Mi tío otra vez (relató real)
sexo con su tio se volvio adiccion.
– Si tio, quiero ser tu mujer; y no me digas que no puede ser. Tu sabes que me deseas, tanto como yo a ti. Se que tomas mis tangas de la ropa sucia y ahora es momento de que me tomes a mi como mujer, no como sobrina
– Ven tio, acércate… El se acercó a mi lado y a partir de ese momento no hubo palabras. Se recostó junto a mi y nos fundimos en un abrazo y nos besamos con la pasión de una pareja de enamorados. Me olvide que él me había criado, que era mi tio, pero si el que se había encargado de mi desde muy chica. Solo quería darle un poco de felicidad. Con movimientos un poco torpes me despojo de mi blusa, después de mi falda y admiro mi cuerpo. Acaricio cada centímetro de mi piel, se puso de pie y tomándome en brazos me llevo a la sala.
– negra (el siempre me dijo haci de cariño) necesito un trago; tengo que saber que no es un sueño. Sirvió dos copas y las tomamos. Puso música y así como estaba, solo con la tanga y mis zapatillas; me tomo en brazos rodeando mi cintura y bailamos al compas de la música.
Sus manos se deslizaron hacia mi cola grande y gorda, posando una a cada costado. Tomo la tanga y la bajo hasta que esta cayo al suelo. Con mis pies la hice a un lado. Seguimos bailando. Quizá 4 copas después y varias canciones, me tomo en brazos nuevamente. Ahora se dirigió a mi recamara, me recostó y el se comenzó a quitar la ropa. Al quedar totalmente desnudo, mire su pija, Enorme y gruesa apuntándome. Se recostó a mi lado y nuevamente nos entregamos en besos y abrazados, nos acariciamos sin pudor alguno.
Tomo mis tetitas y las chupo como si fuera un chiquillo. No quería dejar de hacerlo y succionaba mis pezoncitos con fuerza. Sus manos acariciaban mis nalgas. Sentí su miembro palpitar en mi estomago. Busque tomarla con mi mano y al hacerlo se puso palpitante, se veía esplendida, deliciosa. Se recostó en la cama y yo aproveche para ponerme de rodillas a su lado y la metí en mi boca. Aaaaah!!!, lo escuche gemir. Seguí chupando, el estaba gozando; sus gemidos se hicieron mas intensos. Sentí su mano buscar mi conchita. Recorrió mi rajita mojada. Me tomo de la cintura y me puso sobre de el. Su lengua busco con desesperación mi rajita. Sus manos me abrieron la concha un poco y hundió su lengua en mi ardiente cuevita. Hizo que sintiera una descarga eléctrica recorrer todo mi cuerpo.
Con claridad sentía, como al pasar su lengua en mi concha; esta se abría y al pasar se contraía nuevamente. Sentí un estremecimiento no pude evitar decir lo siguiente.
– Tío tio! Por favor detente.
– Te lastime mi amor!
– No! Pero creo que tendré un orgasmooooooo, ohhhh dios miooooo!… Fue lo ultimo que dije y deje que saliera todo mi jugo vaginal. El se aferro a mis nalgas apretando mas su boca a mi rajita, su lengua recorría sin parar mi concha. Yo devolvía el placer que me estaba proporcionando chupando sin descanso su erecta pija.
Se puso de pie, tomó un condón de un cajón. Cuando se lo estaba poniendo, lo mire y le dije…
– No, por favor así sin condón. Ya tome la pastilla. Por favor tío, al natural!… Dejo a un lado el condón y abriendo mis piernas me penetro muy despacio, con mucho cuidado. Su palpitante miembro entro en mi. El me tomo de las nalgas apretándolas, su pecho pegado al mío me daba un placer extra. Me sentía protegida y al mismo tiempo penetrada por mi tio. Lentamente pero con ritmo me hacía suya.
Se aparto y se sentó en una silla. Me tomó de la cintura y me sentó sobre de él. Separo mis piernas con sus manos y me penetro de nuevo. Esa posición me encantó! Sus manos se posaron en mis tetitas, me las sobaba y pellizcaba sutilmente mis hinchados pezones. De nuevo tuve un delicioso orgasmo.
Me puso de pie y el igual se levanto de la silla. Mire su pija empapada de mis jugos apuntando hacia arriba, escurría un poco de todo lo que lo había mojado. Sin pensarlo, me arrodille de frente a el y de nuevo le besé y chupe la pija. Sentía una fuerte necesidad de seguir devorando tan delicioso manjar.
