MIS DESEOS Y LAS FANTASIAS DE MAMA
Entre a la habitación de mi madre a despedirme porque me iban a recoger para ir a una fiesta y encontrando que ella se disponía a vestir para salir a una reunión con sus amigas y solo tenía puestas sus medias de liguero, zapatos de tacón y estaba obs.
Estaba próximo a cumplir los diez y ocho años cuando todo esto comenzó. Vivía con mi madre y mi hermana dos años mayor que yo, y aconteció que intempestivamente una noche entre a la habitación de mi madre a despedirme porque me iban a recoger para ir a una fiesta y encontrando que ella se disponía a vestir para salir a una reunión con sus amigas y solo tenía puestas sus medias de liguero, zapatos de tacón y estaba observando su cuerpo desnudo frente al espejo, esto facilito que la pudiera observar de frente, al reflejarse en el espejo, pero ella no noto mi presencia, así que pude observarla un par de minutos, tiempo más que suficiente para que mi verga se endureciera como un madero, pude ver sus hermosas tetas que a su edad, cuarenta y dos años, aun se conservaban paraditas. Era la primera vez que veía unas tetas al natural, porque antes las había visto en videos, desde aquel día comencé a mirarla con otros ojos, cada vez que podía la abrazaba para sentir su cuerpo contra el mío y empecé a pasar más tiempo cerca de ella, por las noches cuando me iba a despedir no dejaba de mirar sus tetas detrás de sus pijamas semitransparentes, y pienso que ella ahí se debió empezar a notar mi sorpresivo acercamiento.
Siempre nos habíamos despedido con un piquito, por las noches y cuando me iba a estudiar pero estos comenzaron a ser un poco más largos de lo habitual, por las tardes cuando llegaba del estudio la abrazaba por la espalda y la besaba en su cuello, la tomaba de la cintura y la atraía hacia mi haciéndole sentir mi pene en su trasero, ahí fue cuando un día me dijo… “y a ti que te pasa” yo solo sonreí y le dije al oído… “quiero estar contigo” Estás loco me respondió …pasaron los días y ocurrió que estábamos cenando y mi hermana dijo que el sábado iría a una fiesta , que la vendrían a buscar y el domingo por la mañana regresaría, se quedaría a dormir en la casa de su amiga.. ahí fue cuando miré a mi madre y le sonreí, ella también sonrió.
Y llegó el sábado… cerca de las ocho de la noche me aliste para encontrarme con unos amigos cerca de casa, fui a la cocina donde estaba mi mamá y abrazándola por atrás le dije “nos vemos más tarde”, y le di un beso en el cuello
…Estaba yo en la calle cuando media hora después llegaron a buscar a mi hermana en cuanto me vio me dijo que no me quedara en la calle hasta muy tarde, que mi mamá quedaba sola ..yo había comprado una botella de licor para compartir con mis amigos y de paso darme valor para entrar a las once de la noche. Cuando lo hice me fui a la cocina a buscar un vaso para terminar mi botella y ahí la vi llegar ¿qué estás tomando? Me preguntó. Un poco de ron y le dije “quieres”. Hace mucho tiempo que no tomo me respondió, le di a probar de mi vaso y lo encontró muy fuerte. “Quieres algo más suave” le pregunté” hace mucho tiempo que no tomo” me dijo nuevamente “voy a comprar algo para ti.
Ahí me acerqué y le dije “vuelvo enseguida, pero ponte algo más cómodo” media hora después regresé y ella se había puesto una bata de seda a través de la cual perfectamente podía notar que debajo solo tenía su sujetador de encaje y su panty. Me apresure a servirle un trago el cual lo encontró más suave, y una vez lo terminó le serví otro… “acaso me quieres emborrachar” me dijo y yo solo sonreí, nos sentamos en el sillón, ella quedo dándome la espalda yo la tome por la cintura y empecé a acariciar sus brazos y besaba suavemente su cuello, y estaba en esto cuando me dijo… esto que me diste me dio calor, entonces tomando su bata por los hombros se la baje, quedando a la altura de su cintura. Su torso quedo solo cubierto por el sujetador de encaje que dejaba al descubierto sus hermosas tetas. Mas abajo solo tenía su panty que después descubrí que era muy pequeño y apenas le tapaba su conchita, ahí fue cuando mi pene se puso como un palo, comencé a besar su cuello, y más tarde busqué su boca, tenía unas ganas locas de agarrar esas tetas, pero ella me dijo. “que te pasa “pasa que quiero estar contigo, le respondí, pero yo soy tu mamá me acotó. “está noche no quiero que seas mi mamá y yo no quiero ser tu hijo” le respondí, y tomándola de sus brazos la levanté del sillón, la tome por la cintura, la acerque a mí y mirando sus tetas la bese con pasión, en un principio no sentí nada, pero cuando separó sus labios empecé a percibir su pasión, mi pene se irguió y lo acerque todo lo que pude a su entrepierna.
