Naomi y el sexo: juegos «inocentes»
Mi cabecita era un entramado de dudas y curiosidad, no podía sacar de mi mente el sexo, parecía que todo el universo conspiraba en mi contra, a dónde quiera que fuera o dirigiera mi vista había algo que me enfocaba hacia los «malos pensamientos»..
Naomi y el sexo: juegos «inocentes»
Hola a todos de nuevo, antes de nada les pido perdón por la tardanza, no había podido estar al pendiente de ustedes por cosas y situaciones ajenas., me fue imposible escribir pero ya estoy de vuelta.
Sin más, aquí les traigo un capítulo más de esta narrativa personal.
Juegos «inocentes» 1.
Mi cabecita era un entramado de dudas y curiosidad, no podía sacar de mi mente el sexo, parecía que todo el universo conspiraba en mi contra, a dónde quiera que fuera o dirigiera mi vista había algo que me enfocaba hacia los «malos pensamientos».
Era muy pequeña y no alcanzaba a darme cuenta que me estaba volviendo una personita muy morbosa (a mi modo claro), en la calle me era muy difícil apartar la vista de los bultos de los hombres, me imaginaba y comparaba con el de mi primo, me hacía preguntas, veía la gente y el mundo de otra manera vaya!.
Al paso de los días mi morbo fue creciendo y ver a mi primo masturbarse en el baño se me hizo un vicio, y él lo sabía, y sin hacer mucho ruido me fue preparando para lo que venía, comenzamos a ser más unidos, el comenzó a ser más cariñoso y a ponerme más atención, pero era raro porque solo era lindo y cariñoso conmigo cuando nadie nos veía, porque al estar alguien más se comportaba de manera indiferente y grosero, me confundía y no entendía el motivo, pero poco tardaría en descifrar su comportamiento.
Un día por la tarde mientras terminábamos de hacer la tarea de la escuela y nos disponíamos a ver las caricaturas como siempre, mi primo tomo una actitud un poco sospechosa., yo estaba sentada al borde de la cama (por el lado donde quedan los pies si uno está acostado), y mi hermana y hermano estaban sentados en el piso recargados de la base de la cama y mi primo se acostó justo detrás de mí, así pasaron unos minutos, veíamos a «los Rugrats», y de pronto sentí un pequeño roce a la altura de mi espalda baja, volteo y veo el pie de mi primo y me dice, «perdón te patie?», yo no le tomé importancia pero al poco rato sentí nuevamente su pie pero ahora lo puso en mi hombro y me dice «es que estoy cansado».
Yo solo le sonreí y le baje su pie, pero lo volvió a subir y así varias ocasiones hasta que llegó el momento en que cuando bajaba su pie lo dejaba por unos segundos justo en mis pompis, claramente sentía su pie haciendo contacto con mis nalguitas y podía hacerlo porque solo traía puesto un short muy desgastado y liso pues era con el que dormía, yo no le decía nada solo me quedaba quieta y el podía notarlo y talvez él supuso que no me molestaba y entonces fue dejando su pie más y más tiempo en mis nalgas, llegó el momento en que empezó a meter su pie entre la cama y mis nalgas, me comencé a poner nerviosa porque mis hermanos de vez en cuando volteaban a comentarme cualquier cosa de las caricaturas y yo la verdad ni atención ponía solo les contestaba en modo automático «si» «ajá», yo estaba concentrada en las sensaciones que mi primo me estaba provocando.
Así pasó no sé cuánto tiempo, perdí la noción del tiempo, estaba apunto de voltear a ver a mi primo cuando sentí plenamente cuando su dedo gordo del pie lo puso justo en mi ano, sentí una sensación increíble di un pequeño brinco involuntario acompañado de un suspiro, mi primo se asustó y saco su pie rápido, mi hermana me preguntó «que pasó» yo no recuerdo que le dije pero ya no preguntó más, yo solo me reacomode en mi lugar esperando que aquel «juego» siguiera, no tardó mucho y sentí como mi primo volvió a poner su pie en mi hombro, voltee y lo quité nuevamente, como reiniciando el «juego», y ni tardó ni perezoso al instante volví a sentir como metía su pie nuevamente y lo acomodaba justo en mi ano, yo solo me quedaba quieta y empecé a sentir como movía suavemente su dedo gordo en mi colita, como queriendo metérmelo, no lo voy a negar, sentía increíble, pero también estaba muy nerviosa y un poco asustada, pero de pronto él se levantó yo creí que hasta ahí hiba a llegar todo pero vendría algo más interesante.
