MIS 3 MUJERES IV
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por freeman88.
– Lucy, te gusto lo que viste?-.
mi boca pronunciaron esas palabras mientras avanzaba lentamente hasta el umbral de la puerta de mi dormitorio, allí estática, con la boca semi abierta y los ojos caramelos abiertos como dos platos.
La impresión de ver a su madre ser salvajemente follada en cuatro por su tío debería ser impactante, aun si Lucy no comprendiera lo que significaba el sexo, la escena debió quedarse grabada para siempre en su inocente memoria.
Llegue hasta ella, y mi pene aun erecto y palpitante le llegaba hasta la mejilla, supongo que podía oler el aroma a semen, sudor y flujo vaginal de su madre, pues hasta yo podía sentirlo.
Puse una rodilla en el suelo y agache mi cuerpo, mi cara quedo frente a frente de la ella, la tome por el mentón y con voz paternal le dije:
– Tranquila princesa, tu tío y tu mama solo están jugando un rato.
–
– No pasa nada malo- le dije
Me incorpore y tomándola de la mano la lleve hasta la cama, la use parada al lado de su mama, que aun se encontraba boca abajo, en shock por el tremendo orgasmo que tuvo hacia instantes.
– Diana dile a tu hija que estas bien- le ordene con voz tranquila a mi cuñada.
Ella empezó a balbucear:
– E.
e.
estoy bien mi amor- le dijo mientras que con su mano temblorosa acariciaba las mejillas de su hija.
La cara de Lucy salio de su asombro y dibujo una sonrisa.
– Esta bien mami, solo estaba asustada- Dijo con su tierna voz
– No te preocupes hijita, todo esta bien, tu tio y yo jugábamos nada mas, todo esta bien.
–
– Esta bien mami, estaba buscándote porque me dijiste que me ibas a bañar pero como no apareciste, te fui a buscar-
Al parecer mi cuñada, había quedado con Lucy en tomar un baño juntas como lo hacia muy a menudo y antes de eso fue a buscar alguna toalla en la lavandería, donde me encontró con su ropa interior y desencadeno todo lo sucedido.
– Oh es cierto bebe, déjame levantarme y vamos a bañarte, mami también esta bastante sudada- comento mi cuñada mientras me daba una mirada cómplice.
El foco de las ideas morbosas se prendió de nuevo en mi.
Tengo que admitir que en mas de una vez había aprovechado en ver la ropita interior de Lucy cuando ella jugaba y también había tocado con segundas intenciones su plano pecho y su redondito trasero, además parecía que a Lucy no le molestaba la desnudes ni mía ni de su mama, así que no iba a desperdiciar ninguna oportunidad de realizar mis fantasías.
– Bueno entonces bañémonos los 3- dije con total naturalidad
Diana me miro sorprendida y asustada
– Siiiii- dijo Lucy con una sonrisa de oreja a oreja.
– Esta bien princesa, ve a la lavandería y trae una toalla grande.
– le dije y en el acto Lucy salió de la habitación rumbo a la lavandería.
– Estas loco Ricardo? Una cosa es lo paso entre nosotros y otra es que quieras meter a mi hija de 8 años en esto.
No te lo permitiré !!!- me dijo con voz baja pero firme.
– Tranquila Diana, no quiero nada mas que ponerle mas morbo a esto.
Además vi como te pusiste cuando ella nos vio, no se si eres exhibicionista o te dio morbo que sea tu hija, pero te pusiste como loca y no me lo puedes negar- le respondí
– No !!! No se que paso pero no voy a dejar que mi hija sea parte de esto, esta mal, y no voy a dejar que sigas.
–
Diana empezó a caminar rápidamente hacia la puerta y yo la seguí cuando llego al umbral pude alcanzarla y sujetarla del brazo, ella se detuvo e hizo el esfuerzo para soltarse, yo la sujete aun con mas intensidad, la jale hacia mi y le clave un beso profundo.
El beso fue largo y húmedo, cuando mi lengua salió de su boca le dije con firmeza:
– Tu vas a hacer lo que yo diga ok?, tu ya eres mía y te encanta esto- mientras le decía eso mi mano libre empezó a tocarle la vagina y ella empezó a gemir.
