MOMENTOS FELICES CON MI MADRE SOY SU COMPLICE
Esta fue una situación inesperada que se dio producto de una noche de copas en la que el control se nos salió de las manos. El paseo inicialmente era mi padre, mi madre y yo a una isla del Caribe, que ella deseaba conocer desde hacía tiempo. A última hora mi padre dijo que no podía ir .
Esta fue una situación inesperada que se dio producto de una noche de copas en la que el control se nos salió de las manos. El paseo inicialmente era mi padre, mi madre y yo a una isla del Caribe, que ella deseaba conocer desde hacía tiempo.
A última hora mi padre dijo que no podía ir por asuntos de trabajo y por consiguiente se generó una tremenda discusión con mi madre quien al final muy molesta le dijo a mi padre… Creo que estas buscando excusas para no ir, entonces yo me voy con Marcelo y tú te quedas atendiendo a tu jefe. Mi padre trato de hacerla entrar en razón, pero fue imposible.
Así es que dos días después, estaba con mi madre en el aeropuerto, mis padres quedaron muy disgustados y mi madre ni siquiera se despidió de él
Cuando llegamos al destino, nos recibieron en el aeropuerto, nos llevaron al hotel y al llegar nos dieron la bienvenida con una copa de licor para cada uno, después nos entregaron las habitaciones que estaban contiguas con sendos balcones. Todo hasta aquí perfecto.
Como era mediodía mi madre me dijo… tomemos un baño, nos cambiamos de ropa y en media hora nos vemos en la recepción para ir a almorzar.
Efectivamente media hora después yo estaba esperando a mi madre sentado en la recepción cuando ella apareció con un hermoso vestido que le llegaba a media pierna, sandalias y el cabello suelto.
Su presencia llamó la atención de dos jóvenes que se encontraban sentados unos metros a mi lado, volcaron sus miradas lascivas, escaneando el cuerpo de mi madre de pies a cabeza, y el comentario de uno de ellos… Guauuu que Milf. El otro dijo…Si está espectacular que mujersota.
Hasta ese día jamás había mirado a mi madre como mujer, siempre respetuosamente como lo que era. Pero me sorprendió que, al darse cuenta de las miradas y los comentarios de los jóvenes, les respondió con una sonrisa.
Pensé, seguro a ella le gusto sentirse admirada, a fin de cuentas, solo tiene cuarenta y dos años y si mi padre no la cuida, otros la pueden desear. Creo que fue un pensamiento muy liberal sin imaginar lo que pudiera venir después.
Nos fuimos a almorzar disfrutamos un buffet delicioso, y para acompañar, el hotel nos ofreció entre otras cosas, una copa generosa de vino que aceptamos. Al final, el plan de servicios era costoso, teníamos que aprovecharlo.
En la tarde salimos a caminar por la playa y como hacia calor, mi madre propuso ponernos los trajes de baño y disfrutar del mar. Fuimos a las habitaciones, nos cambiamos y como las mujeres se demoran más en hacerlo, le avise a mi madre que la esperaba en la recepción.
Cuando ella bajo me hizo señas y caminamos hacia la playa, nos ubicamos bajo un parasol y estuvimos un tiempo observando la playa y el mar, hasta cuando mi madre dijo… Bueno, a lo que vinimos, al agua.
Cuando se levantó de la silla y se quitó la salida de baño, apareció el cuerpo de mi madre con un mini traje de baño, un bikini de infarto que me transporto a otro nivel, tanto que sin pensarlo me salió decirle… Huuuyyyy mama, te ves espectacular con ese traje, tienes un cuerpo de jovencita super atractiva.
Al terminar la frase recapacite y pensé que se pudiera molestar por mi atrevimiento, porque nunca le había dicho algo así, pero ella me respondió… esto lo compre para lucírselo a tu padre, pero como no quiso venir, él se lo pierde, pero me alegra que te guste, gracias hijo.
En verdad ese traje tan pequeño motivó a generarme una erección, pero tuve que contenerme pensando que no debía mirar morbosamente a mi madre.