Mi primo después de levantarse nos dijo que estaba aburrido, que jugáramos a algo y claro que él ya lo tenía planeado todo., nos dice que jugáramos a las luchas en parejas como lo hacen en la televisión, hombres contra mujeres y pues obviamente era él y mi hermanito contra mi hermana y yo, mis hermanos un tanto ingenuos no se daban cuenta de lo que pasaba pero yo ya sabía hacía dónde se dirigían las cosas jiji.
Entonces nos pusimos a «jugar» y rápido mi primo se me hecha encima a hacerme cosquillas y rápidamente a tener contacto conmigo y mi cuerpecito mientras mi hermano y mi hermana hacían lo propio, rapido pero discretamente mi primo comenzó a tocarme sutilmente como testeando la situación, yo solo me dejaba hacer y le seguía el juego, él se despachaba ya un poco más descarado, me tocaba las piernas y mis pezones, pero no perdía oportunidad de sobarme las nalgas, parecía pulpo, y de ves en cuando, cada que mi hermana estaba distraída me metía un poco la mano por dentro del shorts, eso me ponía a mi súper nerviosa, pero como se dice por ahí «me asusta pero me gusta» jajaja, el lo seguía haciendo y yo lo seguía dejando hacer, llegó el punto en que no aguantó más la calentura y comenzó a restregárme su «cosa» en mis nalgas, así por sobre la ropa, para mí fue lo máximo en ese momento porque podía sentir lo duro que estaba y la presión que hacía en mis nalgas como queriendo metérmelo con todo y ropa y cualquier movimiento que yo hiciera terminaba con su pito entre mis nalguitas, me tenía ya tan dispuesta que se podría decir que yo solita buscaba su miembro para colocarlo en mis nalgas, era una sensación increíble y quería que nunca acabará.
Después de unos minutos de roces ya un tanto descarados mis hermanos se aburrieron y decidieron seguir viendo la tele, pero había otro plan para mí jeje, mi primo y yo decidimos seguir «jugando» y por el ruido que mi primo hacía a propósito, mis hermanos terminaron por corrernos para el cuarto de mis papás porque al decir de ellos no les dejábamos oír la tele, ésto por supuesto fue música para mis oídos y en segundos mi primo me cargó sobre su hombro como si fuera un tanque de gas y me llevo hacia la recamara de mis papás.
Ya ahí y sin ojos que pusieran ver lo que hacíamos, nos dispusimos a seguir el juego, y en un movimiento rápido, me ví en posición de perrito justo al borde de la cama y mi primo de pie justo detrás de mí, escuché que dijo «ahora te vas a rendir» y acto seguido me tomo por la cadera y me jaló hacia su palo, pronto lo sentí en todo su esplendor, duro, muy duro, hasta podía sentir sus pulsaciones o no se cómo decirlo, de pronto comenzó a frotarse entre mis nalgas y a preguntar «te rindes» y yo no supe que decir, volvió a preguntar «te rindes», yo entonces con voz entrecortada le dije «no» y el siguió frotando su pito entre mis nalguitas, yo sentía riquísimo y solo estaba decidida a no rendirme hasta que sentí como me apretaba muy fuerte y su pito comenzó a palpitar, él dió un leve suspiro y a los pocos segundos me soltó, yo no sabía que era lo que había sucedido, él solamente se fué sin decir nada y me dejó con una infinidad de dudas y una mancha húmeda en la parte trasera de mi short, justo en el centro, como una señal de lo que se avecinaba.
Ésto fue el primero de los muchos, muchísimos «juegos» que pasaron, y claro de ahí todo fue subiendo de nivel y ya no hubo marcha atrás.
Continuará…
Uff q rico cuenta más bro