Le encantaba la rudeza y parece que su marido en usa la respetaba mucho.
Yo no era así y se lo iba a dejar en claro.
– Tu eres mía, putita- le decía mientras le metía un dedo dentro de su concha, – Vas a saber lo que de verdad es bueno y te voy a coger como a mi se me de la regalada gana- otro dedo mas invadía su intimidad.
– De ahora en adelante te lo voy a meter cuando y por donde yo quiera, si quiero que tu hija mire, mirara, si quiero que tu hermana mire, mirara, si quiero cogerte con a ti y a tu hermana a la vez, lo hare, si quiero cogerte a ti y a tu hija lo hare.
– Estaba fuera de mi, poseído por un demonio de lujuria como nunca antes lo había estado, mis dedos entraban sin oposición de la concha de Diana y ella solo atinaba a gemir, la tenia comiendo de mi mano y lo iba a aprovechar.
– Tu boca es mía, tu concha es mía, tu culo es mío y si me da la gana tu hija es mía, esta bien?- Le dije fuerte y claro.
No hubo respuesta, así que la paja que le hice fue mas intensa, casi al punto de hacerle daño.
-Esta bien?!!!!!!!!!!!!!!!- le dije casi gritando
– Siiiiiiiiiiiiii soy tuyaaaaaaaaaaa- escuche, mientras su vagina empapaba mi mano con una mezcla de fluidos y semen de la cogida anterior parecía que otro orgasmo se avecinaba y entonces:
– Ya estoy lista tío escuche- era Lucy que estaba justo detrás de nosotros con su vestidito verde y toalla en mano.
La mire por encima del hombro de Diana e instintivamente le saque los dedos de la vagina, la hice a un lado como un poco de brusquedad y fui con Lucy, con una sonrisa la tome y la cague, la metí dentro de la habitación y me acerque a su madre.
Con una mano la tenia cargada y con otra abrace a Diana, nos juntamos en un solo abrazo, parecíamos una familia normal, solo que éramos cuñados y acabamos de coger entre nosotros.
– Vamos a divertirnos mucho estos meses princesas, no es así Diana?- les dije y mientras hacia eso mi mano empezó a bajar por la espalda de Diana, mi dedo medio entro entre sus nalgas paso por su ano y lo clave en su vagina.
Ella dio pequeño salto.
-Si claro, vamos a divertirnos los 3- dijo ella mientras yo mojaba bien mi dedo en su concha, acto seguido lo saque rápidamente y lo lleve hasta la cara de Lucy y viendo directo a su ojos sus pase mi dedo por sus lindos y delgados labios rosados mojándolos con los fluidos de su madre.
Diana abrió los ojos como plato y se mordió el labio inferior, tal como en la lavandería.
Había acertado, era igual o mas pervertida que yo.
Moje bien su boquita y al instante le clave un beso, no podía creer lo que estaba haciendo, estaba besando a una niña y encima era mi sobrina, pero la situación era mas morbosa que cualquier cosa en el mundo y mi pene estaba en una erección durísima, creo que nunca se bajo desde que me vine dentro de mi cuñada.
Cuando separe mi boca de Lucy vi como ella paso de la sorpresa al gusto y enseguida me sonrió con coquetería.
Mire a Diana y le dije:
– Vez todo estará perfecto-
Ella me miraba con ojos totalmente llenos de lujuria, la pasión era casi palpable.
La cogí de la mano y la lleve al baño principal donde la ducha era bastante grande y nos permitirá jugar a los 3.
En cada paso que daba hacia el baño mi corazón se salía, parecía un sueño y estaba en la gloria.
Me olvide de mi esposa, de que si llegaba y nos sorprendía que pasaría, igual tampoco me hubiera importado, me olvide de la moral y lo que es correcto sabia que si entraba a esa ducha con mi cuñada y mi sobrina todo cambiaria, pero como pocas veces en mi vida estaba seguro que lo haría, nada ni nadie me lo impediría.
Entramos al baño y baje a Lucy, me arrodille y tome su vestido verde y lo tire hacia arriba sacándoselo por encima de la cabeza.
