaba me desvestí quedando completamente desnudo y con mi palito bien parado esperando por mi amante tío.
Cuando salió se dirigió a mi cama y pude ver la tremenda erección que traía se sentía su deseo de cojerme y comenzó a besarme en la boca y a chuparme las tetillas, me las mordisqueaba y se sentía divino luego me volteo y con suavidad comenzó a besarme la espalda mordiendo con suavidad mi cuello lo que me provocaba muchos escalofríos, fue bajando hasta mis nalgas hasta que comenzó a mamarme el culito mis gemidos comenzaron a darle el toque de morbo a la habitación mientras sus manos enloquecidas recorrían mi cuerpo, chupaba mi culo y mis bolitas cosa que me provocaba mucho placer me mamaba el pi pisito y volvía al culo quería gritar para descargar tanto placer pero solo alcanzaba a gemir como loco. Casi le gritaba que me cojiera estaba como desesperado hasta que me volteo y con mucho salvajismo abrió mis piernas se metió entre ellas y las acomodo en sus hombros, su pene babeaba enormemente lo que sirvió de lubricante cuando si mas me lo metió casi de un solo envión, bombeaba desesperado y me decía, perra, sucia te gusta que te coja zorra, lo que me excitaba mas aun.
Me tubo en esa posición por un rato hasta que me lo saco y me puso en cuatro patas como la propia perra y echando mucha saliva me lo zampó hasta el fondo. Se agarraba de mis hombros y se afincaba, yo sentía que su guevo me llegaba al estomago mientras me masturbaba. Justo cuando yo estaba casi por acabar me volteo boca arriba me agarro por los tobillos y me lo metió, comenzó nuevamente a bombear y en una de esas me lo saco de golpe y comenzó a masturbarse en mi cara y en mi pecho lo abundante y caliente de su leche hicieron que acabara también fue el momento mas divino de mi vida el se acostó exhausto y yo fui a bañarme para quitarme toda la leche que dejo en mi cuerpecito de niño.
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