MIS AMANTES………. HIJAS

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
– Bueno, todo comenzó cuando mi esposa murió hace dos años y quede solo con mis hijos Pamela, Joaquín y Loli.
Aguantando el dolor por la pérdida de mí amada fui llevando la situación sin liarme con ninguna mujer, y como mis hijos ya estaban crecidos pues contrate una señora para que se ocupara de las tareas del hogar durante el día.

Pero una tarde en que la señora del servicio me había pedido permiso para cumplir unos compromisos me vine temprano para la casa, al llegar todo estaba en silencio y pensé que mis hijos aun no habían llegado del colegio, fui a mi estudio, me serví un trago de licor, pero al ir a la nevera por hielo escuche murmullos en la alcoba de Pamela, me acerqué sigilosamente y lo que vi me dejó asombrado.

Mis hijos estaban desnudos haciéndose tocamientos en sus partes intimas y besándose apasionadamente entre ellos, yo no supe que hacer y me escondí para observarlos mientras pensaba como reprenderlos y decirles que eso no estaba bien, observe cuando le dijeron a Loli mi niña menor de 11 años que se acostara y Joaquín de 13 años metió la cabeza entre sus piernitas y empezó a mamarle el coño peladito, mientras Pamela de 14 años y 10 meses le chupaba sus hermosas teticas y con una mano le cogía el pene a su hermano, Loli gemía de placer entrecortadamente.

Viendo todo esto no pude aguantar la tremenda erección que me entro y me tome el licor de un solo trago.
– ¿Loli te lo dejas meter como la otra noche? pregunto Joaquín.

Yo fui por la botella entera para calmar mi sentimiento de culpa al espiar a mis hijos, y ver los pechitos de Loli apenas floreciendo con sus pezones erectos, sus areolas hinchadas y su coño peladito y tierno comencé a hacerme la paja y dudando que el pene de mi hijo pudiera penetrarla, pero espere a ver que pasaba
– Siiiiii métamelo pero me haces pasito.

Joaquín le puso el pene en su rajita, le levanto las piernas y la fue penetrando lentamente ante mis ojos.
– Espera Joaquín, me duele, úntate la cremita para que me entre fácil.

Pamela le froto el pene con aceite a su hermano y él empezó de nuevo a penetrar a Loli.
Loli con sus ojos cerrados, la cara sonrojada y la boquita abierta jadeaba:
– Aaaaaaah aaaaaaaaah, asiiiiiiii, maaaas, siiiiiiiii que ricooooooo maaaaas maaaasss.

Joaquín se la follaba cada vez más duro y se lo metía todo mientras mi hija mayor la besaba con pasión en la boca, con una mano le acariciaba los pechos y con la otra se hacia la paja.
– Ay Joaquín echeme la lechita yaaaaaaaaaaaaaaaa.
Vi como entre convulsiones y gemidos Joaquín se corrió dentro de Loli.

Cuando Joaquín se lo saco, de su rajita empezó a escurrir semen espeso que Pamela iba lamiendo con deleite !No aguante más y me corrí¡
Después le toco el turno de follar a Pamela pero antes le había mámado el pene a su hermano para hacérselo parar de nuevo, se coloco en posición de perrito arrodillada en la cama, Joaquín la cogió de los hombros, acomodó su pene en la raja y empezó a penetrarla, Pamela lanzó un ¡oooh que ricooooo¡.

A ella si le entró más fácil, y en la posición de mi escondite mi hija me quedo de frente, yo le veía su cara sonrojada plena de satisfacción y con cada empujón de Joaquín sus senos hermosos y turgentes se balanceaban, empecé a hacerme otra paja, y cuando estaban en el mete y saca, Loli salió para el baño y me vio espiándolos, con vergüenza y en un susurro le dije que se quedara callada y me fui para mi alcoba a pensar en todo lo que había visto.
Me devolví por la botella de licor y Loli me dice: tranquilo papá termine de ver.
– Pero vete con ellos para que no sospechen.