A continuación la tomé de la mano y la lleve a su habitación, yo me saque toda la ropa y quede en calzoncillos, ella se sentó en la cama, me pare frente a ella y sacando mi verga le dije… mira cómo me tienes de caliente, ella suavemente la tomo, la acaricio, la besó en la punta y después de recorrer con su lengua desde la raíz hasta el glande abrió su boca y comenzó a tragarla poco a poco, yo veía como se iba perdiendo en medio de sus labios, y la excitación se apoderó de ella porque la chupaba y chupaba como loca y entre murmullos decía “que rico, que rico papito, tienes una verga deliciosa “y lanzaba gemidos de placer, no sé cuánto duro eso, ahí me corrí por primera vez, ella recibió todo mi semen y se lo tragó, su cara demostraba una calentura tremenda,” rico papito me dijo, muy rico, nos acostamos en la cama, ella se puso de lado y yo detrás de ella, comencé a acariciar sus tetas y a apretar sus pezones, respiraba profundo y gemía, lleve mi mano a su entrepierna y pude tocar su concha totalmente depilada, estaba muy mojada, yo le dije al oído “quería tenerte así, tocando tus tetas , acariciando tu conchita para poder follarte. Mi verga que comenzaba a reponerse la ubiqué en medio de sus piernas rozando su culito y comencé a preguntarle… ¿Cuánto tiempo hace que no estabas con alguien?, ¿cuánto que no chupabas una verga?, ¿cuánto tiempo que alguien no te penetraba? Ella solo gemía… “¿quieres que lo hagamos ya? Y escuché un siii, muy caliente en mi oído, le separe las piernas y acaricie su concha, mira lo que va a pasar, yo te voy a follar y agregue… No aguantaba las ganas de hacerlo desde la primera vez que vi hace unos días tu cuerpo desnudo, quería tenerte, por eso comencé a buscarte, a mirarte cuando te cambiabas de ropa, ¿y a ti te pasó algo igual? le pregunté. Hubo un silencio entre los dos y me dijo… “cuando empezaste a abrazarme por la espalda y a darme besos en el cuello sentía cosas que hace tiempo no vivía y varias veces espere que llegarás para que tocaras todo mi cuerpo, ni siquiera usaba ropa interior y pensaba cosas que me hacían mojar.
Ahí yo quedé anonadado y le pregunté” ¿cómo que cosas por ejemplo?” otro día te las digo ahora es muy pronto para contarlas, yo tenía mi verga bien parada, la besé en la boca y empecé a penetrarla despacio, luego un poco más fuerte y más fuerte, ella empezó a gritar, a soltar gemidos, se apretaba con sus piernas a mi espalda y me decía al oído…”me gusta, me gusta, me gusta, mucho tu verga, no me la saques, no me la saques, fóllame, fóllame, soy toda tuya. Si, eres mía ahora, le dije, Si, sí, soy toda tuya fóllame cuando quieras, soy tuya, haz lo que quieras conmigo. ¡Oh! ¡¡estoy tan caliente oh!! No me la saques, yo le chupaba las tetas hasta dejarlas rojas. Comete mis tetas me decía ¿no querías comértelas? ahora son tuyas, entretanto yo la seguía penetrando con una calentura que recorría todo mi cuerpo, te lo saco le decía, no, no, me decía al oído, no, no, por favor, tenía muchas ganas de sentirte dentro.
Ya estaba a punto de correrme y le dije…, ¿dónde quieres mi semen?,
En la boca, dámelo en la boca, me encanta, saqué mi pene de su concha y me fui directo a su boca, descargue todo, se tragó hasta la última gota, y a continuación quedamos uno al lado del otro completamente agotados, transpirando, esa fue mi primera vez con ella, después vinieron otras y cada vez más osadas y un día que estábamos solos y bebimos unas copas me contó cuales eran sus fantasías. Una era estar con un hombre de color y la otra era hacer un trio. Desde ese día comencé a pensar como darle gusto para que realizara sus fantasías.
No era fácil encontrar las personas adecuadas hasta que en la fiesta anual de la universidad conocí a Marcelo, un joven de color, tal vez un año mayor que yo y logramos hacer buena empatía y más adelante compartimos en otra fiesta de amigos comunes. Ese día hubo mucho licor y cuando salí a disfrutar un cigarrillo él se me acerco para que le regalara uno y de allí en adelante desarrollamos una cercanía que nos llevó a hablar de asuntos muy personales y un día le mencione que tenía una amiga mayor con quien nos veíamos ocasionalmente cuando su esposo viajaba y me había comentado que siempre había deseo estar con un hombre de color. El muy curioso me dijo… ¿Y yo podría calificar para que ella cumpliera su fantasía?
No sé, tendría que hablar con ella. Tomémonos una selfi para que te conozca. Y ya veremos.
Días después le mostré a mi madre la foto con Marcelo y le dije… ¿Qué te parece? ¿Clasifica para tu fantasía?