Pasamos toda la tarde disfrutando el sol, las olas y unas buenas copas de mojito que ofrecía el hotel dentro del plan. No sé cuántos nos tomamos, y gracias al calor y el ejercicio, el licor solo nos puso alegres, sin pasarnos de la raya. En la noche volvimos al hotel, nos bañamos, cambiamos de ropa y cuando bajamos observe que mi madre volvió a ponerse el mismo vestido con el que había llamado tanto la atención de los jóvenes en la recepción.
Cenamos, una comida deliciosa, nuevamente acompañada con vino, y pensé, un tiempo más largo en este hotel y terminamos alcohólicos. Ese día como era viernes había un show especial en la discoteca y le propuse a mi madre que fuéramos a ver que tal era.
Mientras llegaba el momento del espectáculo, pedimos unos tequilas, y disfrutamos de una conversación agradable, como nunca antes, más que de madre a hijo, parecíamos amigos, y quizás por las copas que habíamos bebido, llegamos a temas un poco íntimos, de los que jamás pensé hablaría con ella.
Esto sirvió para que me diera recomendaciones para mi futuro, diciéndome que si pensaba casarme, lo primero era disfrutar todo lo que la vida me ofreciera, y no esperar a que me pasara como a ella le sucedió, que se casó muy joven y se quedó con muchos deseos pendientes por realizar y nunca logro con mi padre que le ayudara a realizarlos.
Estábamos tan contentos que se nos pasó el tiempo volando y llego la hora del espectáculo, un show con bailarines del lugar con bailes super sensuales que arrancaron los aplausos de los asistentes y elevaron la alegría, haciendo que la gente se comunicara de una mesa a otra, y cuando termino el show, el grupo de música continuo y la gente salió a bailar a la pista.
Como yo no soy bueno para bailar música tropical, apenas lo hice una vez con mi madre, regresamos a la mesa y a los pocos minutos se acercó uno de los jóvenes que estuvieron observando a mi madre al mediodía y dirigiéndose a mí, me pidió permiso de invitar a mi madre a bailar, yo sorprendido dije… Si, si ella quiere. Y mi ella enseguida estiro el brazo y se fueron a bailar.
Yo me quede observando bailar a las parejas tratando de aprender algo. mientras mi madre bailaba con su parejo, riéndose mucho, en mi inocencia me alegre por ella, pero al mismo tiempo lamente que mi padre no nos hubiera acompañado.
Cuando regresaron a la mesa, el joven se presentó, dijo… Me llamo Sebastián, gracias por permitirme bailar con tu mama, es una pareja excepcional, debes sentirte muy orgulloso de ella. ¿Y porque tú no bailas con ella? Le respondí que no sabía bailar música tropical, y él me dijo… ¿entonces, no te incomoda que yo lo haga? Le respondí… Si ella quiere no hay problema. Mi madre le dijo… Ok más tarde, y Sebastián se fue a su mesa, allí lo esperaba su amigo con una mujer de la misma edad de ellos, todos de más o menos de treinta años.
Como los asistentes estaban muy eufóricos, se dio el caso que Sebastián se acercó a nosotros y nos propuso compartir la mesa con ellos y mi madre acepto. Se hicieron las presentaciones del caso y a mi lado quedo la amiga de ellos, Margarita, una joven muy querida con quien por momentos conversamos. Me invito a bailar, pero le advertí que no sabía bailar esa música. Ella dijo… Ven conmigo y aprendes, no es difícil y se dedicó a enseñarme los pasos, yo trate de llevar el ritmo, mientras tanto Sebastián volvió a bailar con mi madre. La vi muy eufórica, gracias a que Sebastián continuamente le llenaba la copa y ella se la bebía sin control.
A la madrugada mi madre estaba bastante alicorada y cuando todos salimos con destino a descansar, por el camino el amigo de Sebastián y su amiga se quedaron y Sebastián continuó con nosotros hasta llegar a nuestras habitaciones.
Mi madre y él conversaban como viejos amigos, yo me aburrí de escucharlos, entonces me despedí y entre a mi habitación, mientras que mi madre y Sebastián continuaron hablando en el corredor.
Estando dentro de mi habitación alcanzaba a escuchar el murmullo de ellos en el corredor y me pregunte ¿hasta cuándo se van a quedar allí.?
De pronto sentí que se cerró la puerta de la habitación de mi madre, pero como en los balcones las puertas estaban abiertas, el murmullo del corredor se trasladó al interior de la habitación de ella, y como las personas cuando están alicoradas tienden a hablar más fuerte, comencé a escuchar más claramente lo que conversaban Sebastián y mi madre.
