mis primeras mamadas en las vergas de mis primos.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por gabyhot26.
Hola a todos, mi nombre es gabriela, tengo 26 años, mido 1.70, mis medidas son 120-60-100 por lo que mi figura llama mucho la atención, mis pechos son lo mejor, están bien parados, firmes y con unos pezones que siempre están excitados y con ganas de ser usados, pero todo en general es muy apetecible, Mi cabello es rubio al hombro, ojos azules, piel clara y la verdad es que me gusta vestir muy provocativa mostrando mi bien proporcionado cuerpo.
Sin embargo, la historia que les contaré ahora se trata de mi primera vez, situación que me ha vuelto adicta al sexo, saber que soy objeto de deseo y nadie dudaría en echarme un palo, incluyendo familiares calientes.
Pues bien, tenía 11 años cuando mi cuerpo comenzó a desarrollarse, y de qué forma, mis cintura se contrajo, mis caderas se abrieron y lo mejor, mis pechos comenzaron a aparecer de una forma singular, eras bastante grandes para esa edad, sin mencionar que se veían super jugosos.
Cuando comencé a percatarme de que estos cambios hacían que los chicos se me acercaran más o cualquier hombre, me surgió la inquietud de saber que tanto les gustaría hacerme,
En unas vacaciones de diciembre mis papás me dejaron en casa de mi tío Raúl porque mi padre tenía viajes de negocios junto con mi madre y se ausentarían 3 semanas completas.
Mis dos hermanos mayores, Roberto y Alexander, que tenían en ese entonces 16 y 17 respectivamente se fueron por su parte a casa de la abuela ya que les quedaba cerca las playas y al tener cuerpos marcados por el ejercicio no dudaban en exhibirlo,
Pues bien, cuando llegué a casa de mi tío él no se encontraba y me recibió la tía Nora, la cual al verme puso ojos enormes y me dijo que había cambiado muchísimo en un año que tenía sin verme, yo me sonrojé y le agradecí.
Al pasar vi a mis dos primos, Néstor y Aroon, que son de la misma edad de mis hermanos y estaban hechos unos cueros, bronceados, altos, musculosos y con una sonrisa que me hacía temblar.
M miraron y yo los miré, estábamos los 3 tan sorprendidos de nuestros físicos, A esa edad media alrededor de 1.55 y esas curvas eran muy prominentes.
Me llevaron muy amable a mi cuarto y no disimularon nada al mirarme el culo mientras subía la escalera y por mala se los moví sugerentemente, ya era redondito y apetecible.
No sé de dónde salió eso, nunca lo había hecho, no sabía que tenía esa actitud pero no me importó.
estuvimos en mi alcoba platicando de tonterías y viendo películas.
En un momento pasó una escena picante de una peli y como mis primos traían bermudas, se les notó como se pusieron como carpas.
Yo me reí quedito y les dije -¿Qué pasó ahí? Ni los han tocado y ya están empalmados, jajaja-, mi primo Alexander se tomó la verga por encima de su bermuda.
sonrió pícaramente y me miraba mientras la apretaba, yo no puede evitar sentir calor en mi entrepierna y le dije -wooow, que cosa, la tienes bastante grande-, a lo que me respondió -y no las has visto parada-, yo m sorprendí y le pregunte -¿en serio no está totalmente para y dura? eso hay que verlo-, ni se lo pensó y mi primo Roberto dijo -y ni te imaginas la que tengo yo acá-, de la misma forma se la apretó y sí se veía notoriamente un poco más grande que la de Alexander-, me estaba calentando como nunca y les dije -pues no son los únicos con cosas grandes, mis pechos también han crecido mucho-, y me los apreté y levanté sugiriéndoles que eran más grandes que mis manos totalmente abiertas.
Y mi primo Alexander se tiró a reír y me dijo -hagamos algo, si tú nos las enseñas, nosotros te enseñamos-, yo no dude y le dije que sí.
