Mis primeros roces sexuales con mi hermanita
Una anécdota de cuando empecé a tener roces con mi hermanita, y como eso me llevo a introducirme de lleno en el incesto .
Mis inicios en el mundo del incesto comenzaron a temprana edad, yo tenía 14 y mi hermana 12.
Me llamo Jorge y voy a contar, una anécdota que me paso hace años y como desde ese momento comenzó mi morbo por mi hermana.
Cuando éramos chicos, a mi hermana y a mí nos cuidaban nuestros abuelos ya que mi madre trabajaba todo el día y nuestro padre se había ido con otra familia.
Siempre vi a mi hermana de forma normal hasta ese entonces, cuando un día, en casa de mis abuelos, me estaba meando y decidí esperar afuera del baño, ya que mi hermana lo estaba usando en ese momento.
Cuando mi abuela se acerca y enojada me pregunta que por que estaba al lado de la puerta, insinuando si estaba tratando de espiar a mi hermana, idea que en ese momento me pareció estúpida y repulsiva.
Incluso recuerdo que esa noche, cuando vino mamá a buscarnos, mi abuela le comento que yo estaba tratando de espiar a mi hermana y mi mamá me defendió, diciendo que probablemente haya sido una equivocación.
Recuerdo que incluso puso papel higiénico en el ojo de la cerradura después de eso.
Un tiempo después, estaba bañándome y veo entre la ropa sucia, una bombacha de mi hermana.
Por mi mente paso el agarrar y olerla, cosa que me calentó mucho, a esa edad uno tiene las hormonas al palo.
Deje la ducha abierta y así desnudo, la agarre y note una mancha algo viscosa y húmeda. Cuando la lleve a la nariz, el olor me encanto, casi que me volví fan inmediatamente del olor a concha de mi hermana.
No sabía nada de mujeres, eran mediados de los 90 y en Argentina el internet apenas era un concepto, por ende, no es como ahora que el porno esta hasta en los celulares.
Empecé a imaginar como sería el cuerpo de mi hermana, como serian sus tetas, su culo, como seria su vagina.
Como se vería su cuerpo desnudo y mojado en la ducha.
Lo único que sabía era que su olor me encantaba, y las buenas pajas que le dedicaba.
Esperaba a que mi hermana terminara de bañarse, y con la excusa de usar el baño me metía derecho a buscar su bombacha sucia, mientras el corazón me iba a mil.
Excepto, esos días cuando mi hermana no dejaba la ropa en el baño, de grande entendí que seguramente era cuando tenía el periodo.
Cuando mi hermana cumplió 14 comenzó a usar tangas, y dejo las bombachas normales, cuando vi su primera tanga sucia en el baño casi eyaculo en el momento.
Ya tenía un cuerpo mucho mas desarrollado, con unas buenas caderas, y unos senos más pronunciados.
Por esa época mis abuelos ya no nos cuidaban, y venia una señora a casa por la tarde ya que ambos íbamos al colegio a la mañana.
Nos volvimos más cercanos, hablábamos mucho de todo tipo de cosas, ya que la señora poca atención nos ponía, e incluso a veces me dejaba que le haga masajes, cosa que aprovechaba para contemplarle mejor el cuerpo.
Fue en un día de esos cuando mi hermana me confeso que ella sabía hace rato que yo olía su ropa interior, pero que no le iba a decir nada a mamá.
Mi primera reacción fue tratar de negarlo, pero al ver la confianza de mi hermana termine por confesar todo.
Cuando termine se hizo un largo silencio hasta que ella hablo.
¿Queres saber cómo es una concha?, si quieres te la muestro
Ella no parecía estar bromeando, por ende, después de un rato dudando le dije que sí.
Obviamente no podíamos hacerlo a plena luz del día y con la empleada dando vueltas, por lo que decidimos esperar hasta entrada la noche, asegurándonos de que mamá dormía primero.
