Mis sobrinas las gemelas. Capítulo 6
La Peor Fiesta.
Más tarde esa noche preparamos algo de cenar Fabiola y yo, la niña se había ido a dormir temprano al cuarto de las gemelas. Le llevé algo de cenar a las dos enamoradas pero Abigail sólo me gritó que lo dejara en la puerta, que luego saldrían, la que tendrían montada pensé.
Esa noche tuve sexo con Fabiola unas 3 veces, la verdad que había sido una buena idea de mi novia la de separarnos, la intimidad nunca es mala, sobre todo en el medio de una orgía, era un respiro y volver a la normalidad, si coger con tu sobrina de 13 años pudiera considerarse normal. Poder disfrutar de ella a solas me encantó, supongo que Abi hizo lo mismo con Fabiana.
La mañana siguiente me despertó una nueva mamada, ahora de Fabiola, por segundo día consecutivo me despertaba así, me podría acostumbrar. La nena se acercó a nosotros y empezó a juguetear. Le empecé a dar besitos en la boca más y más prolongados, no se si era lo prohibido o lo morboso de besar a una menor pero ese terminó siendo uno de los momentos que más disfruté todo el fin, pequeños mordiscos, nuestras babas escurriendo, un poco de lengua más de mi parte, no soltaba su boquita hasta que Fabiolita se puso en 4 en claro mensaje de que le pusiera más atención a ella, me encantaban esas luchas de poder.
Se me ocurrió que la menor podría lubricar un poco mi verga, como en el baño empezó a mamar de manera muy cuidadosa y lenta, lo disfrutaba al máximo, sobre todo porque mi sobrina, al mismo tiempo, me abría el culo en un claro mensaje de que quería que se lo estrenará
-Estás segura?
-Por favor
Me dijo con su carita apoyada en la cama y con claro deseo y desesperación de sentir el trozo de verga en sus interiores.
Escupí un poco y lamí ese virgen ano, le dije a la Valeria que hiciera lo mismo que yo, empezamos a escupir el ano de Fabiola y lamer, se divertía y le causaba gracia los escupitajos a la nena, producía mucha saliva. De a poquito fue entrando mi verga en el ano lubricado de mi sobrina, lo hice de a poco para no lastimarla, sabía que tardaría mi verga en acoplarse a ese nuevo hoyo, tenía mucha experiencia con Abi.
-Al principio dolerá amor, me dices si quieres que vaya más lento
-Toda por favor, me duele pero no quiero que me la saques, un poquito más por fa
Estiró su mano y la estrechó con la mía, quería estar protegida ante un nuevo descubrimiento sexual para ella, su tío como siempre estaba para apoyarla y que se sintiera protegida. Había volteado a ver el espectáculo de la nena y yo en su ano, además parecía que le gustaba pues con la otra mano de empezó a tocar.
Cuando se adaptó mi verga a ese hermoso ano empecé a darle con cierto ritmo, sacaba mi verga por completo y se la daba a probar a la beba para que lubricara.
Afortunadamente mis sobrinas siempre eran muy limpias y pulcras, crema para las manos y el cuerpo, perfume, siempre olían bien, mi madre les había inculcado eso, el ano, aunque no había practicado un enema, lucía limpió.
De repente escuché aplausos, eran Abi y Fabianita que por fin habían bajado de sus aposentos y desnudas presenciaban el trío que habíamos montado, yo estaba ido destrozando el culo de Fabiola, me despertaron del trance.
-No nos esperaron
-Pensé que la encerrona iba a durar más.
Le dije a mi novia bromeando.
Ellas se instalaron en la otra cama y empezaron a hacer un 69, Fabiana sabía en todo momento que hacer, que bien me la entrenó pensé. Estaban totalmente acopladas la una a la otra.
De repente Abi se acercó a nosotros, puso su cachete izquierdo en la nalga izquierda de Fabiola, le dije a la nena que hiciera lo mismo, tenía para elegir las bocas de madre e hija o el ano de mi sobrina, era hermoso ese panorama. Pensé en traer a Fabiana arriba para también tener su ano o conchita a mi disposición pero pensé que cada una debía tener su momento y tiempo, este era el estreno anal sólo de Fabiola y así tendría que transcurrir.
Cuando ya no pude más al ver las caritas lujuriosas de madre e hija rojitas y con la boquita abierta, terminé en el culo que ya llevaba minutos perforando. Todas se apresuraron a beber la lechita del ano de Fabiola, yo fui con ella y le plante un beso pasional, de agradecimiento por haberme entregado su culo, ella me pidió lo que restaba de semen en mi verga para terminárselo.
