Mis hijas adolescentes: sus fantasías con Justin Bieber (I)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi mujer me llamó a la pieza. Me contó que había descubierto a nuestras dos hijas adolescentes y su amiga Erica escribiendo un relato porno sobre ellas tres y Justin Bieber (“novela perver”, lo llaman las chicas) para subir a internet. Cuando me lo dijo se me paró la pija de inmediato. Erica es una pendeja hermosa, una rubiecita divina, muy desinhibida además (la he cruzado paseándose en bombacha más de una vez en casa). Y mis hijas, bueno, son mis hijas, las amo, nunca las tocaría, y quiero que desarrollen una sexualidad sana sin interferencias mías ni de su madre, pero en mi cabeza, en mis fantasías privadas, mientras no afecten a nadie, mando yo, y mis hijas son dos pendejas hermosas, ya desarrolladas, y yo nunca me privo de una buena fantasía morbosa.
“¿Y que hiciste?” le pregunté a mi mujer. “¿Y que voy a hacer?”, me contestó. “Lo imprimí para que lo leas, obvio, yo se que te calientan estas cosas, papi perver”. Me dio mucho placer la sola idea, poder conocer las fantasías sexuales de mis chicas y de Erica, y hacerlo en un juego erótico con mi mujer. Me acerqué, le di un beso, le apoyé la pija parada. Ella tenía un par de hojas en la mano. “Pero de verdad querés que te lea esto? Mirá que no es que Justin se las coge de a una y tipo misionero. Se zarpan las nenas, eh”. Si, mejor, quería saber todo. Aunque se las cogiera de a una y en misionero me volaría la cabeza, pero quería conocer las fantasías más retorcidas de mis niñas. Mi mujer me empujó a la cama, se subió arriba mío, y mientras me besaba me empezó a contar: “Sabés como empieza la historia? Ellas tres van al recital. Vos las dejas en la puerta y les decís que se porten bien. ¿Te das cuenta de que sos parte de la fantasía, no? Sos el papá ingenuo que piensa que sus hijas se van a portar bien, y ellas saben que en realidad se van a portar peor que nunca. Bueno, entran al recital, vos te vas. Cuando entran, una chica bien vestida, de unos 30 años, pelo largo y lentes, aspecto de intelectual, las separa de la fila y les pregunta si quieren conocer a Justin. Ellas dicen que sí. Les dice que lo pueden conocer pero le tienen que jurar que van a hacer todo lo que Justin quiera. Todo.
Ellas se miran y sonríen con malicia. Le dicen que sí. Las llevan por unos pasillos del estadio, hasta un súper camarín. Ahí les dicen que se tienen que bañar y cambiar. Pero les dicen que primero les van a probar que es verdad que Justin está detrás de todo. La asistente las comunica con Justin por skype. Justin les pregunta los nombres, ellas los dicen, él los repite con dificultad y riéndose. Las chicas gritan histéricamente. Justin se despide: Bye, see you later girls!. La asistente las lleva a un baño grande, tipo de gimnasio, con varias duchas. Las duchas no tienen separación entre sí, se van a tener que bañar todas juntas. La asistente les señala una cámara que hay en una esquina del baño. Les dice que Justin las va a estar mirando mientras se bañan. Que no es obligatorio pero que le gustaría que le dediquen algún gesto, un beso, algún jueguito entre ellas, que eso aumenta las chances de que después del show se quede con ellas. Les muestra un ropero enorme, les dice que ahí hay de todo para ponerse, que elijan lo que quieran. Justin quiere que se cambien toda la ropa menos la bombacha. Eso quiere que lo conserven”. Mi mujer me seguía besando, y mientras me contaba ya había deslizado la mano por adentro del bóxer. “La asistente les dice que se saquen la ropa, que la pongan en unas bolsas, y que la bombacha se la entreguen en la mano, que ella las va a dejar al lado del armario que tiene la ropa. Las chicas se desvisten. Erica tiene una tanga blanca. Antonella tiene una bombacha verde con puntitos naranja. Delfi tiene una bombachita roja chiquitita.
Se sacan las bombachas, se las dan en la mano a la asistente, que se las lleva. Las chicas abren la ducha, se ponen a bailar un poco. Erica les dice que hay que ganarse a Justin, las agarra a nuestras hijas de la cintura, y las tres muestran la colita a la cámara. Erica riéndose les agarra fuerte los cachetes de la cola a Anto y Delfi. Las tres se ríen. Se meten a la ducha. Las chicas se bañan. Están bastante cerca una de otra. Erica las toquetea un poco, como molestándolas, les toca las tetas, la cola, les dice que hay que ganarse a Justin”. “Erica es una zarpadita”, le comento a mi mujer. Ella me saca la pija del bóxer y me empieza a hacer la paga mientras me pregunta “Te gusta la pibita rubiecita esa, no? Te la re cogerías a Erica”. Le contesto que sí. Me dice “Me gustaría verte enseñándole a gozar a la rubiecita. Bueno, sigo: se terminan de bañar, se secan, y se van a cambiar. Se vuelven a poner sus bombachas. Se visten con la ropa que encuentran. Erica se pone una mini, Delfi también. Anto se pone un vestidito verde que le marca toda la cola. La asistente las pasa a buscar. Les pide que le muestren si tienen la misma bombacha. Las chicas se levantan las faldas. Listo, se las lleva al vip a ver el show. Les avisa que va a durar poco, Justin va a decir que se descompuso. Así pasa. Las suben a una limousine. Las tienen esperando unos minutos. Están nerviosas.
