Mi tio me inicio en todo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos. Por obvias razones y como muchos lo hacen en los relatos que son verdaderos, he cambiado nombres y lugares de este relato, espero les guste, ya que es una historia muy personal. Es larga la historia pero prometo que no se arrepentiran.
Mi nombre es Lupita y actualmente tengo 19 años. Soy la más pequeñas de tres hermanos, Carlos de 28 y Elena de 25, como habran visto mis dos hermanos me llevan muchos años de edad, razón por la cual soy la nena de la casa, lo cual tiene algunas ventajas, pero también desventajas y una de esas desventajas es que me protegen mucho y no me dejan ir sola a alguna fiesta o reunión con mis compañeros. Por lo cual a los 16 años aún era virgen en pleno siglo XXI y siendo tan caliente como soy.
Esta historia comenzó, se puede decir desde que conocí al esposo de mi prima Mercedes, de nombre Rodrigo, que realmente era un muchacho muy lindo, alto, bien parecido, algo serio al principio, quien tenía unos 30 años. En mi caso tengo el cabello guerito, soy la más blanca de mis hermanos, ojos verde oscuro, soy delgada y de piernas largas, mi rostro es bonito, mis senos aún son pequeños pero con bonita forma y pezones colorados, y el mejor atractivo que diosito me dió fueron mis ponpas, forman un corazón y son respingonas, con pantalones jeans apretados se ven geniales, en la calle me piropean hombres de todas edades por mis ponpas.
Siguiendo el relato, después de conocernos con Rodrigo (quien a veces me decía sobrina) hace un año nos empezamos a coquetear, dabamos miradas de fuego a cada momento, es decir nos coqueteabamos descaradamente, ese verano, mi familia alquiló una casa de playa enorme para darle cabida a todos los primos y tíos en un fin de semana. Pues resulta que en una fiesta que daban en una casa vecina que eran amigos de mis padres, todos estaban un poco con traguitos, en cuenta Rodrigo. El me sacó a bailar y me decía al oido que era una “barbie”, que era linda y encantadora, que le había gustado mucho desde que me había visto. Bailando, Rodrigo me apretaba toda, me estrujaba todo el cuerpo, al grado que me estaba volviendo loca y excitada. Su esposa, mi prima Mercedes no había ido a la fiesta, pero llamó por el móvil, como a las 10:00 de la noche y me pidió que por favor le llevara a su marido. Asi que lo saqué de la fiesta, el camino por la playa estaba oscuro, Rodrigo se sujetaba de mi para no caerse, en una de esas, no se si fingió, pero tropezó y cayó a la arena con todo y yo. El se puso sobre mi, yo llevaba puesto mi traje de baño que era un bikini y solamete una T shirt encima y un pequeño short. Su boca buscó la mía y su lengua se metió entre mis labios, al principio quise quitarlo, pero no cabe duda que yo me sentía atraido por él y en lugar de retirarlo respondí a sus besos, nuestras lenguas parecían de fuego y estaban muy ensalivadas.
El lugar estaba a oscuras. Su boca rapidamente corrió por mi cuello, luego sus manos se metieron debajo de mi camiseta en busca de mis senos, corrió el top de mi bikini y tomó mis senos con sus manos, luego bajó su boca y los chupó con deseo uno por uno, yo estaba excitadisima, crei que se me iba a cumplir el deseo de perder la virginidad por fin. Su boca fue bajando desde mis senos, pasando por mi ombligo mi vientre y sus manos empezaron a bajar el cierre de mis pantaloncillos y los fue bajando dejando a la vista la parte baja de mi pequeño bikini. De pronto algo paso.. Rodrigo ya no siguió, se puso de pie y me dijo –No puedo hacerle eso a mi mujer!..- -En que estaba pensando!!- y se puso a caminar hacia la casa, dejándome alli tendida en la arena, con los senos al aire aún con su saliva y con los pantaloncillos abajo. Yo me arreglé y me quité la arena y lo seguí a cierta distancia. Llegamos a la casa y el se fue a la habitación que compartía con mi prima y se durmió. Yo me quedé con las ganas y aún virgen.