De pronto iniciaron unas risas nerviosas que me llamaron la atención y el deseo de dormir se convirtió en curiosidad, y sali al balcón para escuchar más claramente de que hablaban y era que mi madre le contaba a Sebastián, que el paseo se había programado con su esposo, pero a última hora él le había avisado que no podía venir y ella creía que mi padre tenía una aventura y que mejor que ella estuviera de viaje.
Sebastián comenzó a endulzarle el oído alabándola lo hermosa que era, celebrando su alegría y bla, bla, bla, entendí perfectamente que la estaba cortejando y encontrándose los dos solos, con bastantes copas encima, mi madre con deseo de fiesta, que podía pasar.
De pronto hubo un silencio total, y yo aproveché para mirar desde mi balcón al interior de la habitación de ella, y gracias a una cortina trasparente que me ocultaba, pude observarlos y frente a lo que me encontré me puso el corazón a mil.
Mi madre y Sebastián estaban disfrutando de un beso apasionado en medio del cual él acariciaba el cuerpo de ella y como estaban sentados al borde de la cama pronto mi madre se recostó y Sebastián puso una de sus piernas en medio de las de ella. Las caricias de Sebastián se trasladaron a los senos de mi madre y pasados varios minutos en que ella comenzó a jadear él pasó a besarla en el cuello, y luego deslizando su mano por debajo del corto vestido de mi madre alcanzó su concha y en ese momento los gemidos de ella fueron intensos.
Mi madre estaba entregada y Sebastián cambiando de posición, le subió el vestido hasta la cintura, le quito la tanga y se acomodó para para prodigarle sexo oral y así logro llevarla a un nivel de excitación, que, a pesar de ser mi madre, me provoco tanta excitación que comencé a acariciar mi verga por encima del pantalón.
Ella con los ojos cerrados y la boca abierta denotaba su excitación y en este punto, Sebastián se levantó, se bajó el pantalón apareciendo su verga erguida apuntando al techo e invito a mi madre a que se la mamara, ella acepto y así pasaron varios minutos hasta cuando él la detuvo y sacándole el vestido, ella quedo totalmente desnuda porque había estado todo el tiempo sin sujetador. Jamás la vi así y menos disfrutando del sexo, ni siquiera con mi padre, porque nunca en casa los escuché follar.
Después de esto, lo que vino fue que ella se corrió al centro de la cama, separo sus piernas y Sebastián se acomodó en medio de ellas y acercando su verga erecta llego hasta la concha de mi madre y ella tomándola con su mano la lubrico en sus flujos para luego dejarla en el punto exacto para que se iniciara la penetración.
Observar esto fue muy fuerte para mí, sentí en mi verga el flujo preseminal y cuando Sebastián comenzó a follarla y ella empezó a gemir, no aguante más, deslice mi mano bajo el pantalón y tomando mi verga empecé a frotarla al ritmo que Sebastián se follaba a mi madre. Pasaron varios minutos, no sé cuántos, hasta que ella gimió muy fuerte, había alcanzado su orgasmo. Pero Sebastián siguió follandola al menos un minuto más hasta que explotó dentro de ella. A continuación, quedaron inmóviles y pegados, él le dio besos en la boca y las mejillas y le dijo, eres maravillosa, no sé cómo tu esposo te puede cambiar por otra y volvieron a besarse.
Finalmente, Sebastián se levantó, mi madre puso su mano en su concha y se fue directo al baño. Luego cuando ella regreso y le dio un beso en la boca a Sebastián y le dijo… gracias hacía tiempo que deseaba sentir un macho sobre mí y tú lo has logrado. Pasaron unos minutos más magreándose mutuamente hasta cuando Sebastián se despidió diciendo… Espero nos volvamos a ver, besos, hasta mañana, aunque ya eran las tres de la mañana.
Después de lo visto no podía conciliar el sueño y creo que me quede dormido como a las cuatro de mañana, afortunadamente mi madre despertó a eso de las nueve y me llamo… ¿Hola amor como amaneciste? Muy bien, muy excitado, y ella dijo ¡Queeee? ¿Y por qué?