Loli entro directo a recostarse al lado de Pamela le cogió los pechos y miró maliciosamente para el ventanuco donde yo estaba
Continúe con la paja, vi el orgasmo exagerado de Pamela cuando Joaquín se descargó en ella y llegué a la eyaculación viendo a Loli que con los ojos entornados, sin quitar la mirada hacia mí se acaricio el coño y los pechitos brindándome una paja.

Desde ese día note un cambio en mi hija pequeña, me miraba con complicidad y como con ganas de decirme algo, a veces con disimulo se dejaba ver los pechitos, hasta que se decidió…….
– ¿Papá tu el día que nos espiaste haciendo cosas por que no nos regañaste?
– No se, creo que me sentí culpable.
– Culpable, ¿acaso no te gusto lo que viste?
– No hablemos de eso hija.
– Papá pero dime la verdad ¿te gustó ó no?
– Para qué voy a negar, yo soy hombre y si…. si me gustó, pero el hecho de que no les llamara la atención no significa que este de acuerdo con eso.
– Papá ¿lo hacemos?
– No hija, eso es pecado.
– Pecado, eso es lo que dicen los curas, el incesto existe desde que el mundo es mundo.
– Loli, déjeme pensarlo.
– Pues no lo pienses mucho, porque de pronto un cura se te adelanta, me dijo riendo.

La situación quedo así y pasaron como 15 días, un viernes que Pamela y Joaquín se habían ido de fin de semana para la finca, Loli volvió a insistir, yo estaba relajado en el estudio escuchando música y tomándome unos tragos cuando entro vestida con un babby-doll corto y casi transparente.
– Hola papá, te veo muy contento, me dijo sentándose en mis piernas.
– Si hija, hoy he hecho un buen negocio, y le pase la mano por encima del hombro.
– Papá, ¿Por qué no has conseguido novia desde que murió mamá?
– No se hija, quizá por evitarme problemas y por evitarle problemas a ustedes.

Loli me cambió la conversación.
– Papito yo no quiero tener pelos en el coño como Pamela, cuando me empiecen a salir me los voy a depilar, me dijo al mismo tiempo que apretó mi mano sobre sus teticas.
-Pero Loli, tu estas muy pequeña ¿Cuándo comenzó todo esto?
– Con Pamela nos tocábamos desde mucho antes de morir mamá, y con Joaquín hace un año.
– ¿Ó sea que tu hermano te lo mete desde que tenías 10 años?
– No papá, solo caricias, pajas y metidas de dedo, él me desvirgo hace un mes.
– ¿Cómo te desvirgo?
– Pues llegue a casa, Joaquín y Pamela estaban haciendo el amor, y cuando me vieron me llamaron
– ¿Quieres participar? me preguntaron, yo asentí y me quite las bragas, me acerqué, Joaquín siguió penetrándola, luego mi hermana subió la mano por mis muslos y me acaricio la chochita haciéndome sentir muy bueno, me desabotone la blusa y me acomode de forma que mi hermano me mamara las teticas y Pamela me chupara el coño, en esas entre espasmos y gemidos se corrieron casi al mismo tiempo y yo me moje.

Entonces yo me fui para mi habitación, me estaba durmiendo cuando Joaquín entró a mi alcoba, como aún estaba excitada me quede quieta, sabia a que iba, metió la mano por entre las cobijas y me cogió la vagina empezó a sobarme y yo me deje sin decir nada, corrió el borde de mi braga y un dedo lo subía y lo bajaba por mi rajita haciéndome cosquillas en el clítoris, luego busco mi entrada y lo fue metiendo, abrí las piernas para que le entrara mas fácil y se dio cuenta que estaba despierta, ahí me dio un beso con lengua y me quito la blusa y las bragas dejándome desnuda, paso a mamarme los pechitos que apenas me están saliendo y por eso me pican, luego me hizo la mine y sentí tanta emoción que me orine.
– Joaquín métamelo como a Pamela, le dije.
– Hermanita pero te va a doler un poco.
– No importa, yo aguanto.