Al otro día, Rodrigo simulaba que no recordaba nada. Asi quedó, yo estoy segura que el recordaba todo lo sucedido.
Pasaron seis meses desde aquel encuentro. Yo había intentado perder mi virginidad con un novio que tuve a escondidas de mis padres. Me había salido de la casa sin que lo notaran, él me llevó en su auto a un lugar oscuro a un lado de la carretera y luego que nos hicimos sexo oral primero, le chupé su lindo trozo de carne dura y también sus dos ricos huevos, el se dió un banquete con mi rajita, me hizo llegar a un largo orgasmo, y cuando su glande luchaba por meterse en mi panochita, lo oí gemir y correrse como un niño de 8 años, sentí su leche sobre mi cuquita, mi novio había terminado antes de penetrarme. O sea que seguí siendo virgen.
Llegaron las vacaciones de fin de año, como salí bien en mi colegio, mi prima Mercedes le pidió a mis padres que me dejaran que pasara con ella una semana en su casa. Yo al oir eso me emocioné, iba a ver a Rodrigo de nuevo, después de aquella fallida ocasión en la playa. No se como iba él a reaccionar al verme, pero me comía la curiosidad y el morbo.
El primer día que llegué a la casa de la prima Mercedes, vi que había una maleta en el living, pregunté que pasaba, mi prima bastante apenada me decía que su mejor amiga estaba agonizando de un cancer fulminante en el estomago, en una ciudad a un par de horas de allí y que necesitaba estar con ella en sus últimos momentos. Me dijo que me quedara con Rodrigo, que había suficiente comida en la refrigeradora solo para calentar y que ella vendría posiblemente a los tres días. Si yo tenía morbo por estar en la casa de mi prima donde estaría Rodrigo, imaginense ahora él y yo solitos en la casa.
El clima en esa ciudad en esa época era caluroso, en el patio posterior mi prima y Rodrigo tenían una piscina pequeña climatizada. Después de desempacar y cenar juntos con Rodrigo, una cena de pocas palabras. Pero previo a levantarnos Rodrigo empezó a evidenciar sus intenciones. –oye sobrina!, que te parece un chapuzón en la piscina?-, yo me puse emocionada, -esta bien!, dentro de veinte minutos nos vemos en la alberca!-.
Entre a mi habitación en busca de mi más sexy y diminuto bikini que yo tenía en mi maleta, quería impresionar a Rodrigo y decirle asi lo que había tenido y perdido aquel día en la playa.
Cuando llegué a la piscina envuelta en una toalla, Rodrigo ya estaba metido en ella. Su pectoral era muy atractivo, se podía ver horas de pesas en el gimnasio traducidas en musculo. Me quité la toalla y le enseñé mi traje de baño a Rodrigo, consistía en un diminuto top que se ataba a la espalda y al cuello, la parte baja era una pequeña tanguita o hilo dental (nunca mis padres lo habían visto, sino lo hubieran tirado) que pasaba por entre mis bonitas nalgas, todo en rojo que contrastaba con mi tez blanca. Pude ver que Rodrigo tragó saliva varias veces y se puso un poco nervioso. Yo entre a la piscina y me puse a su lado. Hablamos de varios temas, todos triviales, pero yo tenía planeado sacar el tema aquel de la playa.
-Oye Rodrigo, te puedo hacer una pregunta personal?- dijo yo. Rodrigo intuyó, pero aún asi me respondió -claro sobrinita, la que quieras!-
-Qué te pasó aquel día en la playa, porque te fuiste?-, hubo un silencio.
Luego respondió –Crei que no sería justo para nadie, ni para ti ni para Mercedes!-
Hubo otro silencio, yo agregué -Yo pensé que no te gustaba ni siquiera un poquito!-
-No digas eso sobrinita, eres un manguito, eres muy bella, lo sabes?- me respondió.
-Sabes Rodrigo?, yo hubiera deseado que ese día me convirtieras en una mujer!- le dije, dándole a entender que era virgen en ese momento de la playa.
Rodrigo se me quedó viendo, como tratando de articular su respuesta, pero no lo lograba. Por fin..
-y que? Lupita.. tu querías que yo fuera tu primer hombre??-
Yo dige si con la cabeza.