Si, muy excitado después de haberte visto follar con Sebastián, fue maravilloso ¿verdad?
Ella se quedó muda y me dijo… luego hablamos espérame en tu habitación.
Mas de media hora después de estar arreglándose y pensando que me iba a decir la escuché golpear en la puerta, abrí, ella me dio un beso en la mejilla, entro y se sentó al borde mi cama. Y como un volcán comenzó a soltar todo el discurso que de seguro había preparado y se remitió a lo que me había aconsejado la noche anterior en la discoteca.
Recuerdas lo que te recomendé anoche, que debías aprovechar a hacer todo lo deseado antes de casarte, pues ya ves lo que me ha pasado anoche, que con unas copas de más he accedido a aceptar tener sexo con un joven menor que yo y también impulsada por el resentimiento que tengo contra tu padre de no querer venir con nosotros y la duda que tengo de una aventura que él puede estar teniendo.
Le respondí…Todo eso lo entiendo y no te censuro, tú eres mayor y puedes decidir sobre tu vida y yo no voy a ser un obstáculo para que puedas disfrutar o hacer realidad tus deseos, por el contrario, puedes contar conmigo como tu cómplice y nadie se va a enterar de lo que hagas en este paseo y a futuro, si mi padre tiene una aventura, tú también la puedes tener. Lo único que te quiero confesar y que solo tú debes saber es que después de lo que vi anoche, tú siempre serás mi madre, a quien adoro, pero también te veo como mujer y guardo en mi mente, tu cuerpo desnudo mientras Sebastián te follaba y ese recuerdo me genera una excitación que no he podido controlar. Después de esta breve conversación bajamos a desayunar.
En la noche que volvimos a la discoteca, como era sábado, la discoteca estaba más concurrida que el día anterior y los espacios en la pista para bailar eran más limitados. La noche comenzó muy normal, con mi madre tomamos unos deliciosos tequilas, nos divertíamos como si fuéramos dos adultos, una conversación agradable que por momentos tenía comentarios picantes, diciendo cosas que hasta el día anterior jamás hubiéramos dejado salir de nuestras bocas. Así es que a media noche yo estaba bastante alegre, tan alegre que sin saber bailar música tropical acepté hacerlo con mi madre tratando de llevarle el ritmo.
En la madrugada el grupo musical interpreto música suave y las parejas con buenas copas encima bailaban rozando sus cuerpos, algunos bastante eróticos, acompañados de intenso magreo aprovechando la cercanía de las parejas y la escaza luz que había a esa hora.
Sin proponérnoslo, tal vez contagiados por el ambiente, comenzamos con mi madre a bailar más pegados, entonces el roce de nuestras pelvis nos llevó a un punto de no retorno y me atreví a acariciar sus nalgas, ella no se opuso, porque ya había otras parejas haciendo lo mismo. Y estando tan excitado, subí mis manos y empecé a acariciar sus senos, que al momento percibí duros en las puntas, y estando tan eufóricos mi madre propuso irnos a la habitación. Ella firmo la cuenta, salimos, tomamos el ascensor y al llegar a la puerta de la habitación de ella, me dijo… ¿quieres pasar?
Sin saber que vendría, le dije…Primero mi mami, ella entro y la seguí, estaba cerrando la puerta de la habitación cuando ella se giró y tomándome por los dos lados de la cabeza empezó a besarme con una efusividad que yo de inmediato acepte.
De pronto se despegó y me dijo… estoy muy, muy excitada y sé que tú también, se lo difícil que es controlar los deseos sexuales y más a tu edad, por eso mejor desnúdate, y mientras yo lo hacía, ella lo hizo también, y estando los dos desnudos juntamos nuestros cuerpos y se inició un beso super erótico.
Al estar descalzos, yo soy más alto que ella, pero a pesar de eso, mi verga se alojó en el vértice de sus piernas, no obstante, no era una posición apta para la penetración a pesar de estar su concha muy lubricada. Así que ella decidió que fuéramos a la cama, ella se acostó, separó sus piernas y me invito a subirme sobre ella y cuando estuve en posición, tomo con su mano mi verga, la froto en su concha y la dejo en el sitio preciso donde con un poco de esfuerzo empecé a estar dentro de ella.
