Mis tres hermanas medio borrachas prácticamente me violaron – Parte III:
Mis tres hermanas estaban muy alocadas estas vacaciones, luego de haberme adueñado de la virginidad de cada una de ellas, yo estaba en las nubes. Pero Ellas estaban más calientes que nunca.
Es así, como relato en el subtítulo. Mis hermanas luego de haberme entregado su virginidad en la playa, estaban totalmente desatadas, no dejaban momento sin dejar de recordarme el momento vivido entre los cuatro. Me acosaban donde fuera que no hubiera extraños o que mis padres no estuvieran cerca. Llegó un momento en que ya no me dejaban tranquilo. Pretendían volver a tener sexo lo más pronto posible. Yo no me negaba, pero la oportunidad no se daba y ellas ponían en peligro lo lindo que lo habíamos pasado, ya que de enterarse nuestros padres, sería un gran problema.
Y el otro tema es que si volvía a tener sexo con las tres una detrás de la otra, no creía que pudiera hacerlo ya que tres mujeres es mucho para un hombre. Y lo comenté con mis hermanas, no me negaba a cogerlas, pero no creía que pudiera satisfacer a las tres al mismo tiempo. Y eso desató una lucha interna entre ellas. Todas querían ser la primera en volver a tener sexo conmigo. Al final ganó la menor, Luciana. Por la tarde volvimos a la playa y mi hermana menor no perdía ocasión de revolearme el culo frente a la cara, hacía poses, me acariciaba, tanto insistió que nos metimos al agua y como quien no quiere la cosa nos fuimos alejando del grupo , hasta que unas rocas grandes nos ocultaron de la familia, y no dudo en atacarme, se me prendió como sanguijuela, para cuando quise reaccionar ya me había bajado el short de baño dejándome desnudo. Con el agua a la rodilla la verdad no creo haya sido un lindo espectáculo. Pero a ella no le importó, se arrodilló frente a mí y tomó mi pene introduciéndose la mitad en la boca, claro que en 10 segundos yo tenía la verga dura y erecta. Ella seguía mamando, cuando notó que la pija estaba a full, salimos del agua y nos fuimos a acomodar entre las rocas, yo seguía con el short en una sola pierna, nada gracioso. Nos recostamos en la arena, Luciana se sacó la bombacha de su bikini dándome una hermosa imagen de su monte de venus depilado, donde se podía apreciar su rajita, se aproximó y se sentó sobre mi verga, comenzó a moverse adelante y atrás masturbándose y excitándose con mi rabo. pronto su conchita resumía fluidos, se resbalaba suave sobre mi tronco, se hizo un poco y tomando la verga en su mano la apuntó al centro de sus labios vaginales y se fue sentando mientras se ensartaba, al principio costó un poquito hasta que la cabeza pasó el espacio donde hasta el día anterior estaba su virgo, pero luego se deslizó hasta el fondo de su caliente cuevita. Al sentirse totalmente penetrada, se volvió loca, se movía agitadamente, cabalgaba con ganas, y pronto estuvo lista para acabar, que chica más caliente, y yo no le iba en zaga, al sentir sus fluidos, comencé a lanzar una serie de chorros de semen que inundaron su conchita, por lo que ambos alcanzamos juntos un hermoso orgasmo. Mi hermana satisfecha se levantó de mi falda y corrió hacia el agua, por entre sus muslos se podía observar como sus fluidos y mi semen escurrían. La alcancé en el agua y nos lavamos uno al otro. Mi hermana feliz. Nos pusimos la ropa y retornamos corriendo y jugueteando hacia donde estaban los demás. Mis otras dos hermanas nos miraban con una cara de pocos amigos. Sabían que Luciana y yo habíamos estado cogiendo. Comimos algo y pasado unos 15 minutos mi hermana mayor, María Elena me pide que la acompañe a las rocas que quiere ir al baño. No me podía negar, es mi hermana. Comenzamos a caminar y al alejarnos un poco del grupo me preguntó si había tenido sexo con Luciana. Obviamente le dije que sí. Se sonrió, y me dice bueno, ahora me toca a mí. Me tomó de la mano y nos dirigimos directamente a las grandes piedras. Ni bien llegamos María Elena me prende la boca en un beso tremendo de lengua, luego me suelta y se baja hasta mi entrepierna, me baja el short y se prende a mi pija, me mamaba con fruiccion, desesperada, obvio que mi pija estaba pronto dura y ya disponible. Mi