-Y…ya no eres virgen ahora?.. preguntó Rodrigo viendome a los ojos.
Yo bajé la vista, para ver su reacción. Rodrigo se tomó la cabeza y el cabello con una mano.
Alli fue cuando yo levanté la cara y le dije: -Tonto!, aún sigo esperando que seas mi primer hombre, pero no te puedo esperar por siemp….., Rodrigo ya no me dejó terminar, se avalanzó sobre, me abrazó y me besó efusivamente, nuestros labios y lenguas se revolcaban como culebras en celo, sus manos registraban todo mi cuerpo, zafó mi top rapidamente y mis senos fueron recibidos por sus labios, quienes se apoderaron con fuerza de mis senos y de mis pezones, los mamó como un infante, ante tanta pasión yo solo exclamaba pequeños gemidos de placer.
-Este no es un lugar apropiado para hacertelo!!- me dijo. Me tomó de las piernas y me me cargó en sus brazos, atravesamos el living, subimos las gradas y abrió la puerta de su recamara, me colocó en una cama enorme, su cama matrimonial. Comenzaron de nuevo los besos húmedos, con mucho deseo de ambos, parecíamos que nos queríamos comer el uno al otro, su boca bajaba a mi barbilla y lamía, luego subía a mis orejas y metía la punta de la lengua, eso era riquisimo, sentí como me mojé con tan poco aun. El estaba sobre mi cuerpo, yo cerraba los ojos para degustar todo lo que me hacía Rodrigo, no me importó que fuera el esposo de mi prima, solo quería que me hiciera mujer.
Sus labios llegaron a mis senos, con una mano los apretó para prepararlos para sus finos labios, me chupó mis pequeños pezones, que se erectaron como si fueran diminutos penes. Yo muerta de placer, solo llegaba a exclamar –Rodrigo mi amor!- o –ayy Rodrigo, asi, asii!!-.
Su habida boca siguió bajando entre mis senos y su lengua revoloteó en mi ombligo, mientras su hábiles y fuertes manos bajaban mi tanguita, luego besó mi vientre plano varias veces, sus dedos ya jugaban con los pliegues de mi vagina, -ohhh, sentí otro chorrito de liquidos vaginales bajar a mi panochita y lubricarla al máximo. La lengua de Rodrigo fue la primera en explorar mi rajita, con la punta la internó entre los labios de mi panochita, fue tanto el placer que le jalé los cabellos a Rodrigo y casi me quedó con algunos entre los dedos. Con toda su experiencia, Rodrigo me llenó de besos alrededor de mi cuquita, lamió mis muslos y luego regreso de nuevo a mi rajita para comersela. Ahora con los dedos de ambas manos abrió mi sitio intimo y buscó mi clítoris el cual tocó y campaneó con la punta de su lengua, allí no aguanté y me corrí como nunca en mi vida. Crei que temblaba la cama, pero no, era yo quien me contorsionaba de placer.
Rodrigo fiel a su estrategia y para dejar que me calmara después de ese enorme orgasmo, siguió lamiendo mis piernas, llegó a las pantorillas las cual elevó con sus manos para morderlas delicadamente, luego tomó mi pie y metió mi dedo gordo en su boca y lo chupó como un caramelo, la sensación era única, al principio parecía cosquillas, pero, luego era excitante. Luego, hizo lo mismo con los demás deditos de mis pies, turnándose para chuparlos. Después de eso, me pidió que me volteara, es decir quedé boca abajo, Rodrigo no se pudo resistir a manosearme mi trasero, una de las partes generosas de mi cuerpo. Una lluvia de besos, mordidas y lamídas me dio él en cada parte de mis nalgas, para luego abrir mis dos carnosidades y divisar mi ojito del culo y más abajo mi rajita semipeluda.
Rodrigo metió su rostro entre mis nalgas y lamió mi ojete arrugado varias veces con mucha pasión, entre tanto yo me mordía los labios para no gritar de gusto. Sus dedos jugaban de nuevo con mi rajita y mi clítoris, senti morirme de excitación. Luego su hábil lengua fue subiendo de mi culito por mi espalda, una sensación riquisima recorrió mi medula espinal, subió hasta mi cuello, por primera vez sentí su enorme carne erecta de su pija apoyarse entre mis nalgas, luego con su mano la tomó para frotar su largo falo contra mi ano y bajarlo a mi panochita, crei que asi me la iba a meter, pero el tenia otros planes, solo se dedicó a frotarla en mis partes íntimas, y yo se la llené de mis lubricaciones vaginales .
