Mis pequeñas hijas
Este es un relato totalmente ficticio, donde un padre con dos hijas y su esposa siempre trabajando, y que tiene que encargarse de las niñas siempre al final termina con una relación más unida con sus pequeñas y viven aventuras muy calientes .
Mi nombre es Manuel, y vengo a contar mi historia y los acontecimientos que han ocurrido en mi vida. Comenzaré describiendome, soy un hombre maduro, de 47 años, no estoy gordo, aunque tengo algo de barriga, pelo negro y ojos marrón claro. Tengo una estatura media, ni muy alto ni muy bajo. Soy maestro aunque a media jornada, pero gracias a eso puedo dedicarme a cuidar a mis pequeñas hijas.
Estoy casado con una bella mujer, que hemos vivido muchas cosas, llamada Carla, aunque trabaja mucho y apenas está en casa. Llevamos juntos desde hace muchos años. Es más joven que yo, tiene 37 años, nos llevamos bastantes años pero nos enamoramos y no nos importo la diferencia.
La conocí en un bar, en cuanto la vi me volví loco por ella. Es una chica rubia, como ojos verdes claro, delgada, con grandes tetas y un culazo de 10. Siempre le ha gustado vestir con ligeros vestidos con escote.
Después de un tiempo de conocernos, y de haber quedado en varias ocasiones, le pedí una cita. Parecía que encajabamos muy bien, y que yo también le gustaba. Esa noche fue increíble, fuimos a bailar, le pedí que fuera mi novia, acepto, bebimos y luego nos fuimos a mí piso y ahí nos dejamos llevar y follamos bien duro, como animales. Ahí descubrí lo caliente y fogosa que era Carla, le encantaba el sexo. Y a mí me encantaba su cuerpo, sus pechos,el sexo nunca ha faltado en nuestra relación.
Después de un tiempo nos casamos y tuvimos a nuestra pequeña Alicia, que ahora tiene 8 añitos y luego nació Claudia, que ahora tiene 5 añitos.
Alicia era delgada, rubia, ojos verdes, idéntica a su mamá. Tenía un buen culo, y se veía que tendría un cuerpazo. Claudia era un pelín más reñenita pero no mucho, algo más bajita, morena clara y ojos almendra. Ambas eran niñas muy bellas e inocentes y muy cariñosas
Se me olvidó comentar que Carla, mi esposa, es azafata y por eso siempre está viajando y apenas está en casa así que me tengo que encargar yo de las niñas y de casi todo. La verdad, últimamente no estamos bien, apenas nos vemos, y apenas ya podemos tener un momento íntimo, y un hombre tiene sus necesidades. Pero nunca se me ha ocurrido serle infiel ni nada del estilo.
Un día en el que llegue a casa de trabajar temprano, ya que solo tenía que dar las dos primeras horas de clases,y mi esposa estaba de viaje y no volvería hasta el día siguiente, al llegar a casa, me llaman del colegio de las niñas y me avisa. De que Alicia se encontraba mal y si podía ir a recogerla. Cogí las llaves de nuevo y me dirigi a recogerla. Una vez allí le pregunto que le ocurría, y me contestó que le dolía mucho la tripa. Nos subimos al coche y fuimos a casa.
Una vez en casa, la llevé a su cuarto y la desvestí para ponerle el pijama y estuviera más cómoda. Le quite el uniforme y se quedó en braguitas mientras cogía el pijama. Tenía unos lindos pezoncitos rosados, aún no usaba ningún top ni nada. Cuando fui a ponerle el pijama, Alicia me pidió que no se lo pusiera.
-Papi, espera. No me pongas el pijama
– ¿Por qué no, cariño? Vas a coger frío
– pero no hace frío, yo tengo calor. – ahí le toque la frente a ver si tenía fiebre, pero no la note que tuviera mucha
– Tienes que ponerte algo hija, no puedes quedarte así
-Joe papii… Al menos déjame solo ponerme una camiseta
– bueno..pero si te da frío te tapas enseguida
– una cosa papi….
-Dime cariño, que pasa?
-¿Puedes cambiarme de braguitas? Quiero unas limpias
-claro cariño, voy por unas limpias
Me levanto y voy a por unas braguitas limpias, vuelvo a su cama y le quitó sus braguitas para cambiarselas. En ese momento, Alicia abre las piernas dejándome ver su pequeña vagina rosada y bien cerradita. No puedo evitar sentir como mi Verga se endurece debajo de mis pantalones. Me quedo embobado mirando sin poder evitarlo.