Por primera estaba follando a mi madre y ella se encontraba tan excitada que me rodeo la cintura con sus piernas para que la penetración fuera más profunda. Inicié el movimiento de mis caderas de meter y sacar respectivo, el cual hice con suavidad los primeros instantes, pero luego ella misma me pidió que lo hiciera con mayor fortaleza y empezaron a chocar nuestras pelvis acelerándose mi respiración, los gemidos de ella y sus palabras sueltas… eso, eso, fòllame, más duro, uhhhh, me gusta, me gusta, disfruta lo que tu padre tiene abamdonado, eso, eso, vamos, vamos, uhhhh, que rico, aigg, aigg, aigg y poco a poco esos aiggs fueron subiendo su volumen hasta cuando me dijo…ya, ya, ya, uhhhhhh y se desvaneció, entonces yo apure mis movimientos disfrutando de una excitación total y exploté dentro de ella.
Nos quedamos pegados recuperándonos del esfuerzo, entretanto mi verga se fue recogiendo hasta salir de su concha, cuando me baje deslizándome a su lado, le di las gracias por haberme regalado este momento tan maravilloso acompañado de un beso en la mejilla.
Ella me pregunto… ¿Quedaste satisfecho?
Si madre, totalmente.
Bueno vamos a descansar, quédate aquí esta noche. Nos acomodamos desnudos y nos profundizamos hasta la mañana siguiente.
Al otro día, como a las nueve, me desperté, ella aún dormía entonces me levante silenciosamente, medio me vestí y pase a mi habitación para tomar una refrescante ducha. Apenas estaba saliendo de bañarme cuando sonó el teléfono, era mi madre dándome los buenos dices. Me pregunto… ¿Qué haces?
Me acabo de bañar, me voy a vestir y estaré listo para que vayamos a desayunar cuando tu digas.
Está bien, cuando esté lista te aviso.
El día domingo fue un día tranquilo, día de playa, mar, mojitos y deleite de observar a mi madre con su mini vestido de baño.
Estando en la playa apareció Sebastián, se acercó a saludar a mi madre, mientras yo estuve presente nada importante se habló, pero como de ahora en adelante yo sería el cómplice de mi madre, me fui caminando hasta el mar para disfrutar de las olas. nadar y dejarlos solos.
Cuando vi que Sebastián se alejó, salí del agua y caminé hasta el parasol donde estaba mi madre y al sentarme a su lado ella me dijo… Sebastián quiere invitarme esta noche a conversar y tomar una copa, ¿tú qué opinas?
Le respondí…Ya te dije que soy tu cómplice para lo que sea, no soy egoísta si se trata de tu felicidad, si quieres tomar una copa esta noche con Sebastián me parece muy bien. Hazlo con total libertad.
Ella se levantó de su asiento y me dio un beso en la mejilla.
Le dije…Verte feliz es lo que más quiero.
Pasamos el día en la playa, disfrutamos varios mojitos y al llegar la noche después de la cena, subimos a las habitaciones y al despedirnos le dije… Ponte muy hermosa y disfruta la invitación de Sebastián.
Yo me fui a mi habitación y dedique mi tiempo a distraerme con el celular, entré a toda clase de videos y llegue a una página de relatos eróticos que me atrapo con distintos temas, uno de ellos era similar a lo que estaba sucediendo con mi madre decepcionada de su esposo, pero al contrario de nuestro caso el hijo muy machista apoyaba al padre, y se me paso el tiempo, cuando mire la hora era un poco más de las once de la noche y escuche conversaciones en la habitación de mi madre, me asome al balcón y allí estaba ella con Sebastián, él la tenía abrazada por la cintura y le daba besos en las mejillas, en el cuello y las orejas pero luego llegó un beso en la boca que duro varios minutos.
No sé por qué, al ver a mi madre disfrutando del sexo me excitó tanto.
Sebastián acariciaba el cuerpo de mi madre, sus nalgas, sus senos y luego deslizó su mano por debajo de su falda hasta llegar a su concha. Ella mientras tanto estaba abrazada de su cuello y lo besaba con mucha efusividad. Yo disfrutaba la vista, aunque en el fondo quería participar, pero no era posible, era el momento de ellos.