Luego de haberme devorado casi todo el cuerpo, Rodrigo se colocó boca arriba acostado sobre las almohadas enseñando su verga parada entre sus piernas. –Chupamela toda!- me dijo, yo le sonreí y me metí a horcajadas entre sus piernas, la agarré con mi mano, estaba durisima, era rolliza, solo saltaban varias venas gruesas a su alrededor, se podían sentir sus palpitaciones, sin pensarlo le chupé varias veces la cabezota, era suave, tersa, la metía y la sacaba de mi boca, luego le pasé la lengua por todo lo largo de su tronco, como si fuera un sorbete, me di cuenta que Rodrigo se rasuraba todo el tronco hasta los testículos, ya que los tenía lampiños, asi que era fácil llegar y chupar sus bolas, las cuales estaban duras, señal que las tenía llenas de leche. Yo ya había mamado al menos unas tres pollas, pero ésta era especial, era más larga y gruesa y sobre todo que era con Rodrigo, uno de mis amores fantasiosos.
Después de darle una buena chupada de verga, Rodrigo me colocó acostada casi en el mismo lugar donde el estaba, me dijo que lo iba a hacer suavemente (desvirgarme) y que me iba a doler un poco al principio, pero que luego nos ibamos a divertir mucho. Rodrigo escupió en su mano y se echó un poco de saliva en la punta de su polla, me abrió las piernas y el sentado se quedó en medio, tomó su verga con la mano y la guió a mi panochita, pude sentir como el glande tocó mis pliegues vaginales, luego la empujó un poco siempre usando su mano como guía. –uuuhhh!- dije cuando su glande fue traspasando mis labios menores vaginales, un nuevo empujón y entró toda la cabezota, allí sentí el primer sentimiento de dolor, no fue muy intenso, pero sabía que mi telita estaba siendo desgarrada por fin. Rodrigo siguió empujando ahora como balanceando su polla, que entraba cada vez más en mi intimidad. –uhhhh- volví a sentir otro pequeño dolor, creo que era lo último que quedaba de mi virginidad.
Rodrigo me dejó ir todo el largo de su verga en mi cuquita, sentí que me abrian todas las paredes de mi vagina, era una sensación deliciosa. Luego inició a cogerme con un vaiven lentó, su pene entraba y salía de mi jugosa caverna, me tenía las piernas sostenidas con cada una de sus manos y solo movía sus caderas para penetrarme. En pocos minutos la sensación de dolor quedó atrás, al fin podía gemir de placer de tener un miembro viril masculino dentro de mi panochita. Uff! era rico. Pronto mis zonas erogenas dentro de mi capullito empezaron a funcionar, sentí que la sangre fluía sin cesar a mis cabeza, a mis pezones y a mi clítoris, comencé a repetir el nombe de mi desflorador –Rodrigo!!-, -Rodrigo, cógeme!-.
Al fin la consentida de mis padres se volvía toda una mujer y estaba siendo follada en ese instante. Yo trataba de cerrar los ojos y gozar todas las sensaciones de que era victima, pronto los bombeos de Rodrigo se volviron más intensos, que me hacían gemir con cada penetración profunda. Yo estaba al borde de otro climax. Rodrigo se fue acomodando encima de mi, igualmente sentí que su polla terminaba de entrar hasta la última pulgada en mi cuerpo. Su boca pronto tuvo contacto con mis tetitas y sus labios chupaban mis pezones duros lo cual me hacía gritar.
Su ritmo cada vez se volvía más salvaje, más profundo, sus bombeos eran más secos, como si quisiera partirmela rajita en dos o como si quisiera que su verga me saliera del otro lado. Yo apenas podía abrir los ojos de la pasión y del éxtasis, al rato me vine en un brutal orgasmo, mi primero siendo follada. Me prendí de su cuerpo mientras me consumía el climax, llené de eyaculación mi vagina juvenil, mientras le rogaba a Rodrigo de no parara de clavarmela.
