MIS HIJAS (CON MARY)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
MI HIJA MARY
Para el cumpleaños nº 12 de mi hija Mary estuvo presente Lucia mi esposa que tenia 15 días de vacaciones.
Le preparamos una fiesta con todas sus amigas del colegio.
Se le veía feliz desempacando los regalos, cuando abrió el mío me miró con complicidad pues yo le había regalado un ajuar completo de lencería de seda y una cadena de oro, la mamá le trajo ropa muy bonita y un reloj de marca, Tatiana y sus hermanos también le compraron muchas cosas y sus amigas ni se diga.
Bailaron y comieron con gusto hasta que se terminó la fiesta.
Esos días con la mamá en casa pasaron rapidito, fuimos a paseos, a cine, a parques de diversiones en fin disfrutamos en familia.
Yo aproveché todos los momentos a solas para hacer el amor con su mamá. Una noche descubrí a Mary espiándonos y recordando lo que hay entre nosotros le eche uno de los mejores polvos a mi mujer.
Al marcharse mi esposa quedamos todos muy tristes, aunque a mí con la expectativa de poder seguir follándome a mis hijas se me paso rápido.
– Al fin solos le dije a Mary
– Si papá y gracias por tu regalo de cumpleaños, he guardado las prendas más bonitas para estrenarlas contigo me dice en tono cómplice besándome en la boca y apretando su hermoso cuerpo contra mi.
– Favor que me haces hijita. Pero veras el viernes tengo que ir a una ciudad de la costa a visitar unos clientes, así que alista una maleta con ropa para tres días y me acompañas.
– Listo papito que rico.
Para esos días contrate una Señora de confianza para cuidar a los otros peques.
El viernes en la mañana tomamos el primer vuelo y al llegar despache los compromisos que tenía lo más pronto posible quedándonos toda la tarde libre para pasear y que mi niña conociera la ciudad.
Ya cansados nos fuimos para el hotel en donde teníamos habitación reservada.
Pedí la cena y un buen vino.
– Bueno hija ya estamos aquí y tu sabes lo que va a pasar.
– Si papá, hagamos de cuenta que es nuestra luna de miel.
– Vamos a ducharnos primero.
Entramos juntos al baño y empecé a desnudarla lentamente, deleitándome en ese cuerpecito impúber, con esas teticas hermosas de areolas rosaditas he hinchadas, pidiendo a gritos ser mamadas, baje mi mano y toque su coñito sobre sus bragas, ella se las quito y también su minifalda dejando al descubierto sus hermosas piernas largas y torneadas y en el medio despuntando apenas unas pelusitas en su coño abultadito causa de todos mis apetitos desde un año atrás cuando ocurrió aquello que despertó en mi el deseo incestuoso.
Me desnude con la prisa que da el deseo, propia de quien esta a punto de cometer el pecado mas antiguo del mundo pero con su propia hija quedando mi pene rígido a disposición de las manos delicadas de mi niña.
Yo apretándole el coño y ella cogiéndome el pene nos, metimos abrazados bajo la ducha dejando correr el agua fría que no logró apagar el fuego de nuestros cuerpos ansiosos.
Después de la ducha la sequé, la lleve en brazos la descargue en la cama, prácticamente las palabras sobraban, la bese con pasión saboreando su boca con fruición,
– Papá espera……. se fue al vestidor y salio con un sujetador y unas bragas de seda blancas se paseo por la habitación modelando su hermoso cuerpo para mí, 168 de estatura, piernas largas abiertas en sus muslos dejando libre su carnoso coño, se acerco y aproveché para sobarle sus nalgas firmes.
— !!Hermosa mi nena¡¡ le dije sobando sobre sus prendas los tiernos pechos, ya duros como el diamante y primero acariciando con la lengua y luego apretando con los labios, arranque el primer gemido que venia de sus instintos femeninos, excitados por mis caricias. Mande mi mano a su coño la apreté fuerte para adormecerlo, le baje las bragas y la tendí en la cama
Me le monte, subí mis manos por sus piernas y muslos y baje mis labios hacia la causa de nuestros deseos, y la mamé con desesperación mordisqueando su erecto clítoris con suavidad.