De pronto entra Justin con la asistente. Las chicas gritan, Justin se rie, las saluda con un beso. La limousine se pone en marcha. La parte de atrás en la que viajan es amplia, y está completamente aislada de la del chofer. Justin pregunta si tienen puestas las mismas bombachas que tenían para ir al show. Ellas se ríen y se ponen coloradas. Justin saca su celular y les muestra que tiene foto de las tres bombachas, que le mandó su asistente. Y que quiere adivinar cual tiene cada una, y hacer una apuesta. Si no adivina, le da mil dólares a la chica. Si adivina, la chica le tiene que chupar la pija ahí en la limo, delante de las otras (incluida la asistente). Empieza por Erica. La mira, le dice que se parece a Miley Cyrus. Pone cara de concentración y arriesga: bombachita roja. Y le pide que no diga nada. Que para ver si acertó elija a una de las chicas para que se la saque. Erica elige a Anto. Anto se acerca, mete las manos por debajo de la mini de Erica, y saca la bombacha. Te acordás que bombachita tenía Erica?” “Sí”, le contesto, “Erica tenía tanga blanca”. “Sí”, me dice mi mujer, “Acertaste”, y del cajón de la mesa de luz saca una tanga blanca y me la pasa por la cara. “Y esto??” le pregunto. “Es la tanga de Erica, la posta”, me dice. “Y como la conseguiste??”. “Erica la noche que escribieron esto se quedó a dormir”, me dice. “Las chicas pusieron en la historia las bombachas que tenían puestas en ese momento.
Al otro día las dejaron para lavar. Tengo las tres”. No podía creer a la perversa hermosa de mi mujer. Me había conseguido las bombachas de las tres chicas. “Olé”, me dijo. La tanga de Erica tenía un olor suavecito, mejor todavía de lo que me había imaginado. Mi mujer siguió con la paja y con la historia. “Bueno, Justin dijo bombachita roja, y era tanga blanca. No acertó. La asistente sacó 1000 dólares y se los dio a Erica. La bombacha se la guardó Justin en el bolsillo. Erica se quedó sentada, de pollerita y sin bombacha, en el asiento de la limo. Ahora toca con alguna de tus hijas. Justin la mira a Delfi. Le apoya las manos en las rodillas, se concentra, y le dice: bombacha verde con puntitos naranja. Le pide que elija a una de las chicas para que se la saque. Delfi elige a su hermana. Anto mete las manos debajo de la pollera, y saca la tanguita roja. Esta, tomá, olela, conocé el olor de tu hija. La asistente saca 1000 dolares y se va. Anto se pone colorada. Se da cuenta de que ella no va a ganar los 1000 dólares. Justin ya sabe de que color es la bombacha que queda. Justin se demora, sabe que Anto sabe, y prolonga la situación. Finalmente, la agarra de las rodillas y le dije: bombacha verde con puntitos naranja. Anto larga un gemidito. Justin le dice que elija a una de las chicas para que se la saque. Anto elige a Érica. Erica, ya sin bombachita, se inclina a sacarle la bombacha. Justin desde atrás le mira la conchita y le guiña el ojo a Anto. Después en la historia nos enteramos que de las tres, Erica es la única que se depila totalmente la conchita. Sale la bombacha, obviamente es la verde, ésta. Tomá, olé a tu nena. A tu nena que fantasea con chuparle la pija a Justin Bieber. Anto está sentada, colorada, en vestidito verde sin bombacha. Justin la invita a sentarse a su lado. Se abre el cierre del pantalón, saca la pija. Le empuja suavemente la cabeza a Anto, que se va metiendo de a poco la pija en la boca.
Empieza a chupar. Justin le dice a las chicas que se masturben mientras Anto chupa. Las chicas se empiezan a tocar y a gemir. La cabeza de tu nena sigue subiendo y bajando, cumpliendo el sueño de comerse la pija de Justin. Las chicas están recontramil excitadas, hasta Anto, que no se está tocando, está a punto de acabar. Justin le pregunta a Anto si quiere la leche. Anto, con la boca llena de pija, murmura que sí. Le pide la leche a su ídolo. Justin le pregunta a las otras chicas si quieren que le acabe en la boca a su amiga. Las chicas dicen que sí. Erica acaba en ese momento. Justin empieza a acabar. Anto siente como la leche tibia le llena la boca y le empieza a bajar por la garganta. Justin se está vaciando los huevos en su boca. Está feliz de darle placer a su ídolo. Delfi acaba en ese momento. Anto también, acaba sin tocarse. Justin guarda la pija. La limo estaciona. Justin les dice que ahora el va a descansar media hora a su habitación y que ellas lo tienen que esperar en otra. Les dice que no quiere que se vuelvan a poner la bombacha, que se las va a llevar él. Las tres chicas se bajan detrás suyo, entran al hotel caminando detrás de la asistente de Justin, las tres de faldita sin bombacha, excitadísimas, con la conchita al aire y recién salidas de un orgasmo con su ídolo. Erica la mira a Anto y le dice “te llenó la boca de leche, eh?”. Anto sonríe. “Como estuvo”, pregunta Erica. “Rico”, dice tu hija”. En ese momento, mi mujer empieza a apurar la paja. Me pregunta en la bombachita de cual de las tres quiero acabar. Ella supone que en la tanga blanca de Erica. Ya al borde del orgasmo, le digo que no. Elijo la bombacha de Anto. Nuestra hija protagonizó la parte más zarpada del relato, así que me parece mejor elegirla a ella. Mi mujer me envuelve la pija con la bombacha usada que le robó a nuestra hija adolescente. La tanga blanca de Erica me la pasa por la cara. Acabo, y mojo toda la bombacha de mi hija con leche. Mi mujer me da un beso en la boca y me dice “mañana a la noche te sigo contando”.
– Este es un relato de otra pagina, no es de mi autoria. Vale la pena compartir.
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