Rodrigo me cambio de posición, las piernas me temblaban aún. Me puso en cuatro y se puso atrás de mi, en la clásica posición perruna, que tanto había visto en videos porno, ahora la iba a gozar asi colocada. Frotó de nuevo su pene en mi rajita y me la dejó ir si mucho obstaculo, ya que mi panochita estaba mojadísima de lubricación. En esta posición sentí más grande su verga, me topaba en el fondo de mi vagina. Pronto Rodrigo entró de nuevo en un gran ritmo, se aferraba a mi cintura para dejarmela ir hasta el fondo de mi rajita recien abierta.
Yo sabía que Rodrigo no iba a durar mucho tiempo sin correrse, se podía ver por los gemidos que lanzaba a cada instante, ahora me sujetaba de los hombros, además yo sentía que su ritmo era para alcanzar su climax. Cuando de pronto oí un largo –Ahhhhgg- el sacó su verga de mi panochita y luego un liquido tibio y caliente cayó directamente en mi espalda y nalgas. Rodrigo parecía estar orinando, fue excesiva la cantidad de semen que echó. Los dos nos quedamos descansando un rato sobre la cama, nadie decía nada, solo gemidos de satisfacción de vez en cuando.
Yo me pusé de pie y caminé hacia el tocador dentro de su recamara, me quité su semen de la espalda, además me vi la cuquita, estaba coloradísima, dilatada y abierta por la sesión tan intensa. Me senté en el videe y me lavé mi cuquita, el agua salía un poco roja, señal de la sangre en el interior de mi vagina, señal también de mi pasada virginidad. Asi también a pesar que Rodrigo se corrió afuera, tenía alguna cantidad de semen adentro. Cuando me aseaba pude ver dentro del baño un jacuzzi. Me entró el deseo de darme un duchazo en el jacuzzi, asi que cuando salí le dije a Rodrigo que nos bañaramos juntos en el jacuzzi para asearnos, de todos modos la casa era nuestra al no estar mi prima Mercedes.
Ya estando preparado el jacuzzi, no metimos y no tardamos en abrazarnos y besarnos adentro de forma cachonda, diciendonos palabras de amor. –Gracias por ser mi primer hombre!!- le dije entre besos a Rodrigo. –Siempre había soñado serlo, pero no me imaginé que se haría realidad- me respondió. –me haz hecho muy feliz Rodrigo, quisiera que esto durara para siempre, pero sé que no puede ser!- le volví a decir. –No pienses a futuro, porque no nos va a dejar gozar el presente- me respondió.
Nos volvimos a besar de lenguita, su mano estaba en mi rajita y uno o dos dedos hurgaban mi panochita que aún estaba dilatada y eso facilitaba la penetración. Yo le tomaba su pene y lo masturbaba, al poco tiempo su miembro estaba de regreso, se endureció en mi mano.
Pronto entre besos y caricias, nos calentamos de nuevo. El se sentó en una grada que tiene el jacuzzi y yo me sente con las piernas abiertas sobre él. Entre besos su pija se fue acomodando en mi cuquita lentamente, seguimos besandonos apasionadamente y su polla estaba de nuevo en mi interior. Su carne se fue deslizando hasta los cojones y de nuevo estabamos haciendo el amor, ahora yo era la que llevaba el control, moviendome despacio. Mis senos quedaron enfrente de su boca, por lo que no tardó en hacerlos suyos de nuevo. Mis gemidos volvieron a aparecer, la excitación me llegó más rapido que al inicio. Aunque ahora yo controlaba la follada, un nuevo orgasmo recorrió mi cuerpo, alli sentada sobre la verga de Rodrigo.
También Rodrigo se excitó mucho rapidamente. Me tomaba de las nalgas para ayudar a hacer el movimiento más rapido, eso era lo que él quería, asi también me hurgaba el ano con la yema de sus dedos. Al rato Rodrigo se puso de pie sin soltarme y sin sacar la polla dentro de mi rajita y asi parado sosteniendome de las nalgas y yo abrazada a su cuello me empezó a follar duro, me levantaba en peso para su verga saliera de mi rajita y luego me dejaba caer para ensartarme de un solo golpe, eso era salvajemente rico y placentero, pronto estuvimos gimiendo juntos de nuevo.