Pasó al menos media hora de besos y magreo cuando Sebastián comenzó a desnudarla, una a una todas sus prendas fueron depositadas sobre la cama, hasta dejarla en almendra.
Teniéndola al frente, se retiró al menos un metro y le dijo…realmente eres hermosa, quiero poderte ver y compartir contigo muchas veces, sé que serán limitadas porque estás casada y tienes una familia, pero siempre que podamos reencontrarnos estaré dispuesto a acudir a tu llamado. Me alegro que Sebastián tuviera buenos sentimientos hacia mi madre y tener que compartirla con él, no me importó.
A continuación Sebastián se despojó de la poca ropa que tenía y quedaron los dos frente a frente desnudos, llenos de deseos, se abrazaron y besaron como dos enamorados, luego ella se acostó en la cama boca arriba y Sebastián, se inclinó en medio de sus piernas y le dio una sesión de sexo oral que la fue llevando al punto de gemir como loca con la boca abierta, al tiempo que movía la cabeza para los dos lados, diciendo… uhmmm Sebitas que rico, sigue, sigue, me estas matando de placer, guauuuu y sorpresivamente juntó sus piernas y le dijo… ya, ya, ya, ya llegué.
Luego separo sus piernas nuevamente y Sebastián parado al borde de la cama le dijo… que rica conchita, te voy a follar, para escuchar tus gemidos que me excitan tanto y acomodándose sobre ella, mi madre tomo su verga la lubrico con sus flujos y la puso en el lugar preciso para que él comenzara la penetración.
Comenzó suave y fue acelerando, simultáneamente se besaban apasionadamente, pese a mi deseo de estar en el lugar de Sebastián, me alegré por ella al verla feliz disfrutando lo que deseaba. Así pasaron al menos unos quince minutos porque aceleraban y paraban hasta cuando llegaron a la recta final y los dos disfrutaron, ella su orgasmo y él su corrida.
Descansaron y ya era media noche, entonces él se levantó, se vistió y dándole las gracias por tan maravilloso momento le deseos felices sueños.
Cuando quedo sola mi madre entro a bañase y yo regrese a mi cama con una erección tremenda pensando que tendría que masturbarme para bajar la excitación cuando sonó el teléfono. Era mi madre y me pregunto… ¿Estabas durmiendo?
Le respondí… Estaba pendiente que regresaras deseando que la hubieras pasado bien.
Si, me fue bien, quieres pasar a mi habitación.
Si enseguida voy.
Cuando entré, encontré a mi madre desnuda y me dijo… Sabía que estarías viéndonos desde el balcón como la otra noche y me imagine, (miró mi pantalón), que estarías muy excitado ¿verdad?
Si, me excita tremendamente verte follar con Sebastián, porque los dos lo disfrutan, pero si estas cansada, descansa y yo me voy a dormir.
No, no, no, por nada del mundo voy a dejar a mi cómplice excitado, desvístete y ven a la cama.
Como un rayo me desnude y ella ya me estaba esperando acostada y con las piernas separadas, por mi parte mi verga apuntaba al techo y deseaba estar dentro de ella.
Me acomode en medio de sus piernas y ya conociendo el camino mi verga busco la entrada y cuando la deslice dentro de ella, sentí un placer que no se describir. Ella me dio un beso apasionado y me dijo… Ven mi cómplice adorado, fóllate a tu mamita que también te desea y gracias por ayudarme con Sebastián.
Estuvimos follando varios minutos, excitándonos más y más hasta cuando ella me dijo… quiero que me folles en cuatro. Nos separamos ella se acomodó en posición y yo metí mi verga hasta chocar mi pelvis con sus nalgas. Con mis manos tome sus caderas y comencé a penetrarla una y otra vez y cuando ella empezó a gemir acelere el ritmo y sus gemidos subieron de volumen, agggg, agggg, agggg, sigue, sigue Marce, uhmmm y de pronto se desmadejo, ella había alcanzado su orgasmo y estando tendida en la cama yo sin desconectarme continue follandola hasta que explote dentro de ella quedando extenuado. Permanecí sobre ella, le di besos en el cuello y le manifesté lo maravilloso que era estar dentro de su deliciosa conchita. Esa noche volvimos a dormir desnudos y ya solo nos quedaba un día para volver a casa.
