Naomi y el sexo: La mirona
Habían pasado ya algunas semanas desde aquel primer vistazo y mis visitas bajo la cama se habían vuelto muy recurrentes, al grado de que solo me veía a solas por cualquier situación y casi casi ya estaba debajo de aquella cama, que de paso está decir que en ella dormía mi primo que llamaré «José o P.
Habían pasado ya algunas semanas desde aquel primer vistazo y mis visitas bajo la cama se habían vuelto muy recurrentes, al grado de que me veía a solas por cualquier situación y casi casi ya estaba debajo de aquella cama, que de paso está decir que en ella dormía mi primo que llamaré «José o Pepe», y está demás mencionar a quien pertenecía esa revista que me traía de cabeza jiji.
Para ese entonces yo ya comenzaba a formar ideas no tan normales para mí edad, también me comenzaba a hacer cuestionamientos no propios para una niña de 7., Me preguntaba ¿cómo se vería uno de verdad?, ¿Será suave o rasposo?, ¿A qué huele?, etc. Y también me preguntaba si mi primo tendría más revistas por ahí escondidas, y fue entonces que me dediqué disimuladamente a espiarlo. Y así fui merodeando todos sus movimientos, y de poco a poco fui descubriendo cosas que me volaron la cabecita, y es a partir de aquí que les comenzaré a narrar lo mejor que pueda todos los acontecimientos y situaciones que pasé con mi primito.
La mirona.
Pasaron algunos días y yo seguía empeñada en espiar a mi primo, pero un buen día mientras hacíamos tarea de la escuela, mi primo subió y prendió la televisión, el traía solo un shorts y casi siempre andaba así pues el clima del lugar es muy caluroso y humedo. Yo dejé de hacer lo que hacía cuando ví que se dirigía al baño, pero también note que llevaba la revista escondida bajo su playera, una descarga recorrió mi cuerpecito pues supuse que también miraría igual que yo, así que me aseguré que mi hermana estuviera bien entretenida igual que mi hermano y me fui descalza directo al baño, me acerque y mi corazón se me quería salir, pegué mi ojo a una rendija pues la puerta era muy sencilla y de madera muy delgada y un poco deteriorada y entonces lo ví.
Era la primera vez que veía un pene real por así decirlo, no podía ni pasar saliva ni respirar por un momento, pero tampoco podía apartar mi ojito de ahí, de pronto un sonido me hizo volver en sí, y un gran susto, pues era mi abuela hablándonos para comer, enseguida salió mi hermana y me vió en el pasillo y me preguntó que hacía y solo le dije que iba al baño pero estaba ocupado, después solo bajamos.
yo no tenía nada de hambre porque solo pasaba por mi mente mi primo y su pito, y de pronto llegó él a sentarse a comer, ¡huy! sentí que la cara me explotaba, quería salir corriendo, sentía mucha vergüenza pues era muy ingenua aún jaja, pero nadie sabía porqué, o al menos eso creía yo.
Después de un rato me levanté dije que no tenía hambre y me subí a ver las caricaturas, estaba viendo la vaca y el pollito una serie muy memorable para algunos jeje, pero de pronto entro Pepe al cuarto y se sentó en la cama, solo mirábamos la tele pero yo estaba nerviosa, no podía controlarme, y de pronto Pepe salió del cuarto solo se asomó y regresó, me dice voy al baño pero ésta vez sentí algo diferente en su voz, de inmediato esperé a escuchar que cerraba la puerta y como rayo fui cautelosa a mirar eso que no salía de mi mentesita, heche un vistazo hacia las escaleras para asegurarme de que nadie viniera cerca y rápido me acerque a la puerta del baño para usmear todo lo que hacía Pepe en el baño.
Pero está vez fue mucho mi asombro y hasta me asusté pues al poner mi ojito en la rendija me recibió una imagen totalmente sorprendente para mí pues lo ví de muy cerca, juraría que casi pude oler su aroma por lo cerca que estaba del agujero de la puerta, y Pepe lo tenía en su mano y lo apretaba y lo jalaba, yo no entendía que hacía, llegué a pensar que así hacían pipí los hombres, no se, yo no podía decifrar que pasaba ahí dentro hasta que escuche gemir a Pepe y de su pito salió un líquido espeso y blaquesino parecía baba o saliva, lo único con lo que pude asociar ese líquido fue con mocos, de esos cuando le da a uno catarro y salen entre blancos y transparentes., Yo no podía entender que pasaba pero en mi interior estaba que explotaba de nervios, (fue tiempo después que supe lo que había pasado ahí).
Al terminar él lo que fuera que había hecho ahí dentro me sorprendió mucho ver qué tomaba su pito y lo acercaba al agujero de la puerta y podía verlo con mucho, mucho detalle, pero fue nuevamente un grito de mi abuela que me hizo brincar o nos hizo brincar mejor dicho porque mi primo al escuchar la voz de mi abuela se guardo instantáneamente su pito, casi al borde de gritar me alejé lo más rápido que pude y baje corriendo a dónde mi abuela, la cuál solo me preguntó que porque estaba descalza a lo cuál yo solo pude contestar con una nerviosa sonrisa, porque mi interior era un manojo de sensaciones que a duras penas podía disimular, sensaciones que en un futuro solo hiban a crecer y crecer sin freno.
Continuará…
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