Acto seguido se lubrico el pene y se me monto, brego un poco para poder meterlo pero le ayude y después sentí ese trozo de carne deslizándose dentro de mi, sabia que no había marcha atrás, de pronto empujó duro, creí que me moría cuando desgarro mi virgo lance un grito y no se porque lloré, él se quedo quieto besándome y bebiéndose mis lagrimas, luego muy suavemente siguió penetrándome hasta que le entro todo, me follo inundado con su semen todo mi ser.

Ese día no disfrute mucho por el dolor y porque me asuste con la sangre pero después cuando me lo metió por segunda vez casi me enloquezco de la emoción y cuando me come el coño y después me penetra me encanta y lo que mas me gusta es cuando me mama las teticas que mire papá como las tengo de grandes.
– Chúpemelas.

La conversación y el recuerdo de su follada me pusieron cachondo. No se si fueron los tragos o que mi hija estaba muy hermosa lo cierto es que no proteste como las otras veces y caí en la trampa, Loli se animo más cuando sintió mi erección.
– Bueno hija hagamos lo que tu quieres pero con una condición.
– Cual.
– Que no le cuentes a tus hermanos.
– Tranquilo papá, será un secreto entre nosotros.
– Y otra cosa, ¿ya te llegó la regla?
– No papá.

Sin embargo yo sentí algo que me decía en mi interior que no lo hiciera con mi hija, pero su mano hurgando entre mis pantalones borro todo el recato que me quedaba y al tocarle la vagina estaba sin bragas lo que me excito aún más.
Con torpeza por la falta de práctica empecé a desnudarme, observando su hermoso cuerpo de 1.45 de estatura, piernas largas y torneadas, sus teticas en flor y su carita ansiosa muy parecida a su madre en donde resaltaban sus ojos verdes y un cabello rizado que caía en cascada sobre sus hombros, y cuando mi erecto pene quedo libre de ataduras ella lo miro con admiración y con temor.

Ella coqueta se quito el babby-doll, de pié la apreté contra mi cuerpo de 1.82 estatura, me llene de ternura al sentirla tan débil e indefensa entre mis brazos de hombre, tuve intención de arrepentirme de lo que estaba haciendo con mi hija, pero mi pene dio saltos cuando Loli lo cogió para sóbarselo por su peladito coño, me olvide de todo, la bese con ansias metiendo toda la lengua entre su boca, bajé mi mano por sus nalgas redondas, el corazón se me quería salir del pecho como asustado al volver a sentir un cuerpo de mujer pegado al mío aunque fuera el de mi impúber hija.

La pase cargada al sofá y la acomode de tal manera que su vagina quedara lo mas levantada posible para mamársela con gusto, talle mi pene por su clítoris varias veces hasta que note jadeando su excitación, ya con mis pasiones desatadas y mi conciencia adormecida me lubrique el miembro, su vagina se me entregaba, aún dude en penetrarla, me decidí y con mucho esfuerzo le metí la cabeza y ella lanzo un gemido largo.

– ¡Hooo Dios! que grueso papá, no se si me va a caber pero sigueeeeeeeee.
De ahí en adelante fue más fácil la penetración, sentí cuando pasó por su virguito desflorado por su hermano y siguió deslizándose, cuando ya iba por la mitad mi hija se quejó.
– Papáaaaaaaa metamelooooooooo mas despacio que me duele, además quiero sentir como llena toda mi vagina, si asiiiiiiiiii me dijo y mando la mano para acariciarme los huevos y miraba para saber si faltaba mucho por entrar, esoooooooo asiiiiiiiiiiiiii suave ¡papaaaaaaa¡ hasta aquí me llega el de mi hermano.
– ¿Loli te esta gustando?
– Siiiiiiiiiiiiii papaaaaaaa, por lo largo que lo tienes, se me está haciendo una eternidad el pedazo que falta por entrar, hágame el mete y saca y mámeme las tetaaaaaaaas.