Estiré mis brazos y me saqué mi playera de Simple plan que era algo holgada dejándoles ver mis pechos cubiertos por mi brasier, sin embargo, se veían bastante redondos y grandes por lo ajustado que era, me las miraron y quedaron boquiabiertos, comenzaron a jalarse y apretarse más rápido sus miembros y les dije -pues parece que les toca chicos-, de igual forma, no duraron y no sólo se quitaron las bermudas, primero me dejaron ver sus marcados abdómenes y post sus vergas bajo su trusa, se veían enormes, me calenté muchísimo y mis pezones se marcaron.
Nos acercamos al centro de la habitación y por reflejo me arrodillé frente a ellos para comenzar a sobar sus vergas por encima de la trusa, en ese momento estaba fuera de mi, sentía mucho calor y de verdad que sentía ganas de comerme esos fierrotes.
Ellos me miraron y dijeron -vaya que has cambiado primita, ahora eres todo una calentona, ¿te gusta lo que tocas? porque te lo vas a comer todo-, y mi otro primo dijo -sí zorrita, yo quiero ponértela entre tus tetotas y sobármela-, no entendía muy bien lo que decían ya que sabía poco de las condiuctas sexuale, sin embargo solo les dije -háganme lo que quieran, estoy super caliente y ustedes están buenismos pero que esto se quede entre nosotros-, accedieron y de inmediato les baje las trusas.
Tome una verga en cada mano y las agité con buen ritmo, luego, como no sabía mamar, primero las chupe como paletas para luego darles lengüetazos y rodearlas totalmente, incluso me las metí hasta la garganta, eran deliciosas, era la gloria.
Así como estaba, me desabrocharon el seguro de mi bra y cayó al piso, mis pechos quedaron al aire y me apretaban los pezones, de pronto me levantaron y cada uno se pego como bebito a una teta, yo me retorcía del placer mientras los masturbaba.
de un jalón mi primo me puso de rodillas nuevamente y me dijo -apriétate los pechos putita, te voy a echar mi semen-, me sorprendí mucho pero lo hice, elevé mis pechos lo más que pude cerca de mi barbilla y en ese instante cayeron dos chorros de semen en mi cara y uno en mi tetas, sin que me dijeran nada, tomé un poco y con un dedo me la llevé a la boca, era un sabor raro pero me hipnotizó y cuando menos lo noté me devoré todo.
MI otro primo estaba que se la arrancaba, me miraba ahí comiendo leche y me dijo -sigo yo-, sacó su crema, me acostó en la cama boca arriba, untó crema entre mis tetas y en su verga, de una se sentó sobre mi y puso su vergota entre mis pechos, los apretó y se movía como si estuviera cogiendo.
cada vez que su verga se asomaba entre mis melones se la chupaba y después de unos minutos, sin avisarme me lleno de semen los pechos, con la cabezota de su verga tomaba parte de ella y me la llevaba a la boca, no dudé en abrir la boca y tomar, por alguna razón la de él sabía muy rica, no estaba amarga, era más como espesa como atole y acidita como piña.
me incorporé, los mire a los ojos y les dije con la voz más provocativa que me salió -están van a ser unas vacaciones muy interesantes primito porque les voy a sacar toda la leche y para la siguiente espero que me estrenen-, mientras les jalaba sus vergas y me relamia los labios y ellos sólo sonrieron como cómplices.
Nunca notamos que me tío ya había llegado y estaba parado en la puerta desde no se hace cuanto, pero su mirada no salía de mis tetas.
Pero esa es otra historia.
Tengo muchas más anécdotas de casi todos los temas, así que comenten y díganme que les gustaría que les contará, sexo en el transporte público, con mis tíos, primos, hermanos, mi padre, con maestros, amigos y uno que otro suertudo te que me pica cuando de calentona, incluso unos vagos, pues desde esa vez con mis primos ya no me pude alejar del sexo y no me da reparo que sepan que soy una putita caliente.
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