Empecé a verla con mas detalle.
su cabello castaño claro que le llegaba casi a media espalda, sus ojos caramelo grandes e imponentes y una boquita delgada y rosada, baje la mirada hacia su pecho y obviamente por la edad estaba plano pero tenia cierta silueta de lo que en el futuro seria unas tetitas deliciosas y un pezón mediano marrón muy claro eran la cereza del pastel.
Seguí bajando la mirada por su vientre plano y vi su braguitas, eran azules con puntos blancos y e quedaban muy bien, lleve mis manos hasta el borde para quitárselos pero las manos de Diana me lo impidieron.
Pensé que se había arrepentido y estaba parando esto antes de que sea demasiado tarde, pero grande fue mi sorpresa cuando me dijo:
-Espera yo lo hago-
Le dio vuelta a Lucy haciendo que estén cara a cara y dejándome a mi la espalda y su culito bastante redondo y paradito para alguien de su edad.
El calzón, que era bastante pequeño, se metía muy sensualmente dentro de sus nalgas y pensé que era bastante coqueto para una niña.
Diana empezó a bajar la prenda, develándome el culito de su hija, yo estaba excitadísimo, quería comérmelas a las dos, pero sabia que tenia que disfrutar el momento.
El calzón llego hasta los tobillos de mi sobrina y ella levanto cada pie para facilitar su salida.
Diana tomo a su hija de la cintura y la volteo, como quien voltea una muñeca, su desnudez total me impacto por la belleza y el morbo.
Mis ojos fueron directamente hacia su vagina, era pequeña pero no tanto como imaginaba, bastante gordita y totalmente libre de vellos.
Quise tocarla pero Diana me dijo:
-Ahh !!! Todo a su tiempo-
Se incorporo y me cogió del brazo para que hiciese lo mismo, nos levantamos y sin titubeos me puso el calzón de su hija en la nariz.
Yo me sorprendí, era lógico todo en este día era para morirse.
– Huele- me dijo
– Huélelos como los míos o los de mi hermana, se que te gusta hacerlo.
–
Acomode la prenda y puse directamente la parte que roza la vagina en mi nariz.
Aspire y sentí un olor que indiscutiblemente era de vagina pero mucho mas suave y dulce, totalmente embriagante.
Podía seguir oliéndolo por mucho tiempo mas pero Diana aparto la prenda de mi nariz y me dijo:
-Eres todo un enfermo.
me encanta-
Tomo el calzón y envolvió mi pene con el y empezó una pequeña paja, mientras que Lucy veía todo el espectáculo con cara de asombro pero ningún rastro de desaprobación.
Luego de unos cuantos movimientos masturbatorios me dijo:
-Se bueno con ella ok?-
– Claro, para lo fuerte te tengo a ti-
Diana dejo caer el calzón al piso y me tomo de la mano a mi y a Lucy camino hasta la ducha y abrió la mampara de vidrio entro y empezó mover las llaves buscando la temperatura exacta para tomar el baño.
Cuando lo logro me hizo una seña para que pudiera entrar y tomando a Lucy de la mano, nos metimos dentro del chorro de agua.
Era mas juego al principio yo trataba de besar a Diana y manosearla y ella me acariciaba y tocaba mi pene de vez en cuando, en un momento Diana me dijo si quería enjabonar a Lucy, cosa que yo acepte en el acto.
Me dio bastante jabón liquido y me dijo que empezara a esparcirlo por su cuerpo tratando de sacar espuma.
Así lo hice y empecé por sus hombros y fui bajando por su pecho empecé a tocarle los pezones y note como cambiaban y se ponían duritos, continúe por su espalda y a bajar por su culito, lo cogía con ambas manos y trataba de separar sus nalgas, metía mi dedos en el medio y tocaba su pequeño anito, Diana me dijo que no metiera jabón dentro de la vagina pues podría irritarse, así que una vez que Lucy estaba bien enjabonada la puse bajo el chorro de agua y volví a tocarla a gusto, con la excusa de sacar todo el jabón.
Ella solo atinaba a reírse por alguna cosquilla intencional que le hacia y aproveche para pasar mis dedos por su rajita.