Su cuerpo se estremeció.
Mi cuerpo se arqueo sobre ella
– Papaaaaaaaaa. Hágame un poquito con el dedo.
– Bueno mi amor, primero sobando su rajita y luego saboreando para lubricarlo se lo metí muy suavemente.
– Maaaasss maaaaaaas ahiiiiii decía mientras abría sus piernas al máximo.
Le hice con la lengua chupando su clítoris tenso.
Me vengooooooooooooo papiiiii
Lubrique mi pene y lo coloque en su rajita y empecé a empujar aprovechando las convulsiones de otro orgasmo en su vida
La seguí follando por unos diez minutos, levanto la pelvis con ansia, con cada empujón le tocaba su matriz, le mire sus ojos ansiosos, su carita roja como el carmín.
Como al afinar una cuerda de guitarra su cuerpo se fue tensando y en medio de su orgasmo me abrazó y me dijo:
– !!! PAAAAAAAAAAAAA TE QUIERO¡¡¡
Sus convulsiones se juntaron con las mías, y en ese palpitar con un gemido gutural vacíe en lo mas profundo de su vagina el semen que un día también la engendró.
Mi respiración entrecortada era apagada por sus gemidos, cerro sus piernas haciendo prisionero mi pene aun erecto y
nos quedamos quietos.
– !!!!Gracias hija ¡¡¡¡¡ Le susurre al oído.
Nos tumbamos de lado sin sacárselo, en silencio sintiendo las palpitaciones de nuestros sexos.
Y el sueño llego placentero y relajado.
En la mañana del sábado al ducharnos la follé de pie. Después salimos a las tiendas a comprar regalos para llevarles a los niños y regresamos al hotel.
– Hija, ¿porqué contó Tatiana que usted le limpió el semen con su lengua?
– Pues porque yo estaba muy excitada y al verla así toda untadita de semen me entraron unos deseos de mamarla que no me aguante,
– Además me hizo recordar las veces que la profesora Blanca me hacia cositas cuando yo tenia 8 años.
– ¿Como así?
– Pues una ves que me torcí un pie jugando me llevo a la enfermería de la escuela entramos y me acostó en la camilla, cerró la puerta con llave y empezó a darme masajes con una pomada caliente y me puso un vendaje, me cogió el muslo y me doblaba y estiraba la pierna, y por eso se me subió la falda y se me veían las bragas. Blanca me miraba embelesada, se puso un dedo en los labios para indicar silencio y mando la mano a mi cosita.
– Yo me quedé quietecita sin saber que hacer y me puse roja de vergüenza. Ella giraba los cuatro dedos duro sobre mi vulva mirándome a la cara, después los metió entre mis piernas y apretó hacia arriba haciendo palanca con el dedo gordo y me quejé, me bajó las braguitas y me hacia por toda la rajita con el dedo untado de esa pomada caliente, yo sentí un ardor muy bueno, luego me lo fue metiendo muy suave haciendo pequeños giros dentro de mi cosita.
– ¿Te gusta? Casi sin poder hablar le conteste que si. Cogió mi manita y la llevo a su vagina para que le sobara el clítoris que lo tenia más grande que el pene de Luisito, me lo metió en mi rajita hasta que me orine.
– Profesora, ¿usted porque tiene pene? Le pregunte cuando me estaba poniendo las braguitas.
– Porque soy hermafrodita.
– En ese momento no entendí lo que significaba eso pero ella me lo explico después. Blanca me dijo que no le contara a nadie y que me iba a subir las notas.