Estaba en la pieza, cuando mi hermana volvió y dijo que mamá roncaba, ya era más de media noche.
Mi hermana completamente confiada se quitó la ropa y se sentó en su cama, quedando desnuda de la cintura para abajo.
Abrió las piernas como si estuviera por parir, y con dos dedos se estiro los labios de la concha para que vea mejor.
Arrodíllate así ves mejor, acércate no tengas vergüenza. Mira, este agujero es la uretra, por acá hacemos pis las mujeres.
Este de acá es el agujero de la vagina, por acá se mete la verga y se colan los dedos las mujeres cuando se pajean.
Si quieres te puedo dejar que me metas un dedo.
Mi hermana tomo mi mano, y la guio hasta su sexo, donde metí el dedo índice. Su interior era húmedo y caliente.
Ella me empezó a decir como tenía que moverlo, mientras podía escuchar como comenzaba a gemir, pidiéndome que lo mueva más rápido.
Fue la primera vez que vi su cara obscena, cuando saqué el dedo estaba completamente empapado en flujo.
Si queres lo podés chupar, no me molesta
Le hice caso, tenia un sabor entre amargo y dulce, no era la gran cosa, pero no era desagradable tampoco.
Ya te mostré yo, ahora me tenés que mostrar vos la pija, quiero ver que tan dotado esta mi hermano
Con algo de vergüenza saque mi miembro, ya estaba completamente duro, no era tan grande unos 16 centímetros de largo y 6 de ancho, al menos eso creía yo
Estas bien dotado, bien pijudo resultaste, me dan ganas de tocarme de solo verlo, quiero ver como te masturbas mientras oles mi tanga
Me paso su tanga y mientras la llevaba a mi nariz, comencé a frotar mi verga lentamente, disfrutando del momento. Mi hermana me comía la verga con los ojos, se relamía viendo el líquido preseminal lubricándome el glande.
Ahí mi hermana me confeso que le gustaba masturbarse con la almohada, mostrándome como se subía encima y se refregaba contra la misma.
Nos corrimos viéndonos y mi hermana tuvo que ir al baño a traerme papel higiénico para limpiarme el semen.
Nuestras noches pasaron a convertirse en charlas sobre sexo y prácticas de masturbación.
Imaginábamos la cara que pondría nuestra abuela de saber las cosas que hacíamos, pero siempre estábamos atentos a cualquier ruido que pudiera hacer nuestra mamá.
Cuando sentíamos que se levantaba al baño, nos acostábamos y apagábamos la tele, que era lo que usábamos como luz para que ella no sospechara, solo el primer día dejamos la luz de la pieza prendida cuando mi hermana me mostro su concha en todo su esplendor.
Pronto la calentura escalo más alto y teníamos roces, cuando la empleada no nos veía.
Una vez mi hermana se saco una frutilla de la concha y me la metió en la boca cuando la empleada salió a colgar la ropa.
O refregaba su culo contra mi como gata en celo, también solía pasar con la toalla cerca mío y levantarla antes de entrar a su cuarto. Por suerte la empleada jamás sospecho nada
(Evito poner nombres ya que estoy relatando cosas que pasaron)
Una sola vez, cuando estábamos mirando tele en el comedor, yo estaba colándole los dedos a mi hermana de forma disimulada y la empleada se acerco por la espalda para preguntar que estábamos viendo, gracias a los almohadones no se vio nada, pero recuerdo que dijo que había como un olor raro en el ambiente.
Espero no haber sido muy extenso con la historia, si interesa puedo contar mas anécdotas que haya pasado con mi hermana y otros juegos mas picantes que fuimos probando
como sigue
Linda historia, estaría bueno leer más anécdotas
Muy bueno el relato, no importa si es largo; leyendo tu relato me hizo acordarme de mis propias vivencias con mi hermana
Cuenta más, excelente!
por favor sigue contando mas anécdotas