En la mañana cuando despertamos mi madre se levantó a bañarse y estando en la puerta del baño desnuda, me dijo… ¿Te gustaría bañarte conmigo?
Por supuesto, y pronto los dos disfrutábamos del agua bajo la ducha. Ella tomo el jabón y me empezó a bañarme y cuando llego a mi sexo se detuvo frotándolo, lo cual género que mi verga se pusiera a tope. Enseguida cambiamos y yo hice lo mismo con ella.
A continuación, ella se lavó el cabello con champú y me pidió que le ayudara a esparcir el acondicionador, diciendo que el sol y el agua de mar le resecaban mucho el cabello.
La sensación del acondicionador en mis manos y esparcido sobre la piel de mi madre, me llevaron a acariciar todo su cuerpo, en especial sus tetas, su concha y su culo. Parte de lo que me sobro, lo puse en mi verga, de manera que cuando la abrace desde su espalda mi verga se deslizo maravillosamente en medio de sus nalgas y empecé a disfrutar del roce de mi verga contra su concha y su culo.
En esos momentos cuando traté de follarla, mi verga no entraba porque estaba apuntando a su culo. Y ella seguramente pensó que yo la quería follar por allí por eso tomó mi verga la puso en su ano y me dijo…empuja un poquito y así me vas a poder follar como quieres y efectivamente una vez que entro el glande lo demás se fue perdiendo dentro de ella, gracias a la lubricación del acondicionador.
A continuación, ella se inclinó apoyando sus manos contra la pared, y estando así me facilito follarla. Empecé un rico mete y saca y la sensación de presión que se siente al hacerlo por allí pronto elevo mi excitación y la de ella, entonces puse una mano en una de sus tetas, apretándole un pezón y la otra frotándole el clítoris y así los dos, pronto disfrutábamos de tremenda excitación, ella gemía fuertemente y pronto empecé a percibir la llegada de su orgasmo, al tiempo que yo le llenaba el culo con mi semen. Fue maravilloso, para mí era la primera vez de hacerlo así, por eso lo voy a recordar hasta la próxima oportunidad que ella me permita.
Como en la tarde de ese día teníamos el vuelo de regreso, al terminar la fiesta, bajamos a desayunar y a continuación a preparar maletas para el viaje de regreso después de vivir los más excitantes días que jamás imagine.
De ese viaje y todo lo acontecido, no olvidare cada momento vivido, y gracias a ese paseo hoy en día gozamos con mi madre momentos maravillosos que pueden ser base de un próximo relato.
Como se ha creado tanta confianza y complicidad con ella, follamos con bastante frecuencia y cuando mi padre tiene un viaje de trabajo los momentos que compartimos los acompañamos con algún licor y en una de las últimas oportunidades donde los dos bebimos más de la cuenta hablamos abiertamente de nuestras fantasías y ella me conto que ahora que se ha abierto más a la sexualidad, ha soñado tener sexo con un hombre de color y ha visto videos que la excitan y espera algún día poder realizar esta fantasía, por otra parte escuchándola hablar de su fantasía, me excito imaginarla follando con un hombre de color y si este se encuentra muy bien dotado, será espectacular, recuerdo las primeras veces que la vi follar con Sebastián y eso destapo mi pasión por el voyerismo.
Por eso mi éxtasis de excitación cuando vi a mi madre y a Sebastián, en el momento en que él inició la penetración de su verga en la concha de mi madre, fue algo tan maravilloso que con solo tocar un poco mi verga inmediatamente me corrí.
Por esa razón, me dedique a buscar un hombre de color que hiciera realidad la fantasía de mi madre y se presento la fiesta de aniversario de la universidad y allí conocí a Wilson un joven de color que estaba dos semestres mas adelante que yo y con el paso de los días nos fuimos haciendo amigos y un viernes estábamos tomando en una discoteca unas cervezas con varios compañeros de estudio, cuando llegó Wilson, nos saludamos y cuando se dio la oportunidad de entablar conversación mas personal, le comente que tenía una amiga un poco mayor que yo que tenía ala fantasía de tener sexo con un hombre como él y enseguida Wilson se interesó. Le pregunte de frente si era verdad la fama que los hombres de color tenían miembros grandes y el aprovechando la escaza luz del lugar apretó su pantalón para que se notara su verga y me dijo… quieres verla. Le dije … No, no, yo solo quiero saber si mi amiga eso es lo que desea. Le pregunte a Wilson si al día siguiente, que era sábado, si el tenia algún compromiso.