Ambos estabamos cogiendo duro alli parados en el jacuzzi. Los dos empezamos a movernos como locos. Nuestros quejidos sexuales inundaban toda la casa. Yo me abrazaba a su cuerpo y mientras el seguía martillando su verga en mi pequeña rajita. De pronto siento un éxtasis que me hace vibrar de satisfacción, siento como que me falta el aire y las fuerzas, tuve la sensación por un instante que me estaba orinando con la pija de Rodrigo dentro de mi rajita, pero no era asi, fue otra larga corrida que tuve. Casi al minuto oi pujar a Rodrigo, esta vez no tuvo el impulso de sacar su verga de mi panochita y por primera vez un hombre depositaba semen en el interior de mi vagina. Luego de eso me volvió a colocar en la grada del jacuzzi, los dos estabamos extenuados, pero más Rodrigo.
A todo esto era más de las 11:30 pm, asi que semidesnudos nos acostamos en la cama, mojados y cansados, y luego de varios besitos y caricias el sueño nos ganó la partida, nos quedamos dormidos y desnudos.
Al amanecer, sonó el despertador de la mesita de noche de Rodrgio, serían como las 6:30 am, Rodrigo se metió a la ducha, salió a los 20 minutos, sabía quetenía que irse a trabajar, él se sentó en la cama y yo a horcajadas me puse atrás, aún desnuda y lo abracé y le dije : -no te vayas a trabajar, quedate conmigo, no quiero estar solita toda la mañana, si!..-. –es que debo trabajar los sabados por la mañana- me contestó. Con voz melosa le dije –y me dejaras solita aquí?,.. yo quiero que me hagas el amor ahorita al amanecer, recuerda que nadie me lo ha hecho antes!-.
Rodrigo tomó el teléfono y se disculpó ante su jefe el no poder ir a trabajar, dio como excusa que un familiar cercano estaba grave y que debía visitarlo, al parecer el jefe aceptó. Se volteo y de nuevo me besó con deseos, me colocó volteada sobre él, en la posición que le llaman 69, es decir yo le puse mi panochita en su rostro y con mi boca tomé su ya empalmada verga. Nos chupamos el sexo muy rico, mi primer sexo oral en esa posición. Rodrigo aprovechó esta posición y me comió también el culito. Fue delicioso empezar asi por la mañana.
Después me penetró en la posición que me desvirgó la noche anterior y follamos de nuevo hasta satisfacernos. Pero yo no contaba con que Rodrigo tenía la adicción del sexo anal y en un cambio de posición, me colocó de lado, puso algo de cremita en su pene y luego lo puso en la entrada de mi ano, lo empujo y su glande me penetró un poco por allí, yo grité y le dije que se había equivocado de hoyito, pero el me dijo que no era equivocación y me la dejo ir, nuevamente grité cuando la sentí adentro de mi culo, luego él siguió empujando, yo le rogaba que no lo hiciera (siempre había pensado que las relaciones anales eran un asco), pero Rodrigo no paró hasta que me la puso toda adentro de mi colita.
Ya ensartada, me empezó a bombear lentamente, el dolor era intenso, pero a él parecía agradarle y excitante el tenerme enculada. Nunca me hubiera imaginado que en menos de un día, perdería la virginidad de mis dos orificios. Mientras me penetraba con un lento vaiven, Rodrigo me pedía que me relajara, que eso estaba produciendo el dolor que yo sentía. Intenté no oponer resistencia y no ponerme tensa. Rodrigo me folló mi culito por varios minutos más, cediendo el dolor, sentí un poco de excitación antes de sentir una oleada de semen tibio en mi ano, entre gemidos y quejidos Rodrigo se corrió dentro de mi culito dilatado.
De esta manera empezamos ese día, con una desfloración de mi culito. Al medio día aún con dolor de mi colita, salimos a comer afuera con Rodrigo, nos fuimos a un privado que tenía ese restaurante y allí nos dimos varios ricos besos, luego mientras él comía sus alimentos yo me metí debajo de la mesa, le bajé el cierre del pantalón y me comí su larga polla, hasta que lo hice correrse en mi boca.