A ella se le iluminaron los ojos y dijo… Si, no está nada, nada, mal. ¿Y quién es? Le respondí… que era un estudiante de la universidad que estaba un año más adelantado que yo y con quien teníamos cierta empatía. ¿Y qué piensas? Me cuestiono. Si tú quieres podemos reunirnos los tres en algún sitio y así puedes de plano realizar tus dos fantasías. Ella se quedó pensando y me dijo… ¿Y qué tan discreto es tu amigo? Le respondí creo que es muy prudente, callado y de pocos amigos. Además, le conté que le había dicho a Marcelo que tú eras una amiga con quien compartíamos cuando tu marido salía de viaje de trabajo. Finalmente me dijo, me gusta, pero debemos tener mucho cuidado.
De allí en adelante comencé a buscar el momento y el lugar adecuado y cuando las cosas se dieron cite a Marcelo, le dije que lo recogeríamos en un sitio determinado en el auto de mi amiga para ir luego a un motel.
Cuando estábamos llegando a recoger a Marcelo, ella me dijo… Hummmm, pero creo que tu amigo esta mejor que lo que vi en la foto. ¿Te gusta? Si claro que me gusta, ya veremos que sabe hacer.
Marcelo se subió al asiento de atrás y saludo a mi madre muy amablemente y en minutos estábamos entrando al motel. Al llegar a la habitación Marcelo saco una botella de tequila y tres copas para que rompiéramos el hielo. Para ambientar yo prendí el equipo de sonido y la música ayudo más tarde para que Marcelo invitara a bailar a mi madre y de paso la fuera calentando.
Él la lleva a la cama y después de desnudarse los dos la empieza a acariciar, ella me mira y nuestros ojos se penetran, arden de deseo, nos sonreímos y se rompen barreras. «Quítate el condón, le ordena a Marcelo, sé que eres un hombre sano…», se lo agarra y se lo empieza a mamar, él le acaricia las tetas. «Quiero ver» , digo yo y me siento en un sillón al lado de la cama y la vista me genera una erección mayúscula, la enorme verga de Marcelo penetrando la concha de mi madre una y otra vez y ella rodeándolo por la cintura con sus piernas pidiéndole que la folle con rudeza me excita sobremanera. Veo como su concha se abre para dar paso a esa poderosa verga de Marcelo, ella da muestras de estarlo disfrutando al limite y sus frases sueltas me producen una erección superior, cuando escucho, uhmmm que rico, fòllame papi, quiero sentirte muy adentro, eso, eso, así, así, hazme mas duro, vamos, vamos, así, como me gusta, uhmmmmm, que ricoooooo, ah, ah, ah, ahhhhh.
«Hazme lo que quieras le dice ella, sí le contesta Marcelo».
«Vaya ya asumieron sus roles», les digo, «cojan rico mientras yo me masturbo, y ella realiza su fantasía». Él se la mete y ella lo aprieta con sus piernas «Qué rica verga, grande como a mí me gusta, gózame, cógeme, que rico…»
Con fuerza él la bombea y ella grita de placer, deseo, lujuria, perversión, está feliz, lo besa en la boca y siento que ya viene su orgasmo. «Vaya se ve que te encanta, ¿verdad muñeca?» . Ella se separa, y se le sube y se empieza a mover con desenfreno «Qué vergota tienes, deliciosa», ya vendrá otro orgasmo.
Yo le digo «… hazle lo que quieras», ella se baja y empieza a mamársela, yo me uno a ellos y trato de penetrarla por atrás. Ella vuelve a subirse sobre él y me dice… ven quiero que me penetren los dos. Rápidamente agarro el lubricante y esparzo sobre mi verga y el ano de ella. La penetro suavemente, ella toma mi mano derecha y la lleva a sus grandes tetas. Es el paraíso hecho realidad. Probé el culo de la mujer perfecta, de la más deseada por mí, del gran objeto del deseo de todo hombre, sus pezones están suaves, duros, elásticos.
Cambiamos de posición yo me acuesto y penetro su concha y él la penetra por el ano, le mamo las tetas, le doy besos de lengua deliciosos… me dice «Te amo amigo, esto es lo máximo», «sí yo también te amo, no sabes cómo te deseo, sientes cómo me pones». «Vamos cógete a mi amiga, métesela hasta el fondo, le digo a Marcelo, y mi excitación es tan grande, al sentir las dos vergas al tiempo generando mucha presión que me lleva a eyacular.
«Qué tal estuvo», preguntó él… «Fue lo máximo», respondió ella. Estuvimos un rato acostados los tres en la cama, ella en medio dándole la espalda a él, ella y yo no nos quitábamos la mirada, sonriendo, felices, una felicidad perversa, lujuriosa, cómplice, ardiente, pecadora.
“Bueno es hora de irnos, fue una experiencia maravillosa, esto no se repetirá, esperamos seas discreto y si llegamos a vernos en la calle no nos conocemos, por favor», «sí lo sé, no se preocupe» – respondió Marcelo, «y nada de pedir dirección o teléfono», le dijo y volteando a ver a mi mamá sonreímos y contesté «Sí, no es necesario».
Salimos dejamos a Marcelo donde lo recogimos y fuimos a casa a celebrar el logro de las fantasías de ella.
Muy buen relato, bien detallado y emocionante, pero dejaste en la incógnita el tipo de celebracion, está como una segunda parte, para verla en video… Sería top.