MIS 3 MUJERES III
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por freeman88.
-Lo sabia !!!!, lo sabia !!!!- me dijo Diana en voz alta.
Mi cuñada me había sorprendido oliendo su tanga azul en la lavandería, se notaba su molestia y no era para menos.
– Que estas haciendo Ricardo !!!, estas oliendo mi ropa interior !?-
– Sabia que lo hacías, asqueroso, sabia que cogías mi ropa-
Diana me gritaba con justa razón, sus ojos estaban llenos de furia hacia mi y yo no podía procesar alguna respuesta que me dejara bien parado y dada la situación no había ninguna.
– Sabia que te robabas mi ropa interior, vi como algunas tenían un liquido blanco y no soy una niña se que es semen y tu eres el único hombre en la casa.
–
– Dios míos como puedes hacer esto Ricardo, soy la hermana de tu mujer, eres un pervertido, un degenerado, nunca pensé que fueras tan pero tan asqueroso para oler mi ropa interior, espera que regrese Claudia, se lo voy a contar todo-
Algo en mi reacciono y le dije:
-.
ella lo sabe- dije casi susurrando.
– Que !?- me respondió Diana.
– Que dijiste?-
– Ella lo sabe Diana, tu hermana.
ella lo sabe todo.
–
El enojo y la ira cambiaron rápidamente por la sorpresa, los ojos se le pusieron como plato, se quedo inmóvil.
– Lo siento Diana, nuestro matrimonio estaba bien pero la rutina y el cansancio hicieron que nuestra vida sexual se apagara, todo estaba frio.
hasta que llegaste tu.
-De que me estas hablando, me estas diciendo que mi hermana sabe que tu robas mi ropa interior?- me dijo casi tartamudeando.
-Si, lo sabe a veces ella misma es la que coge tus hilos o tangas y me las lleva-
Mi cuñada estaba fuera de si, no creo que pudiera procesar toda la información que le daba, estaba en shock y no era para menos.
Luego de unos segundos de silencio me dijo con voz baja :
– Que es lo que hacen?
– Perdón?- le respondí yo
– Que es lo que hacen con mi ropa y no me mientas?
Dude en decirle todo, pero pensé que en ese punto ya no había vuelta atrás.
– A veces solo la huelo, otras veces ella me masturba poniendo tu tanga en mi pene o ella misma se las pone y tenemos relaciones u otras veces se la meto en la boca o viceversa y también me he corrido en varias de ellas- No podía creer lo que decía, todo era verdad pero mentir hubiera sido mas fácil, el morbo se apoderaba de mi y me estaba gustando.
Diana estaba en otro mundo, la noticias que su hermana era cómplice en mis fetiches eran demasiado para ella, no me dijo nada solamente se dio media vuelta para salir de la lavandería.
Podría haberla dejado irse y tener que lidiar con el problema después, pero recordé algo y sin pensarlo mucho le dije:
-Te gusta-
Diana se paro en seco, volteo y me miro con cara de interrogante.
–
-Que ?-
-Te gusta, te gusta esto- le dije con voz mas firme.
– Que no recuerdas la ultima noche, tu hermana y yo te vimos metiéndote un vibrador, Claudia no soporto la excitación y se arrodillo en la misma puerta para chupármelo, y tu nos viste y no dijiste nada.
Sabias que me masturbaba con tu ropa interior y no dijiste nada.
Te gusta pero no quieres admitirlo.
–
La mirada de Diana se volvió furiosa, se acerco rápidamente hacia mi, levanto su brazo izquierdo para propinarme una bofetada pero instintivamente mi mano la intercepto sujetándola de la muñeca.
Rápidamente la sujete con mi mano libre antes que pueda golpearme.
La tenia sujeta de ambas muñecas y la empuje unos pasos hacia el costado hasta que su cuerpo choco contra la pared.
Levante sus brazos hasta que sus muñecas quedaron encima de su cabeza, acerque mi cuerpo al suyo y le susurre al oído:
-Te gusta Diana, admítelo-
Ella trataba de zafarse pero yo era bastante mas fuerte que ella, solo escuchaba gruñidos de su parte, estuvimos así algunos segundos cuando de repente mi bata se abrió debido al forcejeo.
No llevaba nada debajo pues salía de una ducha y mi verga estaba en plena erección debido a lo morbosa de la situación.
Ella detuvo sus movimientos y centro su mirada en mi entre pierda.
