Mis hijastros 13
Recordando mi primer nene.
Haber disfrutado la puchita de Anita me hizo recordar la primera vez que me follé un culito tierno. Si bien no fue virginal recuerdo perfecto la sensación de ir entrando en el y romperlo. De hecho recuerdo que el chamaco me ensucio la verga, pero valió la pena, ya que disfrute tanto metérselo.
La situación es simple, en ese entonces vivía en unos departamentos ubicados en una zona de playa, era un fraccionamiento de interés social, algunos de los vecinos vendían cosas para allegarse de mayores recursos, entre ellos una de mis vecinas que los fines de semana vendía comida preparada.
La vecina vivía con su marido y un hijo de unos 8 años, al que llamaré Carmelo. Carmelito era extremadamente afeminado, a veces llegaba hasta el punto de ser incomodo en un pequeño tanta femineidad, pero bueno era muy amable. Carmelito era el encargado de llevar la comida a los domicilios de los vecinos.
Yo era un cliente frecuente de la mamá de Carmelo, así era más que obvio que el niño me conocía bien, generalmente yo salía a recibir los alimentos en short deportivo, de esos muy ajustados, así me gustaba andar en el departamento, al fin vivía solo. y el chivato siempre se deleitaba viéndome el bulto. Me daba cuenta pero me era indiferente ya para mi solo se trataba de un pequeño afeminado.
Algunos fines de semana el chamaco me encontraba jugando xbox, ya que era una de mis pasiones, y se quedaba un rato viendo como jugaba, aunque en realidad creo que se quedaba viéndome el pito.
Mi relación con la mamá de Carmeloera buena, era un señora muy confiada y como yo era amable con ella y con el chamaco, pues no le generaba problema que Carmelo se quedara ratos en mi departamento.
Total que en uno de esos fines de semana, yo andaba con guayabo, por la borrachera de un día anterior, llego Carmelo con la comida, me pidió dejarlo jugar un rato en el xbox, accedí pero le dije que yo me dormiría un rato y que cuando se aburriera y se fuera, me cerrara bien la puerta.
Cabe señalar que el xbox estaba en mi recamara.
La cuestión fue que en un par de momentos desperté y me vi tremenda erección, procuraba cubrirme pero me daba la impresión de que Carmelito había estado atento a mi bulto. Finalmente desperté bien, me cubrí el pito hasta que bajo a erección y el nene me dice: ni se tape, ya lo vi y dio una pequeña risita. le dije que era hora de irse y me dijo que si lo dejaba jugar más tiempo, ya que se aburría en su casa y que le gustaba estar ahí jugando. Maliciosamente le contesté: Pues ve a avisar y vienes a jugar con lo que quieras (me agarre la verga por encima del short) ambos sonreímos y Carmelo desapareció.
Con la erección que no se bajaba, y recordar la miradita de Carmelo, me dieron unas ganas enormes de coger, llame a un par de sexoamigas y quede de ver a una de ellas más tarde.
Carmelo regreso más rápido de lo que pensé. Yo apenas me había salido de bañar y estaba en toalla. Cuando abrí la puerta el nene no dejaba de mirarme y yo solo le dije que entrara y se pusiera a jugar. Corrió a la recamara y vi que agarro el control del juego. Yo por mi parte entré también a la recamara para alistarme para mi salida más tarde. Pero la maldad ya estaba en mi mente.
Vi que Carmelo estaba con un ojo en el juego y con otro en lo que yo estaba haciendo, así que me quite la toalla y deje mi cuerpo desnudo a su vista (en lo que se supone me secaba bien el cuerpo y me pondría bóxer) pude ver la cara de asombro y deseo en Carmelo. Yo hice como que no me di cuenta que me veía, me puse el bóxer y tenía una semierección. Vi que Carmelo dejo el control del juego y me dijo: Señor ya no quiero jugar xbox. Le pregunté que entonces que quería jugar y me contestó (mientras veía mu bulto): con lo que usted quiera. Mi reacción fue agarrarme la verga por encima del bóxer y decirle: Pues no sé si sepas jugar con esto.
Se levantó de donde estaba, se acercó a mi, me acarició un poco el bulto, bajó el bóxer y se metió la cabeza de mi verga a su boca. Uffffff el sorprendido ahora era yo, ya que estaba en una situación que nunca imaginé. Carmelito me estaba mamando la verga, y para ser honesto, lo hacía muy bien, se veía que alguien ya lo había enseñado. Así que el remordimiento por estarlo pervirtiendo se me fue rápido, y ahí parado donde estaba, me deje llevar por la suave boca de Carmelito.
Era obvio que no le cabía toda mi verga en la boca, pero el chamaco intentaba meterse tanta como podía, insisto en decir en que la mamada muy bien. Yo solo estaba inmóvil disfrutando de esa rica mamada.
Estuvo mamando el pito un rato y en momentos yo le metía un poco más de lo que el podía tragar, con tal de verlo arquearse y sus ojitos lagrimear. Eso me daba morbo, y más morbo me daba ver la cara de placer del pequeño putito.
Mientras el chamaco seguía mamando, le pregunte si quería que le metiera la verga. No contestó. yo volví a preguntar y Carmelito contesto que sí. Dejo de mamarme la verga, se quitó su repita y se coloco de perrito sobre mi cama. Era un a invitación que no iba a desaprovechar. Insisto en que este chamaco ya sabía de todos los placeres del sexo (cosa que comprobé después).
Me puse condon, y le puse lubricante en el ano al nene. Acerqué mi verga a la entrada de su ano y metí de una mi glande. Pujo el chamaco, pero aguanto la cabeza adentro. Di otro pequeño empujón y mete otro tramo de verga y Carmelito empezó a gemir (de placer o de dolor ya no era mi asunto yo lo poseería completo) esperé unos momentos y metí otro cacho de verga y sus gemidos incrementaban un poco y ahora si era indicio claro de dolor. Me valió y le deje ir toda la verga. Carmelito comenzó a gemir y medio chillonear. Le acaricie la espalda y le dije, aguanta ya la tienes adentro, ahora solo es bombearte.
Comencé a bombear dentro del culo de Carmelito, y me encantaba la música que daban sus gemidos de dolor y el choque de mis huevos en sus nalgas. Tuve que prender la tv cuando sus gemidos fueron más fuertes. Seguí metiéndole la vergahasta que me llegó un olor desagradable, voltee a ver mi verga y era lo obvio. Me dio un poco de asco pero ya estaba por terminar así que seguí clavándole la verga en esa posición hasta que terminé dentro de el. Fue una sensación increíble y muy morbosa.
Se fue al baño, se limpio, se puso su ropita y me dijo que ya se iría a su casa. Antes de que saliera del departamento le dije que si quería seguir jugando los fines de semana lo hiciera, que me había gustado, el me contestó: solo si promete no lastimarme tanto como hoy. Ambos salimos a la puerta. La mamá estaba en la puerta de su casa viendo hacía mi departamento. Nos saludamos a la distancia y Carmelito corrió con su mamá.
Un par de veces más me lo follé, pero ahora si disfrutando más ambos y con más tiempo para dedicarle. Lo deje de hacer cuando un vecino me contó que el papá de Carmelo estaba encabronado por que alguien se estaba cogiendo a su chavito. Más que miedo me dio curiosidad como el papá pudo darse cuenta de tal cosa, pero en fin, nunca me enteré.
Dejen sus comentarios.
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