Aquí fue en donde comencé la follada en forma, aún me faltaban 5 centímetros por entrar, y los fui clavando lentamente, paso a paso, empujón a empujón, disfrutando de lo prohibido, pero sin acabar de entrar todo algo se interpuso en el camino de mi ariete, mi hija no estaba lo suficientemente profunda para mi pene, ¡en su desesperación sexual gemía¡ …….. Apoyada en los codos levantó la cabeza para mirar el proceso de la penetración, en el momento que yo empuje algún músculo se aflojó y le entro todo, la seguí follando feliz, estaba cabalgando la mejor potra de mi vida.
– ¡! Papáaaaaaaa, con razón mi mamá te quería tanto…….!!!!
– Asíiiiiiiiiiiii maaaaaaaas qué ricoooooooooooooooo

La falta de experiencia la hacia torpe en el intento de coordinar su levantamiento de pelvis con mis estocadas, quizás Marcela y su hermano no le habían enseñado bien.
Alargando el tiempo……… controle el mete y saca para que la eyaculación tardara y Loli la niña de mis ojos disfrutara hasta su orgasmo final.
Sin gritar, sin aspavientos dice:
– ¡Que sensación tan ricaaaaaaaaaaaaaaaaa¡ entorno los ojos, tenso el cuerpo y espero gimiendo
-…….yaaaaaaaaaaaaaaaaa papaaaaaaaaa.

Mi sexo a borbotones espaciados sembró mi semen en lo más profundo de su ser.
Fueron los 5 centímetros más deliciosos que yo recuerde en una penetración a mis hijas después de esta tarde inolvidable.
– Papá si vio que si podía, me dice sin soltarme del abrazo, y en un susurro como con vergüenza un: “Gracias papá, siempre serás mi amor”…… ¡que me llego hasta el alma¡
– No tuve palabras, ni forma de mirarla porque mis ojos se llenaron de lágrimas.

Pamela ¡!mi hermosa Pamela¡ mi alocada hija mayor.

El día de la fiesta de sus 15 años Pamela disfruto un montón con sus amigas y amigos en una bonita fiesta que le había mandado hacer en el jardín de nuestra casa, música, comida, vino y baile para los jóvenes, whisky y cerveza para los adultos.
Como presumía de su hermoso cuerpo, enfundada en el elegante traje que para la ocasión estreno, Loli también estaba feliz con su prima Natalia un año y medio menor que ella que vino a la fiesta con mi suegro

Pamela empezó a abrir los regalos celebrando efusivamente cada uno de ellos, mostró mi sobre y saco las llaves de un coche Seat León casi se enloquece pero luego se calmo al leer la tarjeta: “cuando te saques la licencia”, sus hermanos le regalaron una tablet y un móvil de última generación,
Yo sentado en una mesa con unos invitados, al mirarla bailar no pude sustraerme al recuerdo de lo que me entere 10 días antes y que era nuestro secreto……

……….Sonó el teléfono interno de mi oficina,
– Don Felipe su hija Pamela esta aquí, me anunció la secretaria
– Dígale que pase por favor.
Entro saludándome, con 2 besos y un abrazo, Venia vestida con el uniforme del colegio.
– Hola hija ¿Qué haces por aquí tan temprano ¿Por qué no estás en clase?
Es que pedí permiso porque tengo que decirte algo muy importante ¿tienes tiempo?
– Claro hija, siéntate. Rosalía, no estoy para nadie y no me pase llamadas le dije a la secretaria.
– Papá tengo un problema y los ojos se le encharcaron.
– Debe ser muy grave para que estés llorando, mi tesoro.
– Lo es papá…….. Estoy…… estoy embarazada.

Me quedé de piedra, el cerebro me daba vueltas. Seguro se descuido con Joaquín pensé para mis adentros.
– Un hijo nunca es problema, tenlo muy en cuenta ¿y de quien es?
– No te lo puedo decir papá.
Su negativa confirmo mis sospechas, esta esperando un hijo de su hermano. Al verla tan desvalida me invadió la ternura, me senté a su lado y la abracé ¿Cuanto tiempo tienes?
– 8 semanas, mira el certificado del médico.
Dos meses, eche cuentas y si……. fue el día que los espié.
– No llores mas mi cielo, lo se todo y te comprendo, ¿estas segura que es de Joaquín?
Me miro asombrada, ¿Cómo lo sabes?
– Os vi el día que engendrasteis a mi nieto. ¿Has estado con alguien más?
Yo solo he estado con el profesor que me desvirgo pero hace mucho tiempo.