Cuando volvimos a clase Sofía una compañera de mi edad me pregunto en tono malicioso que si me había dolido
– ¿Dolido qué? Y me contesto riendo ¡el pie ¡
Al otro día Blanca le dijo precisamente a esa compañera:
– Sofía acompáñenos a la enfermería para quitarle el vendaje a Mary, fuimos y Sofía cerró la puerta con llave, se quito el uniforme, Blanca me dijo: Tú también tesorito y cuando no me faltaban sino las bragas la profesora se quito el abrigo y no tenia nada de ropa por debajo, nos sentamos en la camilla y Sofía abrió las piernas y Blanca le metió un dedo y a mi me chupaba lo mas de bueno la vagina, después se sentó en una silla y nos dijo:
– Hagan cositas que yo miro. Como yo no sabía nada Sofía se unto un dedo con la pomada caliente y me lo metió, creí que me iba a morir de la emoción después yo se lo hice a ella, y nos mamamos los pezoncitos y revolcamos nuestros cuerpitos desnudos sobre la camilla y nos besamos hasta que se nos hincharon los labios. Mientras blanca se acariciaba viéndonos hasta que nos llamó: vengan angelitos ayúdenme y Sofía cerró los dedos en punta y le metió la manito hasta la muñeca por su vagina y a mí me puso a mamarle los senos hasta que soltó un chorro de fluido espeso.
– Todo ese año hicimos cositas, yo creo que por eso no me dolió tanto cuando el señor de la tienda me desvirgo.
– ¿Y porque no me contaste?
– Porque me daba vergüenza y miedo a que me castigaras papá.
El domingo follamos como locos, solo salimos a la piscina del hotel un rato y regresamos a seguir follando.
Regresamos a casa el lunes, llevando regalos para Tati y mis hijos pequeños.
Pasaron como 6 meses y un día me cuenta……
Papá me encontré con Sofía y me invito a su casa. Cuando llegamos ¿adivina quien estaba?
– No soy adivino.
– ¡!Su papá¡!
– ¿Y quien es su papá?
– Pues el señor de le tienda, el que me desvirgo cuando tenía 11 años. Sofía me contó que hacia 2 días había venido de vacaciones porque vive en el extranjero.
El me saludo con un beso.
Nos dijo vamos a la habitación, lo seguimos y el me abrazo diciéndome: ¡como estas de bonita¡ empezó a acariciarme los senos delante de Sofía, no me extrañe porque sabía que ella también follaba con su papá desde los 7 años y me excité. Nos dijo que nos desnudáramos mientra él hacía lo mismo, Sofía le dijo:
– A mi primero papá, él la acostó al borde de la cama y le metió todo el pene con ansias desenfrenadas, y se vinieron al mismo tiempo entre gemidos mientras yo besaba a Sofía y me masturbaba con el morbo de ver a un padre comiéndose a su hija y recordando que así me comes tú.
Cuando se lo saco le brotaba de su rajita semen espeso en pequeños borbotones.
Me acosté al lado de Sofía con mis piernas abiertas y el se me monto penetrándome con delicadeza yo le dije:
– ¡Métamelo mas duro! y lo abracé con mis piernas.
Me hizo un mete-saca desesperado, sentía que sus huevos chocaban con mi culo mientras tanto Sofía me mamaba las tetas y yo le metía 2 dedos en su coño y me llego un orgasmo delicioso recordando que él había sido el primer hombre en mi vida, me vine otra vez cuando su semen caliente quemo mis entrañas, entonces me lo saco y Sofía puso su boca en mi rajita para beberse el semen de su padre y mis fluidos a medida que iban brotando.
– Estaba tan excitado que le hice el amor a mi hija haciéndole tener 3 orgasmos.
Ese día, fue la última vez que la folle sin condón pues justo a los 15 días le llego la menstruación.
El regreso de mi esposa Lucia limitó nuestra relación por un tiempo pero siempre encontrábamos el momento propicio para deleitarnos en nuestros amores prohibidos.
A sus 14 años en un descuido que tuvimos quedo embarazada de mi hija- nieta Alba producto de una apasionada noche de amor.
La pasión continúa, aún lo seguimos haciendo a pesar de estar casada y con dos hermosos retoños Alba y Martín.
Con mi hija-nieta Alba sucedió lo que les relate hace algún tiempo en “Abuelo Afortunado” escrito en esta misma página.
CONTINUARA,
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