Me respondió… que no, ¿por qué?
Para presentarlo con mi amiga, el enseguida dijo que si.
Me dio el numero de su celular y quede de avisarle a la mañana siguiente.
Cuando llegue a casa, mi madre aún estaba despierta, entonces después de saludarla efusivamente, le comenté lo del joven de color de la universidad y ella que estaba próxima a dormir, se incorporo en la cama y me pregunto en detalle cómo había logrado el contacto.
Le conté como se sucedieron las cosas y ella me pregunto cómo lo conocería.
Le propuse que fueranos los tres a un motel para no invitarlo a nuestro departamento y de pronto por algún detalle pudiera descubrir que ella era mi madre y a ella le pareció bien.
En la mañana lo contacte le explique que recogeríamos en el auto de mi amiga a las ocho de la noche y así se desarrollaron los planes. Cuando estuvimos en la habitación yo había llevado copas y una botella de tequila y para entrar en confianza fuimos bebiendo de manera que a las once de la noche los tres estábamos muy contentos.
Observando videos para adultos y con música, el acercamiento de Wilson con mi madre pronto se dio por voluntad y deseo de ambos. Yo estaba más de espectador, como buen voyerista que me estaba volviendo. Mientras yo observaba los videos para adultos, Wilson y mi madre se fueron entregando y solo cuando comencé a escuchar respiraciones agitadas y gemidos voltee la mirada hacia un espejo gigante que había en la habitación para observar los avances de esa noche de pasión. En alguno de los movimientos mientras se concretaba la penetración, pude observar la enorme verga de Wilson, mas de lo que imaginé, porque ahora estaba muy excitado.
Mi madre gracias al licor, tomo la situación con tranquilidad y cuando llego el momento crucial, la verga de Wilson comenzó a entrar en la concha de mi madre y cuando iba mas de la mitad dentro de ella, gimió y el se detuvo. Le pregunto si sentía dolor, ella dijo… No, no tanto, esperemos que mi concha se vaya adaptando y así empezaron a follar con suavidad, mientras yo observaba y me excitaba y a cada minuto que pasaba, la penetración era mayor, hasta que pasados al menos diez minutos la verga de Wilson se perdia totalmente en la concha de mi madre y los gemidos de ella crecían en volumen, al tiempo que escuchaba palabras de ella, diciéndole… Uhmmm, negrito, que rica verga tienes, creo que me vas a partir en dos, pero sigue, sigue follándome, cuando te avise clávamela con toda tu fuerza y así pasaron entre besos carias y follada al menos quince minutos, ninguno de los dos quería terminar pronto. Yo solo miraba de reojo y escuchaba lo que mi madre decía.
Para ellos debieron ser minutos pero para mi fue mas de media hora verlos follar y solo cuando mi madre le dijo a Wilson clávame esa verga con toda tu fuerza, trátame con rudeza, ella aumento sus gemidos y Wilson el tono de su respiración. Yo sentí que mi verga estaba por explotar, pero el tiempo de ellos, los deje terminar sin mi intervención. Yo sabia que mi madre al llegar a casa me compensaría.
Cuando los dos se recuperaron, se vistieron y quedaron satisfechos decidimos marcharnos y llevar a Wilson a su casa. Al despedirse, le agradeció a mi madre por tan maravilloso momento y a mi por haberlo presentado con “mi amiga”
Cuando quedamos los dos solos de regreso a casa, ella me dijo… tengo mi concha en candela, tu amigo me ha follado maravillosamente, esto era lo que deseaba e imaginaba hace tiempo, gracias hijo. Finalmente, al llegar a casa mi madre me ofreció recompensarme, pero le dije que si estaba muy cansada lo dejábamos para después, pero dijo que… No, que deseaba pagar su deuda conmigo, y sentir que me corriera dentro de ella. Ya que con Wilson lo hizo con preservativo y no pudo disfrutar la rica sensación del semen en su concha. Hasta aquí mi relato que se prolongó mas de lo que deseaba. Gracias a la fantasía de mi madre.
Que rico relato, hay continuación??