La voz de un amigo me saco de mis pensamientos:
¡Hey Felipe¡ que te pasa, estás en las nubes, ¿en que piensas?
– Ha no, en nada, en como pasa el tiempo.
– Si hombre mira no más como están tus hijas de grandes, a propósito tú en lugar de pipi tienes un pincel, que hermosura de muchachas.
– Gracias, favor que me haces, tomémonos un trago más bien.
– ¡Salud¡
– ¡Salud¡ y que Dios te las conserve.

La fiesta continúo y ya tarde los invitados después de los elogios de rigor, comenzaron a marcharse.
Cundo todos se fueron me senté con mi suegro a tomarnos el último trago de la noche, le pregunte por la familia y me dijo que sus dos hijos bien, uno en el extranjero estudiando y el otro con la fabrica (de pinturas) y los nietos y nietas creciendo hermosos y sanos, que su hija Merche la mamá de Natalia vivían con él.
Mi hijo se despidió y se fue a su cuarto.
Loli en su alcoba con una hermana mía que vive en otra ciudad.
Natalia y su abuelo o sea mi suegro en el cuarto de huéspedes.
Entre a mi habitación con ánimo de descansar y a quien me encuentro ¡a Pamela¡ envuelta en su bata de dormir, me abrazo y me susurra al oído:
– Vine a darte las gracias por la fiesta, por ser tan comprensivo en el tema de mi embarazo y a traerte tu regalo
– ¿Cual regalo hija?
– Este,…. y se abrió lentamente la bata mostrándome su hermoso cuerpo desnudo, me recordó el cuadro “El nacimiento de Venus” de Botticelli, la bata resbaló por su cuerpo cayendo a sus pies, sus senos por el embarazo rezumaban fertilidad, aun su vientre plano no denotaba el fruto que crecía dentro, con pasos sensuales se dirigió a la cama y se recostó eróticamente.
La acaricie con placer desbordado, no tuve necesidad de usar lubricante al penetrarla por lo mojada que estaba y por lo abierto de su coño, tres deliciosos polvos le eche e innumerables orgasmos me regalo en su cumpleaños.

Vale decir que aquella noche disfrute el sexo con 2 sensaciones encontradas: el morbo del incesto y la ternura por su embarazo que me indujo a penetrarla con delicadeza recordando a su madre cuando la tenía en su vientre.

En la mañana me levante tarde con un poco de resaca, al pasar a la cocina a servirme un refresco vi la puerta de la alcoba de huéspedes entreabierta y que veo:
¡A mi suegro dormido con sus dos nietas completamente desnudas! Su pene colgaba flácido y en las sabanas resquicios de una noche de pasión sexual, pero lo que llamo mi atención fue ver a Natalia que con una piernita apoyada sobre las de mi suegro dejaba ver su vagina demasiado pequeña propia de sus 10 años pero el hueco de su flor muy abierto y con el brillo del semen húmedo aun que denotaba que el abuelo había eyaculado abundantemente dentro de ella, como no vi manchas de sangre por ninguna parte deduje que no era la primera vez que se la comía y vaya uno a saber si a mi hija Loli también, porque lo que fue esa noche también se la follo.

Cuando todos empezaron a levantarse me di cuenta que esa noche mi casa fue un verdadero templo del incesto porque mi hijo Joaquín también amaneció follando con mi hermana.

Una semana después Loli invito a su primita Natalia y propició un fenomenal trío entre nosotros, ¡Que delicia! Como disfrute de esa tierna vagina abierta por su abuelo desde sus 9 años y como le encantan a mi hija los tríos, de ahí en adelante empecé a perder los sentimientos de culpabilidad y me entregue en cuerpo y alma a las pasiones de ese maravilloso mundo del incesto que por tener el mito de lo prohibido despierta en nosotros las mayores emociones.

De vuestros comentarios depende que siga narrando estos momentos de mi vida, aunque en poco me afectan pues soy yo el que gozo de estas hermosas experiencias.