Parecía hipnotizada por mi erecto pene, lo miraba fijamente y yo decidí aprovechar la situación.
El instinto animal se apodero de mi, pegue mi frente a la suya nuestras miradas se cruzaron fijamente, tenia sus ojos clavados en los míos, sentía su aliento y su respiración agitada.
La tensión sexual era increíble, la situación morbosa a mas no poder, nada me interesaba y de pronto fue ella la que me beso.
Sus labios se juntaron a los míos, al segundo su lengua invadió mi boca, no podía creerlo, ella había dado el paso definitivo, mi apuesta dio resultado.
Le devolví el beso, era un beso húmedo, sexual, nuestras lenguas se entrelazaban, mis manos aun sujetaban sus muñecas, separe mi cara para tomar aire y pude ver en ella una mirada de lujuria total.
Tenia los mismos ojos llenos de pasión que su hermana.
Solté sus brazos y al instante se abalanzo sobre mi, me cogió la cara para darme otro beso húmedo, mis manos empezaron a recorrer su espalda, ella estaba con un vestido blanco que le llegaba a la mitad del muslo.
Mis manos no fueron dulces o tiernas, bajaron rápidamente por su espalda y agarraron su culo, lo apreté era un poco mas chico que el de su hermana pero igual de firme.
Ella metió su mano por dentro de la bata y empezó a acariciar mi espalda, los besos continuaban mi lengua ya atacaba su cuello, pequeños gemidos salían de su boca cuando lamia sus orejas.
La situación era excitante, no había ningún rastro de juicio en mi o en ella.
Sentí sus manos por mis nalgas y rápidamente cogió mi verga, que ya estaba apunto de reventar, empezó un movimiento masturbatorio rápido, se aparto de mi y me lazo una mirada fuerte y mordiendo su labio inferior me dijo:
– Que esperas !!!-
Acto seguido le quite la mano de mi verga, me quite la bata y cogí su vestido desde la base, lo levante de un solo tiro sacándolo por la cabeza, tenia puesto un brasier blanco sin mayor adorno y una tanga blanca de encaje que recuerdo haber llenado de semen en alguna otra ocasión.
Estaba hecho un animal, la situación lo ameritaba no me di tiempo para desabrochar el brasier simplemente se lo saque por arriba, sus tetas salieron a la luz, como suponía eran mas grandes que las de su hermana, bien puestas para sus 31 y una encima y adornadas por un pezón marrón un poco mas oscuro que el de Claudia, no cabía duda que la genética estaba presente.
Me quede mirándolas un momento y ella me dijo:
– Sabia que te gustaban, te vi mirándolas varias veces-
– Y como quieres que no las veas si están riquísimas- le conteste
Me abalance sobre ella hasta pegarla otra vez contra la pared, la bese y luego baje para meterme los pezones en la boca, ella por su parte tenia una mano en mi cabeza empujando mi cara contra sus tetas y la otra mano sostenía mi verga, estaba en el cielo.
Decidí que teníamos que dar el siguiente paso, pase mi mano por su vagina por encima de su tanga la humedad era tal que la prenda estaba empapada.
– Que rico, como estas mojada- le dije
Me separe de ella un paso atrás, me arrodille, y empecé a quitarle la tanga lentamente mientras mis ojos casi se salen por lo que veían y mi pene casi estalla cuando vi su vagina rosa totalmente depilada, los hilos de fluido vaginal se notaban en los labios y el olor de mujer entraba por mi nariz, subí la mirada y ella volvía a tener esa mirada lujuriosa mordiéndose el labio inferior.
Por mi mente no paso nada mas que morbo y tal vez seria la única oportunidad que tenia así que la iba a aprovechar.
La cogí por las caderas y le di vuelta, su cara contra la pared y como yo estaba arrodillado mi cara quedo frente a su culo.
No iba a pedir permiso, no esta vez.
Abrí sus nalgas de par en par y vi su ano un poco mas rosado que el de su hermana, se notaba cerradito, no dude un segundo y metí mi cara en su culo.
Mi lengua empezó a lamer su ano, olía un poco fuerte supongo que por el sudor del verano, pero nada mal, empecé a lamer desde su concha hasta su ano, tratando de meter la lengua lo mas profundo que podía en sus huecos.
Ella empezó a gemir y en vez de cortarse por tener la cara de su cuñado metida en su culo, quebró aun mas su espalda facilitándome el acto.
Con una mano se apoyo en la pared y la otra se apodero de mi cabeza empujando de nuevo a sus zonas mas intimas.
