MIS HIJAS (CON TATIANA)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
MI HIJA TATIANA
Contaba Tatiana con 11 años y medio, tan bella como mi hija Mary, 1.65 de estatura, cuerpo cimbreante, cabello negro no muy largo, ojos verdes de mirada profunda que guardaban deseos sexuales adquiridos desde sus primeras experiencias a los 9 años y medio.
— Papá tú no me quieres ya. Me dijo una tarde con voz mimosa cuando le ayudaba a hacer los deberes del colegio
— No digas eso mi princesa, ¿por qué lo dices?
— Es que tú dedicas casi todo tu tiempo a mi mamá y a Mary y me tienes olvidada.
Era cierto! Me hizo recordar el día que la toque por primera vez y prometí enseñarle más, solo le había follado en muy pocas ocasiones, y eso que ella demostraba una predisposición para el sexo superior al de su mamá y al de su hermana.
Recordé el día que vino emocionada porque a sus 9 años y medio un hombre de una tienda se había comido a su hermanita Mary ante sus ojos y a ella la había manoseado, cuando le metí un dedo por primera vez y que al hacerlo le saque gotitas de sangre al romperle su himen, y la ocasión que pidió probar mi semen, y la vez que la desvirgue a los 10 años 4 meses y 27 días, su emoción un día que la lleve de paseo al campo, ¡como gemía y se retorcía pidiéndome más¡ y me descargué en lo mas profundo de su coñito 3 veces, y las pocas veces que hicimos el amor, todas estas situaciones pasaron por mi mente.
Ensimismado en mis pensamientos sentí que frotaba sus senos contra mi espalda, esos senitos que se bamboleaban cuando corría sin sujetador.
— Tatiana no! le dije, nos puede ver su mamá.
— Ella salio para el centro con Mary mientras hacías la siesta y no quisieron despertarte. Se llevaron los niños para donde mi abuela, te dejaron dicho que no regresarían hasta las 9 de la tarde porque harían unas compras y luego se pasarán por la peluquería.
Se dio la vuelta y se sentó en mis piernas mirándome con ojos picarones. Así que tenemos 5 horas para nosotros solos.
— Sea pues mi niña, le abrí la blusa del colegio y con mis manos apreté sus tetinas, estrujándolas, acariciándolas, dejándome llevar por el placer del deseo incestuoso que ya tengo tan arraigado en mi ser. Al meter mi mano bajo su falda escocesa abrió sus piernas y al sobar su coñito note que no tenía bragas.
— ¿Te fuiste para el colegio sin bragas?
— Si papá.
— ¿Porque razón?
— Porque me gusta el profesor de música y él me mira mucho, cuando me siento en el pupitre me subo la falda le abro las piernas para que vea mis bragas pero el nunca me dice nada, solo me mira y veo cuando le crece su bulto y me da emoción. Pero hoy decidí provocarlo más, entré temprano al salón de clase y no había compañeros aun, me senté y me subí la falda como siempre, le abrí mis piernas y vio mi rajita sin bragas, me atreví a mas y le mostré una tetica apretándome el pezón maliciosamente, se le querían salir los ojos se me acercó y con voz ronca me dice: Tatiana tenemos que hablar a solas.
— Si profesor cuando guste, excitada porque por fin se había fijado en mí.
— Se los juro al oír esto sentí celos de que alguien poseyera a mi niña como yo, pero al mismo tiempo sentía excitación y deseo de que la follaran.
Se recostó en el borde de la cama con las piernas levantadas.
— Métemelo así papá, ofreciéndome su coño abultado peladito y tierno.
Me arrodille y la follé en esa posición, sentí que me iba a descargar muy pronto porque en cada envión que le hacía tocaba algo duro muy dentro de ella y pare el ritmo un poco. Ella bajo su mano al clítoris y se hizo masajes cada ves más rápidos, Yo la tome por los hombros la atraje hacia mí y empujé hasta lo mas profundo de su vagina, levanto el pecho, estiro las piernas y apretó la pelvis y entre gemidos y convulsiones nos fundimos en un orgasmo largo y estremecedor hasta quedar agotados.
Cuando se lo saque la llevé cargadita para el baño y allí me dijo “ Papa me dejas que te lo mame como hace mi mamá a sus amigos?
— Duchémonos primero amorcito.
Regresamos a la alcoba a recoger las huellas de nuestro apasionado encuentro incestuoso.
Deje que me lo mamara y me vine en su boquita.
Mi esposa Lucia y Mary regresaron puntuales para la cena.
—- Tengo que viajar mañana y me llevo a Mary por 3 días. Son compromisos de trabajo.
— No te lleves a Mary que pierde estudio.
—- Precisamente pasamos por el colegio a pedir permiso y no hay problema.
— Si papi déjame ir. Dijo Mary
— Ve pues pero te portas bien.
Tatiana y yo aprovechamos para dar rienda suelta a nuestros instintos incestuosos.
Y al mes siguiente me dice con voz melosa:
— Papito tengo que contarte algo.
— ¿Que será?
— Que voy a tener un hijo tuyo.
Casi me caigo del susto, tome asiento y digo: No puede ser posible, tú aún no menstruas.
Soltó una carcajada me abraza y me dice: no mentiras eso no es.
— Vuélvase seria y diga qué es?
— Prométame que no se va a enojar, ¿Si?
— Cuente pues mi vida; yo no me enojo.