La situación volvió a ser parecida, ahora el culo que perforaba era el de Fabiana, mientras Abi y Fabiola se divertían con Valeria en la otra cama, terminé al instante, la verdad que el culo más grande de Fabianita me hizo venirme más rápido y con mis embestidas más fuertes, tenía más ganas, espero que Fabiola no se haya dado cuenta pensé.
Cuando todos estábamos desparramados en las dos camas, pensando que comer luego de una sesión de sexo de unas 12 horas, tocaron el timbre. Pensé quien pudiera ser, pensé un vendedor pero era raro en domingo, alguna vecina, mi madre que llegó antes de lo previsto? Esa opción incluso no descartaba en que se uniera, siempre había tenido un buen cuerpo, hasta por momentos me preguntaba si algún alumno fantaseaba con ella, en ese momento ya no tenía límites y estaba embriagado de sexo, tardaría en convencerla, pero ya nada me parecía una locura, estaba totalmente desquiciado de lujuria y descontrol luego de ese finde, pero todo punto alto tiene una caída prolongada y libre, esta vez no sería la excepción.
-Policía, puede salir un momento?
Escuche a través del aparato que teníamos para comunicarnos con la calle. Se me vino el mundo encima, el olor a sexo, las niñas maltratadas, ropa por toda la sala, se me había acabado el teatrito y esto podría salir muy mal. Le dije a las niñas que se pusieran unas camisas mías que estaban por ahí, Abi y su nena se fuero a tratar de vestir con algo a mi cuarto.
Hay un pasillo todavía de la entrada de mi casa al portón grande de afuear, pensé en todas las mentiras, en todos los escenarios, en ninguno salí bien librado.
-En que le puedo ayudar oficial?
Apenas me puse un short, salí descalzo y sin nada arriba.
-Una vecina me ha hecho un llamado, tiene preocupación porque no han salido de esta casa en casi 48 horas y según comenta hay menores, está todo bien?
Era la hija de puta gorda chismosa.
-Está todo bien oficial, hemos dormido bastante.
-Me gustaría hacer un chequeo.
No sé si era legal que pudiera entrar a sí, me tendría que haber informado más.
-En serio oficial, está todo bien, no se preocupe.
-Mire, no quiero hacer más escándalo y la vecina en serio está preocupada, no quiero utilizar la fuerza y que vengan más unidades
Si más gente descubría la fiesta que habíamos armado hasta en tv podíamos haber salido, y mi madre se habría enterado, no me lo podía permitir, en ese momento sólo restaba pensar en que hubieran recogido algo y no salieran de los cuartos.
Obviamente no fue así.
Abrimos la puerta y ahí estaba el tiradero, las dos nenas descalzas, con la camisa grande hasta las rodillas, mi novia y la bebe en condiciones no muy presentables en la puerta de la cocina, y el desastre en la casa.
-Vaya vaya maestro, lo que tienes montado.
Se había dado cuenta rápidamente de lo que pasaba. No era viejo ni mucho menos, unos 1.90 moreno, con buen físico, tenía su carisma y parecía ganador con las mujeres, casi tenía look de militar.
-No sé que piensa pero no es así, solo que hemos estado ocupados y no hemos podido recoger bien ni ordenar la casa
Dije con algo de duda que relataba mi nerviosismo.
-Ah sí, y esto?
Era un calzoncito de la menor y los shortcitos de las niñas. El hijo de puta las olio y se regodeaba.
-Mira, te voy a decir lo que vamos a hacer, me prestas a una de las gemelas unos minutos y yo no vi nada, que son tus hermanas?
Dijo mientras daba un paseo por la casa
-Sobrinas, pero de ninguna manera
-Vamos, todos sabemos lo que está pasando aquí, te puedes meter en graves problemas, basta con un llamada de radio para que compañeros vengan a revisar a las niñas y a la casa, la dueña o el dueño me imagino que no está, no querrás que se entere no?
No había pensado en mi madre, no se si saldría algo en las cámaras de seguridad al ver la patrulla tanto tiempo ahí pero ya me inventaría algo, de igual manera la propuesta era atroz, no podía permitir que le tocaran un pelo a mis niñas.
-Decide, y si en 3 minutos no entra una de ellas a ese cuarto, haré el llamado y todo tu teatrito se habrá acabado, tu vida ni que decir.
Se metió al cuarto de las nenas.
Nos quedamos todos pensativos, viéndonos entre todos, finalmente alguien rompió el silencio
-Creo que es lo mejor mi amor, además yo también me podría meter en problemas, se armaría un escándalo, no me quiero apartar de mi niña, no te quiero perder, somos muy jóvenes.
-Nosotros tampoco te queremos perder tío.