Note como empujaba mas cuando le metía la lengua en el ano, supuse entonces que le encantaba que la enculen separe mi cabeza y le metí los dedos anular y medio dentro de su mojadísima concha, un gemido retumbo por la lavandería.
Empecé el movimiento rápidamente, estuve así por un rato y decidí aumentar la apuestas, sin aviso metí el dedo índice en su culo, primero hasta la mitad del dedo y luego hasta la base.
Esta vez un gemido seco, casi animal salió de ella y empezó estremecerse, le dije :
– Te gusta? o los saco?
– No !!! No los saques, no te atrevas mierda !!!1
Ella estaba disfrutando de la masturbación vaginal y anal como supongo hacia mucho no sentía.
Movía mi mano cada vez mas rápido, sentí su orgasmo venir, el mete y saca se aceleraron, su vagina empezó a chorrear y mojar toda mi mano, Diana empezó a gemir mas fuerte :
– Ahhh, aahhhh , aaaaaahhhhhhhh-
Se empezó a venir, su fluido empezó a correr por mi mano y yo no desaproveche la situación.
Saque mis dedos y metí toda mi boca en la entrada de su vagina bebiendo todo el manjar que su concha me daba.
Su orgasmo termino ella se puso derecha y se dio la vuelta apoyo su espalda contra la pared y me vio arrodillado con la boca y la cara llena de sus fluidos sexuales.
Me sonrió y me dio la mano para que me levantase.
Me pare, la bese, poco le importo el sabor y olor de su propia concha, me cogió de la mano y me llevo fuera de la lavandería, caminamos por el departamento agarrados de la mano, desnudos los dos, no pensamos ni en mi esposa ni en Lucy mi sobrina, la lujuria nos cegó totalmente.
Pensé que me llevaría a su habitación pero entro sin dudar al dormitorio principal, supongo que con un toque de venganza personal, si nosotros disfrutábamos de su intimidad era lógico que ella quisiera hacerlo en nuestra cama.
Diana abrió rápidamente la puerta de par en par y me llevo de la mano hasta la cama donde me hizo sentar en el borde, con la misma mirada lujuriosa de la lavandería me dijo:
– Ahora vas a ver que es bueno, cuñadito-
Acto seguido se arrodillo y agarro mi verga con su mano, acerco su cabeza y empezó a meterlo en su boca, primero la cabeza y siguió bajando lentamente, la calidez de la boca de Diana me hizo estremecer de los pies a la cabeza, pensé que se detendría en su movimiento pero en una sola llego hasta la base de mi pene, su hermana también había logrado la hazaña pero nunca en la primera mamada, era obvio que Diana no se iba a reservar nada esta noche.
Estuvo unos segundos con todo mi pene dentro de su boca y luego empezó a sacarlo, cuando al fin libero mi verga tomo aire como alguien que sale del agua, y me quedo viendo, con los ojos vidriosos, su boca tenia hilos de saliva que la conectaban con mi verga y sin decir una palabra empezó a masturbarme suavemente, se sentía riquísimo pues ya estaba lubricado por su propia saliva.
Diana era una experta, me hubiera gustado saber cuantas verga tuvo que meterse a la boca para llegar a ese nivel, alternaba muy bien los tiempo entre meterse mi pene a la boca y las tremendas y firmes pajas que me daba, también lamia como toda una perrita mi pene desde la base hasta la punta y cuando bajaba de nuevo no tenia reparos en meterse mis huevos en la boca, yo sabia que si seguía en ese ritmo me correría sin remedio, así que la sujete del cabello y prácticamente la tire a la cama boca arriba, a ella pareció gustarle el trato rudo, con una actitud casi animal, me coloque encima de ella y le separe las piernas y doblando sus rodillas casi hasta sus hombros, tome mi verga y la apunte a la entrada de su vagina.
La mire fijamente a los ojos y empecé a penetrarla, lentamente su concha se abrió dándome la bienvenida, el calor era impresionante y obviamente estaba mas que lubricada por la situación, note como ella controlaba la presión de mi pene al entrar, era toda una experta.
Llegue el fondo de mi cuñada, tal vez por la posición en la que estábamos la cabeza de mi verga llego a tocar su útero y cuando ella sintió eso soltó un gemido seco, tirando la cabeza hacia atrás y abriendo los ojos como platos.
