Mis inicios en el incesto con mi papito parte 2. 

La mayor parte del segundo chorro entro en mi boca y yo pude sentir lo caliente que estaba su lechita, así como un sabor amargo dulce en mi boca, mi padre soltó mis manos y abrió sus ojos para encontrarse con mi cara bañada en su semen.
Después que de forma inocente masturbara a mi papá la situación entre él y yo cambio un poco, esto a que mi padre sentía culpa por lo que había permitido que pasara esa mañana, para su mala suerte era solo el comienzo de mis vacaciones y él iba a tener que compartir conmigo por el resto de semanas. Yo no sabía lo que yo había hecho y mucho menos por que el cambio de papá, sin embargo, debido a esto mismo para mi todo seguía normal. 

Debido al trabajo de mi papá yo tuve que quedarme en la casa solo, la tarde transcurrió y se acercaba la hora de llegada de mi papá yo estaba muy feliz porque sabía que como de costumbre iríamos al parque y comeríamos helado, además de esto también en mi cabecita rondaba la pregunta y curiosidad de saber que era ese líquido que había salido del pipi(verga) de mi papá, debido a esto estaba ansioso por ver a mi papá, comer helado y resolver mi duda con respecto al liquido del pipi de mi papá.  

Debido a mi curiosidad y tras verme solo en la sala de casa, recordé también que mi padre me había dicho que su pipi y el mío eran lo mismo, así que bajé mis pantalones junto a mi ropa interior, para dejar mi penecito libre, empecé a tocarme y ver por donde saldría el líquido que me había salido en la mañana del pipi de mi papá, me miraba y me tocaba, pero no veía nada, ni salía algún liquido como el de papá, estaba tan entretenido en esta búsqueda y tenía los dibujos animados en tan alto volumen que no note que mi papá había llegado a casa. 

Estando yo en mi búsqueda y toqueteo, entra mi papá en la sala y me sorprende con mi pene en la mano y sin pantalones, él se sorprende y muy enojado me grita que estás haciendo Andrés, se acerca rápidamente a mí y me pone los pantalones mientras me grita eso no se hace, eso no se hace, yo solo me quede en silencio, mi papá también y solo se fue a preparar la cena en silencio. 

Después de esto todo volvió a normalidad, al día siguiente en la mañana yo lo enjabonada pero debido a lo pasado anteriormente no le tocaba el pipi, así paso toda la semana hasta que llegó el domingo, ese día fue cuando decidí volver a tocar el pipi de papá, en esta ocasión su pene estaba pequeño, mientras enjabonaba sus piernas fui subiendo lentamente y toqué suavemente el pene de papá, lo miré y el siguió jabonando su cabello, así que toque con más libertad la base del pene y también empecé a jugar con sus largos pelos de la pelvis, papá solo me dijo no tan duro, esto me dio la confianza para seguir tocándolo. 

Mientras hacía esto noté que su verga iba creciendo y poniendo dura, esto aumentaba mi curiosidad por lo que seguía tocando con más firmeza su verga, mi padre nuevamente empezó a jadear y respirar fuerte, al ver eso mis manos siguieron aferrándose fuerte mente a mí la dura y gruesa verga de papá, mis pequeñas manos no podían abarcar todo el grosor de la verga, debido a esto, mi papá puso su mano sobre las mías, empezó a subir y bajar su mano mientras sujetaba mis manitas a su caliente y dura verga, yo solo veía con mucha atención. 

Papá aumento la velocidad de su movimiento y sus quejidos se hacían mucho más fuertes y ruidosos, yo estaba sorprendido me acerqué lo más posible a la verga de papá, él tenía sus ojos cerrados y solo gemía, yo no entendí lo que sucedía, pero si sentía un gran calor en mi cuerpo, de repente sentí como las piernas de papá empezaron a temblar y nuevamente soltó un gran gemido casi como un grito, justo después de esto el líquido de papá volvió a salir, esta vez y al estar tan cerca su primer chorro cayó justo en mi frente y parte de la cabeza el segundo y tercero cayó sobre mi nariz y boca el cuarto cayo en mi pecho y el resto se desbordo entre la mano de mi padre y las mías. 

La mayor parte del segundo chorro entro en mi boca y yo pude sentir lo caliente que estaba su lechita, así como un sabor amargo dulce en mi boca, mi padre soltó mis manos y abrió sus ojos para encontrarse con mi cara bañada en su semen, en esta ocasión no se asunto solo me pregunto ¿te entro a la boca? Yo solo asentí con mi cabeza él sonrió y solo me puso bajo la ducha, me dijo cierra la los ojos mientras te lavo la cara, luego se juago él también la verga, yo solo podía contemplar a mi papá, no sabía que había pasado solo sabía que me había gustado mucho y que quería mucho a mi papá. 

Esta mirada fue percatada por mi papá y de forma muy directa me pregunto ¿te gusto? Yo sonreí y lo miré fijamente y respondí con un sí, él se sonrió y se agacho para terminar de restregarme, esta vez note como todo cambio, las calientes manos de mi padre recorrían todo mi cuerpo sentía como su respiración seguía agitada y caliente, a diferencia de otros baños, este se sentía muy diferente, papá acariciaba suavemente mi espada y bajaba asta mi cola, en donde concentraba sus caricias, yo me entregue a él y puse mis manos sobre su cuello. 

Papá continúo acariciando mi resbaloso cuerpo, sus manos abarcaron cada rincón de mi pequeño cuerpo yo estaba extasiado, mi padre se puso de pie y nuevamente pude ver su verga que aún seguía dura, él se empezó a tocar su verga con movimientos de arriba hacia debajo de forma muy veloz, luego se agacho nuevamente para tomarme con su mano derecha y alzarme yo me sujete nuevamente de su cuello, él se siguió con su masaje en la verga con la mano izquierda. 

Yo me sentía muy bien y me gustaba ver como mi papito se acariciaba su verga, me acerqué a su boca y le di un pequeño beso a lo que papá respondió con muchos besitos, esto mientras su movimiento de mano se hizo más rápido y fuerte, acompañado de jadeos, su reparación también era muy fuerte y sus besos también se hacían más fuertes, nuevamente se escuchó un fuerte gemido, mientras veía como la lechita de papá caía en chorros  por todo el suelo del baño y se escurría por su mano izquierda. 

Papá recobro el aliento y sin bajarme nos metimos bajo la ducha mientras el me daba unos suaves besos en la frente mejillas y por último en la boca, fue en este momento cuando nuestro amor de padre e hijo creció y se trasformo.