-¿Por qué miras tanto mi chichi? – pregunta mi hija al verme ahí parado
-Eh..perdón hija, me quedé en blanco… Ya te pongo tus braguitas y te acuestas a descansar mientras yo te preparo algo para tu dolor
-vale papi
Se las pongo, se acuesta y le tapo con la sábana y me voy a la cocina. Mientras le preparo una manzanilla, no puedo evitar pensar en lo sucedido momentos antes, en como mi pequeña hija estaba creciendo, y volviéndose una mujer tan sensual, en su pequeño cuerpo, en sus pechos planos que aún no han crecido pero están empezando a crecer, sus pequeños pezones, su vagina tan cerradita y rosadiga.. Mi verga está muy dura, parece que va a explotar. No puedo creer que me esté excitando pensando en mí propia hija pero no aguanto más, y voy al baño mientras dejo reposar la infusión. Allí me saco la verga, que es bastante grande, y bastante ancha, y empiezo a masturbarme pensando en ese coñito rosado, tan cerrado y delicioso. Imagino como sería poder acariciarlo, poder lamerlo, pasar mi lengua, saborearlo todo, meterle mis dedos …. Enseguida me corro de tan caliente que estoy, soltando grandes chorros de leche. Limpio todo y voy a llevarle la infusión a Alicia.
Una vez allí, me siento a su lado, y le pregunto cómo está
-¿Como te encuentras cariño?
-Me duele mucho la barriga
-aqui tienes la infusión, tomatela despacio y verás como mejoras
-Vale…papi, puedes darme masajitos?
-Claro, cariño
Le empiezo a acariciar su barriga, suave, con movimientos circulares. Poco a poco, mi mano acaricia un poco más arriba, vuelve a la barriga. Su piel es tan suave, si olor de niña es tan agradable y ella es tan bonita y sensual que vuelvo a excitarme. Mi mano empieza a subir lentamente hasta rozar sus pequeños pezones. Se los acaricio por encima, suavemente
-¿Te gustan los masajes que te da papá?
-Si papi…me gusta mucho..-me dice con los ojos cerrados
Siento que su respiración es más acelerada, sigo con mis masajes y esta vez voy bajando lentamente hasta rozar con el borde de las braguitas con las puntas de mis dedos. Notaba su piel erizada, su respiración acelerada, se veía que le gustaba. Y yo estaba muy excitado, se que está mal, pero no sé que me pasó, pero no pude controlarme. Seguí bajando mi mano, y empecé a acariciar por encima de la braga su rica rajita. La tocaba suavemente, sentía que estaba mojadita
-¿te gusta esto? ¿Que papi te de masajitos aquí?
-….si papi…se siente rico, me haces cosquillas
Le digo acariciando su coñito por encima de la braga, le empiezo a acariciar el clítoris enaspcírculos y veo que empieza a suspirar.-¿Quieres que te quite la braguita y te de piernas masajitos sin ella?
-Siii papi..
Le bajo las braguitas, le abro las piernas y me pongo en medio. Observó ese coñito tan delicioso, está muy cerradito, como es normal a su corta edad, y está rosadito. Le abro sus labios vaginales, está muy mojada, veo su clítoris y su pequeña entrada. La acaricio el clítoris, bajo rozando toda su rajita, acaricio la entrada e intento meter mi dedo pero está muy estrecho
-Cariño, papi te va a dar besitos en tu chichi para que te sientas mejor
-..vale papi.- dice entre pequeños gemidos
Empiezo a pasar mi lengua por toda su rajita. Me abro la concha y empiezo a chupar su clítoris.
– Ufff sii papii..no pares
Le sigo chupando y voy bajando hasta su entrada y voy tomando todos sus jugos. Sabe tan rico que no puedo parar. Mientras le voy chupando el clítoris, empiezo a introducir mi dedo en ese pequeño hoyito, mi hija empieza a gemir más fuerte y me agarra el pelo, no dejo de chupar y voy moviendo mi dedo en un mete y saca, lento y despacio; voy aumentando el ritmo y entonces mi hija empieza a gemir fuerte y tiene su primer orgasmo. Yo saboreo todos sus jugos y le pregunto cómo está
-uff, papi…eso se ha sentido muy bien, ¿Que ha sido eso?