– Aaahhhh, mierda, Ricardo que rico-
– Te gusta, cuñadita, te gusta?- le decía mientras empezaba un bombeo lento pero firme y seguido.
– Sí me encanta, Dios, me encanta, que rico me la metes-
Sus palabras no hacían mas que excitarme mas y mas, mi bombeo empezó a volverse mas rápido, no tenia ningún reparo en hacerla gritar.
Diana estaba igual de poseída que yo, sus gemidos retumbaban por toda la casa y probablemente todo el edificio, sus tetas se movían de arriba abajo y era todo un espectáculo erótico verlas.
Por mi parte entre sus mamadas, pajas y la tremenda cogida que le estaba dando, mi orgasmo ya empezaba a manifestarse pero quería sacarme otra fantasía de la cabeza, así que me incorpore, saque mi verga de su mojada concha y sujetándola de los tobillos la arrastre hasta el borde de la cama y le dije :
– Date vuelta-
– Porque? Si estaba riquísimo- me pregunto Diana
– Date la vuelta perra ¡¡- le dije con un tono mas fuerte
No dijo nada y se puso boca abajo en el acto.
– En cuatro perra, vas a ver lo que te pasa por perra.
– le dije mientras le daba una sonora nalgada.
Un gemido salió de ella al sentir el golpe, no había duda que el sexo fuerte era su tema.
Inmediatamente se puso en cuatro levando ese culo al que le había dedicado, varias pajas.
Lleve mi verga a la entrada de su concha y sin mayor reparo se la metí hasta el fondo, esta vez no había nada delicado o lento, empecé a taladrar su órgano genital con rudeza, los gemidos volvieron a salir de su boca mis huevos me dolían cuando chocaban contra mi cuñada.
La excitación era máxima, aproveché la accesibilidad de la posición y empecé a jugar con su ano, metí la mitad de mi dedo gordo dentro de su culo, acto que fue aprobado por mi cuñada con un:
– Siiii, mételo mas, mételo mas !!!!!!!-
Siguiendo las ordenes de mi cuñada le enterré todo el dedo dentro de su hermoso culo sin detener mi bombeo, todo era placer y mi orgasmo estaba por llegar, de pronto Diana me dijo casi gritando:
-Para, para, para, es Lucy !!!!!-
Yo no entendí, que pasaba estaba demasiado abstraído de la realidad.
– Para, mira a la puerta !!- me dijo
Gire la cabeza y en el umbral de la puertas estaba mi sobrina Lucy mirando con ojos redondos el show que dábamos su madre y su tío.
Diana quiso zafarse, pero yo estaba disfrutando a lo lindo y no iba a dejar que nada ni nadie me quite ese placer.
La sujete de la cadera lo mas fuerte que pude y empecé el va y ven de forma animal, con una mano la tenia sujeta y con la otra cogí su cabello para evitar cualquier intento de fuga, seguí bombeando pero ya no miraba a Diana sino a Lucy, quería que viera toda mi verga perderse dentro de su promiscua madre.
Jalándola del cabello voltee la cara sudada y babeada de Diana con dirección a la puerta y dije en voz alta:
– Mira a tu hija Diana, mira como le gusta ver como me cojo a su puta madre-
– Mira como ve como te entierro mi verga, en tu concha, parece que le gusta, quizás es tan putita como la madre-
Mientras le decía esas palabras mi embestidas eran cada vez mas salvajes, Diana solo gemía de gusto y los dos teníamos los ojos clavados en Lucy.
Mi orgasmo era inminente así que acelere aun mas mis metidas y vi como mi cuñada levantaba a cabeza poniendo los ojos en blanco, se estaba corriendo, su cuerpo empezó a temblar y a ella a gemir como una verdadera perra en celo.
No pude mas y mirando a Lucy empecé a venirme dentro de ella, chorros y chorros de semen espeso y caliente golpeaban las paredes de la vagina de mi cuñada, era el mejor orgasmo de mi vida, potenciado por la mirada voyerista de mi sobrina de 8 años parada inmóvil en la puerta.
Cuando mis espasmos terminaron saque mi verga de Diana y ella simplemente se desplomo sobre la cama con la respiración agitada.
Tenia la mirada en su hija pero no podía decir o hacer nada, su orgasmo había sido demoledor para ella.
Yo aun con el pene erecto y empapado por una mezcla de semen y fluidos de mi cuñada, me acerque tambaleando hacia mi sobrina y le dije:
– Lucy, te gusto lo que viste?-
CONTINUARA.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!