– Ahhhhhhh!, Flor, Ahhhhh!!!, que rico me la chupas! Eres una deliciosa turrita petera
Apartó con suavidad mi cabeza y se tendió sobre la alfombra. Me indico me sentara sobre de el. Esa posición no la había echo antes, fue delicioso. Me moví en círculos, el estaba totalmente quieto. Ahora yo era quien se movía. Lo cabalgué por algunos minutos, sintiendo toda su pija dentro de mí, estaba hasta lo más profundo de mi ser. Me levante como queriendo salir y antes de estar fuera me sentaba nuevamente escuche que el gemía. Seguí dando ligeros sentones en su pija. Al mismo tiempo con sentía que mi vagina se contraía y apretaba su miembro, esto lo enloquecía de placer.
Me tomo de la cintura y con sus rodillas separo mis piernas hasta que mis pies quedaron sobre sus rodillas. Ahora él, con movimientos fuertes me la metía y me la sacaba. Casi de forma casi violenta me penetraba hasta el fondo. En unos minutos termino dentro de mi. Su leche parecía un torrente de lava. El calor que sentí en mi sexo al recibir su leche fue algo que jamás había sentido antes. Dejo salir hasta la ultima gota, yo lo ayudaba a exprimir haciendo contracciones con mi vagina. Desfallecido, me puso de pie y el hizo lo mismo. Yo mire su pija mojada aun escurriendo hilillos de liquido. Me apresure a chuparsela nuevamente. El no pudo evitarlo y tomándome del pelo se dejo hacer. Chupe con suavidad, su sabor me enloquecía; y mas sabiendo que estaba saboreando los líquidos de ambos.
Se puso tenso, y sin que yo lo permitiera termino nuevamente pero esta vez yo trague toda su leche, no deje escapar una sola gota.
Nos quedamos dormidos juntos en la misma cama ahora era su mujer. Me sentía satisfecha. El comenzó a regalarme ropa y lencería muy sensual. Uno de sus favoritos es una tanga en color negro y un brassiere de media copa que deja mis tetitas al aire y mis pezones a la vista. Le encanta que lo use con las zapatillas transparentes…
Y empecé a amar a mi tío y a su dinero
– Ven tio, acércate… El se acercó a mi lado y a partir de ese momento no hubo palabras. Se recostó junto a mi y nos fundimos en un abrazo y nos besamos con la pasión de una pareja de enamorados. Me olvide que él me había criado, que era mi tio, pero si el que se había encargado de mi desde muy chica. Solo quería darle un poco de felicidad. Con movimientos un poco torpes me despojo de mi blusa, después de mi falda y admiro mi cuerpo. Acaricio cada centímetro de mi piel, se puso de pie y tomándome en brazos me llevo a la sala.
– negra (el siempre me dijo haci de cariño) necesito un trago; tengo que saber que no es un sueño. Sirvió dos copas y las tomamos. Puso música y así como estaba, solo con la tanga y mis zapatillas; me tomo en brazos rodeando mi cintura y bailamos al compas de la música.
Sus manos se deslizaron hacia mi cola grande y gorda, posando una a cada costado. Tomo la tanga y la bajo hasta que esta cayo al suelo. Con mis pies la hice a un lado. Seguimos bailando. Quizá 4 copas después y varias canciones, me tomo en brazos nuevamente. Ahora se dirigió a mi recamara, me recostó y el se comenzó a quitar la ropa. Al quedar totalmente desnudo, mire su pija, Enorme y gruesa apuntándome. Se recostó a mi lado y nuevamente nos entregamos en besos y abrazados, nos acariciamos sin pudor alguno.
Tomo mis tetitas y las chupo como si fuera un chiquillo. No quería dejar de hacerlo y succionaba mis pezoncitos con fuerza. Sus manos acariciaban mis nalgas. Sentí su miembro palpitar en mi estomago. Busque tomarla con mi mano y al hacerlo se puso palpitante, se veía esplendida, deliciosa. Se recostó en la cama y yo aproveche para ponerme de rodillas a su lado y la metí en mi boca. Aaaaah!!!, lo escuche gemir. Seguí chupando, el estaba gozando; sus gemidos se hicieron mas intensos. Sentí su mano buscar mi conchita. Recorrió mi rajita mojada. Me tomo de la cintura y me puso sobre de el. Su lengua busco con desesperación mi rajita. Sus manos me abrieron la concha un poco y hundió su lengua en mi ardiente cuevita. Hizo que sintiera una descarga eléctrica recorrer todo mi cuerpo.