— Fue hace 15 días cuando tú estabas de viaje, vinieron dos señores, uno mayor muy alto y elegante y otro más joven y saludaron a mamá con mucho afecto, ella los invito a cenar y destaparon vino para tomarse unas copas. A eso de las diez de la noche mamá me dijo: vamos Tati para que te acuestes ya.
¿Mary quieres quedarte?
– Si un ratito.
Al despedirme el señor mayor no me quitaba la mirada de encima recorriendo mi cuerpo con lujuria en sus ojos, sacó la punta de la lengua por entre sus labios y la movió de lado a lado sin que lo vieran los demás, yo se lo que eso significa y le sonreí.
— Mamá me dijo que como los señores se iban a quedar a dormir necesitaba mi cama.
Me acostó en la misma habitación con los niños, Luis y Pedrito en una cama y yo en la otra, nos cobijo y nos dio un beso a cada uno.
— Por la noche me dieron ganas de hacer pis y fui al baño, de regreso pase por mi cuarto, la puerta estaba entre-abierta escuche gemidos, me asome y como había una lamparita encendida vi a Mary desnuda con las piernas encogidas muy abiertas puestas sobre los hombros del señor mayor y él encima de ella metiéndoselo todo y apretándole las tetas.
En un momento el señor le estaba haciendo tan duro que se le salió el pene y se lo vi mas grande que el tuyo, al volver a meterlo le golpeo la vagina a Mary y ella grito de dolor.
Continuaron y Mary sudando con los ojos medio cerrados decía: Mmmmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas Mmmmaaaaaaaaaaaaaaaas y ese señor le hacia tan duro y tan rápido que Mary medio loca subía y subía el coñito con hambre de mas hasta que lanzó un grito “sssssssssssssiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii me vengooooooooooo” el señor también bajo el culo aprisionando a Mary contra el colchón, se puso tembloroso y gimieron tan fuerte que creí que iban a despertar a los niños. El señor se lo sacó y aun le colgaba el pene todo grande y curvo y a Mary empezó a salirle leche espesa y abundante del hoyo colorado que le dejo el pene de ese señor.
— Fui a buscar a mamá y ella estaba en la sala besándose con el joven.
— Yo estaba tan excitada que me fui a acostar con temblor en mis piernas, me estaba acariciando mi vagina y mis pechos cuando sentí que abrieron la puerta, era el señor mayor y me hice la dormida. Sentí que se arrodillo al lado mío introdujo una mano bajo la cobija me acaricio las piernas y subió a mi coño y yo me deje hacer quietecita y al intentar bajar mis bragas yo suspire como dormida y levante el culito para que me las quitara mas fácil, me metió un dedo todo grueso, luego me volteo en la cama dejando mis pies colgando y mi vulva expuesta al aire lista para ser penetrada.
— Su lengua toda tiesa y larga me abría mis labios vaginales tan bueno que me estremecí, me quejé y susurre: siiiiiii mássssssss. Ahí se dio cuenta que estaba despierta, y me susurro al oído: pilluela te voy a llevar al cielo, me beso en la boca, me mamó las tetas, comenzó a tallarme su cosota por toda mi rajita y mi clítoris se endureció, lo puso en mi entradita y empujo pero no le entró, yo tenia miedo pero estaba dispuesta a dejármelo meter y me separé mis labios vaginales con las manos, volvió a empujar mas duro y ahí si me entró un buen pedazo de su pene y sentí que esa cabeza toda gorda me desgarraba como cuando tu me desvirgaste, otro empujón y sentí su punta tocando mi matriz, no me lo podía creer !me había entrado todo¡
– Señor fólleme en silencio le suplique.
Alcanzo a taladrarme dos o tres veces cuando entra mi mamá y le dice
“A la niña no”. Samuel…. si quedo con ganas venga conmigo.
– Deja que me haga otro poquito grite yo.
Mi mamá con cara de sorpresa se acerco y acariciándome la cara me dice:
– Amorcito pero es que te va a maltratar mucho.
– No importa mamá, ya lo tengo adentro déjanos por favor.
– Entonces vamos para mi alcoba para no despertar a los niños.
Samuel sin sacármelo me llevo cargada y delante de mi mamá me echo dos polvos que entre mis gritos y quejidos me hicieron alcanzar tres orgasmos que jamás olvidare.
El quería seguir pero yo no aguante más porque tenía el coño todo peladito y me ardía un montón.
Mientras la escuchaba le quite la ropa prácticamente arrancada y con una mezcla de deseo y rabia la tendí en la cama, le abrí las piernas puse mi pene en su entradita y sin lubricante ni nada se lo clavé todo de una vez abriendo su carne hasta el fondo sin compasión, ella grito
— Papaaaaaa…. no me lo hagas tan violentamente que el tuyo también es grande.
— Perdóname hijita no me pude controlar. Me bebí sus lágrimas, la acaricié tiernamente y le cerré las piernas, y en la posición del misionero le hice suavecito con metidas y sacadas largas y lentas.
— Así papacitooooooooooooo Aumente el ritmo paulatinamente y ella se fue excitando tanto que baño mi pene con sus fluidos. Sus tetinas se endurecieron como si fuesen de caucho.
— Espera papito sácamelo; lo hice y ella se acomodó con las piernas sobre mis hombros.
– Métemelo así
Se lo metí hasta donde nunca había llegado y nos fundimos en un orgasmo muy especial.
Ahí comprendí que todas mis mujeres están salpicadas por la lujuria que muy posiblemente emana de mí.
Si les gustó esperen “Mis hijas, con Tatiana II’’
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!