Mis sobrinas las gemelas. Capítulo 5
La mejor fiesta.
Llegaron unas horas después, salí a recibirlas y ayudarles con las cosas, el portón y la casa son grandes, así que es escandaloso cuando alguien llega, aunque traté de hacerlo lo más rápido posible, la vecina chismosa de nuevo hacía su aparición y la vi viendo como mi novia llegaba con su hija y las niñas salían junto a mi a recibirlas, sabía que dos adultos estarían con menores todo el fin de semana, al ser familia nadie debería sospechar ninguna perversión, eso pensaba.
El tema de la niña de 6 años la verdad que no lo había pensado mucho, hasta hace unas horas hacer algo con alguien tan menor me hubiera parecido una aberración y digno de cárcel, pero hasta hace unas horas tampoco había pensado que con mis propias sobrinas de 13 podía pasar algo, pero cuando pasa te cambia el chip y abres la posibilidad a todo, piensas que no está tan mal, es una enfermedad muy satisfactoria pensé. De igual manera no sabía que papel tomaría, que se podía hacer con ella y todo como siempre quedaría en Abigail, que era igual de sexosa que yo, pero su hija? Veríamos.
Esa noche tarde-noche no pasó mucho, estuvimos jugando un juego de mesa como si fuéramos una familia normal en la sala de la casa, la menor veía las caricaturas. Las niñas tenían un short muy pero muy corto, casi parecía una licra, esas hermosas piernas, que como dije empezaban a tomar forma por las actividades que practicaban por la tarde, brillaban y lucían tanto que me daban ganas de empezar la fiesta ahí. Más cuando Fabiola se sentó en una de mis piernas, afortunadamente yo también traía un short corto y podía sentir su suave piel con la mía, era hermoso, mi verga por supuesto respondía. Tenían una edad ya un poco avanzada para decirles niñas, pero no habían dado el estirón, las podía cargar, jugar con ellas (antes de la manera más tierna posible, ahora de otra manera), estaban incluso chaparritas para su edad. La tocaba sin ningún tipo de miedo a que Abi me dijera algo, ella estaba a lado de mi y con mi mano derecha le tocaba la espalda y el hombro, mi mano izquierda se perdía en la mano de Fabiolita sin que nadie dijera nada, me encantaba la normalidad. Pero más me encantó cuando Fabiana se sentó en mi otra pierna. Perdía todas las partidas de poker y me pidió que le ayudara, mi manó dejó un poco la espalda de mi novia para ir directo a las piernas de Fabianita, era un culo más gordo que el de su hermana y una pierna también más suculenta, era hermoso, sentía una plenitud muy bonita, tener a mis 3 mujeres ahí, sabiendo que las podía tocar sin que hubiera problema era un punto de satisfacción muy complicado de encontrar.
Después de eso cenamos y nos pusimos a ver una película. Mi padre me llamó, mi madre le dijo la situación ese fin de semana, me dio un buen sermón sobre ser la cabeza de familia y si pensaba formalizar en algunos años con Abigail está era una buena oportunidad para que fuera viendo como es. Me consideraba una persona madura para mi edad, con sus más y sus menos, a nadie le sorprendió del todo que una madre se fijara en mi a pesar de mi edad. Algunos amigos me molestaban con que era padrastro a tan poca edad, la verdad que mi relación era más de hermanito con Valeria, nos divertíamos. Con papá platicamos un poco de beis, nuestro deporte favorito y hablamos de planes, de cuando sería la próxima vez que lo vería, al estar en Estados Unidos pasaban años sin que yo fuera o el viniera, y estas vacaciones eran una buena oportunidad, pero las clases que tomaba lo habían evitado. Me puso algo melancólico no ver al viejo, pero esta nueva dinámica que había salido ayudaba a olvidarme de eso.
Cuando baje las gemelas estaban dormidas en la sala, no quise despertarlas, la menor de mis mujeres en el cuarto de ellas. Abi se había quedado a dormir en cuarto, pensé en no levantarla y que la fiesta empezará mañana así que solo me acurruque con ella.
De repente sentí una sensación muy satisfactoria en mi verga, estaba soñando? No, este fin de semana los sueños se iban a convertir en realidad. Abi me despertó con una gran mamada.
-Hace mucho que no hacemos cositas, no quería esperar hasta mañana.
Me dijo. Vi que hora era en el celular, las 4 de la mañana, vaya que el día había empezado temprano.
Le dije que si íbamos a la sala, ella aceptó rápidamente, obviamente en mi cuarto era mejor, pero sin decirlo ambos queríamos lo mismo: involucrar a mis sobrinas.
Me puse en el sillón individual y rápidamente se puso a cabalgarme. Esas gordas nalgas eran un manjar en mis manos, la tenía de frente mientras bajaba y subía con bastante rapidez, era la ausencia de sexo, bueno, yo había hecho un poco de trampa.
Empezamos a exagerar un poco los gemidos para levantar a las princesas, cosa que resultó a los minutos.
-Hey, no nos esperaron
Dijo Fabiola todavía dormida y limpiándose los ojos, despertó a su hermana a los golpes.
-Que hacemos?
Dijo Fabiana, ya 100 por ciento despiertas.
-Siéntate en el piso y cómemele la conchita a tu hermana
Abigail tomaba la iniciativa, me encantaba.