Abi y las niñas me estaban poniendo melancólico, hasta donde habíamos llegado, en qué momento pensé que podía armar todo esto y salir limpio, las fantasías son malas pensé, con sexo peor.
-No me perdonaría si les pasa algo
-Somos fuertes, no haremos nada que no hayamos hecho este fin, es más, voy yo.
Dijo Fabianita, quien tenía razón, de cierta manera las habíamos entrenado para un momento que lamentablemente para las mujeres puede ser traumático, que mejor que aprender en casa con gente que te va a proteger.
-Estás segura?
-Si, confía en mí.
Que locura que me estuviera diciendo eso, pero tenía la aprobación de las niñas y la mujer adulta, pensé en el sermón de mi padre, de proteger a la familia sin importar qué, nunca pensé que hasta ese punto, De igual manera era una situación irreal, complicada de creer.
Con dudas y sin querer hacerlo, la agarré de la mano y la lleve al cuarto donde estaba el policía degenerando, la peor sensación de todo el fin de semana por mucho.
-Cualquier cosa aquí estamos afuera.
-Sí
Volteó a ver a su gemela y entró, la entregué a quien sabe qué, si le pasaba algo no me lo perdonaría. Era como que estaba destinada, de las dos, quien fuera a sufrir más y siempre le pasaran este tipo de cosas, como ser la segunda en nacer o tener las peores calificaciones, nada comparado con esto obviamente.
Los siguientes 5 minutos fueron 5 horas, el hijo de puta puso seguro y apenas se escuchaban ruidos, gritaba bastante el poli, por un lado lo entendía, la emoción de tener alguien menor te puede nublar la cosa, suponía que no era su primera vez.
Abi y Valeria se fueron a bañar al baño de arriba. Fabiola y yo empezamos a limpiar la sala, la fiesta había terminado de la peor forma.
El poli salió al rato.
-Listo brother, te dije que era lo mejor, todo bien. Si tienes un quinientón por ahí, le armo una buena historia a la vecina para que no vuelva a preguntar.
Se los di, el hijo de puta había estado con una menor y encima 500 pesos.
Fabiola y yo corrimos al cuarto, cuando cerré la puerta y salió totalmente de la casa sentí un alivio tremendo.
-Estás bien?
Le preguntó Fabiola a su hermana
-Sí, solo usó mi boca, fue mi brusco, creo que me hizo daño.
Dijo sentada con las rodillas en su cara, casi llorando.
Tal vez la quijada pensé, había sido mucha actividad ese finde, si había sido violento tal vez era mucho para la nena. No la penetró por el tiempo afortunadamente, aunque pensé sí al conocer la casa volvería por más, después me preocuparía de eso.
-Lo siento mucho mi amor, nunca más te dejaré sola.
Le dije casi llorando, una promesa al aire, pero no sabía que decir, Fabiola y yo la abrazamos hasta que bajaron Abi y Valeria.
-Vamos por un helado? Creo que es bueno despejarnos y que pase el mal rato, salir de la casa nos hará bien
Las niñas aceptaron aunque no con tanto entusiasmo como otras ocasiones donde íbamos por nieve, era normal, todos estábamos en shock, se bañaron y salimos, además teníamos un montón sin comer.
Ya en la nevería estaba serio, con la mirada perdida.
-Hiciste lo correcto.
Me dijo Abi sobándome la mano, mi mano derecha pensé, este fin de semana me había dejado claro que clase de mujer tenía a mi lado la amaba más que nunca.
-Además si me hubiera molestado mucho le hubiera mordido la verga
Dijo Fabianita, nos hizo soltar la carcajada, primera vez que me reía en mucho, tiempo. También las amaba, eran mis niñas, mis guerreras, dicen que los malos momentos te demuestran quienes son las personas en verdad, ellas a pesar de su edad me lo demostraron.
Limpiamos el lunes y llegó mi madre al siguiente día sin mucho contra tiempo, nunca preguntó por la patrulla y aunque la casa no estaba exactamente como la dejó, me felicitó porqué no era un desastre.
No volvimos a tocar a las niñas, quería darles un respiro, dos tres semanas, un mes? No lo sabía, que se diera natural suponía, pero si había sido un gran escarmiento lo que había pasado con el poli, que pasaba si en ese hotel de la nada el encargado nos entregaba? Por ejemplo.
Unas dos semanas después de eso llegué a mi casa del Gym, abrí la puerta y me encontré con una gran reunión, mi madre, las niñas con la cabeza agachada y la hermana de mi cuñada junto a su esposo estaban de visita.
Ahora qué pensé.
Excelente excitante lo del poli fue una sorpresa pero espero la continuación.
Woooooww muy excitante y traumante lo del poli.