– Acabas de tener tu primer orgasmo cariño, cuando una mujer está muy excitada, y se acaricia o le ha acarician como hizo papá llegas al orgasmo. Pero cariño, lo que acaba de pasar debe de quedar entre nosotros, no se lo puedes decir a nadie, ni siquiera a mamá, vale?
-vale papa, será nuestro secreto
– me lo prometes?
– si! Te lo prometo papi, te quiero mucho. – y me da un abrazo, en ese momento mi Verga está muy dura y se nota mi gran bulto, que al llevar un pantalón de chándal se nota claramente y Alicia se da cuenta de eso
– papi..¿Que tienes ahí abajo en tus pantalones que está duro?
-eh..bueno..eso es mi pene cariño, la cosita que tiene los chicos
-¿Y por qué está tan duro? Los niños de mi clase no se le nota así
– No estarás diciendo que se la habrás visto a algún compañero?
-No no, no papi, solo que a ti se te nota a la vista
-Bueno, pues es porque estoy excitado…
-¿Y se te pone así?
_si cariño. Cuando un hombre está excitado su pene crece y se pone duro
– ¿Puedo verlo papá?
-No se si estaría bien hija…
– Porfiii, tú me ves a mii, yo también quiero verte
Sabía que no estaba bien lo que estábamos haciendo pero la excitacion puso conmigo, así que me baje los pantalones y dejé mi polla libre
– Oh.. es muy grande..-me la agarra y empieza a tocarla un poco mirándola sorprendida- y esto entra en el chichi de las chicas?
-Bueno, cuando un chico ama mucho a una chica y los dos están excitados, el chico se lo introduce por su vagina si. También hay otras formas de dar placer
– ¿Como los besitos que me diste en mi cosita?
– si cariño, también las chicas pueden darle besitos a los hombres. Pero eso solo es las personas que se quieren mucho y ambas quieren hacerlo
– Yo te quiero mucho papi, yo quiero hacer el amor contigo – mientras dice eso sigue acariciando mi Verga, con movimientos torpes por su poca experiencia pero uf que rico se sentía
-pero hija…eres muy pequeña y eres mi hija..nose si deberíamos..
-¿Es que no me quieres? – me puso una cara triste
-Claro que si cariño
Y en ese momento, Alicia se agacha y empieza a darle besitos a mí glande, y empieza a lamerlo, Ufff que rico se sentía
– chupalo como si fuera un helado
Me está lamiendo todo el glande, le digo que empiece lamiendo desde la base hasta la punta, Ufff que placer me estaba dando. Pongo mi mano en su cabeza y le digo que abra su boquita y que tenga cuidado con los dientes, y empiezo a introducir mi pene en esa boquita y la voy enseñando a chuparla. La voy guiando con mi mano en su cabeza, no le entra toda ya que mi polla es bastante gruesa para su boquita. Cada vez va chupando mejor, y va entrando más. No sabéis el placer que me estaba dando, tenía a mí pequeña de ocho años chupando mi polla. Aumento el ritmo y la voy follando esa boquita hasta que siento que me voy a correr
– Ufff cariño, que bien lo haces…que rico….me voy a correr….- ella sigue chupando sin parar pero levanta la vista y me mira- papi va a soltar su lechita y te la tienes que tragar toda, vale cariño
La agarro la cabeza y aumento un poco el ritmo, ella se queja un poco pero no se aparta, y entonces empiezo a correrme y lleno esa boquita con mi semen directo a la garganta, se ha tomado toda mi lechita .
– Ufff papi, casi me ahogo. Pero me tragué toda la lechita, ves? – y abre su boquita y me enseña como se trago todo-
– Muy bien cariño
– te gustó??
-Me gustó mucho cariño, me diste mucho placer – y le doy un beso en la boquita- esto es nuestro secreto, vale?
– Sii papii
– Ahora vístete y voy a prepararme para recoger a tu hermana
– Está bien papi, te quiero
– Y yo a ti cariño
Y salí de su habitación, me cambié de ropa y me fui a recoger a mi hija pequeña. Habrá más momentos con mis peques pero eso lo contaré en el próximo capítulo.
Espero que les haya gustado mi relato, es el primero que escribo, espero vuestros comentarios y si quieren que continúe con el.
Espero pronto más de ti tu relato me la dejo ufff
Pronto subiré la segunda parte!
Muy bueno 😊 espero la segunda parte
Buen relato, 👍
Gracias!
Excelente relato, espero pronto la continuación, me dejó muy excitado uff