hermana simplemente se bajó la bombacha, se arrodilló apoyada en una roca al estilo perrito y simplemente me ordena, dale, metela. No me hice rogar, me puse detrás de Ella, y tomando mi badajo por el tronco, se lo apoyé en medio de su concha, la que ya estaba brillosa por su flujos, y sin miramientos, de un solo empellón se la metí hasta el fondo. Pegó un grito que creo se debe haber escuchado al menos por las personas mas cercanas. Nadie vino a ver que pasaba. Una vez que se la metí hasta el fondo, le di serrucho a lo loco, pronto se babeaba, gemía y suspiraba, yo la tenía por las caderas y en cada empujón la cabeza de mi verga pegaba en su cerviz, como hacía poquito que había tenido sexo con Luciana, ya no era fácil que acabara rápido, por lo que le daba matraca sin parar, pronto mi hermana comenzó a gemir más fuerte y alcanzó un tremendo orgasmo, yo seguí cogiéndola, y le hice alcanzar un segundo orgasmo y se derrumbó en la arena todavía con la verga adentro. Me pregunta si acabé, a lo cual obviamente le digo que no. Me dice que a la noche me ayudará con eso, que volvamos que pronto comenzarán a sospechar. Nos subimos la ropa y salimos para donde estaba el grupo. Cuando llegamos, la única persona que tenía cara seria era mi madre. Yo creo que sospechaba algo. Pero no dijo nada. Nosotros nos pusimos a tomar gaseosa y comer sándwiches de miga. Pasó el rato y Javiera mi hermana del medio estaba algo ofuscada, claro a ella no la había cogido, y era su turno. Pero sería muy sospechoso si nos íbamos a las rocas. Ya nuestra madre estaba sospechando. Volvimos al hotel, nos bañamos, y nos preparamos para ir a cenar. Durante la cena, todo fue bien. De repente Javiera dice a mi madre que no se siente bien. Y que prefiere volver a la habitación en vez de ver el espectáculo nocturno del hotel. Mi padre en otro mundo ni le prestó atención. Mi madre aunque no le gustó mucho la situación, me dice que acompañe a mi hermana y que vuelva. Salimos hacia los cuartos y mi hermana cambió rápidamente de abrumada por el malestar a estar sonriente. Me mira y me dice, hermanito tendrás que echarte un polvo rapidito conmigo así volvéis enseguida y nadie sospecha nada. Todo había sido una farsa de mi hermana Javiera para que la pudiera coger. Ni bien llegamos al cuarto ella se desnudó, e hizo lo mismo conmigo, mi verga estaba algo remolona para ponerse dura, tuvo que chupar y mamar bastante hasta que se puso bien dura. Se recostó en la cama a pierna abierta, me acomodé bien sobre ella y apoyé la cabeza de mi verga en el centro de sus labios vaginales, y la fui penetrando de a poco, se quejaba bastante, pero logré penetrarla hasta el fondo, luego ya se hizo más fácil, ella estaba dispuesta, por lo que prontamente adquirimos ritmo y ya pronto estábamos los dos muy excitados. Mi hermana alcanzó su primer orgasmo, y rápidamente un segundo. Yo no podía acabar, y no tuve mejor idea que luego de tuviera su segundo orgasmo, le saque la verga de su conchita, levanté sus piernas hasta mis hombros, apoyé la cabeza de la verga en el agujerito de su culo y sin preguntarle si quería, presioné fuerte y metí la punta de mi verga en su ano. El grito que pegó me asustó, pero no se la saqué, es más, seguí empujando pero la cabeza no lograba pasar su esfínter. Mi hermana comenzó a llorar y a pedir que se la saque. No pude seguir, ya que la lastimaría por el tamaño de mi miembro y en seco, le destrozaría su hermoso culito. Se la saqué y no había podido acabar. Javiera seguía llorando de dolor. La tomé de los pelos y a obligue a mamarme la verga hasta que le llené la boca de semen, el que tragó sin escrúpulos. Pasado el momento de zozobra por el ano de mi hermana, la dejé llorisqueando en su habitación y volví a la mesa de mis padres. Todo bien. Ninguna sospecha. Mi madre me preguntó como estaba Javiera, y le respondí que algo le estaba doliendo porque había largado algunas lágrimas. Mi madre se quedó tranquila. Pero yo ya tenía la idea fija en la mente. Al siguiente día buscaría alguna crema lubricante y le haría el culo a mis tres hermanas. Querían un macho, lo tendrían. No se pierdan la parte IV.
Woooowwwwww! esto se pone más bueno!