Estaba húmeda y caliente, parece que mis manos la excitaban, y yo no podía estar mas erecto, necesitaba descargarme.
Me incorpore y fui contra Diana, la bese fuerte y profundo ella me devolvió el beso y empezamos a tocarnos yo le agarraba las tetas y lleve mi mano hacia su espalda, metiéndole mi mano entre sus nalgas y alternando por turnos mi dedo entre su ano y su concha.
Mi cuñada entendía mi cachondearía, sentía como su vagina estaba mojadisima, la situación era muy morbosa y parecía que había encontrado a alguien con los mismo gustos.
Ella se aparta de mi un poco y llama a Lucy que estaba bajo el agua terminándose de bañar:
-Lucy, ven hija-
Ella se acerca rápidamente y su madre le dice:
– Dame la mano bebe- Lucy estira su mano obediente y Diana la toma de con suavidad.
Luego la acerca un poco mas hacia nosotros y lleva la mano de su hija a mi pene totalmente erecto.
Una sensación de placer máximo recorre mi cuerpo cuando siento la pequeña mano de Lucy apretando mi verga, con una mirada de perversión total, Diana guía la mano de su hija hacia adelante y hacia atrás, haciéndome una paja lenta y deliciosa.
Tenia que hacer fuerzas para no desencadenar mi eyaculación.
Te gusta, cuñadito?- Me pregunta Diana con voz sensual.
– Si si si si- llego a balbucear, ebrio de placer.
Acto seguido Diana se arrodilla y a se pone al costado de Lucy que parada donde estaba tenían la misma altura, sin dudarlo ni un segundo se mete mi pene a la boca, y empieza una mamada dura y profunda, su hija la miraba sin decir nada y yo no podía aguantar mucho mas.
Diana se separa de mi pene por un momento y le dice a su hija.
– Bebe, abre la boca- Yo no podía creerlo.
Lucy obediente como siempre abre la boca un poco, su madre le ordena abrirla un poco cosa que hace de inmediato.
Cogiendo mi verga desde su base, la lleva a la boca de Lucy pasando la cabeza por sus labios como si fuera un labial.
Luego le ordena:
-Mételo como si fuera un helado, bebe-
Lucy empieza a mover su cabeza hacia adelante, metiendo la cabeza de mi erecta verga dentro de su virginal boquita.
Siento el calor de la boca de mi sobrina, veo de reojo como Diana con su mano libre la tiene sujeta de la nuca haciendo ella el movimiento de mete y saca.
El morbo es demasiado y mi pervertida cuñada, toma la mano de su hija y la lleva a mi escroto, escucho como le dice – tócalos suavemente hijita, eso le gustara a tu tío- Cosa que me vuelve aun mas cachondo, Diana empieza un intercambio de bocas, madre e hija se meten por turnos mi pene a la boca, yo no puedo mas y le digo.
-Diana me vengo !!!!!-
Ella acelera la paja y sostiene la nuca de su hija, quiere que le llene la boca de semen a su hija, las caricias a mis huevos de Lucy no hacen otra cosa que acelerar el proceso y los espasmos empiezan.
-Me corro!!!!! – empiezo a gritar
El semen empieza a salir de mi verga y llenan la boca de mi sobrina ella, sorprendida y por inercia quiere salirse pero la mano de su madre la sostiene firmemente impidiendo que huya.
Uno, dos, tres, cuatro chorros de espesa leche llena la boquita de Lucy.
Es tanta que empieza a salirse por la comisura de su boca, el placer que siento es demasiado, retrocedo un par de pasos y veo el espectáculo, Diana coge a su hija de las mejillas y le estampa un beso profundo tratando de recoger cuanta leche encuentre en su camino.
Luego de unos segundos así, se separan y veo como los hilos de semen unen las bocas de madre e hija.
Lucy sonríe después del beso y Diana se para camina hacia mi, su desnudez es imponente me vuelve a besar, el sabor a mi propio semen me embarga, no me importa, es todo muy morboso.
– Tienes razón cuñadito, vamos a divertirnos mucho estos meses-
Continuara.
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