Con claridad sentía, como al pasar su lengua en mi concha; esta se abría y al pasar se contraía nuevamente. Sentí un estremecimiento no pude evitar decir lo siguiente.
– Tío tio! Por favor detente.
– Te lastime mi amor!
– No! Pero creo que tendré un orgasmooooooo, ohhhh dios miooooo!… Fue lo ultimo que dije y deje que saliera todo mi jugo vaginal. El se aferro a mis nalgas apretando mas su boca a mi rajita, su lengua recorría sin parar mi concha. Yo devolvía el placer que me estaba proporcionando chupando sin descanso su erecta pija.
Se puso de pie, tomó un condón de un cajón. Cuando se lo estaba poniendo, lo mire y le dije…
– No, por favor así sin condón. Ya tome la pastilla. Por favor tío, al natural!… Dejo a un lado el condón y abriendo mis piernas me penetro muy despacio, con mucho cuidado. Su palpitante miembro entro en mi. El me tomo de las nalgas apretándolas, su pecho pegado al mío me daba un placer extra. Me sentía protegida y al mismo tiempo penetrada por mi tio. Lentamente pero con ritmo me hacía suya.
Se aparto y se sentó en una silla. Me tomó de la cintura y me sentó sobre de él. Separo mis piernas con sus manos y me penetro de nuevo. Esa posición me encantó! Sus manos se posaron en mis tetitas, me las sobaba y pellizcaba sutilmente mis hinchados pezones. De nuevo tuve un delicioso orgasmo.
Me puso de pie y el igual se levanto de la silla. Mire su pija empapada de mis jugos apuntando hacia arriba, escurría un poco de todo lo que lo había mojado. Sin pensarlo, me arrodille de frente a el y de nuevo le besé y chupe la pija. Sentía una fuerte necesidad de seguir devorando tan delicioso manjar.
– Ahhhhhhh!, Flor, Ahhhhh!!!, que rico me la chupas! Eres una deliciosa turrita petera
Apartó con suavidad mi cabeza y se tendió sobre la alfombra. Me indico me sentara sobre de el. Esa posición no la había echo antes, fue delicioso. Me moví en círculos, el estaba totalmente quieto. Ahora yo era quien se movía. Lo cabalgué por algunos minutos, sintiendo toda su pija dentro de mí, estaba hasta lo más profundo de mi ser. Me levante como queriendo salir y antes de estar fuera me sentaba nuevamente escuche que el gemía. Seguí dando ligeros sentones en su pija. Al mismo tiempo con sentía que mi vagina se contraía y apretaba su miembro, esto lo enloquecía de placer.
Me tomo de la cintura y con sus rodillas separo mis piernas hasta que mis pies quedaron sobre sus rodillas. Ahora él, con movimientos fuertes me la metía y me la sacaba. Casi de forma casi violenta me penetraba hasta el fondo. En unos minutos termino dentro de mi. Su leche parecía un torrente de lava. El calor que sentí en mi sexo al recibir su leche fue algo que jamás había sentido antes. Dejo salir hasta la ultima gota, yo lo ayudaba a exprimir haciendo contracciones con mi vagina. Desfallecido, me puso de pie y el hizo lo mismo. Yo mire su pija mojada aun escurriendo hilillos de liquido. Me apresure a chuparsela nuevamente. El no pudo evitarlo y tomándome del pelo se dejo hacer. Chupe con suavidad, su sabor me enloquecía; y mas sabiendo que estaba saboreando los líquidos de ambos.
Se puso tenso, y sin que yo lo permitiera termino nuevamente pero esta vez yo trague toda su leche, no deje escapar una sola gota.
Nos quedamos dormidos juntos en la misma cama ahora era su mujer. Me sentía satisfecha. El comenzó a regalarme ropa y lencería muy sensual. Uno de sus favoritos es una tanga en color negro y un brassiere de media copa que deja mis tetitas al aire y mis pezones a la vista. Le encanta que lo use con las zapatillas transparentes…
Y empecé a amar a mi tío y a su dinero
Incluso pense en Chantajearlo con embarazarme de el para que me de una buena pension para mi y nuestros hijos
Hasta el día se hoy sigo siendo su negrita culona
Hasta el día se hoy sigo siendo su negrita culona
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!