La carita de Fabiana esperaba con ansias el coñito de Fabiola, quien puso una pierna en el piso y la otra en el mueble, ver como se contraía ese culo y se arqueaba para atrás hicieron que con Abi aumentáramos la velocidad, no tardé mucho en venirme adentro. Fabiola tampoco tardó mucho en venirse, la lengua de su hermana recorría todo su sexo de manera muy lenta y sensual, el semen espeso empezó a caer por la boquita de Fabiana, Abi había abrazo a Fabiola mientras tenía un orgasmo único para ella y primerizo de esa manera. Entre mi semen y el de Fabiola todos nos dimos un beso de 4 muy sensual, mezclándose todos los jugos.
Volvimos a repetir lo mismo, pero ahora Fabiana se preparaba para apoyarse en la misma posición en la boquita de su hermana. Nosotros nos pusimos más cerca de ellas y por supuesto que no tardamos en manosearlas por todo lados, eran como un juguete para nosotros, para Abi era la primera vez que podía probar carne joven, sentía que estaba más caliente que nunca, empezaba a ser poseída por el morbo de lo prohibido. Otro besito de 4 con los jugos de todos para acabar.
Después de eso comimos algo a media mañana y nos fuimos a dormir un rato más. No sin antes Abi dar una orden para todo el fin de semana: Tendríamos que permanecer desnudos hasta que saliéramos de la casa. Hermoso.
Las niñas ahora dormían en mi cuarto, mientras que Abi y yo en el de ellas, la bebé se había quedado todo el día viendo las caricaturas en la sala.
Nos habíamos levantado, platicando de todo eran como las 4 de la tarde.
-Mami me quiero bañar.
Llegó Valeria a decirle a Abi. La verdad que había perdido la noción de todo, creo que ya iba un día y medio sin bañarme, no estaría mal.
-Creo que es una buena idea, nos acompañas?
-Si claro
Dije con cierta incertidumbre, era momento de probar algunos límites pensé.
Nos metimos y no pasaba nada raro, había visto por accidente a Valeria desnuda en la otra casa, de igual manera con los cuerpos mojados y en este contexto era otra cosa, mi verga como una torre en todo momento.
Abi empezó a masajearla mientras Valeri estaba por atrás con algún juguete de agua. Nos empezamos a besar hasta que aparecieron las que faltaban
-Otra vez no nos esperaron.
Habíamos dejado abierta la puerta y supongo que escucharon el agua caer. Les estiramos la manos para que entrarán a la segunda sesión de perversión.
Fabiana ahora fue quien empezó todo, se hincó y empezó a mamar mi dura verga, su carita, un poco más redondita que la de su hermana, pero igual de angelical me volvían loco. Abi le empezó a pasar la lengua por el culito y la conchita, me di cuenta porque empezaba a gemir y paraba por momentos de mamar. Me senté para que lo pudiera hacer mejor, quedó en cuatro para su tía Abi, Abi también quedó en esa posición y Fabiola ahora era quien le practicaba sexo oral, la imagen era inmoral pero hermosa, los únicos sonidos eran alguna gota que salía de la llave y nuestras bocas haciendo fricción y haciendo el típico ruido de una mamada, Fabi, la única que no recibía placer se tocaba con la mano cada tanto. Duramos un poco así hasta que la niña se puso a lado de nosotros.
-Quieres jugar con nosotros mi amor?
Dije mientras veía a Abi para que me dirá el visto bueno. Sin dejar de probar los juveniles jugos de Fabiana movió la cabeza afirmativamente. La bebita se sentó de rodillas cerca de mi verga y Fabianita ahora era quien le enseñaba a la menor de las niñas, era hermoso sentir mi verga en esa boquita, los dientes no habían aparecido del todo y el roce con la encía era hermoso. Si tenía dudas de hacer lo que hasta hace horas pensaba una aberración se esfumaron rápidamente.
Quería ver como estaba su pequeña cosita, pude notar que estaba mojadita esa conchita, su cuerpo estaba respondiendo naturalmente a la sensual escena, la sobé y me lleve los dedos a mi boca, Abi no perdía atención de ello. Hice lo mismo pero ahora los jugos se los ofrecería a su madre. Abi absorbió los jugos de su bebita no sin antes mandarme una sonrisa llena de lujuria y placer, la imagen era tan morbosa que no tardé en venirme. Todas compartieron mi leche como ya se iba haciendo costumbre, incluida Valery quien probaba por primera vez el semen masculino, era un placer haber sido el primero.
Ahora si nos bañamos bien, primero terminaron Fabiana, Abi y su hija. Estaba claro que Abi y Fabianita habían encontrado cierta conexión, su favorita pensé. La siguiente fue una de las imágenes del fin de semana que hasta tuve que sacar el celular para grabarlo.
Se habían ido a secar al cuarto de las niñas que estaba enfrente del baño de abajo, en toalla emprendieron camino a los cuartos de arriba, Abi tenía en una mano un consolador y en la otra a la niña, dejó caer la toalla a media escalera mirándome de manera morbosa dejándome a vista plena el hermoso culo gordo que tanto me gustaba
-Nos vemos mañana, diviértanse.
Nos dijo a Fabiola, su hija y yo. Fabianita también me lanzó una mirada sensual, sabía que estaba a punto de experimentar cosas perversas con su tía toda la noche.
El fin de semana era joven.
Excelente excitante y con morbo.
Woooooooooowww delicioooosoooooo!