En el camino de regreso, ambos ibamos manoseandonos nuestros sexos, el tenía su mano entre mis piernas y entre mi calzoncito jugando con mi panochita, en mi caso le tenía su pene afuera del pantalón y se la masajeaba haciendole una pajita. Alrededor de mi mano se fue endureciendo su pija. Yo notaba que Rodrigo estaba excitándose sin remedio.
Giró el auto hacia un camino rural, avanzó unos tres minutos en el camino y luego se puso debajo de la sombra de un enorme arbol. Rodrigo me pidió que nos pasaramos para atrás. Nos pasamos al sillón trasero del auto y comenzamos a besarnos de forma cachonda, me quitó la blusita y mi pequeño brazzier para comenzar a besarme los senos, yo le tenía tomada con la mano su erecta polla, estaba dura y varias venas parecían inflamadas. –quitaté la falda y el calzoncito!- me ordenó Rodrigo, yo me quedé en cueros alli atrás en el auto, luego el se quitó los pantalones y me dijo que como buena perrita le comiera su pene, asi que lo empecé a mamar con todas mis ganas, lo chupé y lo lamí por todos lados, algunas gotitas de semen salían por la cabeza y yo las tragaba.
Mientras se la mamaba, el me manoseaba mi cuquita con sus dedos y en ocasiones me pajeaba con uno de ellos. –Ahora montate sobre mi verga!- me volvió a ordenar, me subí con la incomodidad que daba el auto, me fui sentando sobre su pija y me la fui incrustando en mi orificio vaginal, cerré los ojos los últimos centímetros que se metieron dentro de mi rajita ya que lo podía sentir todo enterrado en mi aún estrecha vagina. Lo cabalgué como si se tratara de un potrillo, Rodrigo me mamaba los senos mientras yo lo follaba. Sentí un toque electrico en mi cuerpo, intuí que me iba a correr entonces aceleré la cabalgada para llevarme sin remedio a un exquisito orgasmo. Segui cabalgándolo para tratar de llevarlo a él también al climax, minutos después eso dio frutos ya que Rodrigo gimió como desesperado y nuevamente sentí su flujo seminal caliente desbordar mi rajita. Entre besos y palabras lindas nos volvimos a vestir para regresar a la carretera.
En la noche, mi prima Mercedes avisó que llegaría temprano por la mañana de siguiente día. Rodrigo me pidió que pasara esa noche en su cama, pero yo le dije que mi cuquita estaba muy adolorida y que mejor quería descansar un poco, ya que estaba trasnochada de la noche anterior. Asi que esa noche no tuvimos sexo.
Mi prima llegó como dijo al amanecer, encontró todo como encontró. A pesar que hubo besos prohibidos entre Rodrigo y yo, ya no tuvimos ningún contacto sexual. Regresé a la casa de mis padres, desflorada de mis dos orificios, había probado semen de hombre, había fornicado dentro de un auto, dentro de un jacuzzi, con un hombre casado, me había corrido en la boca de un hombre varias veces, me echarón semen dentro de mi cuquita, ¿qué más podía querer para una semana de vacaciones?. Ahh, estuve pendiente de mi periodo menstrual, ya que Rodrigo había acabado dos veces dentro de mi vagina, pero solo tuve pena y no pasó a más.
Para concluir quiero comentarles, que aunque soy caliente por naturaleza, no soy una quita maridos, ya que Rodrigo me estuvo llamando casi a diario diciéndome que quería dejar a mi prima por mi, yo le dije la verdad, que no lo amaba, que el sexo estuvo maravilloso y que agradecía que había sido mi primer hombre, pero que yo tenía mi novio y que lo quería mucho (cosa que era mentira) y que posiblemente me comprometía con él. Asi que lo corté de una buena vez. Ahora he tenido sexo con un par de chicos, aparte de mi novio, uno de ellos es un primo que vive en mi mismo pueblo, tiene una polla fantástica y coge como los angeles, ahora tengo cierta experiencia y ando de cacería.
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